Dos discursos diarios, el empleo agotador de la cadena nacional, la utilización con fines partidarios de los medios públicos, el sostenimiento de medios privados con dinero del erario, el cuidadoso diseño de actos en los se distribuyen instrucciones acerca de qué consignas deben ser coreadas, cuál es el momento para hacerlo y lograr que la Presidente sonría complacida. Esas son las manifestaciones más ruidosas del desmesurado aparato propagandístico montado por el cristinismo. Hay, sin embargo, otros aspectos que permanecían semiocultos y en estos días han comenzado a asomar: las tareas proselitistas del Gobierno –o, lo que es lo mismo, del Vatayón Militante– en las cárceles y las incursiones escolares de La Cámpora, la agrupación nacida al abrigo de los fondos y la estructura de la Legislatura porteña y sostenida en base a contratos y designaciones en todas las áreas de la administración nacional. Cualquier lugar es bueno para la militancia rentada del camporismo, pero ninguno tanto como la ANSeS –que permite al kirchnerismo extenderse a lo largo y lo ancho del país– y la Jefatura de Gabinete, devenida desde los tiempos de Aníbal Fernández en usina ideológica gubernamental.
El sitio Casa Rosada, ideado por el ex secretario de Medios Enrique Albistur para difundir la actividad de la jefa de Estado y puesto hoy bajo la supervisión de Alfredo Scoccimarro, ha dejado de renovarse. Algunos lo atribuyen a la tardanza con que, de un tiempo a esta parte, se informa de las alternativas de la agenda de Cristina Fernández. Otros suponen, en cambio, que Scoccimarro ha perdido posiciones en la sorda y durísima interna abierta entre quienes manejan la información presidencial. No es para menos, la comunicación sostiene el relato . Por eso, mientras Casa Rosada se desvaloriza como instrumento de consulta, se cotizan en alza Sala de Prensa y las páginas Web fogoneadas por Juan Manuel Abal Medina y los cuarenta vigías encargados de monitorear al periodismo díscolo .
Hace escasos días vio la luz www.argentinacomparte.gob.ar, un lugar en el ciberespacio destinado a dar a conocer lo que el kirchnerismo concibe como “políticas públicas”. Colorido, abigarrado, ilustrado aquí y allá con el rostro medieval del ministro de ministros, el portal tienen un subtítulo: “unidos y organizados, solidarios y conectados”. Su pretensión, asegura, es abrir un “canal para que estemos siempre, en cualquier lugar del país, a sólo un click del Estado ”.
La frase, de factura orwelliana, es inquietante, perturbadora en su advertencia de un estado omnipresente. Y no es un click sino seis los que habilitan los caminos que llevan a su encuentro: “Mi Trabajo”, “Mi Educación”, “Mi Bienestar”, “Mi Creatividad”, “Mi Compromiso”, “Mis Derechos”. Un laberinto donde no importa el rumbo que se elija, siempre estará Néstor Kirchner aguardando al visitante: vestido de Eternauta en los talleres “El Héroe Colectivo” (el juego de mesa que La Cámpora introdujo en las escuelas), en las “Jornadas Nacionales Néstor Kirchner” de pintura de colegios; en las “Becas Néstor Kirchner”, auspiciadas por la Embajada argentina en Washington, la New School University y la Universidad de San Martín y, sobre todo, en la Convocatoria Nacional de Murales “Si Néstor lo viera” , una iniciativa del Ministerio de Desarrollo Social y el IUNA (Instituto Universitario Nacional de Arte) dirigida a “potenciar el lenguaje visual en los barrios”.
“Si Néstor lo viera” no busca desarrollar cualquier lenguaje. Por el contrario, se levanta como un auténtico manifiesto de la estética oficial : el muralismo “K” deberá transmitir “la mirada social, cultural y económica del proyecto nacional”; tendrá que buscar “relatos e imágenes que puedan expresar este proceso de participación nacional”; ingeniárselas para contrarrestar la influencia del mercado y las políticas neoliberales “que nos fomentan una cultura que nada tiene que ver con nuestros intereses y necesidades”. El díptico que acompaña la Convocatoria Nacional de Murales presupone que “Si Néstor lo viera …estaría orgulloso de que lo estemos recordando ‘sin llorar ni lamentarnos, como un hombre que estuvo junto a la risa de los felices, la seguridad de los justos y el sufrimiento de los humildes”. Esta curiosa experiencia plástica, una joint-venture pactada entre quien provee materiales e infraestructura ( la cartera que conduce Alicia Kirchner) y los poseedores de la técnica del mural (IUNA), es ambiciosamente federal. Ya desembarcó en Chaco, donde además de las charlas de capacitación se proyectó un video “sobre la figura del ex presidente y secretario general de la UNASUR, Néstor Kirchner”. También llegó a Tucumán y fue inscripta en el proceso de las luchas de los cañeros, “cuya continuidad la representa Néstor Kirchner con su ejemplo y sus decisiones políticas, a partir de las cuales mejoraron las condiciones para construir una patria mejor”.
Argentina Comparte debutó el 14 de agosto, en Tecnópolis, con la presencia del jefe de Gabinete quien solicitó el auxilio de Guillermo “Fierita” Catalano, notero de televisión, enamorado de Internet, publicitario y lo que contaba para la ocasión, mago, ilusionista.
“Fierita” Catalano tuvo la inmensa suerte de que, pese a su métier (la política como teoría y como práctica) el jefe de Gabinete desconociera la irónica frase que Woody Allen le dedicó a esa profesión: “El mago hizo un gesto y desapareció la injusticia, hizo otro gesto y desapareció el hambre, dibujó un gesto más y desaparecieron las guerras. El político hizo un gesto y desapareció el mago”.