panorama empresarial.Marcelo Bonelli
Una misión secreta de Washington viajó a Buenos Aires en medio de la ofensiva de la Casa Rosada contra las multis estadounidenses y de la retórica de Cristina Kirchner contra Barack Obama. Los emisarios llegaron con la orden de elaborar un informe sobre lo que ocurre en Argentina para la Casa Blanca.
Funcionarios del Gobierno –en forma discreta– mantuvieron encuentros con los delegados de Washington. Y los emisarios tomaron contacto con referentes de Daniel Scioli, Sergio Massa y Mauricio Macri. También hubo reuniones con titulares de las multinacionales, economistas privados y las principales encuestadoras locales.
Clarín confirmó que Bruce Friedman y Benjamin Gedan iniciaron el lunes la misión en Buenos Aires y que estaban volviendo a Washington con un borrador del “paper” confidencial sobre la situación política y económica del país. Los dos se encargan de seguir el “caso argentino” en la Dirección de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado. Friedman es experto en Argentina y ocupa la Subdirección del Departamento del Cono Sur y Brasil y su compañero de viaje, Gedan, monitorea exclusivamente al gobierno de Cristina.
Ambos escucharon quejas fuertes de los hombres de negocios contra la decisión de la Casa Rosada de entrometerse en los contratos privados, así como la política policial que lleva adelante el Gobierno para controlar la economía.
También rescataron una información: las entregas petroleras y de telecomunicaciones a empresas extranjeras que esta llevando adelante el gobierno de Cristina Kirchner para buscar desesperadamente dólares.
Kevin Sullivan, el actual responsable de la embajada de EE. UU. en el país, fue el encargado de coordinar los encuentros secretos donde se habló de la gestión de la Presidenta.
Según fuentes confidenciales, los apuntes del informe que la dupla lleva a la Casa Blanca incluyen las siguientes conclusiones:
– EE. UU. considera que no tiene sentido hacer un esfuerzo para mejorar la relación con el actual gobierno.
– También decidió trabajar para restablecer las relaciones políticas con Argentina solo después de que haya un nuevo gobierno en Buenos Aires. Incluso tuvieron contactos con los propios candidatos
– Argentina enfrenta fuertes desequilibrios macroeconómicos, que provocan la creciente inflación .
– Existe un marcado giro chavista en el discurso de la Casa Rosada. Como parte de esa estrategia, Cristina podría retirar a la embajadora Cecilia Naón de EE. UU. En Washington consideran que sería una medida inocua, dada la ineficaz e improductiva tarea de la funcionaria.
– Las denuncias de corrupción involucran a muchos funcionarios y alcanzan hasta a la propia Presidenta.
– Aún así, Cristina mantiene un alto grado de apoyo en las encuestas.
– La Presidenta pretende trasladar los desajustes económicos al próximo gobierno. Pero necesita fondos frescos que financien los desequilibrios hasta diciembre del 2015.
– Lo anterior explica que Axel Kicillof quiera negociar en enero y pagarles a los fondos buitre.
– La ofensiva contra las multis de Estados Unidos forma parte del relato político para encubrir precisamente las concesiones a los holdouts. Este convencimiento de la Casa Blanca explica la decisión política de no responder las provocaciones.
Los emisarios lo confirmaron en un encuentro que mantuvieron con los líderes del Club del Petróleo, presidido por Alejandro Bulgheroni. En esa reunión vieron como los petroleros festejaron las fuertes concesiones que el Gobierno les otorgó con la ley de hidrocarburos. En Washington están asombrados con los futuros beneficios extraordinarios que Cristina les transfirió a las compañías y les recortó a las provincias. Jorge Sapag habló en el Club del Petróleo para justificar su derrota. En la oposición sostienen que a cambio los gobernadores recibirán dinero de las petroleras para financiar su propia actividad política. La Casa Rosada traspasó la renta petrolera futura de la Argentina por no menos de 148.000 millones de dólares al conjunto de las petroleras que ya operan en país.
Se favorece, entre otras, a YPF, Chevron, Pan American Energy, Shell, Cristóbal Lopez, Lázaro Baez y la petrolera de Daniel Vila y Manzano. También, por decisión de la Presidenta, los grupos financieros socios de YPF reciben beneficios extraordinarios de la legislación que aprobó el oficialismo. En la lista se encuentra Soros Fund Management con un monto mínimo futuro calculado en 2.000 millones de dólares. También Carlos Slim por unos 1.700 millones, el fondo Lazard con 2.400 millones y el fondo buitre Blackstone en 500 millones. Estos montos podrían duplicarse, porque se trataría de cifras conservadoras. Miguel Galuccio comenzó el operativo con el contrato secreto de Chevron. Las cláusulas que aún faltan develar son tan leoninas que la Casa Rosada no acepta difundirlas y la publicista Doris Capurro no puede justificar.
Sin éxito, se habló de progresismo y de promover inversiones. Pero el Gobierno les transfirió el poder del Estado a las petroleras y nada asegura que inviertan en el corto plazo. Ahora tienen plazos larguísimos para tomar decisiones y ese hecho condicionará cualquier política petrolera del nuevo gobierno que surja de las urnas.
Las graves concesiones las hizo Cristina para hacer caja, hasta arreglar con los fondos buitre. El propio Axel Kicillof se lo confió a Daniel Scioli y a Florencio Randazzo. A los dos candidatos les comunicó lo mismo: “En enero vamos a acordar con los holdouts.”
Una misión secreta de Washington viajó a Buenos Aires en medio de la ofensiva de la Casa Rosada contra las multis estadounidenses y de la retórica de Cristina Kirchner contra Barack Obama. Los emisarios llegaron con la orden de elaborar un informe sobre lo que ocurre en Argentina para la Casa Blanca.
Funcionarios del Gobierno –en forma discreta– mantuvieron encuentros con los delegados de Washington. Y los emisarios tomaron contacto con referentes de Daniel Scioli, Sergio Massa y Mauricio Macri. También hubo reuniones con titulares de las multinacionales, economistas privados y las principales encuestadoras locales.
Clarín confirmó que Bruce Friedman y Benjamin Gedan iniciaron el lunes la misión en Buenos Aires y que estaban volviendo a Washington con un borrador del “paper” confidencial sobre la situación política y económica del país. Los dos se encargan de seguir el “caso argentino” en la Dirección de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado. Friedman es experto en Argentina y ocupa la Subdirección del Departamento del Cono Sur y Brasil y su compañero de viaje, Gedan, monitorea exclusivamente al gobierno de Cristina.
Ambos escucharon quejas fuertes de los hombres de negocios contra la decisión de la Casa Rosada de entrometerse en los contratos privados, así como la política policial que lleva adelante el Gobierno para controlar la economía.
También rescataron una información: las entregas petroleras y de telecomunicaciones a empresas extranjeras que esta llevando adelante el gobierno de Cristina Kirchner para buscar desesperadamente dólares.
Kevin Sullivan, el actual responsable de la embajada de EE. UU. en el país, fue el encargado de coordinar los encuentros secretos donde se habló de la gestión de la Presidenta.
Según fuentes confidenciales, los apuntes del informe que la dupla lleva a la Casa Blanca incluyen las siguientes conclusiones:
– EE. UU. considera que no tiene sentido hacer un esfuerzo para mejorar la relación con el actual gobierno.
– También decidió trabajar para restablecer las relaciones políticas con Argentina solo después de que haya un nuevo gobierno en Buenos Aires. Incluso tuvieron contactos con los propios candidatos
– Argentina enfrenta fuertes desequilibrios macroeconómicos, que provocan la creciente inflación .
– Existe un marcado giro chavista en el discurso de la Casa Rosada. Como parte de esa estrategia, Cristina podría retirar a la embajadora Cecilia Naón de EE. UU. En Washington consideran que sería una medida inocua, dada la ineficaz e improductiva tarea de la funcionaria.
– Las denuncias de corrupción involucran a muchos funcionarios y alcanzan hasta a la propia Presidenta.
– Aún así, Cristina mantiene un alto grado de apoyo en las encuestas.
– La Presidenta pretende trasladar los desajustes económicos al próximo gobierno. Pero necesita fondos frescos que financien los desequilibrios hasta diciembre del 2015.
– Lo anterior explica que Axel Kicillof quiera negociar en enero y pagarles a los fondos buitre.
– La ofensiva contra las multis de Estados Unidos forma parte del relato político para encubrir precisamente las concesiones a los holdouts. Este convencimiento de la Casa Blanca explica la decisión política de no responder las provocaciones.
Los emisarios lo confirmaron en un encuentro que mantuvieron con los líderes del Club del Petróleo, presidido por Alejandro Bulgheroni. En esa reunión vieron como los petroleros festejaron las fuertes concesiones que el Gobierno les otorgó con la ley de hidrocarburos. En Washington están asombrados con los futuros beneficios extraordinarios que Cristina les transfirió a las compañías y les recortó a las provincias. Jorge Sapag habló en el Club del Petróleo para justificar su derrota. En la oposición sostienen que a cambio los gobernadores recibirán dinero de las petroleras para financiar su propia actividad política. La Casa Rosada traspasó la renta petrolera futura de la Argentina por no menos de 148.000 millones de dólares al conjunto de las petroleras que ya operan en país.
Se favorece, entre otras, a YPF, Chevron, Pan American Energy, Shell, Cristóbal Lopez, Lázaro Baez y la petrolera de Daniel Vila y Manzano. También, por decisión de la Presidenta, los grupos financieros socios de YPF reciben beneficios extraordinarios de la legislación que aprobó el oficialismo. En la lista se encuentra Soros Fund Management con un monto mínimo futuro calculado en 2.000 millones de dólares. También Carlos Slim por unos 1.700 millones, el fondo Lazard con 2.400 millones y el fondo buitre Blackstone en 500 millones. Estos montos podrían duplicarse, porque se trataría de cifras conservadoras. Miguel Galuccio comenzó el operativo con el contrato secreto de Chevron. Las cláusulas que aún faltan develar son tan leoninas que la Casa Rosada no acepta difundirlas y la publicista Doris Capurro no puede justificar.
Sin éxito, se habló de progresismo y de promover inversiones. Pero el Gobierno les transfirió el poder del Estado a las petroleras y nada asegura que inviertan en el corto plazo. Ahora tienen plazos larguísimos para tomar decisiones y ese hecho condicionará cualquier política petrolera del nuevo gobierno que surja de las urnas.
Las graves concesiones las hizo Cristina para hacer caja, hasta arreglar con los fondos buitre. El propio Axel Kicillof se lo confió a Daniel Scioli y a Florencio Randazzo. A los dos candidatos les comunicó lo mismo: “En enero vamos a acordar con los holdouts.”
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