Gobierno. Misión oficial viajó a Australia para adquirir su «know how»El gobierno ve con «urgencia» la necesidad de incorporar conocimiento para analizar y controlar proyectos mineros ante las carencias que reconoce tiene para regular e impulsar el sector. Intensifica los contactos internacionales que subsanen la falta.
«Urgencia» fue la palabra elegida por el director de Minería, Pier Rossi, al referirse a la inmediatez que tiene el Estado en adquirir prácticas para acompañar a las empresas que buscan explorar en Uruguay ya que «la velocidad con la cual pretenden desarrollar esa exploración es relativamente importante». El funcionario disertó en el marco de la Conferencia «Latin America Down Under» en Sidney, a la que asistieron cientos de inversores y jerarcas de empresas que prestan servicios mineros o están explotando esos recursos en la región.
Rossi llegó a Australia en una misión, encabezada por el ministro de Industria, Energía y Minería, Roberto Kreimerman, que está realizando contactos para revertir esa situación. Ya los hicieron en Canadá, Chile y Perú y ahora en Australia.
El director de Minería señaló que el desarrollo de explotaciones de minerales metálicos con proyectos como el de Aratirí en Valentines y el Zapucay en el Norte del país (liderado por la australiana Gladiator Resources) demanda «una reorganización institucional profunda y urgente» a nivel estatal que pueda responder a los requerimientos con una gestión «ágil y transparente para los permisos mineros». Asimismo, planteó la necesidad de «readecuar la capacidad de control sobre esos proyectos». En este sentido, el jerarca señaló que «deberá apelarse a la experiencia externa» ya que la dirección que lidera «no la posee en términos suficientes para atender los nuevos requerimientos de trámites y de control del sector».
«El objetivo principal que tengo es acelerar los contactos a efectos de establecer nexos para poder efectivizar rápidamente esa capacitación», agregó. Y la cooperación de Australia es percibida como una de las vías más ágiles para que el Estado tenga la capacidad de proyectar políticas de Estado en el mediano o largo plazo. Es que Australia es uno de los países con mayor desarrollo minero del mundo. Hoy la minería representa el 8% del PIB del país mientras que en Uruguay significa el 0,27%, según Rossi.
En ese sentido, Kreimerman se reunió con responsables del Joint Ore Reserves Committee, organismo técnico responsable de desarrollar la metodología para evaluar yacimientos, que está desarrollando un sistema en colaboración con países de América Latina como Brasil, Chile y Perú. «Hablamos de establecer una cooperación para desarrollar toda la parte técnica, la capacidad del Estado para evaluar los proyectos mineros», explicó Kreimerman a El País.
MANO DE OBRA. Las deficiencias también pasan por la capacitación de la mano de obra, lo que dificulta que se vean los beneficios a nivel local de la contratación de mano de obra, según el gobierno.
«El sistema educativo uruguayo no prevé a nivel profesional o técnico la formación de personal especializado, con capacidades específicas para involucrarse en el análisis, aprobación y monitoreo de estas iniciativas de inversión», señaló Rossi. Por ejemplo, señaló que la carrera de geólogo existe desde 1978 pero «es excesivamente académica» y «no visualiza que la consecuencia final de una buena investigación geológica es la explotación de minerales».
Esto también tiene consecuencias en el impacto de estos proyectos en la creación de empleo a nivel nacional. «En este momento el sector minero que está incorporando mano de obra en forma importante, pero importa esa mano de obra con perfiles específicos del exterior», dijo el director. Y agregó: «No podemos capitalizar la importancia del sector minero en la demanda de mano de obra a nivel nacional si no capacitamos nuestros obreros, nuestros mandos medios y gerentes. La capacitación viene a todo nivel, sobre todo en el mercado privado, pero lo más urgente es poner a punto la infraestructura y los recursos humanos del Estado para enfrentar el desafío de poder controlar un sector minero donde las empresas tienen proyectos realmente importantes, complejos y de una escala mucha más grande de la que se venían manejando en el país».
«Urgencia» fue la palabra elegida por el director de Minería, Pier Rossi, al referirse a la inmediatez que tiene el Estado en adquirir prácticas para acompañar a las empresas que buscan explorar en Uruguay ya que «la velocidad con la cual pretenden desarrollar esa exploración es relativamente importante». El funcionario disertó en el marco de la Conferencia «Latin America Down Under» en Sidney, a la que asistieron cientos de inversores y jerarcas de empresas que prestan servicios mineros o están explotando esos recursos en la región.
Rossi llegó a Australia en una misión, encabezada por el ministro de Industria, Energía y Minería, Roberto Kreimerman, que está realizando contactos para revertir esa situación. Ya los hicieron en Canadá, Chile y Perú y ahora en Australia.
El director de Minería señaló que el desarrollo de explotaciones de minerales metálicos con proyectos como el de Aratirí en Valentines y el Zapucay en el Norte del país (liderado por la australiana Gladiator Resources) demanda «una reorganización institucional profunda y urgente» a nivel estatal que pueda responder a los requerimientos con una gestión «ágil y transparente para los permisos mineros». Asimismo, planteó la necesidad de «readecuar la capacidad de control sobre esos proyectos». En este sentido, el jerarca señaló que «deberá apelarse a la experiencia externa» ya que la dirección que lidera «no la posee en términos suficientes para atender los nuevos requerimientos de trámites y de control del sector».
«El objetivo principal que tengo es acelerar los contactos a efectos de establecer nexos para poder efectivizar rápidamente esa capacitación», agregó. Y la cooperación de Australia es percibida como una de las vías más ágiles para que el Estado tenga la capacidad de proyectar políticas de Estado en el mediano o largo plazo. Es que Australia es uno de los países con mayor desarrollo minero del mundo. Hoy la minería representa el 8% del PIB del país mientras que en Uruguay significa el 0,27%, según Rossi.
En ese sentido, Kreimerman se reunió con responsables del Joint Ore Reserves Committee, organismo técnico responsable de desarrollar la metodología para evaluar yacimientos, que está desarrollando un sistema en colaboración con países de América Latina como Brasil, Chile y Perú. «Hablamos de establecer una cooperación para desarrollar toda la parte técnica, la capacidad del Estado para evaluar los proyectos mineros», explicó Kreimerman a El País.
MANO DE OBRA. Las deficiencias también pasan por la capacitación de la mano de obra, lo que dificulta que se vean los beneficios a nivel local de la contratación de mano de obra, según el gobierno.
«El sistema educativo uruguayo no prevé a nivel profesional o técnico la formación de personal especializado, con capacidades específicas para involucrarse en el análisis, aprobación y monitoreo de estas iniciativas de inversión», señaló Rossi. Por ejemplo, señaló que la carrera de geólogo existe desde 1978 pero «es excesivamente académica» y «no visualiza que la consecuencia final de una buena investigación geológica es la explotación de minerales».
Esto también tiene consecuencias en el impacto de estos proyectos en la creación de empleo a nivel nacional. «En este momento el sector minero que está incorporando mano de obra en forma importante, pero importa esa mano de obra con perfiles específicos del exterior», dijo el director. Y agregó: «No podemos capitalizar la importancia del sector minero en la demanda de mano de obra a nivel nacional si no capacitamos nuestros obreros, nuestros mandos medios y gerentes. La capacitación viene a todo nivel, sobre todo en el mercado privado, pero lo más urgente es poner a punto la infraestructura y los recursos humanos del Estado para enfrentar el desafío de poder controlar un sector minero donde las empresas tienen proyectos realmente importantes, complejos y de una escala mucha más grande de la que se venían manejando en el país».