“Abran las urnas”. “No al fraude”. “Yo voté a Cano”. “Yo voté al cambio”. “Justicia para mi voto”. “Abracemos nuestra democracia”. “En Tucumán se respira dictadura”. “Se va a acabar esta manera de votar”. Estas eran sólo algunas de las consignas plasmadas en pancartas que se repetían durante la movilización que miles de tucumanos protagonizaron anoche en la plaza independencia, a raíz del resultado electoral que habría coronado vencedor de los comicios al Frente de para la Victoria (FpV), según el escrutinio provisorio.
La idea de la marcha hacia el principal paseo público fue gestada el domingo a la noche y convocada por las redes sociales.
Anoche, a las 20, comenzaron a llegar los primeros tucumanos que, al ritmo de las cacerolas y botellas plásticas, pedían a los gritos la realización de nuevas elecciones. A las 22, en la plaza ya no cabía ni un solo alfiler. Al punto tal que no la muchedumbre ocupaba la mitad del espacio verde del paseo y las calles adyacentes. Según la Policía concurrieron unas 20.000 personas. Sin embargo, algunos dirigentes políticos de la oposición que se dieron cita calcularon que el número de concurrentes superó los 30.000.
“Aquí hubo fraude, es un atentando a la democracia. Lo que pasó el domingo en Tucumán es propio de una dictadura. No aguantamos más las injusticias de este gobierno. Nos robaron la ilusión y los sueños de un cambio”, opinaba Romina Soto, mientras empujaba un cochecito. Su pequeña hija Micaela seguía con la mirada los ademanes de su madre.
Los jóvenes fueron protagonistas en la movilización. Por la alta concurrencia y por la pasión a la hora de manifestar su reclamo. “Esto es una vergüenza nacional. Fui fiscal general de una escuela y puedo dar fe que nos robaron la elección. Ganábamos en todas las mesas y resulta que después ellos (el Frente para la Victoria) ganaron por 14 puntos. Es una mentira. Llenaron las urnas, estafaron la voluntad de la gente”, se quejaba Guillermo Rivera.
Muchos de los manifestantes consultados coincidieron en la necesidad de que se abran todas las urnas en la provincia o bien se realicen nuevas elecciones. “Tiene que haber transparencia. Se tiene que votar de nuevo y algunos medios tienen que dejar de mentir. Son cómplices. Cano ganó la elección y nos quieren hacer creer que ganó el doctor porque sabe oflar”, ironizó Marta Juárez en alusión a la publicidad de campaña del vicegobernador Juan Manzur.
La marcha se desarrolló con normalidad hasta que la Policía arrojó una granada de gas para dispersar a los manifestantes. En ese momento, estalló el caos.
Las consignas y el malestar
¡Basta, váyanse; no queremos fraude!”. “Somos la vergüenza nacional”. “Delincuentes”. Estas fueron las consignas que entonaron los ciudadanos en la manifestación realizada en la plaza Independencia, frente a la Casa de Gobierno. Familias enteras salieron a la calle a repudiar las irregularidades observadas en los comicios del domingo pasado.
Portaron cacerolas, tapas de olla, botellas de plástico, cucharones, cucharas y enseres de metal. Durante la protesta, los manifestantes relataron diferentes hechos registrados que calificaron fraudulentas.
Los jóvenes coparon la plaza. Para muchos de ellos fue la primera experiencia en manifestaciones públicas que derivaron en incidentes. “Nos robaron los votos”, fue uno de las consignas de queja que se escucharon en la concentración.
Barricadas en el microcentro
En determinados puntos de la plaza, los manifestantes encendieron carteles callejeros y otros materiales en medio de la represión. Fueron utilizados, no sólo como una mecanismo de protesta, sino también como barricadas ante el avance de los caballos de la Policía provincial. Se tratan de una especie de parapeto que, según la historia, se usó “para estorbar el paso al enemigo, más frecuentemente en las revueltas populares que en el arte militar”. Aunque muchos de los participantes se mostraron en desacuerdo con esas prácticas. La represión se extendió a distintos puntos de la plaza Independencia, pasadas las 23. El avance de la guardia del Gobierno recibió también insultos de clientes de los bares aledaños. Los autoconvocados utilizaron los accesos de los edificios y de las casas como resguardo.
Los smartphones y las naranjas
Los smartphones fueron las herramientas de muchos manifestantes para captar la movilización y la represión en la plaza Independencia. Desde anoche, los videos y las imágenes se apreciaron en las redes sociales.
“El pueblo no se va”, fue el grito del levantamiento de las personas, quienes se resistieron a salir del paseo público. Hubo banderas del radicalismo y del amayismo, pero la mayoría fueron familias autoconvocadas, según se identificaron con el pasar de las horas.
El servicio de investigación de la Policía de Tucumán participó en la represión oficial. Los policías que actúan “vestidos de civil” cargaron también contra los manifestantes y llevaron varios detenidos a la Casa de Gobierno.
Los manifestantes respondieron arrojando contra los efectivos piedras y naranjas.
Titular en CNN, El País y Twitter
La movilización popular y la posterior represión policial alcanzaron rápida y amplia repercusión en medios nacionales e internacionales. “Protestas en la provincia argentina de Tucumán, tras las elecciones”, tituló la red estadounidense CNN y mantuvo durante un largo rato, en el home de su página web, un informe sobre los graves incidentes. Lo mismo ocurrió con el diario El País de España, que tuvo por mucho tiempo a esta noticia como título principal: “Miles de personas piden en la calle repetir las elecciones en Tucumán”.
Además, #Tucumanazo fue tema dominante en la red social Twitter. La etiqueta se instaló, se viralizó rápidamente y creció al punto de convertirse en el tema más comentado de Argentina y poco después en tendencia mundial, donde llegó a estar en el puesto número uno del planeta durante varias horas.
La idea de la marcha hacia el principal paseo público fue gestada el domingo a la noche y convocada por las redes sociales.
Anoche, a las 20, comenzaron a llegar los primeros tucumanos que, al ritmo de las cacerolas y botellas plásticas, pedían a los gritos la realización de nuevas elecciones. A las 22, en la plaza ya no cabía ni un solo alfiler. Al punto tal que no la muchedumbre ocupaba la mitad del espacio verde del paseo y las calles adyacentes. Según la Policía concurrieron unas 20.000 personas. Sin embargo, algunos dirigentes políticos de la oposición que se dieron cita calcularon que el número de concurrentes superó los 30.000.
“Aquí hubo fraude, es un atentando a la democracia. Lo que pasó el domingo en Tucumán es propio de una dictadura. No aguantamos más las injusticias de este gobierno. Nos robaron la ilusión y los sueños de un cambio”, opinaba Romina Soto, mientras empujaba un cochecito. Su pequeña hija Micaela seguía con la mirada los ademanes de su madre.
Los jóvenes fueron protagonistas en la movilización. Por la alta concurrencia y por la pasión a la hora de manifestar su reclamo. “Esto es una vergüenza nacional. Fui fiscal general de una escuela y puedo dar fe que nos robaron la elección. Ganábamos en todas las mesas y resulta que después ellos (el Frente para la Victoria) ganaron por 14 puntos. Es una mentira. Llenaron las urnas, estafaron la voluntad de la gente”, se quejaba Guillermo Rivera.
Muchos de los manifestantes consultados coincidieron en la necesidad de que se abran todas las urnas en la provincia o bien se realicen nuevas elecciones. “Tiene que haber transparencia. Se tiene que votar de nuevo y algunos medios tienen que dejar de mentir. Son cómplices. Cano ganó la elección y nos quieren hacer creer que ganó el doctor porque sabe oflar”, ironizó Marta Juárez en alusión a la publicidad de campaña del vicegobernador Juan Manzur.
La marcha se desarrolló con normalidad hasta que la Policía arrojó una granada de gas para dispersar a los manifestantes. En ese momento, estalló el caos.
Las consignas y el malestar
¡Basta, váyanse; no queremos fraude!”. “Somos la vergüenza nacional”. “Delincuentes”. Estas fueron las consignas que entonaron los ciudadanos en la manifestación realizada en la plaza Independencia, frente a la Casa de Gobierno. Familias enteras salieron a la calle a repudiar las irregularidades observadas en los comicios del domingo pasado.
Portaron cacerolas, tapas de olla, botellas de plástico, cucharones, cucharas y enseres de metal. Durante la protesta, los manifestantes relataron diferentes hechos registrados que calificaron fraudulentas.
Los jóvenes coparon la plaza. Para muchos de ellos fue la primera experiencia en manifestaciones públicas que derivaron en incidentes. “Nos robaron los votos”, fue uno de las consignas de queja que se escucharon en la concentración.
Barricadas en el microcentro
En determinados puntos de la plaza, los manifestantes encendieron carteles callejeros y otros materiales en medio de la represión. Fueron utilizados, no sólo como una mecanismo de protesta, sino también como barricadas ante el avance de los caballos de la Policía provincial. Se tratan de una especie de parapeto que, según la historia, se usó “para estorbar el paso al enemigo, más frecuentemente en las revueltas populares que en el arte militar”. Aunque muchos de los participantes se mostraron en desacuerdo con esas prácticas. La represión se extendió a distintos puntos de la plaza Independencia, pasadas las 23. El avance de la guardia del Gobierno recibió también insultos de clientes de los bares aledaños. Los autoconvocados utilizaron los accesos de los edificios y de las casas como resguardo.
Los smartphones y las naranjas
Los smartphones fueron las herramientas de muchos manifestantes para captar la movilización y la represión en la plaza Independencia. Desde anoche, los videos y las imágenes se apreciaron en las redes sociales.
“El pueblo no se va”, fue el grito del levantamiento de las personas, quienes se resistieron a salir del paseo público. Hubo banderas del radicalismo y del amayismo, pero la mayoría fueron familias autoconvocadas, según se identificaron con el pasar de las horas.
El servicio de investigación de la Policía de Tucumán participó en la represión oficial. Los policías que actúan “vestidos de civil” cargaron también contra los manifestantes y llevaron varios detenidos a la Casa de Gobierno.
Los manifestantes respondieron arrojando contra los efectivos piedras y naranjas.
Titular en CNN, El País y Twitter
La movilización popular y la posterior represión policial alcanzaron rápida y amplia repercusión en medios nacionales e internacionales. “Protestas en la provincia argentina de Tucumán, tras las elecciones”, tituló la red estadounidense CNN y mantuvo durante un largo rato, en el home de su página web, un informe sobre los graves incidentes. Lo mismo ocurrió con el diario El País de España, que tuvo por mucho tiempo a esta noticia como título principal: “Miles de personas piden en la calle repetir las elecciones en Tucumán”.
Además, #Tucumanazo fue tema dominante en la red social Twitter. La etiqueta se instaló, se viralizó rápidamente y creció al punto de convertirse en el tema más comentado de Argentina y poco después en tendencia mundial, donde llegó a estar en el puesto número uno del planeta durante varias horas.