En Santiago, los argentinos aprovechan los precios para comprar
Un grupo de amigas viajó a las playas de Reñaca, pero también dedicó tres días a comprar en Santiago.Foto:LA NACION/Marcelo Manera/Enviado especial
SANTIAGO, Chile.- Se las ve bronceadas, pero agotadas. Las seis están sentadas una al lado de la otra en uno de los bancos del primer nivel del shopping Alto Las Condes. Es el segundo día consecutivo de compras, y todavía les queda uno más: las bolsas se acumulan a sus pies. Llegaron alrededor de las 11 y ahora, a las 19, esperan por un par de amigas que aún dan vueltas por los locales. La misma rutina horaria que cumplían para ir a la playa en Reñaca la trasladaron ahora a Santiago para estos días de compras.
Para este grupo de amigas de Bella Vista, que rondan los 19 y 20 años, la distribución de los días estuvo planeada desde el momento en que decidieron irse a Chile de vacaciones por primera vez: 12 días en Reñaca y los tres últimos en Santiago para hacer shopping. El año pasado fueron a Mar del Plata, pero cuando en diciembre se sentaron a planear el viaje y surgió la opción de ir a Chile, no lo dudaron: era más accesible. «¿Si está todo barato? No tanto. Lo que pasa es que acá son normales los precios y en la Argentina está carísimo», dice Josefina Eleta, una de la turistas.
Entre los argentinos, se imponen dos modalidades de viaje, y en ambas, los días dedicados a las compras se volvieron una escala casi ineludible para quienes vienen de vacaciones a Chile: los que, como las chicas de Bella Vista, priorizan la playa y se reservan la recta final para hacer shopping, o quienes directamente se instalan en Santiago como base de operaciones y, desde ahí, hacen tours o escapadas durante el día? si es que las compras les dejan un rato libre.
A principios del año pasado, los argentinos ya habían superado a los brasileños como los principales compradores extranjeros en uno de los shoppings chilenos más populares, el Costanera Center, una mole plateada en el centro de Santiago al que los turistas pueden llegar en subte, y que se precia por ser el más grande de América del Sur. Incluso, el grupo Cencosud, controlante de este centro comercial, había confirmado hace unos meses que los argentinos ya representaban la mitad de sus compradores, algo similar a lo que ocurría en otros centros comerciales locales como Parque Arauco.
Los números también coinciden a gran escala: según datos oficiales de este país, antes de que finalizara 2015, los argentinos en Santiago ya eran los extranjeros que más habían comprado en el retail chileno durante el año. Y más allá de los recientes cambios en las reglas de la economía argentina, por lo que muestran los pasillos de los shoppings de aquí estos primeros días del año, la tendencia se mantendría.
«Segundo hogar»
A la diseñadora Nicole Horak, de 22 años, y la cantante Celeste Itsurrart, de 24 años, que viven en Palermo, los empleados de algunos locales ya las saludan cuando entran. «Ustedes estuvieron aquí ayer, ¿no?», les dicen. Ellas se ríen y contestan que es, efectivamente, así. Es su tercer día consecutivo de compras, pero a ellas, sentadas en unos banquitos ubicados frente al local de Forever 21 de Costanera Center, no se las nota cansadas. Lo confiesan: la idea de quedarse una semana de vacaciones en un hotel de Santiago fue justamente porque las compras tienen prioridad. «En los próximos días ya empezaremos con las excursiones durante el día. Pero acá encontramos nuestra segunda casa: ayer habíamos llegado a las 10, y a las 22 nos tuvieron que echar del shopping», dice Celeste, mientras se ríe.
En cada jornada de compras, esta pareja de chicas calcula que gastó unos 500 dólares, con los que llenaron de ropa mochilas, carteras y todo lo que tenían a mano. Más allá de que estudiaron el tipo de cambio, la primera impresión de ver tantos ceros en las etiquetas las asustó. Pero con la aplicación del conversor de moneda a mano, se dieron cuenta que el cambio les favorecía. «Lo que pasa es que conseguís una camisa de marca por 150 pesos argentinos, y pantalones por 300 o 400 pesos», cuenta Nicole mientras abre la cartera y muestra la pila de prendas que apretujó dentro.
«Un pantalón de cuero negro que en Buenos Aires lo vi a 800 pesos, acá en el mismo local, la misma marca, lo pagué 240 pesos», dice Damasia Esnaola, parte del grupo de amigas de Bella Vista, que trabaja en un estudio jurídico.
¿Con qué conviene pagar en los shoppings? La tarjeta de débito se impone como el medio más elegido, seguido por la de crédito. El efectivo -siempre cambiando dólares y no pesos argentinos- lo guardan para usar en taxis o transporte público. «El débito te da la inmediatez del pago. Y además te ponés un límite porque al tener la aplicación del home banking en el celular, lo vas controlando en el momento», cuenta Josefina.
Ellos no se quedan afuera
Los hombres tampoco le escapan a este fenómeno. Y entre ellos la tecnología y las casas deportivas son los favoritos. Para Juan Martín Rodríguez, ni siquiera hizo falta pasar por Santiago para ir de compras. Desde Reñaca, donde para con un grupo de amigos mendocinos, ya se hizo una escapada a uno de los shoppings de Viña del Mar: «Por 1500 pesos argentinos me compré unas crocs, un jean, una bermuda y unas zapatillas Vans -enumera-. Son ridículos los precios comparados a lo que me saldría en Mendoza.»
Entre la comunidad de argentinos que se va cruzando en los shoppings también se corren consejos boca en boca. Por ejemplo, que en los centros comerciales de los barrios más exclusivos, como La Dehesa o Vitacura, al contrario de como se podría pensar, se encuentran los mejores descuentos y promociones. Claro, es que ahí los turistas son minoría.
Un grupo de amigas viajó a las playas de Reñaca, pero también dedicó tres días a comprar en Santiago.Foto:LA NACION/Marcelo Manera/Enviado especial
SANTIAGO, Chile.- Se las ve bronceadas, pero agotadas. Las seis están sentadas una al lado de la otra en uno de los bancos del primer nivel del shopping Alto Las Condes. Es el segundo día consecutivo de compras, y todavía les queda uno más: las bolsas se acumulan a sus pies. Llegaron alrededor de las 11 y ahora, a las 19, esperan por un par de amigas que aún dan vueltas por los locales. La misma rutina horaria que cumplían para ir a la playa en Reñaca la trasladaron ahora a Santiago para estos días de compras.
Para este grupo de amigas de Bella Vista, que rondan los 19 y 20 años, la distribución de los días estuvo planeada desde el momento en que decidieron irse a Chile de vacaciones por primera vez: 12 días en Reñaca y los tres últimos en Santiago para hacer shopping. El año pasado fueron a Mar del Plata, pero cuando en diciembre se sentaron a planear el viaje y surgió la opción de ir a Chile, no lo dudaron: era más accesible. «¿Si está todo barato? No tanto. Lo que pasa es que acá son normales los precios y en la Argentina está carísimo», dice Josefina Eleta, una de la turistas.
Entre los argentinos, se imponen dos modalidades de viaje, y en ambas, los días dedicados a las compras se volvieron una escala casi ineludible para quienes vienen de vacaciones a Chile: los que, como las chicas de Bella Vista, priorizan la playa y se reservan la recta final para hacer shopping, o quienes directamente se instalan en Santiago como base de operaciones y, desde ahí, hacen tours o escapadas durante el día? si es que las compras les dejan un rato libre.
A principios del año pasado, los argentinos ya habían superado a los brasileños como los principales compradores extranjeros en uno de los shoppings chilenos más populares, el Costanera Center, una mole plateada en el centro de Santiago al que los turistas pueden llegar en subte, y que se precia por ser el más grande de América del Sur. Incluso, el grupo Cencosud, controlante de este centro comercial, había confirmado hace unos meses que los argentinos ya representaban la mitad de sus compradores, algo similar a lo que ocurría en otros centros comerciales locales como Parque Arauco.
Los números también coinciden a gran escala: según datos oficiales de este país, antes de que finalizara 2015, los argentinos en Santiago ya eran los extranjeros que más habían comprado en el retail chileno durante el año. Y más allá de los recientes cambios en las reglas de la economía argentina, por lo que muestran los pasillos de los shoppings de aquí estos primeros días del año, la tendencia se mantendría.
«Segundo hogar»
A la diseñadora Nicole Horak, de 22 años, y la cantante Celeste Itsurrart, de 24 años, que viven en Palermo, los empleados de algunos locales ya las saludan cuando entran. «Ustedes estuvieron aquí ayer, ¿no?», les dicen. Ellas se ríen y contestan que es, efectivamente, así. Es su tercer día consecutivo de compras, pero a ellas, sentadas en unos banquitos ubicados frente al local de Forever 21 de Costanera Center, no se las nota cansadas. Lo confiesan: la idea de quedarse una semana de vacaciones en un hotel de Santiago fue justamente porque las compras tienen prioridad. «En los próximos días ya empezaremos con las excursiones durante el día. Pero acá encontramos nuestra segunda casa: ayer habíamos llegado a las 10, y a las 22 nos tuvieron que echar del shopping», dice Celeste, mientras se ríe.
En cada jornada de compras, esta pareja de chicas calcula que gastó unos 500 dólares, con los que llenaron de ropa mochilas, carteras y todo lo que tenían a mano. Más allá de que estudiaron el tipo de cambio, la primera impresión de ver tantos ceros en las etiquetas las asustó. Pero con la aplicación del conversor de moneda a mano, se dieron cuenta que el cambio les favorecía. «Lo que pasa es que conseguís una camisa de marca por 150 pesos argentinos, y pantalones por 300 o 400 pesos», cuenta Nicole mientras abre la cartera y muestra la pila de prendas que apretujó dentro.
«Un pantalón de cuero negro que en Buenos Aires lo vi a 800 pesos, acá en el mismo local, la misma marca, lo pagué 240 pesos», dice Damasia Esnaola, parte del grupo de amigas de Bella Vista, que trabaja en un estudio jurídico.
¿Con qué conviene pagar en los shoppings? La tarjeta de débito se impone como el medio más elegido, seguido por la de crédito. El efectivo -siempre cambiando dólares y no pesos argentinos- lo guardan para usar en taxis o transporte público. «El débito te da la inmediatez del pago. Y además te ponés un límite porque al tener la aplicación del home banking en el celular, lo vas controlando en el momento», cuenta Josefina.
Ellos no se quedan afuera
Los hombres tampoco le escapan a este fenómeno. Y entre ellos la tecnología y las casas deportivas son los favoritos. Para Juan Martín Rodríguez, ni siquiera hizo falta pasar por Santiago para ir de compras. Desde Reñaca, donde para con un grupo de amigos mendocinos, ya se hizo una escapada a uno de los shoppings de Viña del Mar: «Por 1500 pesos argentinos me compré unas crocs, un jean, una bermuda y unas zapatillas Vans -enumera-. Son ridículos los precios comparados a lo que me saldría en Mendoza.»
Entre la comunidad de argentinos que se va cruzando en los shoppings también se corren consejos boca en boca. Por ejemplo, que en los centros comerciales de los barrios más exclusivos, como La Dehesa o Vitacura, al contrario de como se podría pensar, se encuentran los mejores descuentos y promociones. Claro, es que ahí los turistas son minoría.