‘Diario’ Clarín, confusión y ley de medios

Como nunca están de más las explicaciones, es justo y necesario comentar algo sobre el último spot que realizó el Grupo Clarín para protestar contra la obligación de ajustarse a derecho respecto de la ley de servicios de comunicación audiovisual a partir del próximo 7 de diciembre, conforme lo ha resuelto la Corte Suprema de Justicia.
El algún momento del mismo, la voz en off que lo habla dice, más o menos, que “si a uno no lo gusta el diario Clarín, puede comprar cualquier otro”. Podríamos comentar los abusos de posición dominante cometidos a partir de la propiedad de Papel Prensa, pero apuntamos a otra cuestión.
Repasemos el artículo 32 de la Constitución Nacional: “El Congreso federal no dictará leyes que restrinjan la libertad de imprenta o establezcan sobre ella la jurisdicción federal.”. El artículo no tiene mucha vuelta, ni posibilidad de segundas lecturas: sobre prensa escrita no está permitido, desde la jurisdicción federal, regular; ni bien, ni mal: nada, lisa y llanamente.
Las razones hay que rastrearlas en el análisis histórico. El artículo fue incorporado a la ley fundamental por la reforma de 1860. En 1859, en Cepeda, el ejército federal al mando del general Urquiza derrotó a las tropas porteñas de Mitre, luego de lo cual Buenos Aires aceptó, Pacto de San José de Flores mediante, reincorporarse a la Confederación Argentina –de la que se había separado seis años antes– a condición de la posibilidad de sugerir cambios a la Constitución jurada en 1853, que motivara la secesión: entre ellos, la inserción del artículo comentado.
Todo ello –que a mi criterio hace que resulta equivocado hablar de “Constitución de 1853/60”, cual si entre ellas existiera una unidad pacífica, siendo que más bien fue todo lo contrario en tanto hasta medió una guerra para la reforma–, a pesar de que la Constitución originaria había vedado la posibilidad de operar una primera reforma a su texto hasta pasados diez años desde su sanción.
El artículo 32, entonces, fue la respuesta jurídica que encontraron los hombres del poder porteño, casi todos a la vez dueños de diarios –con Sarmiento a la cabeza–, para prevenirse de posibles cuentas que quisiera cobrarse con ellos Justo José de Urquiza –entonces ex presidente y líder absoluto de la Confederación–, cuya persona era denostada constantemente por los jornales porteños con insultos de calibre gigantesco: impedir regulaciones de orden nacional, circunscribir esa posibilidad a las legislaturas locales, siendo que en provincia de Buenos Aires Urquiza no tenía peso alguno.
Durante el debate por la ley de medios, el que era a esa fecha gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, pretendió plantear la nulidad de la discusión a partir, justamente, del artículo 32 de la mal llamada Carta Magna, en defensa, alegaba, de los poderes no delegados por las provincias a Nación.
Apoyado en dicho trámite muy fuertemente por el columnista estrella de La Nación Mariano Grondona, en su caso en repudio al avance de lo que denominó “cultura estatista” sobre ámbitos en los que, a su juicio, “no corresponde, sencillamente, que se meta el Estado”. Lectura a partir de la que solicitó la no existencia de ‘ninguna’ ley de medios, no solo de la actual –que por esas horas era apenas proyecto–, entendiendo que el 32 era hijo de la cultura de Estado ausente que él no se cansa de reclamar y que la concepción liberal del constituyente originario promovió con el texto constitucional que elaboró: falso, en este caso.
Su interpretación, absurda, era que a partir del avance tecnológico debía extenderse lo dispuesto respecto de la libertad de imprenta, según la definición constitucional comentada, al espacio audiovisual.
Dos respuestas sencillas contra dicho planteo:
1. Los servicios de comunicación audiovisual no requieren de ser abordados a través de analogía ninguna, tienen regulación específica en el artículo 75, inciso 19, párrafo cuarto, que establece, como atribución del Congreso, entre muchísimas otras enumeradas en el mismo artículo, la de “Dictar leyes que protejan la identidad y pluralidad cultural, la libre creación y circulación de las obras del autor; el patrimonio artístico y los espacios culturales y audiovisuales.”
2. Una serie de fallos de Corte Suprema, previos aún a la incorporación de la norma citada en el acápite anterior –que tuvo lugar con la reforma del año 1994–, en casos en los que distintas provincias pretendieron disputar al anterior órgano de aplicación, COMFER, potestades en términos de regulación del espacio audiovisual, determinaron que la competencia en el tema es de orden federal.
Fueron invocados, en dichos pronunciamientos, los actuales artículos 75, inciso 13 (antiguo artículo 64, inciso 12), que dispone como otra facultad del Congreso la de “Reglar el comercio con las naciones extranjeras, y de las provincias entre sí.”, entre lo que se entendió incluida la actividad radiofónica; y la regla general contenida en el primer párrafo del artículo 75, inciso 19 (el viejo 67.13), la llamada “cláusula de progreso”, a los fines de lo cual se otorgan facultades normativas al Congreso.
En dichos fallos hasta se ha ordenado a las provincias abstenerse de aplicar normas locales de radiodifusión que requiriesen conformidad de la autoridad nacional y no contaran con ella.
Cualquiera sea, entonces, el ángulo desde el que se pretenda abordarlo, el planteo de Clarín es absurdo, inconducente, y tiene como único objetivo sumar a la confusión en la discusión que se da por fuera de los foros institucionales, además de no hacer al debate, toda vez que la ley de medios, por enésima vez se insiste con esto, no trata sobre gráfica.
Y lo cierto es que, en realidad, la propia empresa, siempre será bueno repetir esto, alega en las pantallas, sin fundamento alguno, lo que ni siquiera se ocupó de plantear en su demanda judicial –precisamente porque carecería para ello de soporte probatorio–, por medio de la cual reconoce no estar discutiendo otra cosa que hipotéticos y futuros perjuicios económicos en razón de la aplicación de la ley de medios.
Por todo lo expuesto, coincidiendo en lo que acá interesa con la demanda de Clarín, y parafraseando a la Corte, “estando vencido el plazo legal, y por efecto de la finalización de la cautelar, a partir del 7 de diciembre de 2012 vence la suspensión del art. 161 de la ley 26.522 y se aplica a la actora (…) con todos sus efectos a partir de la fecha indicada”. Cúmplase.

Acerca de Pablo D

Abogado laboralista. Apasionado por la historia y la economía, en especial, desde luego, la de la República Argentina.

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10 comentarios en «‘Diario’ Clarín, confusión y ley de medios»

  1. ”Cúmplase”
    Sátamente don Pablo, ir contra los monopolios, le toco a éste y espero que no sea el único.
    Acomodar a las sectas por debajo y en el lugar que les corresponde y, de paso, convertirse en un caso testigo y aleccionador para el resto de los monopolios que, concordarás conmigo, necesitan de algún “acomode”.
    Un mensaje similar cuando la nacionalización de YPF y que el empresariaje tomo nota: “no jodan muchachos por que declaro de interés público lo que hagan y se acabó”

    Y para complementar el posteo unos videos entre los tantos que tiene este contra el mongopolio y precisamente referido al spot del clarinete.

    Prestar atención en el segundo video donde el “medio” manipula dos nenas y el recorte a Obama en un discurso y que E. Real mandó en un comentario un par de posteos anteriores y por supuesto las vestales corren el arco cuando no saben que boludez decir.

    Y el tercero con los yanquis con el tema racismo y aborto en el marco de las elecciones. Sin desperdicio.

    Pa’ lo’ que defienden al mongopolio, vayan y vean, be brave

  2. Yo quiero que se acabe el monopolio audiovisual que el INCAA representa desde hace décadas, pero que a nadie le parece importar.

  3. Nadie que sostenga el INCAA y lo alabe en su funcionamiento me puede hablar seriamente de antimonopolio y libertad de expresión. En el siglo veintiuno la libertad de expresión y difusión audiovisual resultan esenciales. Ocuparse sólo de la libertad de expresión informativa es propio de periodistas y políticos cuidando su quintita pero negándose a aceptar que hay otras quintitas además de las del Realismo Kirchnerista.

  4. Sabbatella, vas camino de ser el próximo Beria. Si no fuera que para vos soy una cucaracha seguro me terminarías purgando. Aunque, la verdad, la manera más efectiva que encontraron los nac and pop burgueses peronistas y radicales vía INCAA es la invisibilidad que implican los Comités de selección. Así que váyanles con el cuento de la pluralidad de voces a otros, que yo esa no me la trago.

  5. El 7D es sólo una excusa para monopolizar el discurso público. Lo mismo que sucede con el INCAA va a suceder con los medios de comunicación. Los comunicadores chupamedias del poder lo más contentos. Mientras puedan darse sus lujitos burgueses se adaptarán como siempre lo han hecho a lo que se tengan que adaptar. Se vestirán de originarios o de conquistadores, de gauchos o de chinas, da igual, con tal de mantener su lugar de privilegio. Los otros, los marginales de siempre, deberemos aprender a callar, más de lo que ya callamos.

    1. 1. No tengo la menor idea de qué estás hablando acerca de INCAA, por lo que no voy a entrar en eso.
      2. Ocuparse primero de la libertad de expresión informativa es bastante esencial, habida cuenta de que este tipo de expresiones puede voltear un gobierno democrático o debilitarlo por el simple hecho de informar al revés o de modo tergiversado. Mientras tanto, la libertad de expresión artística tiene efectos en la formación ideológica de un país a mucho más largo plazo. Dicho de otro modo, primero conservar la democracia a través de evitar el control de la información. Después veremos cómo evitar el monopolio del control de la conciencia social de largo plazo a través del arte.
      3. Sabbatella acaba de asumir, y ya lo estás acusando de ser un censor, sin fundamento alguno, sin antecedente alguno que citar, sin que el gobierno haya hecho nada para justificar esa afirmación tuya. Nada de nada.
      4. Cuando entrás a hablar de purgas me doy cuenta que meás un tanto fuera del tarro; digamos, el tarro está en Formosa y tu chorrito cae en Chubut.
      5. El 7D todavía no llegó, y vos no podés citar un solo antecedente de que el gobierno haya intentado seriamente monopolizar el discurso. Aún si así fuera, habría fracasado por completo, ya que no se nota que haya ningún monopolio estatal ni nada parecido, ni ningún paso en absoluto en ninguna dirección.
      6. «Los comunicadores chupamedias del poder» que hagan lo que quieran, incluso Lanata (¿conocés otro más chupamedias del poder real?), y los marginales ya veremos de qué lado caen. Ahora, ¿no hay nada en el medio? ¿Solamente chupamedias y marginales? ¿En qué grupo caen Perfil y La Nación, La Nueva Provincia, América TV y lo que quede de Clarín, que va a ser bastante? Hasta la televisión en blanco y negro tenía grises, flaco.
      7. La verdad, ¿qué querés que te diga? Yo a los callados los veo bastante locuaces. Y no veo que se estén callando gradualmente.
      8. Dicho en otras palabras, cuánto palabrerío al cuete, flaco. ¿Y realmente querés que te contesten?

      Saludos, y que te mejores,
      Marcelo

      1. Bien. Estoy un poco cansado para contestar con coherencia, así que no lo voy a intentar. Me interesa que pongas a América TV de ejemplo, porque es algo que me toca de cerca. América TV, ex-Canal 2 de La Plata, que sólo fantasmalmente está en La Plata, capital de la Provincia de Buenos Aires, por si no queda claro, a la que le fue robado un canal de televisión entero sin que nadie saltara horrorizado, y que ahora es dirigido por el grupo Vila-Manzano, que terminaron definitivamente el vaciamiento platense de ese canal que alguna vez en los papeles lo fue. Justamente ese grupo económico, ex aliado del menemismo, hoy aliado del kirchnerismo, tiene un discurso similar y los mismos periodistas que van cambiando de camiseta que TN, C5N, TELEFE, periodistas y comunicadores a los que ves pasar de un canal a otro sin sonrojarse y cambiando aparentemente el discurso pero manteniendo siempre los valores burgueses en alto, los mismos valores que la presidenta, que habla del desánimo como mala palabra pero dice amante del arte cinematográfico. Bueno. Estoy cansado y estoy mezclando un poco todo, pero es que en realidad todo está mezclado: Cristobal López, dueño de C5N, no renovándole el contrato de EL INVERSOR a Tomás Bulat, que finalmente es abrazado por Fantino en América TV para defender y atacar al gobierno según las necesidades y los intereses de sus patrones, como corresponde. Está visto que la ley de medios no le va a dar lugar a los anarquistas ni a los troskistas ni a los dementes como yo para expresar sus ideas. La pluralidad que proponen es la pluralidad burguesa. Si lo llevan a Altamira es para dejarlo atacar al enemigo y descalificarlo luego. Si dejan twittear al Pibe Trosko, como ayer Victor Hugo en su programa del 9, es para poder descalificarlo. Eso no es pluralidad, como no es pluralidad que todo el cine que produzca el INCAA sea un tipo de cine de tendencia NAC AND POP, con temática Nac and pop, cine panfletario, muchas veces mal construido y mal actuado, otras no, pero panfletario, como muchas de las series que subsidian. Sin embargo le niegan la posibilidad a un montón de artistas que no coinciden con su manera de ver la vida con el argumento de que sus guiones son malos o sin ningún argumento, como es mi caso, que el único argumento que recibí de ese tenor es el que me mandaron hace poco diciendo simplemente que no doy el perfil. Bueno, ja. No doy el perfil de burgués, eso está claro. En la facultad burguesa y peronizante en la que me recibí me decían lo mismo. Pero ahí por lo menos me dejaban cursar, ja. Los de los medios, y el INCAA y los institutos culturales satélites también forman parte de los medios, simplemente me señalan como un paria: no das el perfil. Ja. Ese es el pluralismo que tanto alaban y en el que debo depositar mis esperanzas. Da risa.

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