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Destraban créditos del Banco Mundial por US$ 3000 millones
El evidente fracaso del blanqueo y de la estrategia de profundización de las restricciones cambiarias, reflejado tanto en el plano electoral como en la continua pérdida de reservas, dio lugar a un revival del plan de normalización financiera esbozado por el Gobierno en 2008-2009.
Esto se puede comprobar con una serie de cuestiones decididas en las últimas semanas:
-El avance en la negociación con el FMI para el nuevo índice de precios al consumidor que reemplazará la medición metropolitana, cuestionada desde 2007, lo que incluirá hacia adelante (pese a que el Gobierno a priori no quería) el reajuste de los bonos indexados por CER.
-El plan para reabrir el canje de la deuda, que está bastante demorado, pero que, según el Ministerio de Economía, avanza. Esto agregará un par de puntos al nivel de aceptación, pero no solucionará el problema con los holdouts .
-El anuncio de ayer de que el Gobierno, a cambio de pagar con una quita cinco sentencias ganadas por empresas en el Ciadi, obtuvo un guiño del Banco Mundial para tratar un nuevo paquete de créditos para el período 2014-2016. Esto le asegurará, tras un año de congelamiento, la promesa de obtener nuevos fondos externos. Aunque el Banco afirma que aun sin estos recursos la Argentina está recibiendo más dinero del que le paga, hay economistas ligados al vicepresidente Amado Boudou y al ministro Hernán Lorenzino que ya no defienden la estrategia del «desendeudamiento» con reservas del BCRA llevado adelante desde 2010.
Para que el Banco Mundial se ablandara fue importante el diálogo con el gobierno de EE.UU. y con el presidente del BID, Luis Moreno. Pese a estar focalizados en los problemas del «shutdown», los funcionarios norteamericanos recibieron con agrado las novedades en orno del Ciadi. Falta saber si, además de recibir Bonar X y Boden 2015, estas empresas comprarán Baade, como se especulaba en la city porteña.
Este arreglo puede implicar una mayor receptividad para que la administración Obama presente un escrito ante la Corte Suprema de EE.UU. para que tome el caso de los holdouts , pero no necesariamente un compromiso mayor en materia de inversiones, sobre todo porque el Gobierno sigue sin avanzar en torno al Club de París (porque pretende una rápida retribución por ese pago y no quiere al FMI en el medio) y las barreras a la importación y al giro de divisas para las empresas extranjeras. Estas decisiones reflejan que el ala de Boudou, pese al descrédito que tiene y a las versiones de la salida de Lorenzino, recuperó cierto oxígeno frente al viceministro Axel Kicillof y al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Así, se concretaría parte del plan que tuvieron Sergio Massa como jefe de Gabinete y Boudou como ministro, hasta 2010. «La intención sería reflotar el recorte a los subsidios, anunciado pero no implementado, y reasignar parte del gasto para quitarle presión a la política monetaria», explicó un economista oficialista. Más difícil, admitió, será convencer a la Presidenta de que aún conviene volver a los mercados para endeudarse. .
Destraban créditos del Banco Mundial por US$ 3000 millones
El evidente fracaso del blanqueo y de la estrategia de profundización de las restricciones cambiarias, reflejado tanto en el plano electoral como en la continua pérdida de reservas, dio lugar a un revival del plan de normalización financiera esbozado por el Gobierno en 2008-2009.
Esto se puede comprobar con una serie de cuestiones decididas en las últimas semanas:
-El avance en la negociación con el FMI para el nuevo índice de precios al consumidor que reemplazará la medición metropolitana, cuestionada desde 2007, lo que incluirá hacia adelante (pese a que el Gobierno a priori no quería) el reajuste de los bonos indexados por CER.
-El plan para reabrir el canje de la deuda, que está bastante demorado, pero que, según el Ministerio de Economía, avanza. Esto agregará un par de puntos al nivel de aceptación, pero no solucionará el problema con los holdouts .
-El anuncio de ayer de que el Gobierno, a cambio de pagar con una quita cinco sentencias ganadas por empresas en el Ciadi, obtuvo un guiño del Banco Mundial para tratar un nuevo paquete de créditos para el período 2014-2016. Esto le asegurará, tras un año de congelamiento, la promesa de obtener nuevos fondos externos. Aunque el Banco afirma que aun sin estos recursos la Argentina está recibiendo más dinero del que le paga, hay economistas ligados al vicepresidente Amado Boudou y al ministro Hernán Lorenzino que ya no defienden la estrategia del «desendeudamiento» con reservas del BCRA llevado adelante desde 2010.
Para que el Banco Mundial se ablandara fue importante el diálogo con el gobierno de EE.UU. y con el presidente del BID, Luis Moreno. Pese a estar focalizados en los problemas del «shutdown», los funcionarios norteamericanos recibieron con agrado las novedades en orno del Ciadi. Falta saber si, además de recibir Bonar X y Boden 2015, estas empresas comprarán Baade, como se especulaba en la city porteña.
Este arreglo puede implicar una mayor receptividad para que la administración Obama presente un escrito ante la Corte Suprema de EE.UU. para que tome el caso de los holdouts , pero no necesariamente un compromiso mayor en materia de inversiones, sobre todo porque el Gobierno sigue sin avanzar en torno al Club de París (porque pretende una rápida retribución por ese pago y no quiere al FMI en el medio) y las barreras a la importación y al giro de divisas para las empresas extranjeras. Estas decisiones reflejan que el ala de Boudou, pese al descrédito que tiene y a las versiones de la salida de Lorenzino, recuperó cierto oxígeno frente al viceministro Axel Kicillof y al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Así, se concretaría parte del plan que tuvieron Sergio Massa como jefe de Gabinete y Boudou como ministro, hasta 2010. «La intención sería reflotar el recorte a los subsidios, anunciado pero no implementado, y reasignar parte del gasto para quitarle presión a la política monetaria», explicó un economista oficialista. Más difícil, admitió, será convencer a la Presidenta de que aún conviene volver a los mercados para endeudarse. .