Foto: LA NACION
En su segundo día en su despacho del Tribunal Superior de Justicia de la ciudad, vacante desde hace casi cuatro años, la flamante integrante de ese tribunal, Inés Weinberg de Roca dijo que para la Justicia porteña el problema más importante hoy es resolver el déficit habitacional. «Hay personas que no tienen dónde vivir; por un lado, piden subsidios y, por otro lado, ocupan inmuebles que no le pertenecen. Los ricos son cada vez más ricos, y los pobres, cada vez más pobres», aseguró la magistrada. Weinberg, de reconocida trayectoria en la Justicia, a su vez, cuestionó la reforma judicial que impulsa la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.
-¿Qué escenario prevé encontrar en la Ciudad?
-No me encuentro con nada inesperado. He sido jueza de la Ciudad desde el año 2000; yo era jueza nacional y cuando se creó la Justicia porteña, creo que fui la única que renunció a un cargo nacional para pasar a ser jueza de la Ciudad. Lo que me atrae de este cargo es que, aparte de tener la competencia contencioso administrativo y tributario, también se sumó la competencia penal, contravencional y de faltas.
-Funcionarios porteños se han mostrado contrariados porque la Justicia frena, a instancia de vecinos, obras clave para la ciudad, ¿qué piensa?
-Siempre al gobierno, cualquiera que sea, no le gusta que la Justicia le ponga límites. Ni a nivel nacional, ni a nivel de la Ciudad, ni a nivel de las Naciones Unidas. Es muy común que a un presidente o a un jefe de gobierno le disguste que le pongan límites. Les fastidia. Pero está bien que esto ocurra porque habla de independencia.
-¿Hay una Justicia independiente en la Ciudad?
-Totalmente. Desde que arranqué en 2000 como jueza en la Ciudad, ninguno de los gobiernos de turno me llamó o vino a verme por algún expediente.
-¿Por qué no se ha avanzado en el traspaso total de la Justicia de la Nación a la Ciudad?
-Es lamentable que no haya sucedido. Es la única jurisdicción donde el gobierno nacional nombra los jueces que van a decidir sobre los problemas de los habitantes de este territorio. Triste.
-¿Y por qué no se hace?
-Por un tema presupuestario, porque transferir a la Justicia implica transferir los fondos. Y el que maneja presupuesto maneja poder. Creo que el traspaso va a ocurrir cuando el gobierno de la ciudad y la Nación se lleven mejor.
-¿Esto le parece viable?
-Va a ocurrir, no necesariamente antes de 2015, pero va a ocurrir.
-¿Cuál es el tema que más preocupa a la Justicia porteña?
-Por el caudal de casos es el problema habitacional. Y tiene como contrapartida en materia penal, el de las usurpaciones. Hay personas que no tienen dónde vivir y piden subsidios y, por otro lado, ocupan inmuebles que no le pertenecen. La desigualdad es cada vez más grande: los ricos se hacen cada vez más ricos, y los pobres, más pobres. Y la clase media se va achicando. Pero esto no sólo en la Argentina, sino en todo el mundo. Hay que encontrar soluciones, pero es un tema del Ejecutivo, no de la Justicia.
-¿Por qué las usurpaciones nunca terminan?
-Porque siempre va a haber más pobres… o no sólo pobres, sino personas que avisan dónde se puede usurpar con fines de negocios.
-La Justicia tampoco actúa rápido…
-La Justicia nunca actúa rápido. La Justicia no es un poder administrador; el poder administrador es el Ejecutivo. Nosotros somos como los médicos, que vemos cómo curar una enfermedad, pero nunca somos rápidos, ni debemos ser administradores.
-Cuando se trató su nombramiento en la Legislatura, el diputado Rafael Gentili [Proyecto Sur] dijo que usted cobraba sobresueldo por su cargo en las Naciones Unidas, ¿qué dice?
-Mi cargo en las Naciones Unidas nunca fue secreto; es un cargo que sólo puede ejercerlo quien es o fue juez en su propio país. Lo que a mí me sorprendió y me preocupó es algo que es un honor para la Ciudad, como tener un juez en las Naciones Unidas, se trató de transformar en algo no valioso.
-¿Qué piensa de los cambios que quiere introducir en la Justicia la Presidenta de la Nación?
-En nada estoy de acuerdo. Primero, cambiar el efecto de las cautelares es una manera de desconocerlas. Hay que partir de la base de que el que es poderoso es el Gobierno, no el particular. Eso está muy mal, porque se le quitan todos los recursos al individuo ante el Estado.
Segundo, la creación de cámaras de casación en el orden nacional, como jueza de la Ciudad, estoy enojada, porque creo que le corresponde al Poder Legislativo de la ciudad determinar cuántas instancias debe haber y no al nacional. Y tercero, la elección popular de los representantes de los jueces y los abogados, no es ésa la idea. Para hacer eso, mejor es volver a la Constitución del 53, en la que el presidente elige a los jueces con acuerdo del Senado. Por lo menos es más honesto y hay una persona que es responsable. En cambio, nombrar muchos consejeros de manera tan… política es poder llegar a la misma conclusión, pero diluir la responsabilidad.
Inés Weinberg de Roca
Edad: 64 años
Ocupación
Jueza del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la ciudad. También fue elegida jueza del Tribunal de Apelaciones de la ONU en marzo de 2009
Otros cargos
Se desempeñó como jueza del Tribunal Penal Internacional para Ruanda entre 2003 y 2008 .
En su segundo día en su despacho del Tribunal Superior de Justicia de la ciudad, vacante desde hace casi cuatro años, la flamante integrante de ese tribunal, Inés Weinberg de Roca dijo que para la Justicia porteña el problema más importante hoy es resolver el déficit habitacional. «Hay personas que no tienen dónde vivir; por un lado, piden subsidios y, por otro lado, ocupan inmuebles que no le pertenecen. Los ricos son cada vez más ricos, y los pobres, cada vez más pobres», aseguró la magistrada. Weinberg, de reconocida trayectoria en la Justicia, a su vez, cuestionó la reforma judicial que impulsa la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.
-¿Qué escenario prevé encontrar en la Ciudad?
-No me encuentro con nada inesperado. He sido jueza de la Ciudad desde el año 2000; yo era jueza nacional y cuando se creó la Justicia porteña, creo que fui la única que renunció a un cargo nacional para pasar a ser jueza de la Ciudad. Lo que me atrae de este cargo es que, aparte de tener la competencia contencioso administrativo y tributario, también se sumó la competencia penal, contravencional y de faltas.
-Funcionarios porteños se han mostrado contrariados porque la Justicia frena, a instancia de vecinos, obras clave para la ciudad, ¿qué piensa?
-Siempre al gobierno, cualquiera que sea, no le gusta que la Justicia le ponga límites. Ni a nivel nacional, ni a nivel de la Ciudad, ni a nivel de las Naciones Unidas. Es muy común que a un presidente o a un jefe de gobierno le disguste que le pongan límites. Les fastidia. Pero está bien que esto ocurra porque habla de independencia.
-¿Hay una Justicia independiente en la Ciudad?
-Totalmente. Desde que arranqué en 2000 como jueza en la Ciudad, ninguno de los gobiernos de turno me llamó o vino a verme por algún expediente.
-¿Por qué no se ha avanzado en el traspaso total de la Justicia de la Nación a la Ciudad?
-Es lamentable que no haya sucedido. Es la única jurisdicción donde el gobierno nacional nombra los jueces que van a decidir sobre los problemas de los habitantes de este territorio. Triste.
-¿Y por qué no se hace?
-Por un tema presupuestario, porque transferir a la Justicia implica transferir los fondos. Y el que maneja presupuesto maneja poder. Creo que el traspaso va a ocurrir cuando el gobierno de la ciudad y la Nación se lleven mejor.
-¿Esto le parece viable?
-Va a ocurrir, no necesariamente antes de 2015, pero va a ocurrir.
-¿Cuál es el tema que más preocupa a la Justicia porteña?
-Por el caudal de casos es el problema habitacional. Y tiene como contrapartida en materia penal, el de las usurpaciones. Hay personas que no tienen dónde vivir y piden subsidios y, por otro lado, ocupan inmuebles que no le pertenecen. La desigualdad es cada vez más grande: los ricos se hacen cada vez más ricos, y los pobres, más pobres. Y la clase media se va achicando. Pero esto no sólo en la Argentina, sino en todo el mundo. Hay que encontrar soluciones, pero es un tema del Ejecutivo, no de la Justicia.
-¿Por qué las usurpaciones nunca terminan?
-Porque siempre va a haber más pobres… o no sólo pobres, sino personas que avisan dónde se puede usurpar con fines de negocios.
-La Justicia tampoco actúa rápido…
-La Justicia nunca actúa rápido. La Justicia no es un poder administrador; el poder administrador es el Ejecutivo. Nosotros somos como los médicos, que vemos cómo curar una enfermedad, pero nunca somos rápidos, ni debemos ser administradores.
-Cuando se trató su nombramiento en la Legislatura, el diputado Rafael Gentili [Proyecto Sur] dijo que usted cobraba sobresueldo por su cargo en las Naciones Unidas, ¿qué dice?
-Mi cargo en las Naciones Unidas nunca fue secreto; es un cargo que sólo puede ejercerlo quien es o fue juez en su propio país. Lo que a mí me sorprendió y me preocupó es algo que es un honor para la Ciudad, como tener un juez en las Naciones Unidas, se trató de transformar en algo no valioso.
-¿Qué piensa de los cambios que quiere introducir en la Justicia la Presidenta de la Nación?
-En nada estoy de acuerdo. Primero, cambiar el efecto de las cautelares es una manera de desconocerlas. Hay que partir de la base de que el que es poderoso es el Gobierno, no el particular. Eso está muy mal, porque se le quitan todos los recursos al individuo ante el Estado.
Segundo, la creación de cámaras de casación en el orden nacional, como jueza de la Ciudad, estoy enojada, porque creo que le corresponde al Poder Legislativo de la ciudad determinar cuántas instancias debe haber y no al nacional. Y tercero, la elección popular de los representantes de los jueces y los abogados, no es ésa la idea. Para hacer eso, mejor es volver a la Constitución del 53, en la que el presidente elige a los jueces con acuerdo del Senado. Por lo menos es más honesto y hay una persona que es responsable. En cambio, nombrar muchos consejeros de manera tan… política es poder llegar a la misma conclusión, pero diluir la responsabilidad.
Inés Weinberg de Roca
Edad: 64 años
Ocupación
Jueza del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la ciudad. También fue elegida jueza del Tribunal de Apelaciones de la ONU en marzo de 2009
Otros cargos
Se desempeñó como jueza del Tribunal Penal Internacional para Ruanda entre 2003 y 2008 .