Cierto kirchnerismo entusiasta, que creía que octubre era apenas el nombre de una estación en el viaje al éxito asegurado, puede ir percatándose de que enfrente no tiene al Ejército de Salvación, sino a una formidable maquinaria de creación de opinión pública que hará lo imposible para impedirlo. El impacto mediático del Caso Schoklender y sus múltiples derivaciones aún no se reflejan en las encuestas, pero suponer que será inocuo es de un optimismo casi infantil. Tanto Clarín como La Nación, los dos diarios que instalaron las inconsistencias patrimoniales del ex apoderado de Madres de modo cartelizado como tema excluyente de la agenda comunicativa, han dejado en evidencia a través de sus editorialistas habituales, ya sin eufemismos disimulados bajo ropaje periodístico, lo que desde esta columna se dijo hace diez días: van por los pañuelos.
Si al principio hablaban morbosamente del ex parricida que estafó a las Madres, en esta segunda etapa de su ofensiva ya sugieren que Hebe de Bonafini, que vive en una casa más humilde que las que su Fundación construye en Sueños Compartidos, formó parte de la oscura operatoria, acompañando el enfoque con fotos de la misma Hebe vestida de Brujita, disfraz al que calificaron de “diabólico”, en lo que fue un viejo festejo de cumpleaños reflejado, incluso, por la prensa de Madres, hace tres años. Nada importa para estos diarios. Pueden mentir y manipular. El objetivo es dañar el capital simbólico de la lucha por los Derechos Humanos que encarnan los pañuelos, porque son esos mismos pañuelos los que sostuvieron con su pelea inclaudicable de décadas las políticas de Memoria, Verdad y Justicia que finalmente sentaron en el banquillo de los acusados a Ernestina Herrera de Noble, Héctor Magnetto y Bartolomé Mitre, sus propietarios y accionistas, por el ADN de Felipe y Marcela y el despojo accionario de Papel Prensa en complicidad con la dictadura genocida, de la que estos dos diarios fueron oficialistas y beneficiarios concretos. Si la justicia de la democracia fuera menos lenta cuando se trata de investigar a los verdaderos poderosos de la Argentina, es posible que su suerte fuera la misma que la de José Alfredo Martínez de Hoz, hoy con prisión domiciliaria. Pero no: están en libertad e influyen, a través de sus más de 200 licencias telecomunicacionales y sus diarios, sobre el discurso público, premiando o castigando con sus titulares a los diversos actores políticos, judiciales y sociales. Cada vez que echan una palada más de tierra a los organismos de Derechos Humanos, ellos se garantizan impunidad.
Se puede coincidir con Jorge Lanata en que el daño que Sergio Schoklender le hizo a Hebe es enorme. Pero la intencionalidad última de tanto despliegue mediático también debe ser comentada para respetar el derecho a la información de toda la sociedad. Carlos Pagni, que oficia de Joaquín Morales Solá cuando La Nación pretende ser más filosa, en una crónica de opinión publicada el jueves 9 de junio, puso en palabras el objetivo de sus patrones: “Los desaguisados que rodean a Hebe de Bonafini y su asociación no podrían mortificar más a Cristina. Por un lado, salpican con sospechas de corrupción la política de Derechos Humanos, bajo cuya advocación el gobierno ha justificado sus mayores cruzadas, desde la guerra contra el campo hasta el conflicto con Clarín y La Nación. Era una bandera que no debía mancharse. Por otro lado, la controversia sobre Bonafini cae como un rayo en el que, desde la muerte de Néstor Kirchner, constituye el núcleo político emocional más íntimo de la presidenta. Convertida en viuda, ella se rodeó más que antes de madres e hijos de de-saparecidos”.
Algunas aclaraciones: la “guerra contra el campo” no fue otra cosa que la tensión entre el Estado democrático y un sector de la economía rural que quería defender su renta extraordinaria. En la guerra se mata gente: acá sólo se discutió por plata. Es interesante la reescritura histórica de Pagni, su voltereta dramática, pero infiel a los hechos. Lo del “conflicto con Clarín y La Nación”, en realidad, es otra cosa: son dos diarios oligopólicos queriendo desconocer la legalidad democrática, que los cuestiona por sus posiciones dominantes en el mercado y su alianza con la dictadura. Todo esto tiene trámite judicial y, más que “un conflicto”, se trata de un asunto de apego a la ley, que debería ser igual para todos.
Pero en esos párrafos, Pagni revela la estrategia de sus patrones, que es herir la política oficial de Memoria, Verdad y Justicia, porque si esta se profundiza en los actores civiles del genocidio, deberán dar algo más que explicaciones. Y, por elevación, golpear también la figura de Cristina Kirchner, que encarna la autoridad estatal legítima, con 7 millones de votos a cuestas, para llevarla adelante. La apelación a lo “emocional” es clave: los patrones de Pagni buscan quebrar esa voluntad y todavía esperan, ansiosos, que Cristina decida abandonar la pelea electoral, afligida por este escándalo y los que se preparan para las semanas siguientes, entre ellos, una remake de los ataques a la gestión estatal de Aerolíneas Argentinas, en manos de Mariano Recalde, hombre de La Cámpora.
En realidad no se sabe cuál es el impacto real que tiene todo esto que sucede sobre la decisión presidencial. Sin embargo, sería de necios ignorar los efectos negativos que produce en una porción del kirchnerismo nada desdeñable. Por caso, las declaraciones de Estela de Carlotto a la Radio La Red, de Francisco de Narváez, amplificadas luego por Clarín, son un síntoma del desconcierto que viven los organismos de Derechos Humanos que apoyan las políticas oficiales. En su intento por marcar diferencias con Hebe, Carlotto llegó a la tapa del mismo diario que le niega en tribunales conocer la verdadera identidad de Felipe y Marcela Noble Herrera, presuntos hijos de desaparecidos. Es perverso. También Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora y, antes, el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, fueron sorprendidos en su buena fe por los operadores periodísticos del grupo de Magnetto, y salieron a desmentir lo que se les atribuyó, cuando ya había sido usado para el fin que Pagni reveló: manchar los pañuelos.
Las diferencias entre los organismos vienen de lejos y son, en algunos casos, irreconciliables. Al tanto de esas internas, que exceden el análisis de esta columna, hay una campaña orientada a exacerbarlas. La división momentánea de aquello que el kirchnerismo unió en la última década es una victoria táctica con final incierto de la derecha nacional y sus expresiones políticas y mediáticas. Los elogios de Eduardo Duhalde y Morales Solá a las Madres Línea Fundadora en contraste con Hebe y sus Madres, son un intento torpe pero eficaz por atizar las viejas rencillas. Y eficaz, porque entre las grietas de todas esas heridas sin sutura cuela por estas horas la mayor ofensiva de los últimos años contra los juicios por el genocidio. Ya no es Schoklender y su inexplicable vida de Ricky Fort, son los pañuelos en general y Cristina Kirchner como presea última, la presidenta que junto a su marido cometió la herejía de convertir los reclamos de estos mismos organismos en políticas de Estado.
Graciela Olga de Loof, oyente de Radio Nacional, alarmada y triste por las posibles secuelas de este escándalo, recordó un viejo proverbio africano: “Rebaño que se mantiene unido obliga al león a acostarse con hambre.”
Es una paradoja siniestra de la historia que los grupos mediáticos que silenciaron la desaparición de toda una generación de argentinos quieran escribirle hoy el guión a los organismos que surgieron, precisamente, para denunciar sus atrocidades.
Será cuestión, entonces, de ponerse a pensar cómo y de qué manera se evita acabar en la barriga de Héctor Magnetto. Antes de que sea demasiado tarde.<
Si al principio hablaban morbosamente del ex parricida que estafó a las Madres, en esta segunda etapa de su ofensiva ya sugieren que Hebe de Bonafini, que vive en una casa más humilde que las que su Fundación construye en Sueños Compartidos, formó parte de la oscura operatoria, acompañando el enfoque con fotos de la misma Hebe vestida de Brujita, disfraz al que calificaron de “diabólico”, en lo que fue un viejo festejo de cumpleaños reflejado, incluso, por la prensa de Madres, hace tres años. Nada importa para estos diarios. Pueden mentir y manipular. El objetivo es dañar el capital simbólico de la lucha por los Derechos Humanos que encarnan los pañuelos, porque son esos mismos pañuelos los que sostuvieron con su pelea inclaudicable de décadas las políticas de Memoria, Verdad y Justicia que finalmente sentaron en el banquillo de los acusados a Ernestina Herrera de Noble, Héctor Magnetto y Bartolomé Mitre, sus propietarios y accionistas, por el ADN de Felipe y Marcela y el despojo accionario de Papel Prensa en complicidad con la dictadura genocida, de la que estos dos diarios fueron oficialistas y beneficiarios concretos. Si la justicia de la democracia fuera menos lenta cuando se trata de investigar a los verdaderos poderosos de la Argentina, es posible que su suerte fuera la misma que la de José Alfredo Martínez de Hoz, hoy con prisión domiciliaria. Pero no: están en libertad e influyen, a través de sus más de 200 licencias telecomunicacionales y sus diarios, sobre el discurso público, premiando o castigando con sus titulares a los diversos actores políticos, judiciales y sociales. Cada vez que echan una palada más de tierra a los organismos de Derechos Humanos, ellos se garantizan impunidad.
Se puede coincidir con Jorge Lanata en que el daño que Sergio Schoklender le hizo a Hebe es enorme. Pero la intencionalidad última de tanto despliegue mediático también debe ser comentada para respetar el derecho a la información de toda la sociedad. Carlos Pagni, que oficia de Joaquín Morales Solá cuando La Nación pretende ser más filosa, en una crónica de opinión publicada el jueves 9 de junio, puso en palabras el objetivo de sus patrones: “Los desaguisados que rodean a Hebe de Bonafini y su asociación no podrían mortificar más a Cristina. Por un lado, salpican con sospechas de corrupción la política de Derechos Humanos, bajo cuya advocación el gobierno ha justificado sus mayores cruzadas, desde la guerra contra el campo hasta el conflicto con Clarín y La Nación. Era una bandera que no debía mancharse. Por otro lado, la controversia sobre Bonafini cae como un rayo en el que, desde la muerte de Néstor Kirchner, constituye el núcleo político emocional más íntimo de la presidenta. Convertida en viuda, ella se rodeó más que antes de madres e hijos de de-saparecidos”.
Algunas aclaraciones: la “guerra contra el campo” no fue otra cosa que la tensión entre el Estado democrático y un sector de la economía rural que quería defender su renta extraordinaria. En la guerra se mata gente: acá sólo se discutió por plata. Es interesante la reescritura histórica de Pagni, su voltereta dramática, pero infiel a los hechos. Lo del “conflicto con Clarín y La Nación”, en realidad, es otra cosa: son dos diarios oligopólicos queriendo desconocer la legalidad democrática, que los cuestiona por sus posiciones dominantes en el mercado y su alianza con la dictadura. Todo esto tiene trámite judicial y, más que “un conflicto”, se trata de un asunto de apego a la ley, que debería ser igual para todos.
Pero en esos párrafos, Pagni revela la estrategia de sus patrones, que es herir la política oficial de Memoria, Verdad y Justicia, porque si esta se profundiza en los actores civiles del genocidio, deberán dar algo más que explicaciones. Y, por elevación, golpear también la figura de Cristina Kirchner, que encarna la autoridad estatal legítima, con 7 millones de votos a cuestas, para llevarla adelante. La apelación a lo “emocional” es clave: los patrones de Pagni buscan quebrar esa voluntad y todavía esperan, ansiosos, que Cristina decida abandonar la pelea electoral, afligida por este escándalo y los que se preparan para las semanas siguientes, entre ellos, una remake de los ataques a la gestión estatal de Aerolíneas Argentinas, en manos de Mariano Recalde, hombre de La Cámpora.
En realidad no se sabe cuál es el impacto real que tiene todo esto que sucede sobre la decisión presidencial. Sin embargo, sería de necios ignorar los efectos negativos que produce en una porción del kirchnerismo nada desdeñable. Por caso, las declaraciones de Estela de Carlotto a la Radio La Red, de Francisco de Narváez, amplificadas luego por Clarín, son un síntoma del desconcierto que viven los organismos de Derechos Humanos que apoyan las políticas oficiales. En su intento por marcar diferencias con Hebe, Carlotto llegó a la tapa del mismo diario que le niega en tribunales conocer la verdadera identidad de Felipe y Marcela Noble Herrera, presuntos hijos de desaparecidos. Es perverso. También Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora y, antes, el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, fueron sorprendidos en su buena fe por los operadores periodísticos del grupo de Magnetto, y salieron a desmentir lo que se les atribuyó, cuando ya había sido usado para el fin que Pagni reveló: manchar los pañuelos.
Las diferencias entre los organismos vienen de lejos y son, en algunos casos, irreconciliables. Al tanto de esas internas, que exceden el análisis de esta columna, hay una campaña orientada a exacerbarlas. La división momentánea de aquello que el kirchnerismo unió en la última década es una victoria táctica con final incierto de la derecha nacional y sus expresiones políticas y mediáticas. Los elogios de Eduardo Duhalde y Morales Solá a las Madres Línea Fundadora en contraste con Hebe y sus Madres, son un intento torpe pero eficaz por atizar las viejas rencillas. Y eficaz, porque entre las grietas de todas esas heridas sin sutura cuela por estas horas la mayor ofensiva de los últimos años contra los juicios por el genocidio. Ya no es Schoklender y su inexplicable vida de Ricky Fort, son los pañuelos en general y Cristina Kirchner como presea última, la presidenta que junto a su marido cometió la herejía de convertir los reclamos de estos mismos organismos en políticas de Estado.
Graciela Olga de Loof, oyente de Radio Nacional, alarmada y triste por las posibles secuelas de este escándalo, recordó un viejo proverbio africano: “Rebaño que se mantiene unido obliga al león a acostarse con hambre.”
Es una paradoja siniestra de la historia que los grupos mediáticos que silenciaron la desaparición de toda una generación de argentinos quieran escribirle hoy el guión a los organismos que surgieron, precisamente, para denunciar sus atrocidades.
Será cuestión, entonces, de ponerse a pensar cómo y de qué manera se evita acabar en la barriga de Héctor Magnetto. Antes de que sea demasiado tarde.<
Está bajada de linea de que los medios hegemonicos y la derecha «vienen por los pañuelos» es la última argucia del kirchnerismo. Real, ex menemista ahora kirchnerista y siempre agente de la SIDE, lo expresa siempre acá.
En realidad los que fueron por los pañuelos fueron ellos, al coaptar a las Madres -a algunas- para fines partidarios.
Francisco, lo de si vienen o no por los pañuelos, dejalo de lado: pero que la decisión de Madres y Abuelas de apoyar al kirchnerismo es irreprochable no lo va a cambiar nada. Es una perspectiva desde la cual no merecen ser criticadas, porque no existe nada que les impida hacer política y pararse desde el lugar que mejor les parezca para hacerlo. Por algo, entre ellas tienen divergencias, pero en lo único que sí coinciden es que todas están con Néstor, todas lo lloraron al morir, y ninguna lo abandonó en 2009, cuando yo ví muchos, incluso a mi alrededor, que huían. Eso prueba que lo han hecho por convicción, al menos a mi entender.
Un abrazo.
queda en evidencia que estás trasladando tu antikirchnerismo a otra gente. es insultante, porque me parece que esas mujeres no se dejaron koptar por nadie. amén de que shoklender no era soldado k. y el tema, es claro, no tiene que ver con el gobierno, sino con el funcionamiento interno de la grupación y, en todo caso, con las libertades con que este tipo manejaba esas cuentas, sin relación alguna con el estado nacional.
por último: no sos parte de dicha agrupación. cuando seas parte de una, y trabajes en función de ciertas metas, tu opinión sobre el posicionamiento político que esa agrupación deba tener podrá llegar a tener valor. pero tu punto de vista sobre qué deben hacer madres y abuelas con el kirchnerismo (o con cualquier otro partido) no vale un pito.
¿Schocklender soldado K?:
Ver video del 24-03-2011. Ayer, Cuando según Hebe estaban peleados.
http://www.youtube.com/watch?v=Pp4cVH8It3g
Pablo D:
Diana Kordon, creo que precisa de lo que trata el asunto Schoklender, que va mucho más allá de los manejos de fondos:
«He meditado largamente estas líneas, que tuvieron como disparador las declaraciones de Hebe Bonafini de que no iba a hablar de «pelotudeces».
Nosotros, y hablo en plural porque me siento parte de un colectivo, hemos acompañado durante los años duros de la dictadura a las Madres. Hemos querido y admirado su férrea lucha sin concesiones por la aparición con vida de los detenidos desaparecidos y por el juicio y castigo a los genocidas, su proceso de construcción de conciencia política y su anhelo revolucionario. Hemos aprendido una y otra vez de su coherencia entre el decir y el hacer, de su firmeza y su posición ética de sostener los principios.
Hace muchos años que hemos seguido otros caminos en la lucha por los derechos humanos y contra la impunidad. No obstante, seguimos valorando en Hebe su trayectoria, su política independiente de los gobiernos y su papel cuestionador.
Nada de nuestra historia nos exime de la responsabilidad sobre los hechos que producimos. Más aún, ella misma nos exige dar cuenta de ellos. La negativa a dar explicaciones al principio o la simple acusación a los «traidores» es un acto de soberbia y de desprecio hacia nuestro pueblo y hacia todos aquellos que hemos luchado siempre y seguimos siendo coherentes con esa lucha.
No reconocemos en la Hebe de Bonafini actual a aquella en cuyo ejemplo nos hemos nutrido. Por eso, es tan profundo el impacto subjetivo que nos atraviesa, fundado en el deseo de que esto no ocurriera, pero que, muy a pesar nuestro, la realidad nos lo impone una y otra vez.
Las palabras tienen sentido y significación, un valor simbólico. El pasaje de «Asociación» a «Fundación» marca el clivaje, confirma el cambio cualitativo en las definiciones y los proyectos de las Madres. La Fundación pasa a ser la pantalla de una gran empresa y Hebe, operadora de un gobierno. Este viraje nos diferencia y nos duele, y produce un profundo daño a la lucha por los derechos humanos.
Cuando ya es imposible ocultar el escándalo de los negociados y la corrupción que involucra a la Fundación Madres de Plaza de Mayo y al Gobierno, el montaje oficialista pretende circunscribirlo al ex apoderado de la institución. El caso Schoklender no es una «anomalía» en un proyecto que funcionaba a las mil maravillas. Constituye un verdadero analizador que permite visualizar la política de cooptación del gobierno de los Kirchner. A los efectos de conformar un escenario que le permitiera legitimarse, puso el foco en los organismos de derechos humanos y, muy especialmente, en Hebe de Bonafini. Para garantizarse gobernabilidad, Kirchner aterrizó en un movimiento al que siempre había ignorado; utilizó la lucha contra la impunidad y el reconocimiento nacional e internacional de las Madres y no vaciló en dividir el movimiento de derechos humanos.
La cooptación, basada en las necesidades y urgencias de los más desposeídos para manipularlas a favor de su pretendida imagen progresista, tiene como objetivo, además, favorecer a ciertas empresas y negocios y repartir cargos públicos, con fondos del Estado, a cambio de apoyo político. Este apoyo político exige silencios, algunos con nombre propio: Julio López, Luciano Arruga, Mariano Ferreyra, Roberto López, Bernardo Salgueiro y tantos otros que hubieran requerido la enérgica acción de las Madres.
El entramado económico entre el Gobierno y la Fundación, articulado por millonarios subsidios salidos de los ministerios K, revela que la simbiosis Kirchner-Bonafini no es solamente un acuerdo político, sino que la cooptación tiene una base material. Se incorpora a la Fundación Madres de Plaza de Mayo al grupo empresarial que se ha beneficiado durante este período. Esta empresa constructora no dudó en utilizar patotas para intimidar a quienes trabajaban en sus obradores.
No subestimo a Hebe. Cualquiera que la conozca sabe que es una mujer que tiene la lucidez de mirar el conjunto de los fenómenos que la rodean y que controla y maneja todo lo que ocurre en el ámbito de su liderazgo. Puede que no esté en el último detalle de alguna operatoria, pero la Fundación es una estructura que la cuenta como protagonista con claro poder de decisión. Evidentemente, queda un hiato sin asunción de responsabilidad que, dolorosamente, confirma un antes y un después.
En lo personal, como seguramente les ocurra de diferentes maneras a muchas otras personas en este momento, hubiera deseado no tener que escribir nunca esta nota.
daio y kordon también van por los pañuelos.
quieren stockearse para octubre.
Así parece y Nora Cortiñas, Estela Carlotto, y tantos otros más.
Ahora todos preocupadísimos por las organizaciones de DD.HH.!!!
Este artículo es una inmensa boludez. Desde D’Elia hasta las otras líneas de Madres de Plaza de Mayo piden se investiguea Hebe. ¿Todos ellos t van por lo s pañuelos?
daio dejá de nombrar a estela de carloto porque te va a pasar como a duhalde, que de tanto asociarse con la línea fundadora de madres le sacaron la solicitada para despegarse del cabezón recalcitrante.
Lo siento. Pero la abuela Carlotto abrió el paraguas, por las dudas, puesto que le caben a ella las generales de la ley, como koptada por el poder. Como se considera: habla por la que no habla, que no habla por que está por encima del bien y del mal.-
estela koptada por el poder?
te van a sacar la solicitada nomás.
A Tapones lo dejo de lado porque es insalvable. Pero quiero ver si podes ver mi punto Pablo.
Que las Madres, linea Hebe, o las Abuelas apoyen al Kirchnerismo no es el problema. El problema se da cuando esas Madres reciben fondos del estado para construir casas y, en el interin, quedan manchadas con serias denuncias – a esta altura innegables- de corrupción.
Las Madres bien pueden apoyar al Kirchnerismo, no pueden construir casas y, si lo hacen, no puede haber este escandalo atras.
Las principales perjudicadas van a ser las Madres y el culpable es el gobierno.
Yo estoy de acuerdo, Francisco, en que, si van a dar el salto, van a tener que manejarse con otros criterios. Eso está claro. Yo pongo las manos en el fuego por que Hebe no se ha quedado ni con un sólo peso, eso no me lo va a quitar nadie de la cabeza. Ahora, a lo que apunto yo, y que no lo hace correctamente esta precarísima columna de Caballero, es a que detrás de la investigación que nadie puede ni debe no menos que reclamar a gritos, viene algo más feo. No me parece menor la utilización del caso en momento en que los juicios por la dictadura van rumbeando a los civiles -lo de Marcela y Felipe es sólo una parte de eso- o las alusiones de Duhalde, partidario de cerrar los juicios y visitante de genocidas encerrados. Yo no veo, por fuera del kirchnerismo, convencimento de sostener el apoyo político a la profundización de los juicios a los partícipes civiles. Nada, eso.
Ponete guantes de amianto…
Cuando tengo que coincidir con Bonasso, me pongo mal:
«¿Qué tenían que hacer las Madres construyendo casas? Es el Estado el que tiene que construir viviendas, y en todo caso hacerlo con empresas trasparentes, a través de licitaciones facilmente auditables que garanticen que los recursos vayan ahí».
pobre buenasso.
no entiendo en cuál de las tablas de la ley dice que las fundaciones no puden hacer trabajos de inclusión social. ni dónde se explican los motivos para esa prohibición.
o sea: ¿vos y buenasso están de acuerdo en que todos los organismos que trbajan de forma similar deben dejar de generar esas viviendas?
L
Perdon.
La pregunta no es porque no deberían construir casas sino, más bien, porque deberían hacerlo.
¿Qué saben las Madres de construcción de viviendas?¿Qué capacidad tiene este grupo de mujeres para manejar cientos de millones de pesos del estado ¿Por qué este gobierno que pretende sentar directoresen Techint delega en terceros sus légitimos deberes?
Tantas preguntas y la única respuesta es no se lleven los pañuelos.
las pueden hacer porque tienen el empuje y las ganas para hacerlo y porque han hecho muchísimas, en este tiempo. o sea: sí las saben hacer, porque están ahí, paraditas.
¿¿la misma pregunta le cabe a caritas?? insisto. ¿por qué el estado delega en caritas la construcción de casas? respuesta: porque está bien. el estado pone los fondos, las fundaciones gestionan como contratistas de obras, interactúan con quienes serán propietarios de las viviendas (que en muchos casos ellos mismos ayudan a construir) y los municipios certifican el avanze de obra. descentralizar le dicen. para todos los que gritan: participación!! federalismo!!! ahí tenés la participación y el federalismo. y todo con el apoyo del gobierno.
Caritas no construye casas. Y su misión se lleva adelante a través de donaciones.
De todos modos, discutimosCaritas cuando su apoderado tenga dos aviones, un yate y un par de millones.
Hasta entonces, focalizate.
francisco,
caritas sí construye casas, de la misma manera en que lo hace madres. es más, hicieron casi la msima cantidad. y las hizo con plata del gobierno, no con las de donaciones.
Francisco, al 31/3/2011 Caritas llevaba construídas 2403 casas, 144 en ejecución y 1166 aprobadas y por construirse: http://www.vivienda.gov.ar/caritas/index.html
La razón por la que Caritas, las madres y otros participande planes de este tipo es que una política de vivienda no es reducible a la construcción de casas. Cuando se firma un convenio con una ONG (en esta o cualquier otra área) es porque la propuesta originada en la sociedad civil (como gustan decir los liberales)contiene un plus adicional a la realización de la misma actividad por una empresa privada o el estado.
En estos dos casos (caritas y las mdpdm), el plus consiste en la capacitación de personas sin experiencia en construcción y el caracter autoconstructivo. Aunque no conozco evidencia de esto para Argentina,hay razones para pensar, en base a trabajos realizadosen otros lugares, que la morosidad en planes de viviendas social suele ser menor cuando está asociada a procesos de construcción en los que la comunidad beneficiaria tuvo parte.
Guido,
La verdad no lo sabía.
De todos modos, es importante saber si el estado financia la construcción de esas viviendas.Si lo hacen particulares, es otro problema.
Si lo hace el estado, está mal porque es el estado quien debe construirla y no veo razón para que haya un intermediario. Al final, las Madres contrataban empresas para hacer las obras.
francisco, el estado es quien financia, las ong operan de «contratistas», los municipios certifican el avance de obra. el estado paga contra certificación.
el estado no hace nada mal. ese es un prejuicio liberal. es más barato hacerlo a través de estas fundaciones (los costos por metro son más baratos que los precios de referencia que tiene el estado que a su vez es mucho más barato que el precio de referencia del mercado). así que caritas y madres construyen casas a más bajo precio de lo que el mismo estado puede hacer. aporta mano de obra que gestiona, genera algo más que la sola construcción de viviendas (genera empleo para los habitantes de las viviendas, por ejemplo).
por qué dejar de hacerlo??
Francisco, en el caso de Caritas, si, es financiado por el estado.
No estoy seguro (a diferencia de Tapones) de que el metro cuadrado cuando se hace un convenio con una fundación u ong sea menor. Me inclino a pensar que no.
Sucede que un convenio de este tipo suele incluir aspectos que exceden la construcción propiamente dicha.
Partamos de una base: la construcción de complejos de viviendas es, en el mejor de los casos, un subóptimo.Lo ideal es que cada uno pueda acceder a una vivienda en condiciones mínimas de habitabilidad por la suya. Con un déficit tan grande, los grandes planes de viviendas son inevitables, pero no dejan de tener externalidades negativas,por decirlo en «economés».
En general están bien estudiadasa nivel internacional e incluyen cosas tales como formación de «guetización», ruptura de lazos comunitarios con los barrios o villas de origen que demoran en reconstituirse en la nueva urbanización (cuando se junta en un complejo gente de distintos lugares), con un eventual aumento de la violencia,alta morosidad en el cobro de cuotas, rápida degradación de los espacios comunes, etc. En general, puede verse intuitivamente que todo lo anterior está relacionado uno con otro (si no te sentís cómodo porque estás inseguro y no ves la hora de irte no pagás la cuota, si no se pagan las cuotas el espacio común se degrada, de un lugar con espacio común degradado querés irte, entonces no pagás, etc.).
Aunque no está estudiado acá, que yo sepa al menos, los proyectos orientadospor organizaciones como SC o caritas apuntan exactamente a eso, permitiendo un éxito mayor en este tipo de planes, lo que a la postre deriva en una inversión más sólida (y más barata si la mora es mas baja). Tené en cuenta que el objetico de caritas (o de SC) no es construir casas, sino fortalecerlazos comunitarios u organización popular (varía el lente ideológicopero en el fondo hablan más o menos de lo mismo, lo asuman o no).
Por ello, y subrayandolo que decía más arriba, que es un subóptimo,no solo me parece bien que se encargue a organizaciones de ese tipo la construcción de viviendas.Ojalá hubiera 200 más y se ocuparan del 100% de la vivienda social.
A riesgo de aburrirte te doy un ejemplo más. En la ciudad donde vivo se entregaronunas cuantas viviendas de un plan federal. La adjudicación fue mediante un sistema de puntaje (basado en el grado de necesidad)pergueñado por la muni. Un % de viviendas,fue adjudicadomedio de prepo por resoluciones judicialesa discapacitados, jubilados o liberados (ex-sopres) que consiguieron que un juez les haga un amparo obligando a la muni.
A menos de 3 o 4 años de fundado es el barrio más violento de mar del plata. Mucha gente, que con mucha ilusión había accedido a su casita, la malvendió (irregularmente, obvio) a 10 o 15 lucas y se mandó a mudar. Al concentrarse en un solo barrio la población de muchos barrios «complicados» sin la existenciade los lazos de vecindad que, mal que mal, morigeran la violencia en situaciones de fuerte precariedad social, se creó un monstruo.
El laburo de construir instituciones barriales e instanciasde participación comunitarios (desde fomentistas hasta curas y pastores pasando por punteros y hasta corleonitos de 3ra categoría)recién se está encarando ahora, mal y tarde. Ni quiero imaginar cual es % de mora en el pago de cuotas de ese barrio (que es algo relevante:como el PFV transfierelas casa a las provincias, el cobro de cuotas es una fuente de ingresos para que a nivel local se puedan plantear políticas a largo plazo con fondos propios).
Bueno, se hizo largo. Tampoco estoy de acuerdo en que el estado deba construir.En mi lista el óptimo es acceso crédito generalizado, después viene la construcción por medio de organizaciones de la sociedad civil, en tercer lugar llamado a licitación(privados)y recién en último lugar, si todo falla, el estado (parezco lopez murfi, pero el estado no está para construir casas, me parece).
Obvio, si lo único que hace la ONG es fungir de intermediario con una empresa amiga acá lo que hay es un tongo padre. Pero no me parece que sea el caso de SC. Aún cuando se demuestre el chore de Sh, me parece que la labor social de la fundación,en las viviendas entregadases notable.
Más control, en eso estoy más que de acuerdo, pero sería a mi entender muy triste que este bolonqui termine por deslegitimar la existenciade convenios como el de Caritas y el de las madres. Y mirá que a mi los curas en general, y caritas en particular, no me caen fuaa, eh. Pero las cosas que hacen bien las hacen bien.
saludos
guido,
el otro día creo que fue fatala que declaró que el precio de referencia del estado es de 3000 pesos el metro, 5000 el de referencia de mercado y 2600 el de sueños compartidos.
Tapones, lo que dijo Fatala es que el precio máximo que paga el estado es 3200 y el de las madres es de 2900, no habló de precios promedio de costos de viviendas de planes públicos (creo).
claro, ese es el precio máximo que paga el estado y es referencia para todos los planes financiados por el gobierno: sean de contratación directa o a través de ong. por eso las madres están por debajo del precio de máximo de referencia. es una muestra de que la actividad es incuestionable.
las madres pueden construir casas, igual que las puede construir caritas.
¿si un párroco es denunciado por defalco también se debe poner en tela de juicio toda la obra de caritas?
las madres pueden y deben construir casas. que se investigue a shocklender, como a cualquiera. el tema es cuando se pretende ir por más, que en el fondo es lo que algunos buscan.
Muchas voces piden ir un poquito mas. Voces mismas relacionadas con los DDHH. No por eso quieren ir por «los pañuelos».
No derrapen.
pero a dónde quieren ir?
si te fijás, están hablando a boca de jarro sobre corrupción gubernamental o sobre el derecho de algunos organismos para intervenir en la realidad, como la construcción de casas.
al día de hoy nadie entiende dónde está el robo de shocklender. se sospecha de movimientos, pero ni se explica cómo era, ni de dónde la sacaba. y parece claro que no era de la «construcción de viviendas».
a dónde quieren ir?
Nadie sabe donde esta el robo? Mira vos, decíselo a Hebe, que hasta hace poco había dicho que este tipo la había estafado. También dijo que esto venía desde hace 2 años, luego hace 1 y ahora se llamó al silencio. Por estas cosas se necesita ir un poquito más a fondo. Allí es donde quieren ir.
Es cierto. Estaba leyendo Página de hoy y no habría pruebas contra Sergio S. No falta nada. Todo está re bien. Carlotto no dijo lo que dijo. Los organismos de Ds. Hs. están con las Madres. El problema son los hijos de Clarín. Pronto van a tener que pedirle perdón a Sergio, especialmente doña Hebe después de todo lo que dijo de él, Pablo y los 16.
Los millones que maneja e invertía Sergio no eran de la Fundación, eran de…
te iba a decir. estela te sacó la solicitada en tapa de página.
eso para que te dediques a citar a elisa nada más.
Me gusta como termina la nota: «En principio nadie tiene derecho a juzgar a las personas si no existen las pruebas contundentes. Creemos, por lo que la propia Hebe dice, porque ella misma los denuncia, que hay un grupo de 16 personas que serían responsables de los delitos de los que se los acusan. Ella dijo abiertamente que se iba a avenir a lo que la Justicia resolviera. No niega que se investigue y, lógicamente, si está exenta de esto nada la va a tocar. No tenemos que acusar injustamente pero tampoco endiosar, porque todos somos seres humanos. La exageración en cualquier sentido no es buena. Somos nada más que mujeres en lucha.»
Ladina la abuelita.-
me encanta. ahora empieza la parte en la que vos le explicás a estela y a todos lo que ella quiso decir exactamente.
Roberto Caballero no le aporta nada a la defensa de los organismos de derechos humanos. Por el contrario, le resta. Construye un relato de la realidad cuya conclusión nos remite a un cuento infantil. Es en ese final donde revela que todo lo anterior no es más que un cuento. Un cuento (el infantil) cuya moraleja es que debemos tomar el camino más corto y fácil en lugar del más largo y difícil; en resumen: el miedo.
Celebro el valiente texto de Diana Kordon, digno de aquello que escribió Walsh de dar testimonio en momentos difíciles, del mismo modo la posición de Pérez Esquivel (que no es la que describe R. Caballero) que ha sido siempre crítico del uso de los derechos humanos por parte del gobierno y de los organismos de DDHH que tomaron partido por el oficialismo.
Si el estado es inútil o ineficiente para construír casas, como para tantas otras funciones de los gobiernos, pues que deleguen el poder político y de gestión en «fundaciones» de sentido humanitario y fuertemente empresarias. ja.
qué visión más enfermita. el estado es inútil porque encuentra en diferentes fundaciones con capacidad de gestión la manera de construir casas y planes de inclusión a bajo costo???
no entiendo cómo te gustaría que fuese. qué las haga el estado, que las contrate directamente de vido??
y la participación y el federalismo que planteaban??
El Estado (no bobo) es eficiente, comprometido con las necesidades populares, es decente y tiene buena capacidad de gestión.
Todo lo contrario de lo que es el Estado actualmente.
habría que ser menos caradura y decir que no querés planes de vivienda. así es más fácil que andar hinchando las pelotas con el tema de sueños compartidos. porque es barato, eficiente, inclusivo, participativo. y vos rompiendo las guindas con tus prejuicios.
mirá, david, hacé tu vida mientras otros hacen casas…
Me encantan los planes de vivienda. No me gustan los chorros y los ineptos.
Saludos
pero sabés que pasa? que cuando se hacen miles de viviendas necesariamente interviene un montón de gente. miles de personas. si alguien en esa cadena chorea, está bien que se lo investigue, pero de ahí a cuestionar la totalidad de uan gestión es otro cantar y es lo que hacés vos cuando cuestionás la participación de madres en estos asuntos por el solo hecho de que el apoderado de una fundación está sospechado de defalco. nadie está defendiendo a shocklender. se está defendiendo el espacio que madres ganó con su trabajo social.
Y tendríamos el primer experimento universal soñado por los anarquistas: el fin del Estado corrupto y opresor.
vos no eras anarquista??
Obvio! Y ahora lo veo tan cercano, que me emociono…
ah, me extrañaba que siendo anarquista hablaras en tercera persona.
«Tendríamos» es primera persona del plural
nosotros tendríamos lo que soñaron LOS anarquistas (los anarquistas=ellos=tercera persona).
Obvio que hubo anarquistas que «soñaron» antes de que nosotros naciéramos. Así que es «los» efectivamente. El castellano es muy rico en gramática, sintaxis, lexicología y semántica. Espero seguir aprendiendo. Saludos.
no se trata de gramática. se trata de psicología. vos no sos anarquista y se te escapa la tortuga.
Che, estoy un poco congestionado, ¿nadie tiene un pañuelo a mano?
No. Están todos en la lavandería de Olivos.