Guillermo Moreno. Foto: AFP
LUANDA, Angola.- La orden fue en español, pero los operarios angoleños la entendieron a la perfección: no debían tocar las vacas. Amarrada en un puerto poblado de buques petroleros, del «Arca de Moreno» bajaron cargas de alimentos e indumentaria, pero ningún animal. Las vacas argentinas seguían a bordo, en un contenedor ambientado como si estuvieran en la llanura pampeana. Y no son cinco, como al partir de Buenos Aires. En alta mar, una vaca dio a luz a un ternero de unos 45 kilos al que la tripulación bautizó como «Guillermito», en honor al secretario de Comercio Interior, gran impulsor del intercambio comercial con este singular país africano.
El calor húmedo y achicharrante de esta ciudad recibirá pasado mañana a Cristina Kirchner . La Presidenta prevé inaugurar una muestra de productos argentinos e intentar sellar un acuerdo de cooperación con su par angoleño, José Eduardo Dos Santos, que ejerce el poder desde 1979. También ofrecerá un discurso ante la Asamblea local de autoridades.
La exposición argentina se hará en la Feria Internacional de Luanda (FIL), a una media hora en auto desde el centro de esta capital si es que el caótico tránsito lo permite. El predio del FIL no era ayer más que un inmenso sitio despoblado.
Contra el reloj, se apuraban las refacciones del aire acondicionado central y se tomaban las medidas para levantar las paredes de los stands en los que se exhibirán los productos criollos. El aire olía a pintura y se escuchaba el ronroneo de una máquina soldadora. Afuera, bajo la sombra de un árbol, unas 30 personas se esperanzaban con ser tomadas como mano de obra. La gran mayoría de la gente está urgida por salir de la miseria y de la precariedad.
La falta de previsión e informalidad de los angoleños alertó a más de uno en la numerosa comitiva argentina que ya se instaló aquí para organizar el desembarco de la jefa del Estado.
Uno de los argentinos a cargo de montar la feria se fastidió cuando LA NACION lo consultó sobre la exposición y las acreditaciones correspondientes. «Estamos en progreso y no te puedo ayudar», se despidió, seco y tajante.
El embajador argentino, Juan Agustín Caballero, tampoco supo aportar muchos datos. Reconoció que no fue autorizado a dar información y sólo ayer pudo confirmar que el viernes será la inauguración de la feria. La embajada publicó ayer por primera vez en el Journal de Angola, un diario local, una solicitada promocionando la exposición multisectorial. Se anunció la visita presidencial y la de 400 empresarios de diferentes rubros: alimentos, construcción, textiles, petroleros, automotriz, agrícolas y sanitarios.
Impulsados por Moreno, los hombres de negocios llegarán mañana en un Jumbo 747 de Aerolíneas Argentinas. Cada uno de ellos pagó 4500 dólares por el viaje, que incluye los tres días de hotel, comidas y traslados, además de un stand de 18 metros cuadros para exponer sus productos en la feria.
«Es una ventana de promoción. La ayuda del Gobierno es una llave que abre una puerta enorme. Después corre por cuenta propia», comentó un empresario que visitó Angola en la primera misión comercial, hace dos meses.
La naviera Maruba cedió el buque para cruzar el Atlántico con las 1500 toneladas de productos argentinos y el ganado en pie. El ex moyanista Oscar Suárez es el líder gremial de los obreros marítimos y a su vez es el director de Maruba. Ayer paseaba aliviado como un turista porque el desembarco en fecha del «Arca de Moreno» era responsabilidad absolutamente suya.
También en el hotel Epic Sana, donde se hospedará Cristina Kirchner, se agilizan las tareas para llegar a tiempo con los detalles. Un miembro de la comitiva oficial tuvo que recurrir a la gerencia porque no le autorizaban a subir una cinta de correr a la habitación que ocupará la Presidenta. El Gobierno contrató allí 80 cuartos de 500 dólares la noche y otros tantos en un hotel lindero, a donde irán los empresarios y la comitiva oficial de menor rango.
Desde su habitación, Cristina Kirchner podrá distinguir los dos rostros de Luanda: la bahía, repleta de yates y un lujoso cinturón gastronómico al estilo Puerto Madero. Y la verdadera ciudad, con su arquitectura colonial decadente, el caos de la miseria y un hormiguero de gente que desconoce de esa esperanza angoleña que son los petrodólares.Luanda, vista desde el Atlántico: la capital de Angola se prepara para recibir a la comitiva de Cristina Kirchner. Foto: Erik Kristensen
LUANDA, Angola.- La orden fue en español, pero los operarios angoleños la entendieron a la perfección: no debían tocar las vacas. Amarrada en un puerto poblado de buques petroleros, del «Arca de Moreno» bajaron cargas de alimentos e indumentaria, pero ningún animal. Las vacas argentinas seguían a bordo, en un contenedor ambientado como si estuvieran en la llanura pampeana. Y no son cinco, como al partir de Buenos Aires. En alta mar, una vaca dio a luz a un ternero de unos 45 kilos al que la tripulación bautizó como «Guillermito», en honor al secretario de Comercio Interior, gran impulsor del intercambio comercial con este singular país africano.
El calor húmedo y achicharrante de esta ciudad recibirá pasado mañana a Cristina Kirchner . La Presidenta prevé inaugurar una muestra de productos argentinos e intentar sellar un acuerdo de cooperación con su par angoleño, José Eduardo Dos Santos, que ejerce el poder desde 1979. También ofrecerá un discurso ante la Asamblea local de autoridades.
La exposición argentina se hará en la Feria Internacional de Luanda (FIL), a una media hora en auto desde el centro de esta capital si es que el caótico tránsito lo permite. El predio del FIL no era ayer más que un inmenso sitio despoblado.
Contra el reloj, se apuraban las refacciones del aire acondicionado central y se tomaban las medidas para levantar las paredes de los stands en los que se exhibirán los productos criollos. El aire olía a pintura y se escuchaba el ronroneo de una máquina soldadora. Afuera, bajo la sombra de un árbol, unas 30 personas se esperanzaban con ser tomadas como mano de obra. La gran mayoría de la gente está urgida por salir de la miseria y de la precariedad.
La falta de previsión e informalidad de los angoleños alertó a más de uno en la numerosa comitiva argentina que ya se instaló aquí para organizar el desembarco de la jefa del Estado.
Uno de los argentinos a cargo de montar la feria se fastidió cuando LA NACION lo consultó sobre la exposición y las acreditaciones correspondientes. «Estamos en progreso y no te puedo ayudar», se despidió, seco y tajante.
El embajador argentino, Juan Agustín Caballero, tampoco supo aportar muchos datos. Reconoció que no fue autorizado a dar información y sólo ayer pudo confirmar que el viernes será la inauguración de la feria. La embajada publicó ayer por primera vez en el Journal de Angola, un diario local, una solicitada promocionando la exposición multisectorial. Se anunció la visita presidencial y la de 400 empresarios de diferentes rubros: alimentos, construcción, textiles, petroleros, automotriz, agrícolas y sanitarios.
Impulsados por Moreno, los hombres de negocios llegarán mañana en un Jumbo 747 de Aerolíneas Argentinas. Cada uno de ellos pagó 4500 dólares por el viaje, que incluye los tres días de hotel, comidas y traslados, además de un stand de 18 metros cuadros para exponer sus productos en la feria.
«Es una ventana de promoción. La ayuda del Gobierno es una llave que abre una puerta enorme. Después corre por cuenta propia», comentó un empresario que visitó Angola en la primera misión comercial, hace dos meses.
La naviera Maruba cedió el buque para cruzar el Atlántico con las 1500 toneladas de productos argentinos y el ganado en pie. El ex moyanista Oscar Suárez es el líder gremial de los obreros marítimos y a su vez es el director de Maruba. Ayer paseaba aliviado como un turista porque el desembarco en fecha del «Arca de Moreno» era responsabilidad absolutamente suya.
También en el hotel Epic Sana, donde se hospedará Cristina Kirchner, se agilizan las tareas para llegar a tiempo con los detalles. Un miembro de la comitiva oficial tuvo que recurrir a la gerencia porque no le autorizaban a subir una cinta de correr a la habitación que ocupará la Presidenta. El Gobierno contrató allí 80 cuartos de 500 dólares la noche y otros tantos en un hotel lindero, a donde irán los empresarios y la comitiva oficial de menor rango.
Desde su habitación, Cristina Kirchner podrá distinguir los dos rostros de Luanda: la bahía, repleta de yates y un lujoso cinturón gastronómico al estilo Puerto Madero. Y la verdadera ciudad, con su arquitectura colonial decadente, el caos de la miseria y un hormiguero de gente que desconoce de esa esperanza angoleña que son los petrodólares.Luanda, vista desde el Atlántico: la capital de Angola se prepara para recibir a la comitiva de Cristina Kirchner. Foto: Erik Kristensen
Población: 18 millones
PBI per cápita: US$ 5900
Indice de pobreza: 40,5%
Presidente: José Eduardo Dos Santos
Después de una prolongada guerra civil, Angola empezó una expansión económica basada en el petróleo y los diamantes. Gobernada desde 1979 por Dos Santos, es uno de los países con mayor crecimiento económico de Africa en el último lustro. Pero la pobreza sigue siendo altísima.
Entre los variados rubros que el Gobierno quiere ofrecer a los angoleños se encuentra el cine nacional. Para eso viajará con la comitiva oficial la presidenta del Instituto Nacional de Cine (Incaa), Liliana Mazure. El organismo instalará un stand en la feria argentina en Luanda, donde se proyectarán películas como Iluminados por el fuego, de Tristan Bauer, y Crónica de una fuga, de Adrián Caetano..
