17/01/14
Si tiene la suerte de que la AFIP le habilite la compra de algunos pesos chilenos, puede darse una vuelta este verano del otro lado de los Andes y asomarse a un paisaje extraño.
La capital de Chile, Santiago, impacta de entrada con su enorme red de autopistas urbanas (túnel de cuatro kilómetros debajo del Río Mapocho incluido), que facilita el tránsito creciente de marcas y modelos desconocidos de este lado de la cordillera.
No hay barreras de peajes. Cámaras inteligentes detectan el paso de los autos y envían una factura mensual a domicilio.
La red de subtes, con menos de 40 años, duplica en extensión a la porteña y se complementa con colectivos igual de confortables en un sistema único que por US$ 1,1 permite combinar viajes durante dos horas.
El chip de la tarjeta de transporte se integra en la de débito bancario . No hay imposibles CBU que recordar. El Banco del Estado otorga a todo trabajador una cuenta gratuita con el mismo número de su CUIL.
Una empleada doméstica peruana cuenta que está por comprarse su primer departamento.
Cuesta 50.000 dólares, pero pondrá sólo 2.500. El Estado le subsidia 20.000. Y el resto lo pagará a 20 años con una tasa del 5 por ciento.
Puede ser decepcionante para el orgullo nacional, pero no se consiguen por allí artefactos del polo tecnológico fueguino.
Nuestros vecinos prefieren importar de más lejos televisores, computadoras y lavarropas que resultan más modernos y baratos.
Así como las góndolas de los supermercados ofrecen una gama infinita de productos a precios más cuidados que los nuestros.
Museos como el de la Memoria, que recuerda el horror de la dictadura, o el Interactivo de Ciencias, ostentan calidad de primer mundo.
Hay momentos en que los argentinos parecemos ciudadanos de la antigua Alemania Oriental de visita en la vecina RFA.
Los estudiantes chilenos obtienen los mejores resultados de América Latina en las pruebas PISA de calidad educativa y Chile ya encabeza el ránking regional de desarrollo humano de la ONU.
Pero ellos no parecen interesados en esa comparación. Miran los índices de la OCDE, la organización que integran junto a los países más desarrollados del mundo. Y saben que todavía tienen mucho para mejorar.
Si tiene la suerte de que la AFIP le habilite la compra de algunos pesos chilenos, puede darse una vuelta este verano del otro lado de los Andes y asomarse a un paisaje extraño.
La capital de Chile, Santiago, impacta de entrada con su enorme red de autopistas urbanas (túnel de cuatro kilómetros debajo del Río Mapocho incluido), que facilita el tránsito creciente de marcas y modelos desconocidos de este lado de la cordillera.
No hay barreras de peajes. Cámaras inteligentes detectan el paso de los autos y envían una factura mensual a domicilio.
La red de subtes, con menos de 40 años, duplica en extensión a la porteña y se complementa con colectivos igual de confortables en un sistema único que por US$ 1,1 permite combinar viajes durante dos horas.
El chip de la tarjeta de transporte se integra en la de débito bancario . No hay imposibles CBU que recordar. El Banco del Estado otorga a todo trabajador una cuenta gratuita con el mismo número de su CUIL.
Una empleada doméstica peruana cuenta que está por comprarse su primer departamento.
Cuesta 50.000 dólares, pero pondrá sólo 2.500. El Estado le subsidia 20.000. Y el resto lo pagará a 20 años con una tasa del 5 por ciento.
Puede ser decepcionante para el orgullo nacional, pero no se consiguen por allí artefactos del polo tecnológico fueguino.
Nuestros vecinos prefieren importar de más lejos televisores, computadoras y lavarropas que resultan más modernos y baratos.
Así como las góndolas de los supermercados ofrecen una gama infinita de productos a precios más cuidados que los nuestros.
Museos como el de la Memoria, que recuerda el horror de la dictadura, o el Interactivo de Ciencias, ostentan calidad de primer mundo.
Hay momentos en que los argentinos parecemos ciudadanos de la antigua Alemania Oriental de visita en la vecina RFA.
Los estudiantes chilenos obtienen los mejores resultados de América Latina en las pruebas PISA de calidad educativa y Chile ya encabeza el ránking regional de desarrollo humano de la ONU.
Pero ellos no parecen interesados en esa comparación. Miran los índices de la OCDE, la organización que integran junto a los países más desarrollados del mundo. Y saben que todavía tienen mucho para mejorar.
Bueno, entre el editorial del ‘fascismo’ de Fútbol para todos (La Nación) y esta nota, pelean cabeza a cabeza por el premio al Tilingaje 2014.
Entre otras cosas:
1) Este verano la AFIP habilitó prácticamente a todo el mundo;
2) El tema puntual de las PISA se explicó hasta el cansancio, pero siguen (y del costo de la educación no hablan);
3) En Índice de desarrollo humano estamos prácticamente igual.
Eso sí: según estos, estar ‘igual’ significa que Chile está bien y nosotros estamos mal…
De la desigualdad social no se habla.
No sé la edad del que escribe, pero algunos nunca abandonaron el formateo mental de la Guerra Fría.
«guerra fria» jaja que buen chiste sobre todo viniendo de uno de uds. Por que no se lo cuenta a sus cumpad, esos que le rezan una plegaria a San Kalecki todas las tardes. Siga nomas con sus amigos keyno-marxistas. Yo lo dejo que me tengo ir a comprar algo de lechuga antes de que valga 20.
Durante la Guerra Fría, mi frase era:
‘Existe una sociedad llamada «E.E.U.U.R.S.S.» que se ocupa de joder al resto del mundo’.
Así que mejor ocúpese de SU fijación con ella.
que atrasada esta la Ciudad Autonoma de Buenos Aires!!
Buena esa… Míndez no se dio cuenta de lo que estaba significando.
No coincido con el autor del artículo de Clarín:
Si alguna encuesta nos preguntara si preferimos trenes riesgosos sin pagar boleto, o trenes del primer mundo con precios altos, seguramente elegiríamos lo primero.
Tenemos el país (y la ciudad) que elegimos.
Recordar el CBU de 22 dígitos nos ayuda a mantener nuestra mente ágil. El estúpido CUIL de los chilenos, no nos llega ni al tobillo.
Y tenemos que defender a nuestra industria de bolsitas de nylon, etiquetas y pegamento de Tierra del Fuego.
Evidentemente LTA.
Si es verdad, Santiago es una ciudad muy linda, los lugares por donde andan los turistas (centro y aledaños) son bastante seguros, limpios y ordenados. Los suburbios de Santiago no son muy distintos a los suburbios de la CABA. Ahora eso sí, lo invito al redactor de la nota, a Wachiturro y a David a caminar por Valparaíso (que es una pintoresca ciudad) fuera de los lugares no recomendados para turistas. Y después que vuelvan a comparar seguridad, limpieza y demás etcéteras
No me meto en Valparaíso ni en la villa 1-11-14
Prefiero Puerto Madero y Santiago.
Soy un burgués irremediable.
Otra frasecita:
«Nuestros vecinos prefieren importar de más lejos televisores, computadoras y lavarropas que resultan más modernos y baratos.»
Es decir: Chile no tiene una puta industria. ¡Qué país modelo!
Es verdad. Por eso les va tan mal.
La mayor desigualdad social de América Latina.
Sin educación universitaria gratuita. Gran ayuda a la movilidad social.
Sí, a un estrato le va fenómeno.
Y encima nos quiso vender que es ‘pro-industria’…
Lo que siempre digo: en realidad, lo suyo es neoliberalismo al mango. Exportaciones primarias y chau.
Puede ser lo de la desigualdad. Al menos tienen estadísticas.
Claro que soy pro industria. Pero llamar «fábrica de electrónica» a productos totalmente importados, que aquí se envasan, y encima subsidiados por el contribuyente, no lo llamo (nadie debería llamarlo) «industria electrónica».
Pero el lenguaje argento con la plata de todos, da para todos los gustos.
Incluso por conveniencia personal, soy pro industria, ya que soy industrial.
Pero no es lo mismo desarrollar, diseñar, formar proveedores, tomar personal calificado, producir, competir y vender compitiendo con similares importados (todo con inversión y riesgo propio), que importar todo hecho y pegar etiquetas regaladas por el Estado en el culo del mundo, con lo cual además está el costo enorme del transporte interno. Moyano chocho.
Gran verdad lo de la universidad gratuita.
A nuestro grupo social nos ha beneficiado enormemente.
No coincido con lo de la movilidad social: no ví un solo pobre en la Universidad durante toda mi carrera.
No solo en la UBA en la que me formé, sino tampoco en la Universidad Tecnológica (universidad obrera peronista) donde fui profesor.
Claro, como aquí no vio un pobre en la universidad, es mejor lo de Chile.
No dije que es mejor.
Digo siempre que es un país mucho más serio institucionalmente, infinitamente menos corrupto, y tan desigual como la Argentina.
Con una clase dirigente mucho más decente.
Nos van a pasar como tejo (si es que no lo hicieron ya, nosotros NO tenemos estadísticas).
Sí, Chile estadísticas tiene.
http://www.lasegunda.com/Noticias/Economia/2013/04/839557/director-del-ine-estas-criticas-se-acallaran-cuando-el-organismo-sea-autonomo
La inflación en Chile es del 3% anual.
Si mintieran a lo pavote, como aquí, que mentimos el triple, sería un 9%
Aún en ese caso, estrían por debajo de la inflación «Indec» que es de algo más del 10%.
Si embargo, tu interesante artículo no dice una palabra sobre sanciones a las consultoras «mentirosas» q
consultoras «mentirosas» que por ahí dicen que tienen un 9% (pasame algún link con ese nivel de distorsión y mentira mentira, yo no encontré ninguno)
Conclusiones:
1) Tienen mucha menos inflación.
2) No hay noticias de que haya otras cifras contradictorias.
3) No sancionan a las que las dijeran.
4) Tienen un sistema nacional de índices que al menos funciona y quiere mejorar.
Lo dicho: nos pasarán como tejo.