Un experto frente al desafío de recuperar la racionalidad

Galuccio recibe el abrazo de Kicillof y el aplauso de la dirigencia kirchnerista, durante el acto oficial. Foto: Presidencia
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El prestigio que Miguel Galuccio, el nuevo presidente de YPF, se ha ganado en el mundo del petróleo abre una interesante incógnita sobre la gestión energética: nadie supone que este experto aceptó la invitación de Cristina Kirchner sin un compromiso para que, tarde o temprano, se modifique la política de precios, que es la debilidad central de la estrategia oficial en la materia.
Galuccio vuelve a YPF, donde trabajó en la década del 90, de la mano del gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, como confesó ayer la Presidenta. La relación con ese mandatario está mediada por su hermano, Carlos Galuccio, presidente de la Unión Industrial de la provincia y amigo del gobernador. La señora de Kirchner recibió también la recomendación del nuevo funcionario después de una consulta con Roberto Monti, ex presidente de la petrolera.
Los expertos en energía consultados para esta nota califican a Galuccio como «un fuera de serie». Para hacerse cargo de YPF deja en Londres una posición envidiable, como es la conducción de Integrated Project Management (IPM), una subsidiaria de la empresa de servicios petroleros Schlumberger, cuya sede está en las inmediaciones del aeropuerto de Gatwick. Galuccio abrió con IPM una nueva rama de negocios para Schlumberger: la de la exploración y extracción de hidrocarburos.
El elegido de Cristina Kirchner tiene 44 años y ha progresado hasta sentarse en el olimpo de Schlumberger. Para comprender el significado de ese triunfo es mejor citar a alguien que conoce bien la empresa: «Schlumberger es una compañía de altísima calidad, una academia, acaso la más interesante que existe en el mundo del petróleo. ¿Por qué? Porque es una de las pocas empresas globales del sector. Exxon, por ejemplo, es una compañía estadounidense con desarrollo internacional, igual que Total, que se despliega por varios continentes, pero sigue teniendo una matriz francesa. La cultura de Schlumberger, en cambio, es planetaria: para cada proyecto consultan a expertos de distintos lugares del mundo y cruzan perspectivas y disciplinas. Es imposible descollar en esa organización si no se tiene esa cultura».
La caracterización es relevante, porque Galuccio está llamado a desarrollar uno de los proyectos productivos más importantes del mapa energético internacional: la puesta en valor de las reservas de YPF en shale oil y shale gas, radicadas en Vaca Muerta. Según los informes de geólogos norteamericanos y británicos, ese yacimiento forma parte de una formación geológica que constituye el tercer reservorio no convencional del mundo. La existencia de ese patrimonio es, acaso, la noticia más relevante que ha producido el país en los últimos años. Sin embargo, según los técnicos, para que esos recursos dejen de ser potenciales se requieren un plan de inversiones y una estabilidad regulatoria de los que el negocio hoy, a todas luces, carece.
Experiencias
Entre los antecedentes de Galuccio figura una prolongada experiencia en México como representante de Schlumberger. Su trabajo consistió en construir pozos llave en mano para Pemex, una empresa estatal y monopólica.
Ese pasado ilumina este presente, ya que puede ser un modelo para las contrataciones con operadoras multinacionales que el Gobierno pretende celebrar desde YPF. Durante su permanencia en México, Galuccio debió lidiar con un entramado complejo de contratistas. Conoció innumerables yacimientos y condujo miles de perforaciones, sobre todo en la zona de Reinosa, vecina a los Estados Unidos. «Para él fue como ir al Lejano Oeste, una zona inhóspita, como pueden ser Las Heras o Los Perales en la Patagonia», cuenta alguien que le siguió los pasos por esos desiertos. En la etapa anterior de su carrera, Galuccio trabajó para Maxus, la compañía estadounidense que adquirió YPF durante la gestión de José Estenssoro. Fue country manager en Indonesia y en Venezuela.
Galuccio trabajó para Estenssoro desde el año 1994, año en que Marcelo Guiscardo lo contrató para participar del equipo de reservorios y exploración. Fue una etapa de reestructuración, en la que se modificó la tradicional división del trabajo por especialidades para inaugurar unidades de negocios interdisciplinarias.
Al comando de una de ellas, Galuccio recorrió el interior del país hasta afincarse en Cañadón Seco. Es la etapa «pingüina» de su biografía. Abandonó la empresa con la llegada de los españoles de Repsol, respecto de cuya gestión el nuevo manager tiene una posición crítica.
La incorporación de Galuccio a YPF revela novedades y abre incógnitas. Confirma, en principio, que la señora de Kirchner abandona en esta estatización el modelo ensayado en Aerolíneas, cuyo gerenciamiento entregó al abogado Mariano Recalde y a un grupo de entusiastas de La Cámpora, carentes de antecedentes aeronáuticos. Tampoco reitera la opción de Aguas Argentinas, que fue puesta por su esposo en manos del sindicato a través de Carlos Ben, su presidente. Con Galuccio, la Presidenta busca a un nuevo Estenssoro.
Otro contexto
Sin embargo, para que el elegido pueda emular aquella gestión exitosa del petrolero boliviano deberían ocurrir cambios importantes en el contexto. No sólo el Gobierno debería abstenerse de politizar la compañía. Ningún especialista apuesta a que Galuccio pueda coronar este ensayo con un éxito si en el corto plazo no se modifica un esquema de precios que desalienta la inversión, al que el kirchnerismo está aferrado desde el año 2003.
Si con Galuccio llega a la política de hidrocarburos una nueva racionalidad, este intrépido repatriado tendrá ante sí un horizonte fascinante para cualquier sabio del petróleo: el diseño de un nuevo perfil energético a partir de los promisorios recursos no convencionales que podrían desarrollarse en la Argentina.
EL PERFIL
MIGUEL GALUCCIO
Gerente general de YPF
Profesión: ingeniero
Edad: 44
Origen: Entre Ríos
Graduado del ITBA, trabajó en YPF en los 90, bajo la conducción de José Estenssoro. Luego emigró y vivió 15 años en el exterior, donde trabajó para empresas multinacionales. Es casado y tiene dos hijos..

Acerca de Nicolás Tereschuk (Escriba)

"Escriba" es Nicolás Tereschuk. Politólogo (UBA), Maestría en Sociologìa Económica (IDAES-UNSAM). Me interesa la política y la forma en que la política moldea lo económico (¿o era al revés?).

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