La prima de riesgo española escalaba el jueves pasado a niveles casi de rescate, mientras un granado grupo de economistas liberal-conservadores publicaba en Alemania una andanada crítica contra las concesiones del Gobierno a sus socios europeos. En el punto de mira de estas alertas y pese al bochornoso berlinés, el espartano despacho del ministro de Hacienda Wolfgang Schäuble parece el ojo proverbial del huracán que azota Europa. En mangas de camisa, Schäuble abandona con su silla de ruedas el amplio escritorio, para recibir a EL PAÍS. Empieza hablando de fútbol antes de pasar a defender, durante una hora que fue minando su energía, las políticas alemanas en la crisis europea.
Pregunta. ¿Habrá decisiones sobre el rescate bancario español en la reunión del Eurogrupo este lunes?
Respuesta. Recibiremos los informes del ministro de Economía Luis de Guindos y de la troika sobre el estado de la negociación para aplicar lo pactado políticamente. España tiene problemas específicos con su sector bancario, debidos a la explosión de su burbuja inmobiliaria. Por eso queremos apoyarla en la recapitalización de sus bancos con el fondo de estabilidad EFSF. Animamos a España a emprender esa vía.
P. La versión del Gobierno español parecía sugerir que fueron ellos los que insistieron…
R. No es una contradicción. Estamos en un diálogo constante entre Gobiernos extremadamente importante. Tenemos una moneda común y todos sufrimos la crisis de confianza en los mercados financieros. España ha tomado decisiones valientes y de mucho calado. Las reformas estructurales muestran resultados: los costos laborales caen, las exportaciones a Alemania crecen. Es una buena evolución, pero necesitará tiempo para desplegar efectos aún más positivos.
P. ¿Discutirá el Eurogrupo las ayudas directas a los bancos españoles?
R. Cada cosa a su tiempo: primero debemos poner en funcionamiento un supervisor bancario común eficiente, con participación del Banco Central Europeo (BCE). Después discutiremos cómo podríamos hacer posible el acceso directo de los bancos a los fondos europeos de estabilidad. No funcionará sin un supervisor que controle a los bancos, su uso de las ayudas y el cumplimiento de las condiciones. Pero el organismo supervisor no entrará en funcionamiento este año. Eso es poco realista.
P. ¿En 12 meses?
R. El BCE dice que puede tardar. Además, España y otros países quieren que la supervisión incluya todos los bancos. El BCE dice que esto supera su capacidad actual. Para poder actuar ahora, acordamos que el [Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria] FROB haga la solicitud como agente del Gobierno español. El dinero saldrá del fondo provisional EFSF, porque el permanente ESM aún no está listo. El ESM asumirá el crédito, pero se mantendrá su estatus de acreedor no privilegiado. Lo que está por pactarse con España se aplicará tal cual.
Esto no es fútbol: en Europa ganamos o perdemos todos juntos
P. ¿Se quedará en el endeudamiento español?
R. El EFSF da créditos a los países que los solicitan, no hace donaciones. Según las normas de [la oficina estadística europea] Eurostat, los créditos se suman al endeudamiento, aunque sean tan blandos como los del EFSF. Hablar sobre qué sucederá cuando esté funcionando el futuro organismo de supervisión bancaria sería construir castillos en el aire. Ahora debemos trabajar con lo que tenemos. España no tiene un problema con su endeudamiento, que es más bajo que el alemán. Podrá refinanciar las partes con problemas de su sector financiero en condiciones bastante mejores que las del mercado. Se equivoca el que vea en esto una carga adicional. Además, las cifras fundamentales y la intención de reducir el déficit demuestran que no debemos exagerar el asunto. España va por el buen camino.
P. Los intereses que paga en los mercados crecen a diario y, mientras, aumentamos la deuda. ¿Estamos en un círculo vicioso?
R. España está haciendo mucho para salir del círculo vicioso y reforzar la confianza de los mercados. Superará el desarrollo recesivo de su economía. A nosotros nos interesa que España se recupere, porque compartimos un compromiso común. España como Estado no necesita un crédito, lo necesitan una parte de sus bancos. Cuando culmine la recapitalización y las reformas sigan dando frutos, se reducirán las tensiones en los mercados.
P. Si no sucede y hay rescate, los fondos europeos agotarán su capacidad.
R. ¿Por qué iba España a recurrir al fondo de rescate? Están haciendo lo correcto. Eso son especulaciones fantasiosas e irresponsables.
P. La gente tiene miedo. Hace un par de años, también era una especulación lo que ha pasado en Grecia.
R. ¿Va a comparar Grecia con España? La situación no es en absoluto parecida. Pero es comprensible que la gente esté preocupada, con la alta tasa de paro y los problemas que se derivan. Hace una década teníamos el mismo conflicto en Alemania. Esta fase de debilidad económica española debe ser superada.
Nos interesa que España se recupere, compartimos un compromiso común
P. Sus críticos acusan a Alemania de usar la presión de los mercados para imponer su patrón de reformas en Europa.
R. El Gobierno español no necesita lecciones del alemán. Ellos saben qué hay que hacer y lo hacen muy bien. Tenemos un gran respeto por el trabajo de los españoles. La idea de que el Gobierno aplica reformas para satisfacer a Alemania es grotesca.
P. ¿Cuáles son sus líneas rojas en la lucha contra la crisis? ¿Están dispuestos a cruzarlas?
R. Es una vieja cantinela crítica asegurar que definimos líneas rojas para luego cruzarlas. No es verdad. Pero debemos respetar un par de principios, como que la solidaridad y la consolidación deben ir de la mano. Y que el control y la responsabilidad no deben desligarse. Por otro lado, lo que es una buena solución para Europa también es una buena solución para Alemania y seguro que también para España. Esto no es fútbol: en Europa ganamos o perdemos todos juntos.
P. ¿No se ha beneficiado Alemania de los minúsculos intereses que paga como valor refugio en la crisis?
R. Nuestro endeudamiento ha aumentado desde que empezó la crisis, estamos por encima de España, superando el 80%. Por la implicación del sector privado en la quita griega, acabamos de perder 10.000 millones de euros en nuestro bad-banks. Además, somos los principales avalistas y los máximos contribuyentes de los fondos de estabilidad. Asumimos unos riesgos que a mí me parecen controlables, pero por los que nos critican dentro de Alemania. De veras, yo no me preocuparía de que solo nos estemos beneficiando.
P. Con 70 años, después de servir al Estado toda su vida, ¿piensa en su legado?
R. No pienso en mi lápida ni en mi epitafio, pero hay que decirles a los jóvenes que no tengan miedo. Hemos salido de situaciones peores. En toda Europa tenemos democracia, paz, bienestar, seguridad… Debemos recordar la suerte que supone la unidad europea.
P. Hay preocupación de que las políticas de austeridad terminen con el Estado de bienestar.
R. El Estado de bienestar tiene un nivel más alto que lo que podían soñar las generaciones anteriores. Una política financiera sostenible es fundamental para el crecimiento económico, con el que mantenemos el Estado de bienestar.
Pregunta. ¿Habrá decisiones sobre el rescate bancario español en la reunión del Eurogrupo este lunes?
Respuesta. Recibiremos los informes del ministro de Economía Luis de Guindos y de la troika sobre el estado de la negociación para aplicar lo pactado políticamente. España tiene problemas específicos con su sector bancario, debidos a la explosión de su burbuja inmobiliaria. Por eso queremos apoyarla en la recapitalización de sus bancos con el fondo de estabilidad EFSF. Animamos a España a emprender esa vía.
P. La versión del Gobierno español parecía sugerir que fueron ellos los que insistieron…
R. No es una contradicción. Estamos en un diálogo constante entre Gobiernos extremadamente importante. Tenemos una moneda común y todos sufrimos la crisis de confianza en los mercados financieros. España ha tomado decisiones valientes y de mucho calado. Las reformas estructurales muestran resultados: los costos laborales caen, las exportaciones a Alemania crecen. Es una buena evolución, pero necesitará tiempo para desplegar efectos aún más positivos.
P. ¿Discutirá el Eurogrupo las ayudas directas a los bancos españoles?
R. Cada cosa a su tiempo: primero debemos poner en funcionamiento un supervisor bancario común eficiente, con participación del Banco Central Europeo (BCE). Después discutiremos cómo podríamos hacer posible el acceso directo de los bancos a los fondos europeos de estabilidad. No funcionará sin un supervisor que controle a los bancos, su uso de las ayudas y el cumplimiento de las condiciones. Pero el organismo supervisor no entrará en funcionamiento este año. Eso es poco realista.
P. ¿En 12 meses?
R. El BCE dice que puede tardar. Además, España y otros países quieren que la supervisión incluya todos los bancos. El BCE dice que esto supera su capacidad actual. Para poder actuar ahora, acordamos que el [Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria] FROB haga la solicitud como agente del Gobierno español. El dinero saldrá del fondo provisional EFSF, porque el permanente ESM aún no está listo. El ESM asumirá el crédito, pero se mantendrá su estatus de acreedor no privilegiado. Lo que está por pactarse con España se aplicará tal cual.
Esto no es fútbol: en Europa ganamos o perdemos todos juntos
P. ¿Se quedará en el endeudamiento español?
R. El EFSF da créditos a los países que los solicitan, no hace donaciones. Según las normas de [la oficina estadística europea] Eurostat, los créditos se suman al endeudamiento, aunque sean tan blandos como los del EFSF. Hablar sobre qué sucederá cuando esté funcionando el futuro organismo de supervisión bancaria sería construir castillos en el aire. Ahora debemos trabajar con lo que tenemos. España no tiene un problema con su endeudamiento, que es más bajo que el alemán. Podrá refinanciar las partes con problemas de su sector financiero en condiciones bastante mejores que las del mercado. Se equivoca el que vea en esto una carga adicional. Además, las cifras fundamentales y la intención de reducir el déficit demuestran que no debemos exagerar el asunto. España va por el buen camino.
P. Los intereses que paga en los mercados crecen a diario y, mientras, aumentamos la deuda. ¿Estamos en un círculo vicioso?
R. España está haciendo mucho para salir del círculo vicioso y reforzar la confianza de los mercados. Superará el desarrollo recesivo de su economía. A nosotros nos interesa que España se recupere, porque compartimos un compromiso común. España como Estado no necesita un crédito, lo necesitan una parte de sus bancos. Cuando culmine la recapitalización y las reformas sigan dando frutos, se reducirán las tensiones en los mercados.
P. Si no sucede y hay rescate, los fondos europeos agotarán su capacidad.
R. ¿Por qué iba España a recurrir al fondo de rescate? Están haciendo lo correcto. Eso son especulaciones fantasiosas e irresponsables.
P. La gente tiene miedo. Hace un par de años, también era una especulación lo que ha pasado en Grecia.
R. ¿Va a comparar Grecia con España? La situación no es en absoluto parecida. Pero es comprensible que la gente esté preocupada, con la alta tasa de paro y los problemas que se derivan. Hace una década teníamos el mismo conflicto en Alemania. Esta fase de debilidad económica española debe ser superada.
Nos interesa que España se recupere, compartimos un compromiso común
P. Sus críticos acusan a Alemania de usar la presión de los mercados para imponer su patrón de reformas en Europa.
R. El Gobierno español no necesita lecciones del alemán. Ellos saben qué hay que hacer y lo hacen muy bien. Tenemos un gran respeto por el trabajo de los españoles. La idea de que el Gobierno aplica reformas para satisfacer a Alemania es grotesca.
P. ¿Cuáles son sus líneas rojas en la lucha contra la crisis? ¿Están dispuestos a cruzarlas?
R. Es una vieja cantinela crítica asegurar que definimos líneas rojas para luego cruzarlas. No es verdad. Pero debemos respetar un par de principios, como que la solidaridad y la consolidación deben ir de la mano. Y que el control y la responsabilidad no deben desligarse. Por otro lado, lo que es una buena solución para Europa también es una buena solución para Alemania y seguro que también para España. Esto no es fútbol: en Europa ganamos o perdemos todos juntos.
P. ¿No se ha beneficiado Alemania de los minúsculos intereses que paga como valor refugio en la crisis?
R. Nuestro endeudamiento ha aumentado desde que empezó la crisis, estamos por encima de España, superando el 80%. Por la implicación del sector privado en la quita griega, acabamos de perder 10.000 millones de euros en nuestro bad-banks. Además, somos los principales avalistas y los máximos contribuyentes de los fondos de estabilidad. Asumimos unos riesgos que a mí me parecen controlables, pero por los que nos critican dentro de Alemania. De veras, yo no me preocuparía de que solo nos estemos beneficiando.
P. Con 70 años, después de servir al Estado toda su vida, ¿piensa en su legado?
R. No pienso en mi lápida ni en mi epitafio, pero hay que decirles a los jóvenes que no tengan miedo. Hemos salido de situaciones peores. En toda Europa tenemos democracia, paz, bienestar, seguridad… Debemos recordar la suerte que supone la unidad europea.
P. Hay preocupación de que las políticas de austeridad terminen con el Estado de bienestar.
R. El Estado de bienestar tiene un nivel más alto que lo que podían soñar las generaciones anteriores. Una política financiera sostenible es fundamental para el crecimiento económico, con el que mantenemos el Estado de bienestar.