Capitanich y De Vido firmaron los contratos para ejecutar la segunda etapa y producir los caños
Con un presupuesto oficial cercano a los 4.373 millones de pesos, las compañías agrupadas en la Unión Transitoria de Empresas Chediack, Ucsa y Conta Walter Mario ejecutarán en el Chaco el tramo troncal del Gasoducto del NEA. En tanto, las firmas BTU, Esuco y Víctor Contreras se encargarán de las ramificaciones secundarias que abastecerán con gas natural a 34 localidades del interior provincial.
BUENOS AIRES – Así quedó determinado ayer, tras la rúbrica de los contratos de obras para la ejecución del ducto que proveerá de gas a las provincias que aún no cuentan con el servicio, entre ellas el Chaco. A cargo de la firma estuvieron el jefe de Gabinete de Ministros, Jorge Capitanich y el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, quienes estuvieron acompañados por la secretaria de Energía, Mariana Matranga y el secretario de Transporte, Alejandro Ramos.
BUENOS AIRES, 14 –El jefe de Gabinete de Ministros Jorge Capitanich, junto al ministro de Planificación Federal Julio De Vido, durante la firma de los contratos para la ejecución de la segunda etapa del gasoducto del NEA.
En el microcine del Ministerio de Planificación, tuvo lugar ayer al mediodía el acto de adjudicación para la ejecución de la segunda etapa de la construcción del Gasoducto del Noreste, en los tramos que atraviesan las provincias de Formosa, Chaco y el norte de Santa Fe, que en conjunto demandarán una inversión de 11.348 millones de pesos.
“Para nosotros este es el cumplimiento de un sueño”, enfatizó Capitanich. “Muchos decían que este proyecto era parte de esos proyectos que sólo se podían soñar y que nunca se podían ejecutar”, sostuvo, y agregó: “Estamos hablando de una obra que constituye una verdadera reparación histórica para el norte argentino y para el nordeste argentino. La reparación histórica es garantizar gas por red domiciliaria”.
El jefe de Gabinete resaltó que la obra significa “un cambio estructural en la matriz energética de nuestras provincias”. “Y esto permite inducir a nuevas inversiones para profundizar una estrategia de industrialización en origen, en la potenciación de la creación de empleo privado formal a partir del valor agregado de los bienes que producimos localmente. Es una decisión de una envergadura estratégica e inusual”, señaló.
Capitanich comparó la importancia de esta obra con la construcción del gasoducto “Presidente Perón”, al sostener que “esta obra es similar por su dimensión a aquella decisión estratégica de Juan Domingo Perón de traer el gasoducto de Comodoro Rivadavia a Buenos Aires”. “Es una estrategia y una decisión política de una dimensión inconmensurable”.
“Es una verdadera reparación histórica para el NEA, que se suma a otras obras clave como la de la Hidrovía Paraná-Paraguay, el electroducto que conectó a la región al país, la llegada de la fibra óptica, los miles de kilómetros de rutas y la restauración de los ferrocarriles como el Belgrano Cargas”, consideró.
En otro punto, el ministro coordinador repasó los números que implica la obra: 25.000 millones de pesos de inversión, el monto total destinado por el Estado Nacional para esta inversión; 4.144 kilómetros de gasoductos troncales y de aproximación y 168 localidades beneficiadas. “Si uno hace esta ponderación en términos de kilómetros o de inversión estamos hablando de casi 25.000 trabajadores en el proceso de construcción y ejecución de este gasoducto”, agregó.
Redes domiciliarias
Capitanich confirmó además que se están evaluando los proyectos para obtener financiación para la construcción de las redes domiciliarias de gas en las 168 localidades. “En este primer trimestre vamos a tener los acuerdos respectivos en el Directorio del Banco Interamericano de Desarrollo y de la Corporación Andina de Fomento (CAF), para aprobar las etapas de financiamiento que serán, en el caso de la CAF, 150 millones de dólares este año y 150 millones de dólares el año próximo. Esto permitirá garantizar el financiamiento para la extensión de las redes domiciliarias para cada una de las localidades”, indicó.
“Tenemos una obra que resuelve definitivamente una deuda histórica”, afirmó Capitanich en el epílogo de su intervención durante el acto de ayer. “Genera la perspectiva de la provisión del flujo de gas, lo cual transforma estructuralmente la matriz energética y potencia la industrialización en origen en la región. Porque reduce el costo del insumo energético como valor estratégico y promueve un incentivo extraordinario a los procesos de transformación productiva en nuestra región”, acotó.
“Esto es una reparación para esta región históricamente excluida y postergada de la Argentina‘, dijo el ministro de Planificación, Julio de Vido, en coincidencia con los dichos de Capitanich. “Esto es posible gracias a que Néstor Kirchner creó Enarsa, a que construimos el gasoducto Juana Azurduy (que ingresa desde Bolivia por Salta) y a que gestionamos el mejor precio posible del gas” que se importa desde el vecino país”, afirmó.