El ministro del Interior y Transporte sostuvo que el nuevo tren tendrá entre cuatro y seis servicios diarios y demorará tres horas y media en unir Buenos Aires con Rosario. El funcionario brindó los detalles junto al gobernador de Santa Fe y la intendenta local.
Desde Rosario
El ministro del Interior y Transporte de la Nación, Florencio Randazzo, anunció el regreso del tren Buenos Aires-Rosario, que empezará a funcionar el año próximo. El viaje demorará tres horas y media y habrá entre cuatro y seis servicios diarios. Nos comprometemos a traer el tren a Rosario y acordamos construir una estación en la zona sur de la ciudad, dijo Randazzo en una conferencia de prensa, de la que participó ayer al mediodía con la intendenta Mónica Fein, el gobernador Antonio Bonfatti y el secretario de Transporte nacional, Alejandro Ramos. La estación Rosario Norte podría sumarse en una segunda etapa.
En un ambiente de total cordialidad y agradecimientos, funcionarios de los estados nacional, provincial y municipal se reunieron ayer para delinear la llegada del tren a Rosario y otros temas, en el Salón Blanco de la sede de Gobernación.
Lo que acordamos hoy es que en el primer trimestre del año que viene debería estar llegando el tren a Rosario, segundo trimestre como mucho; y acordamos con el gobernador y la intendenta que ingrese al sur de la ciudad. Que tenga la primera estación en esa zona y después iremos analizando la posibilidad de que vaya a la estación norte de Rosario, porque tiene conectividad con el tren que va a Córdoba y a Tucumán, adelantó el funcionario. En ese sentido, aseguró: Está lleno de charlatanes que poco hacen, nosotros nos hemos comprometido a que el tren vuelva a Rosario, que en tres horas y media el que sale de Buenos Aires pueda llegar a Rosario, graficó.
Para la obra anunciada el año pasado se llevan invertidos unos 3500 millones de pesos, y la idea es que, en cada salida, el tren transporte a unas 500 personas, aunque todavía no está establecido el costo del boleto. En la conferencia, Randazzo fue consultado sobre las familias que están ubicadas a la vera de los ramales. Para llegar a la estación sur, aquellas familias que estén en el ramal van a ser relocalizadas. No se hagan problema por quién se va a ocupar, lo vamos a arreglar. Van a primar la armonía, el sentido común y la necesidad de que los rosarinos vuelvan a tener el tren, que es lo importante. Vamos a resolver el problema, instó. Y abundó: No nos pidan que recuperemos el servicio ferroviario en un año y medio, con lo que no se hizo en los últimos cincuenta años.
Por su parte, la intendenta Fein aseguró que se trata de una decisión muy importante. Y agregó: Saber que en el primer trimestre del año próximo vamos a tener un tren que ingrese a la ciudad requiere acompañamiento de la ciudad, porque es fundamental esta conectividad, y nuestro compromiso es trabajar de manera conjunta, para que esta etapa de llegada a zona sur pueda completarse con el plan que tiene la ciudad.
Sobre el lugar específico de zona sur donde se emplazará la estación, Fein indicó: Hemos quedado en analizar el mejor lugar dentro de las posibilidades y el desarrollo de la ciudad y por eso nos propusimos quince días para hacer las propuestas de los lugares posibles en el ramal del tren, porque ir a Central Córdoba implicaría la expropiación y una serie de curvas que no nos permite llegar a tiempo para el primer trimestre del año que viene, y las obras que deberíamos hacer para garantizar el ingreso a Rosario Norte también implican una serie de tiempos mayores. Como queremos que el tren entre a Rosario como primera etapa, vamos a trabajar fuertemente para encontrar el lugar más adecuado y en una segunda etapa ir con la proyección del tren a una nueva conectividad. Y profundizó: Tenemos que analizar el lugar más adecuado para que la gente descienda en condiciones de seguridad. Los rosarinos tenemos que alegrarnos porque el tren llega en el primer trimestre del año que viene.
A modo de resumen de lo que se hizo hasta ahora, y tras firmar un convenio con Bonfatti, Randazzo detalló: Llevamos adelante un proceso licitatorio con plazos de obra establecidos por el Estado. Permitimos que empresas con vasta experiencia se presentasen a la licitación y pusimos el precio testigo de 850 mil dólares, muy por debajo de lo que pretendían las empresas que hasta esa fecha llevaban adelante obras de vía. Se presentaron 38 empresas, de las cuales 37 cotizaron por debajo del precio que habíamos puesto como techo. Adjudicamos 11 tramos a 11 empresas, para la vía de 526 kilómetros. Ya fueron dados los anticipos y están en proceso de construcción, como así también la incorporación de rieles y durmientes.