La promesa: urbanizar cinco villas en la ciudad en Córdoba y cinco en el interior. El día: 26 de enero de 2016, es decir, hace 791 días. El plan: una inversión de 1.005 millones de pesos, de los cuales 700 millones aportaría la Nación. Los actores: Mauricio Macri y Juan Schiaretti.
La realidad: el presupuesto se achicó en 75,5 millones de pesos, se cancelaron los trabajos en uno de los asentamientos y el dinero que giró la Casa Rosada hasta ahora alcanza al 5,7 por ciento de lo que había sido presupuestado.
Quizá la única excepción sean las mejoras en barrio Obrero, de Río Cuarto, donde se invirtieron casi 19 millones de pesos, aunque los vecinos se quejan porque el cemento tapó un punto neurálgico: el potrero. En las nueve villas restantes, los avances son entre mínimos y nulos.
La urbanización de estos barrios tiene como meta beneficiar a 3.810 familias en la ciudad, un 35 por ciento del total que vive en asentamientos. En el interior, las familias beneficiadas serán 2.960. En estos 10 asentamientos viven unas 10 mil personas.
En junio del año 2016, el gobernador Juan Schiaretti encabezó el lanzamiento del programa Hábitat Inclusivo, en un acto que se realizó en villa Inés, en el sudeste de la ciudad de Córdoba. Se anunciaron obras de urbanización (apertura de calles, cordón cuneta, alumbrado, plazas) por un monto global de 83,2 millones de pesos. De ese monto, Nación envió 8,4 millones y decidió abandonar el proyecto. Desde la Provincia, anticiparon a La Voz que las obras en esta barriada se completarán con fondos propios.
En todos estos años, tampoco hubo avances en los trabajos prometidos para los vecinos de El Tropezón, Monja Sierra-28 de Noviembre, Lomas de la Cruz (La Calera) y Primero de Mayo (Alta Gracia). En los otros asentamientos, los trabajos son menores y discontinuados.
Por ejemplo, en villa La Tela: en septiembre de 2016, se colocó en el medio de la plaza un enorme cartel que prometía que en 180 días la villa sería un barrio. El viernes último, el cartel se caía a pedazos y la única obra visible para los vecinos es la colocación de pilares para la conexión de Epec. Las obras previstas en La Tela se presupuestaron en 102 millones de pesos, pero el Ministerio de Desarrollo Social informó que los giros nacionales fueron por 25,6 millones de pesos.
“Se juega con la ilusión de la gente. Si en La Tela abrieran las calles, iluminaran, les dieran a los vecinos la posibilidad de escriturar, que es el sueño de cualquiera, el barrio cambiaría así”, dice “el Pollo” Díaz, referente comunitario, y hace un giro de 180 grados con la mano. “La semana pasada, anduvieron unos tipos viendo dónde iban a poner el obrador. Para mí, es todo chamuyo”, dice Zulema, también referente comunitaria.
De las 10 urbanizaciones prometidas, la Provincia informó que actualmente están ejecutándose cinco proyectos, con distintos avances, por un monto global de 318,5 millones de pesos, de los cuales la Nación pagó 57,3 millones.
La Voz analizó los datos de la ejecución del presupuesto de Desarrollo Social, el ministerio que ejecuta dos programas específicos para mejorar los asentamientos. Según el convenio que firmaron Macri y Schiaretti, de los trabajos de urbanización, la Nación pagaría el 70 por ciento.
En detalle, año por año, así fue la ejecución de fondos (todos expresados en pesos) destinados a la urbanización de estas 10 villas, según los registros oficiales:
2016. Se presupuestó una inversión de 6,1 millones para el programa de Hábitat Social, de los cuales se utilizaron cinco millones para la compra de terrenos en Río Cuarto. El financiamiento que la Nación debió aportar se presupuestó en 31,8 millones, pero sólo se ejecutaron 10,8 millones: 8,9 millones se destinaron a Río Cuarto y 1,9 millones a Estación Juárez Celman.
2017. De los dos millones de pesos (sobre 2,4 millones presupuestados) que la Secretaría de Hábitat invirtió en el año, un 80 por ciento se utilizó para pagar asesoramiento técnico. Un ingeniero civil fue el mayor proveedor: se le pagaron casi 800 mil pesos para “preparar los proyectos” de urbanización, según se lee en la factura. La Nación prometió enviar 212,5 millones, pero sólo se pagaron 4,5 millones: dos millones fueron al municipio de Estación Juárez Celman y otros dos millones, a la Empresa Provincial de Energía Córdoba (Epec), para que realizaran trabajos en villa La Tela.
2018. Este año, Hábitat de la Provincia presupuestó una inversión de 504 millones de pesos y la Nación prometió que enviará otros 418,4 millones de pesos. Hasta ahora, se gastaron 665 mil pesos de fondos provinciales (Hábitat), de los cuales más de la mitad (359 mil pesos) se destinaron a contratar a 13 arquitectos. De lo que promete enviar la Nación, hasta ahora arribaron 9,9 millones que se destinaron a obras en barrio Obrero, de Río Cuarto (se suman otros 750 mil pesos por deudas del año anterior).
Al sumar las dos partidas de Hábitat que desde 2016 ejecuta la Provincia con fondos propios y los giros nacionales, el resultado es de 1.175 millones de pesos. El acuerdo rubricado para la urbanización de villas fue por 1.004,8 millones. Sin embargo, esta diferencia se explica en previsiones para otros trabajos menores de hábitat social por fuera del ambicioso proyecto urbanista. La diferencia tampoco incide en la demora registrada en el financiamiento nacional. También falta precisar en qué obras o trabajos profesionales se gastaron 8,4 millones de pesos en villa Inés y 23,5 millones en La Tela, pero esto es producto de los tiempos de actualización de la información entre los ministerios.
Promesa y frustración
El politólogo Martín Maldonado (UNC-Conicet) coordinó talleres comunitarios en villa Inés y en villa La Tela, instancias de diálogo vecinal antes del inicio de las obras. La idea era que “la obra pública se adaptara a las necesidades de los vecinos, y no al revés”, por eso se realizaron jornadas de debate comunitario para analizar qué obras necesitaba el barrio para dejar de ser villa.
En diálogo con La Voz, Maldonado explica que las urbanizaciones de zonas vulnerables es “un proceso de ‘resiliencia’ urbana que demanda entre 10 y 15 años de políticas constantes, sostenidas y articuladas entre los tres niveles de gobierno, con el propósito de mejorar la calidad de vida de las personas, integrar la ciudad y recuperar el medioambiente”.
“Para desarmar esa espiral negativa que se generó a lo largo del tiempo en zonas ocupadas y vulnerables, es indispensable pensar la ciudad nuevamente, en el marco de un proceso de integración cultural, de obra pública y servicios, donde la ciudad debe ir hacia esos sectores”, indica Maldonado.
Respecto del demorado proceso de urbanización de villas del que participó directamente, Maldonado explicó que “generó una enorme expectativa, cuyos mayores alicientes fueron la posibilidad futura de escriturar la casa que ellos mismos levantaron hace más de 20 años, y por lo tanto ser dueños formales, y la posibilidad de recuperar lugares muy queridos donde fueron comunidad”. Y da un ejemplo: el salón de villa Inés, otrora sede de festejos vecinales y de navidades compartidas, actualmente abandonado y vandalizado.
“Lamentablemente, los vecinos de estos sectores se van acostumbrando al incumplimiento de las promesas, por eso dicen ante cada una de ellas: ‘Hasta que no esté hecho, no lo creo’”, resume el experto.
Las obras que ¿vienen?
De acuerdo con la información oficial publicada en el portal del Programa de Mejoramiento de Barrios (Promeba, cuya continuidad es el Programa Hábitat Inclusivo), están en proceso de licitación tres obras: la urbanización y las cloacas en Barranca Yaco, por un monto global de 91,5 millones de pesos, y la urbanización de la villa El Zanjón, en Carlos Paz.
El presupuesto para las obras en El Zanjón es de 28 millones de pesos. Desde la comuna, precisaron que se presentó una sola empresa interesada, pero pidió 40 millones por los trabajos. Si bien no ha habido una respuesta formal de las autoridades nacionales, se calcula que esta licitación se declarará desierta. Si eso ocurre, las obras seguirán sin fecha cierta de inicio. De la cotización de trabajos en Barranca Yaco no hay información oficial, pero está confirmado que tampoco llegó un peso.
La demora de los giros hacia Córdoba del dinero prometido por Macri en enero de 2016 es una constante y excede al Programa de Hábitat Inclusivo. Según la contabilidad del gobierno de Schiaretti, Nación adeuda 3.402 millones de pesos por obras en la autovía a Río Cuarto, la variante Costa Azul, el cierre de la Circunvalación en Córdoba y el Camino de las Altas Cumbres. Además, de las obras viales por 10.373 millones de pesos anunciadas en enero de 2016, sólo se iniciaron los trabajos en la autovía ruta 19. La Provincia también contabiliza en la columna del haber otros 13,3 millones que la Nación adeuda por obras de canalización.
En Alta Gracia, el proyecto de urbanización debía plasmarse en el barrio Primero de Mayo, en el nordeste de la ciudad. Está ubicado sobre las vías del ferrocarril, colindante con barrio Parque Virrey. Se trata de una población urbano marginal, asentada sobre espacios fiscales, que cuenta con alguna organización vecinal: tienen murga y organización barrial.
No hubo precisiones desde el municipio respecto de la demorada ejecución de la obra. Los vecinos, en cambio, coinciden sobre el avance de los trabajos: “Está trabado por el cambio del gobierno nacional”.
Una vecina del sector le dijo a La Voz: “Las tierras ya pasaron de Ferrocarriles a Nación. Lo que no sabemos es si van a pasar directamente al municipio o a nosotros, a través de una pequeña venta”. En cuanto al plan, dijo: “Nos mostraron los planos del proyecto que se entregó, pero tiene que modificarse. No hay nada hasta ahora”.
Los intendentes de La Calera, Rodrigo Rufeil (PJ), y de Estación Juárez Celman, Miryam Prunotto (UCR), confirmaron que las obras no se ejecutan al ritmo de la expectativa que se generó. En el caso de La Calera, no se registró ningún avance en la urbanización de los asentamientos Lomas de la Cruz-Rumy Huasi, con obras por 190,1 millones de pesos. En cambio, a Estación Juárez Celman llegaron 4,3 millones de pesos, sobre un total de 7,7 millones presupuestados.
La mayor obra de urbanización prometida en la ciudad de Córdoba también está congelada: se trata de los trabajos en Argüello Norte, en las villas Monja Sierra-28 de Noviembre, donde se presupuestaron 340,9 millones de pesos y aún no hubo avances en la licitación. Y tampoco se registran desembolsos para afrontar los 62,6 millones de pesos que demandarían las obras en El Tropezón.
Las obras no largan, pero ya hay gastos en profesionales.
359 mil. Este año, se gastaron 665 mil pesos de fondos provinciales (Hábitat), y más de la mitad (359 mil pesos) se destinaron a contratar a 13 arquitectos.
800 mil. De los dos millones de pesos (sobre 2,4 millones presupuestados) que la Secretaría de Hábitat invirtió en 2017, un 80 por ciento se usó para pagar el asesoramiento técnico. Un ingeniero facturó 800 mil pesos.
Colaboraron en este informe: corresponsalías
La realidad: el presupuesto se achicó en 75,5 millones de pesos, se cancelaron los trabajos en uno de los asentamientos y el dinero que giró la Casa Rosada hasta ahora alcanza al 5,7 por ciento de lo que había sido presupuestado.
Quizá la única excepción sean las mejoras en barrio Obrero, de Río Cuarto, donde se invirtieron casi 19 millones de pesos, aunque los vecinos se quejan porque el cemento tapó un punto neurálgico: el potrero. En las nueve villas restantes, los avances son entre mínimos y nulos.
La urbanización de estos barrios tiene como meta beneficiar a 3.810 familias en la ciudad, un 35 por ciento del total que vive en asentamientos. En el interior, las familias beneficiadas serán 2.960. En estos 10 asentamientos viven unas 10 mil personas.
En junio del año 2016, el gobernador Juan Schiaretti encabezó el lanzamiento del programa Hábitat Inclusivo, en un acto que se realizó en villa Inés, en el sudeste de la ciudad de Córdoba. Se anunciaron obras de urbanización (apertura de calles, cordón cuneta, alumbrado, plazas) por un monto global de 83,2 millones de pesos. De ese monto, Nación envió 8,4 millones y decidió abandonar el proyecto. Desde la Provincia, anticiparon a La Voz que las obras en esta barriada se completarán con fondos propios.
En todos estos años, tampoco hubo avances en los trabajos prometidos para los vecinos de El Tropezón, Monja Sierra-28 de Noviembre, Lomas de la Cruz (La Calera) y Primero de Mayo (Alta Gracia). En los otros asentamientos, los trabajos son menores y discontinuados.
Por ejemplo, en villa La Tela: en septiembre de 2016, se colocó en el medio de la plaza un enorme cartel que prometía que en 180 días la villa sería un barrio. El viernes último, el cartel se caía a pedazos y la única obra visible para los vecinos es la colocación de pilares para la conexión de Epec. Las obras previstas en La Tela se presupuestaron en 102 millones de pesos, pero el Ministerio de Desarrollo Social informó que los giros nacionales fueron por 25,6 millones de pesos.
“Se juega con la ilusión de la gente. Si en La Tela abrieran las calles, iluminaran, les dieran a los vecinos la posibilidad de escriturar, que es el sueño de cualquiera, el barrio cambiaría así”, dice “el Pollo” Díaz, referente comunitario, y hace un giro de 180 grados con la mano. “La semana pasada, anduvieron unos tipos viendo dónde iban a poner el obrador. Para mí, es todo chamuyo”, dice Zulema, también referente comunitaria.
De las 10 urbanizaciones prometidas, la Provincia informó que actualmente están ejecutándose cinco proyectos, con distintos avances, por un monto global de 318,5 millones de pesos, de los cuales la Nación pagó 57,3 millones.
La Voz analizó los datos de la ejecución del presupuesto de Desarrollo Social, el ministerio que ejecuta dos programas específicos para mejorar los asentamientos. Según el convenio que firmaron Macri y Schiaretti, de los trabajos de urbanización, la Nación pagaría el 70 por ciento.
En detalle, año por año, así fue la ejecución de fondos (todos expresados en pesos) destinados a la urbanización de estas 10 villas, según los registros oficiales:
2016. Se presupuestó una inversión de 6,1 millones para el programa de Hábitat Social, de los cuales se utilizaron cinco millones para la compra de terrenos en Río Cuarto. El financiamiento que la Nación debió aportar se presupuestó en 31,8 millones, pero sólo se ejecutaron 10,8 millones: 8,9 millones se destinaron a Río Cuarto y 1,9 millones a Estación Juárez Celman.
2017. De los dos millones de pesos (sobre 2,4 millones presupuestados) que la Secretaría de Hábitat invirtió en el año, un 80 por ciento se utilizó para pagar asesoramiento técnico. Un ingeniero civil fue el mayor proveedor: se le pagaron casi 800 mil pesos para “preparar los proyectos” de urbanización, según se lee en la factura. La Nación prometió enviar 212,5 millones, pero sólo se pagaron 4,5 millones: dos millones fueron al municipio de Estación Juárez Celman y otros dos millones, a la Empresa Provincial de Energía Córdoba (Epec), para que realizaran trabajos en villa La Tela.
2018. Este año, Hábitat de la Provincia presupuestó una inversión de 504 millones de pesos y la Nación prometió que enviará otros 418,4 millones de pesos. Hasta ahora, se gastaron 665 mil pesos de fondos provinciales (Hábitat), de los cuales más de la mitad (359 mil pesos) se destinaron a contratar a 13 arquitectos. De lo que promete enviar la Nación, hasta ahora arribaron 9,9 millones que se destinaron a obras en barrio Obrero, de Río Cuarto (se suman otros 750 mil pesos por deudas del año anterior).
Al sumar las dos partidas de Hábitat que desde 2016 ejecuta la Provincia con fondos propios y los giros nacionales, el resultado es de 1.175 millones de pesos. El acuerdo rubricado para la urbanización de villas fue por 1.004,8 millones. Sin embargo, esta diferencia se explica en previsiones para otros trabajos menores de hábitat social por fuera del ambicioso proyecto urbanista. La diferencia tampoco incide en la demora registrada en el financiamiento nacional. También falta precisar en qué obras o trabajos profesionales se gastaron 8,4 millones de pesos en villa Inés y 23,5 millones en La Tela, pero esto es producto de los tiempos de actualización de la información entre los ministerios.
Promesa y frustración
El politólogo Martín Maldonado (UNC-Conicet) coordinó talleres comunitarios en villa Inés y en villa La Tela, instancias de diálogo vecinal antes del inicio de las obras. La idea era que “la obra pública se adaptara a las necesidades de los vecinos, y no al revés”, por eso se realizaron jornadas de debate comunitario para analizar qué obras necesitaba el barrio para dejar de ser villa.
En diálogo con La Voz, Maldonado explica que las urbanizaciones de zonas vulnerables es “un proceso de ‘resiliencia’ urbana que demanda entre 10 y 15 años de políticas constantes, sostenidas y articuladas entre los tres niveles de gobierno, con el propósito de mejorar la calidad de vida de las personas, integrar la ciudad y recuperar el medioambiente”.
“Para desarmar esa espiral negativa que se generó a lo largo del tiempo en zonas ocupadas y vulnerables, es indispensable pensar la ciudad nuevamente, en el marco de un proceso de integración cultural, de obra pública y servicios, donde la ciudad debe ir hacia esos sectores”, indica Maldonado.
Respecto del demorado proceso de urbanización de villas del que participó directamente, Maldonado explicó que “generó una enorme expectativa, cuyos mayores alicientes fueron la posibilidad futura de escriturar la casa que ellos mismos levantaron hace más de 20 años, y por lo tanto ser dueños formales, y la posibilidad de recuperar lugares muy queridos donde fueron comunidad”. Y da un ejemplo: el salón de villa Inés, otrora sede de festejos vecinales y de navidades compartidas, actualmente abandonado y vandalizado.
“Lamentablemente, los vecinos de estos sectores se van acostumbrando al incumplimiento de las promesas, por eso dicen ante cada una de ellas: ‘Hasta que no esté hecho, no lo creo’”, resume el experto.
Las obras que ¿vienen?
De acuerdo con la información oficial publicada en el portal del Programa de Mejoramiento de Barrios (Promeba, cuya continuidad es el Programa Hábitat Inclusivo), están en proceso de licitación tres obras: la urbanización y las cloacas en Barranca Yaco, por un monto global de 91,5 millones de pesos, y la urbanización de la villa El Zanjón, en Carlos Paz.
El presupuesto para las obras en El Zanjón es de 28 millones de pesos. Desde la comuna, precisaron que se presentó una sola empresa interesada, pero pidió 40 millones por los trabajos. Si bien no ha habido una respuesta formal de las autoridades nacionales, se calcula que esta licitación se declarará desierta. Si eso ocurre, las obras seguirán sin fecha cierta de inicio. De la cotización de trabajos en Barranca Yaco no hay información oficial, pero está confirmado que tampoco llegó un peso.
La demora de los giros hacia Córdoba del dinero prometido por Macri en enero de 2016 es una constante y excede al Programa de Hábitat Inclusivo. Según la contabilidad del gobierno de Schiaretti, Nación adeuda 3.402 millones de pesos por obras en la autovía a Río Cuarto, la variante Costa Azul, el cierre de la Circunvalación en Córdoba y el Camino de las Altas Cumbres. Además, de las obras viales por 10.373 millones de pesos anunciadas en enero de 2016, sólo se iniciaron los trabajos en la autovía ruta 19. La Provincia también contabiliza en la columna del haber otros 13,3 millones que la Nación adeuda por obras de canalización.
En Alta Gracia, el proyecto de urbanización debía plasmarse en el barrio Primero de Mayo, en el nordeste de la ciudad. Está ubicado sobre las vías del ferrocarril, colindante con barrio Parque Virrey. Se trata de una población urbano marginal, asentada sobre espacios fiscales, que cuenta con alguna organización vecinal: tienen murga y organización barrial.
No hubo precisiones desde el municipio respecto de la demorada ejecución de la obra. Los vecinos, en cambio, coinciden sobre el avance de los trabajos: “Está trabado por el cambio del gobierno nacional”.
Una vecina del sector le dijo a La Voz: “Las tierras ya pasaron de Ferrocarriles a Nación. Lo que no sabemos es si van a pasar directamente al municipio o a nosotros, a través de una pequeña venta”. En cuanto al plan, dijo: “Nos mostraron los planos del proyecto que se entregó, pero tiene que modificarse. No hay nada hasta ahora”.
Los intendentes de La Calera, Rodrigo Rufeil (PJ), y de Estación Juárez Celman, Miryam Prunotto (UCR), confirmaron que las obras no se ejecutan al ritmo de la expectativa que se generó. En el caso de La Calera, no se registró ningún avance en la urbanización de los asentamientos Lomas de la Cruz-Rumy Huasi, con obras por 190,1 millones de pesos. En cambio, a Estación Juárez Celman llegaron 4,3 millones de pesos, sobre un total de 7,7 millones presupuestados.
La mayor obra de urbanización prometida en la ciudad de Córdoba también está congelada: se trata de los trabajos en Argüello Norte, en las villas Monja Sierra-28 de Noviembre, donde se presupuestaron 340,9 millones de pesos y aún no hubo avances en la licitación. Y tampoco se registran desembolsos para afrontar los 62,6 millones de pesos que demandarían las obras en El Tropezón.
Las obras no largan, pero ya hay gastos en profesionales.
359 mil. Este año, se gastaron 665 mil pesos de fondos provinciales (Hábitat), y más de la mitad (359 mil pesos) se destinaron a contratar a 13 arquitectos.
800 mil. De los dos millones de pesos (sobre 2,4 millones presupuestados) que la Secretaría de Hábitat invirtió en 2017, un 80 por ciento se usó para pagar el asesoramiento técnico. Un ingeniero facturó 800 mil pesos.
Colaboraron en este informe: corresponsalías