El regreso

Tres son, a nuestro modo de ver, los factores que determinaron el más amplio recambio ministerial que dispuso la presidenta CFK a diez años de inaugurado el actual ciclo político.

No se trata sólo del aspecto cuantitativo: también de los sitios tocados; y, más aún, de los personajes involucrados. Con, obvio, la salida de Guillermo Moreno como emblema del asunto en comentario. El susto que provocó la salud de Cristina Fernández, primero; y el más obvio de todos ellos. A eso debe sumarse, por un lado, la necesidad de homogeneizar el equipo económico en función de los desafíos que imponen a futuro algunas luces amarillas que se advierten en el tablero de los números. Por último, se traduce en el Poder Ejecutivo el escenario organizado por el voto 2013.

Un gabinete de ministros expresa, más/menos, los sustentos en que se apoya un gobierno. En ese orden de ideas, Jorge Capitanich representa el avance relativo del peronismo partidario y gobernante que acompaña a la presidenta de la Nación en la coalición de poder que ella conduce y sintetiza.

Cristina advierte el triunfo de algunos caciques provinciales en las últimas elecciones y, racionalmente, paga en consecuencia.

* * *

Puede pensarse en una resignación ideológica oficialista, si se quiere ignorar los antecedentes de quien nunca ha procedido de esa forma. Por el contrario, se trata de política de la más básica; esto es, tomar nota de lo que, a fin de cuentas, ésta es en mayor medida: relación de fuerzas. En tanto se dialogue con esa realidad, se puede permanecer en escena. De lo contrario, estaremos hablando de cualquier otra cosa.

Luego de las PASO 2011, escribimos que la UCR, pese a contar con importantes espacios de gobierno a lo largo y a lo ancho del territorio nacional, no figuraba en la competencia grande porque el partido, de modo programado, opta por no contenerlos en cargos internos y candidaturas nacionales, prefiriendo en cambio a tipos sin votos ni anclaje territorial que, en consecuencia, no logran poner a esas estructuras a trabajar a su favor. En la base de esa desinteligencia está la explicación de las fugas de intendentes boinas blancas a campamento massista. Porque, por ejemplo, un tipo que acaba de ganar ampliamente, como Julio Cobos, es relegado por nadie (eso es Mario Negri) en la conducción del bloque de diputados nacionales radicales.

La estampida pejotista, anunciada tras el éxito electoral reciente del Frente Renovador, en cambio, sigue en veremos. Y no casualmente. Las mayorías legislativas del Frente para la Victoria dependían, dependen de una garantía de futuro político que requiere de articularse con la marcha del presente. Y eso se hace involucrando a quienes aspiran, con derecho de taquilla, a 2015, a revalidar sus pergaminos en el día a día del hacer, el nuevo idioma en que se comunica la fauna dirigencial.

A fin de cuentas, la Presidenta no es la sorda y ciega que se cuenta. Y aspira a tener parte en el trámite sucesorio.

* * *

Como bien ha dicho el amigo Ricardo, naufragó en las urnas la idea de bloquear candidaturas ajenas, viene la de construir el camino propio. Ello no implica encerrarse ya mismo en un nombre propio determinado, más bien en la arquitectura del panorama venidero.

Se cuenta, para tal empresa, con la gestión de gobierno. Pero la enfermedad de CFK expuso el límite de la estructuración que ella misma dibujó en 2011, cuando no se vio necesitada de pagar tributos a nadie por su impresionante elección de 54 puntos, pero a la vez se quedó sin material de absorción –dirigentes con relevancia propia específica– de crisis socio/políticas que, muchas veces, fueron implosiones al interior de su propia tropa (con Moyano y Massa como ejemplos por excelencia de esa debilidad). Al mismo tiempo, debió multiplicarse en la tarea para activar a un elenco de asesores que difícilmente podía andar sin la intervención de su conductora.

En adelante, se impone otra forma de guiar la maquinaria hacia idéntico rumbo, quizás por rutas diversas y variando velocidades.

* * *

Otra metáfora auxiliará, creemos, mejor al entendimiento de las modificaciones decididas por la Presidenta. Imagine el lector un asado: ella seguirá siendo la que define si se come a punto, jugoso o bien cocido. Los ministros son los parrilleros encargados. Algunos de ellos, sólo necesitan que se les diga cómo se quiere cada corte y ya saben qué hacer. Cuánta brasa meterle, cuándo y cómo agregarle, a qué altura va la parrilla, y demás. Sin que les tengan que andar encima. Eso son Capitanich y Axel Kicillof. O, por ejemplo, Florencio Randazzo: ya tenía orden de qué hacer con los concesionarios de ferrocarriles cuando verificase incumplimientos. Una vez que los constató, fue y actuó; no hacía falta más.

Otros, como Juan Manuel Abal Medina o Hernán Lorenzino, requerían más de estar preguntándole seguido a Cristina: si agregar o no carbón, si ya era hora de darlo vuelta, cuánta sal meterle, etc. O de, directamente, esperar a que ella les indicara que un pedazo se les estaba arrebatando. Además, hace falta que los parrilleros sepan explicar, para contener, a los comensales, que exigen velocidad en servir la comida, y que ésta encima salga en el punto que desean. Lo cual no siempre es posible en tiempo y forma requeridos. El que haya entendido esta imagen, comprenderá también por qué Cristina hizo estos últimos movimientos. Fundamentalmente, aunque es el que más duele a la víscera sentimental de quienes la acompañamos, el de Moreno.

Si el mensaje de 27 de octubre último fue el reclamo de eficiencia, bien vale que tenga chances de ascender el cerebro de prodigios como el plan Pro.Cre.Ar o las reestatizaciones de YPF y AA.AA.

El polémico ex secretario de Comercio Interior, en cambio, será recordado por su lealtad entusiasta e inconmovible, su laboriosidad incansable y su honestidad. Y por su buena leche ideológica: jamás Moreno exploró soluciones a partir del sacrificio de los bolsillos populares. No siguió la senda de Ricardo López Murphy, a quien apenas llegó al Ministerio de Economía no se le ocurrió mejor cosa que hacer pagar a la educación pública la cuenta de la fiesta regresiva. Una constante en 20 años de democracia hasta el arribo de Néstor Kirchner a la presidencia de la Nación.

Todo eso le valdrá un reconocimiento de mayor justicia cuando el tiempo haga reflexionar mejor a los ánimos. Pero hoy no se puede perder de vista que (se insiste, sin proponerselo) Moreno muchas veces acabó perjudicando a las bases sociales que quiso defender, porque erró en las instrumentaciones.

Durante la campaña de este año dijimos más de una vez que no se vive de buenas intenciones: y no puede uno no aplicarse el axioma a sí mismo, por duro que resulte.

Acerca de Pablo D

Abogado laboralista. Apasionado por la historia y la economía, en especial, desde luego, la de la República Argentina.

Ver todas las entradas de Pablo D →

36 comentarios en «El regreso»

  1. Lo de Moreno es desopilante!!! la inflación que no controló Moreno, especialmente en alimentos no tocó los bolsillos populares.
    A Moreno lo recordaremos por sus fracasos, uno tras otro.

    1. Lee bien: «Moreno muchas veces acabó perjudicando a las bases sociales que quiso defender, porque erró en las instrumentaciones.»

    2. Aquí se ve la comparación del poder adquisitivo de los sueldos entre 2003 y 2013. Con las jubilaciones pasa algo parecido (y un poco más).

      http://joserubensentis.blogspot.com.ar/2013/11/estan-hablando-de-inflacion.html

      Fue de este modo que ‘se tocaron los bolsillos populares’.

      Ya dijimos infinidad de veces: si la inflación tuviera los efectos que los agoreros dicen, ***no habría boom de consumo, turismo, venta de autos, etc.***.

      Todo lo demás es sanata.

      1. ¿en serio me querés correr con otra comparación con el 2003? eso es sanata y viniendo del blog de Sentís… que no se acuerda del apoyo del PJ a Zanatelli.

      2. No es sólo comparación con el 2003.

        Se pueden recorrer los datos año a año. El poder adquisitivo ha sido prácticamente SIEMPRE creciente.

        Y eso ocurrió porque los sueldos y jubilaciones aumentaron ***igual o por encima*** de la inflación.

        Esa es la gran diferencia con los procesos inflacionarios anteriores, y sus ‘ajustes’.

        Eso es lo real. Todo lo demás es sanata.

      3. Decime «lo real» ¿cuantos pobres e indigentes hay?
        ¿cuantos fuera de convenio?
        ¿cuantos cobran en negro?
        lo real es que desde 2007 tenemos infla de dos dígitos y eso por algún lado explota, quieran disfrazarlo como quieran.

      4. Sopa:
        – Los porcentajes de pobres e indigentes también disminuyeron todos los años. Se mida como se mida. La última caída se debió a la AUH.
        – Diga lo que quiera de la inflación. Es mala, mala, mala. Pero el laburante (en su gran mayoría) y el jubilado la surfearon hasta ahora.
        No se puede hablar de una cosa con criterios de lo que pasó hace años. En estos años los efectos de la inflación NO consistieron en que la gente pueda consumir menos, sino lo contrario.
        – Los que cobran en negro y los fuera de convenio cobran todos por debajo de los otros, pero *actualizan casi igual* (es decir, desde sus niveles más bajos van surfeando también).
        Lo que no me queda claro es:
        – ¿El gobierno remarca los alimentos?
        – ¿El gobierno emplea en negro?
        – ¿El gobierno hace que les retaceen el sueldo a los que no están bajo convenio, es decir que no tienen un sindicato?

        Los verdaderos responsables quedan cubiertos por la amorosa ala de los opinadores como ustedes, que descargan todo sobre el gobierno. Total, es fácil, para eso no hace falta pensar.

        La otra cosa que no está clara con Moreno es: lo acusaron de ‘patotear y hacer morir de miedo a los empresarios’ con sus amenazas para que no subieran los precios, y AL MISMO TIEMPO Y HASTA EN LA MISMA FRASE, lo acusaron de que no logró que los precios no suban.

        Siempre lo digo: una cosa es antikirchnerismo, otra cosa es esquizofrenia galopante.

      5. Un detalle más:
        El trabajador y el jubilado, aparte de la magnitud de su ingreso, tienen transporte y servicios *subsidiados*.
        Se están pagando A NIVELES DEL AÑO 2000.
        Eso equivale a un sobresueldo.

      6. Marianote por mis pagos el pan está 15 mangos y cuando empezó todo este quilombo por culpa del polémico pero nunca por el estoqueo de trigo «malo» estaba 13….

        Por supuesto, hay otras panaderías que lo venden a 24 pero bueno supongo que la ley de oferta y la demanda zonal al menos lo corrija ¿así funciona la ley no?

      7. No se de que hacen el pan en su barrio. En el mío estaba el año pasado a 8$, este año llegó a 24$, y ahora bajó a 18$.
        El trigo estaba hace 20 meses a 450, en enero estaba a 1100, en Julio a 2500, en Octubre llegó a 4500, que es un record mundial, y ahora esta debajo de 2000 porque entra la cosecha nueva, en enero va a estar en 1400-1500.

      8. Hola, Raúl

        Acuerdo con vos en cuanto a que inflación hubo siempre, pero no siempre los salarios y jubilaciones aumentaron, como ahora, no sólo a su mismo ritmo (real) sino incluso superior. Esto no tienen que explicármelo los economistas: lo sé por mi propia historia, por haberla vivido en este país y no en otro. No por eso aplaudo la inflación, por cierto. Pero tampoco hay que desconocer la realidad tal cual es y no tal cual se la cuenta.

        A veces da la impresión que este gobierno inventó todo lo malo. ¿?¿?¿? Argentina tiene un problema de pobreza estructural, que no es propio de ella sino de cualquier otro país latinoamericano o que no pertenezca al más tradicional «primer mundo». Pero, además, la pobreza creció a límites extraordinarios en la década del noventa, tanto en extensión como en profundidad. Buena parte de ello se ha logrado reducir en estos diez años. No todo. Hay grandes deudas pendientes al respecto. Sin embargo, una cosa es una política de estado que tienda a crear y sostener la pobreza (años noventa) y otra muy distinta una política de estado que tienda a disminuirla y erradicarla. La primera no necesita más que existir como política para lograr rápidamente el resultado de crear y profundizar la pobreza: basta que se aplique y ya está. La segunda, en cambio, requiere de tiempo y ajustes continuos y programaciones de diversa índole. Para reducir la pobreza se requiere no sólo de políticas económicas, sino de infraestructura, de educación, etc. Magia, no hay.

        El trabajo en negro existió siempre. Es uno de los grandes problemas que tenemos. Es difícil de solucionar porque «trabajo en negro» no es una cosa homogénea y que podrás eliminar de un plumazo con una ley. Históricamente, por ejemplo, el trabajo doméstico, el del trabajador del campo y el de la construcción ha sido trabajo en negro. Se ha tomado así incluso en forma natural, como si debería ser así, una verdadera cuestión cultural. Creo que este gobierno viene haciendo bastante sobre el tema (basta mencionar la nueva legislación sobre blanqueo del trabajador doméstico, que de verdad ha llevado a que muchas empleadas domésticas pasaran a estar en blanco). ¿Que falta mucho? ¡Muchísimo! Pero, otra vez, magia no hay.

        Saludos.
        Esther

      9. Claro, Esther, siempre los picos inflacionarios se llevaron una parte del poder adquisitivo de los trabajadores y jubilados. Su sueldo o remuneración, en el mejor de los casos, se actualizaba parcialmente, con lo que se consolidaba una importante transferencia de ingresos ‘hacia arriba’ de la pirámide social. La pérdida de poder adquisitivo quedaba consagrada, a veces por años.
        El fenómeno actual de la inflación tiene más que ver con que en las paritarias anuales se compensa la inflación pasada (y quizá algo más), por lo que el trabajador tiene en ese momento un poder adquisitivo equivalente (o incluso ligeramente mayor) que el que tenía cuando ocurrió la paritaria anterior.
        A partir de allí, los proveedores de alimentos y artículos de primera necesidad van aumentando sus precios gracias al mayor poder adquisitivo de su clientela, hasta que cuando ha pasado un año el trabajador con su sueldo aumentado compra prácticamente la misma cantidad de artículos que el año anterior.
        Es increíble que los economistas y columnistas de los diarios carguen toda la culpa en el ‘gasto público’ y la ‘emisión’, y nadie pueda explicar cómo es que la ‘emisión’ es tan certera que logra aumentar los precios de los artículos de primera necesidad en el transcurso de un año *prácticamente en el mismo porcentaje en que aumentaron los sueldos*. Yo creo que, aunque un gobierno realmente ‘emitiera’ dinero con ese fin, no podría lograrlo de manera tan exacta.
        Para mí, eso demuestra la falacia de ese pensamiento ortodoxo.
        Hoy la curva de poder adquisitivo del trabajador es un ‘serrucho’ que sube y baja, pero se mantiene alrededor de un poder de compra ‘real’ constante. Esa es la gran diferencia con la inflación de épocas pasadas. Y explica la robustez del consumo popular.
        En este caso el trabajador no deteriora su nivel de vida, pero no puede mejorarlo.
        Y las cadenas de abastecimiento tienen la oportunidad de aumentar cada año su margen de ganancia, por la sencilla razón de que *algunos de sus costos no suben como los sueldos sino menos (o incluso cero)* y ellos sí aumentan sus artículos como los sueldos. Por otra parte, con sus mayores ganancias pagan a columnistas y economistas para decir que el gobierno tiene la culpa de la inflación. Negocio redondo.
        El caso de los jubilados es aún más atípico con respecto a épocas pasadas, porque hace 4 años que sus aumentos superan a la inflación, se mida como se mida.
        La única manera que veo de moderar los aumentos de los alimentos sin controles ineficientes ni importaciones masivas (remedio peor que la enfermedad), es que haya una oferta paralela (estatal, comunitaria, cooperativa, y/o del tipo de lo que fue ‘El Hogar Obrero’); no para perder dinero, sino para ser simplemente ‘menos remarcadora’.
        Eso sería moderador, del mismo modo que el Banco Nación y el Banco Provincia sirven entre otras cosas para fijar ‘tasas testigo’ y así moderar el mercado financiero.

      10. Raúl, me interesó mucho tu análisis sobre el poder adquisitivo tipo «serrucho»; no lo había pensado de esa forma, y es un enfoque interesante.

        Acuerdo con vos que una oferta paralela es una buena forma de moderar aumentos incontrolados; hay una triste cultura en nuestro país de remarcar por las dudas, remarcar porque se puede, remarcar para ganar más y más.

        Sopa: «Pobres hubo siempre», sí, es una realidad. Pero para algunos esa es una realidad inconmovible, una especie de fenómeno natural como que al día le sucede la noche. Para otros, es una realidad que creemos se puede y se debe modificar para tender a que no haya pobres. Y en esto hay una divisoria de aguas fundamental.

        Saludos.
        Esther

      11. Ambos, Raúl y Esther, están justificando con el argumento menemista “Pobres hubo siempre”, la pobre performance de la década narrada.

      12. Esther ha escrito absolutamente lo contrario de lo que usted dice:

        «… para algunos esa es una realidad inconmovible, una especie de fenómeno natural como que al día le sucede la noche. Para otros, es una realidad que creemos se puede y se debe modificar para tender a que no haya pobres. Y en esto hay una divisoria de aguas fundamental.»

        Yo pienso igual, obviamente.

        Sus provocaciones son muy burdas, no va a ningún lado con eso.

      13. El Gus:
        En eso tiene razón la CSJ. El empleo del Estado debe hacerse legalmente.
        Esos contratos tienen una inercia, vienen desde hace tiempo.
        Tienen sentido cuando se trata realmente de tareas transitorias. Y tuvieron algún sentido cuando la desocupación era grande, no ahora.
        Sería interesante analizar la extensión de ese empleo en negro en la administración nacional, las provinciales y las municipales.

      14. Cierto, Raul.
        Creo,tambien que habria que analizar lo que sugerís, por hay ¿Quien te dice?,no aparece por allí parte del mango que siempre falta.
        Porque, ojito! no hay que engañarse y llenarse la boca de slogans sin pensarlo. Que un Estado mas chico, más eficiente y más economicamente saneado (clise, a favor y en contra del liberalismo) Si lo limitases a la estructura burocratica, también podria querer decir : MAS EDUCACION, MAS SALUD, MEJORES SERVICIOS SOCIALES.

        Saludos

  2. Raúl:
    – ¿El gobierno remarca los alimentos?
    NO, remarca los combustibles, le da a la máquinita e interviene (mal) los mercados de la carne y el trigo.
    – ¿El gobierno emplea en negro?
    Si
    – ¿El gobierno hace que les retaceen el sueldo a los que no están bajo convenio, es decir que no tienen un sindicato?
    La única (y muy acertada) medida de blanqueo en 10 años fue la del blanqueo del empleo doméstico.

    Ahora me podés contestar vos, para variar:
    ¿cuantos pobres e indigentes hay?
    ¿cuantos fuera de convenio?
    ¿cuantos cobran en negro?

    1. – ‘Remarca los combustibles’ recién ahora después de años de subsidiar.
      (Obvio: estaba mal subsidiar y está mal dejar de subsidiar, claro).
      – A esta altura de la disciplina (no digamos ciencia) económica, decir que el supermercado me remarca a mí porque el gobierno ‘le da a la maquinita’ es insultar nuestra inteligencia.
      Desde ese punto de vista, el gobierno debería tratar de que vaya menos plata al bolsillo de la gente: recesión, desocupación, más pobreza. Y después de ‘tirar al bebé con el agua de la bañadera’ ni sabemos si así bajaría la inflación.
      – El empleo en negro es predominantemente privado (campo, servicio doméstico, comercio, servicios y algo de industria).
      – En toda mi vida laboral estuve fuera de convenio, y realmente era la empresa de un lado y yo solo del otro, así que más de una vez recibía menos aumento (o actualización) que los ‘bajo convenio’. Esto no tiene nada que ver con un gobierno en particular, existió siempre.
      – Respuesta a las tres últimas preguntas:
      Menos que en casi todos los años que van de los ochentas a 2003.
      No tengo más datos, quien los tenga que los traiga.

      1. Ok, nuestro gobierno hace todo lo que sale bien y en el resto, lo que sale mal, no hace nada, no es su responsabilidad.
        No tiene poder para combatir el empleo en negro, ni tiene injerencia en la inflación, no tiene empleados precarizados, y no te da datos confiables.

      2. ¿Alguien dijo alguna vez que NO falta hacer un montón de cosas?
        ¿Que habíamos llegado al paraíso?
        Del infierno al purgatorio y gracias… que es mucho.
        No veo la foto, veo la película.
        Y viví unas cuantas épocas, por eso… COMPARO.

    1. Isabel, por mi parte entendí que el artículo trata sobre el regreso de Cristina luego de su enfermedad. ¿Te parece que puede no ser así?

      Saludos.
      Esther

  3. Hola, Pablo D.

    Me gustó el artículo; habla, sin aspavientos, de algunas cuestiones que vale la pena pensar.

    «Por último, se traduce en el Poder Ejecutivo el escenario organizado por el voto 2013.»

    «Pero la enfermedad de CFK expuso el límite de la estructuración que ella misma dibujó en 2011, cuando no se vio necesitada de pagar tributos a nadie por su impresionante elección de 54 puntos, pero a la vez se quedó sin material de absorción –dirigentes con relevancia propia específica– de crisis socio/políticas que, muchas veces, fueron implosiones al interior de su propia tropa.»

    Acuerdo con vos en ambos fragmentos; entiendo que reflejam la realidad. O sea, el hoy. Eso sí, no me animo a pronosticar nada para adelante… Se habla mucho del 2015, pero me parece que en ese se «habla mucho» hay demasiada especulación.

    Y me gustó mucho la analogía con el asado. También me reí bastante con ella…

    «Puede pensarse en una resignación ideológica oficialista, si se quiere ignorar los antecedentes de quien nunca ha procedido de esa forma. Por el contrario, se trata de política de la más básica; esto es, tomar nota de lo que, a fin de cuentas, ésta es en mayor medida: relación de fuerzas. En tanto se dialogue con esa realidad, se puede permanecer en escena. De lo contrario, estaremos hablando de cualquier otra cosa».
    En esto no me extiendo, porque escribí algunas ideas en la última entrada de AP.

    Con respecto a la UCR, veo el panorama desde otro punto de vista que el tuyo. Creo que lo más importante a tener en cuenta ante la incapacidad del radicalismo para volver a convertirse en una verdadera fuerza política nacional está en que se ha desarticulado a sí misma en cuanto a su historia e ideología, y no logra volver a articularse. No tiene banderas, digamos. Van y vienen de un lado para el otro, sin saber dónde están parados ni para qué (salvo para tratar de ganar elecciones).

    La controversial figura de Guillermo Moreno se verá de distinta forma dentro de algún tiempo, cuando se lo pueda analizar en perspectiva. Lo vamos a extrañar. De cualquier forma, sospecho que ciertos cambios, amén de hacerse por lo que decías al inicio del artículo, quizás también tienen el objetivo de proteger a algunas personas que se desgastaron mucho en los últimos tiempos. Sacarlos de la exposición pública y el ataque continuo de algunos medios de información. En fin, creo que Moreno regresará dentro de uno o dos años.

    Saludos.
    Esther

    1. «La controversial figura de Guillermo Moreno se verá de distinta forma dentro de algún tiempo, cuando se lo pueda analizar en perspectiva. Lo vamos a extrañar. De cualquier forma, sospecho que ciertos cambios, amén de hacerse por lo que decías al inicio del artículo, quizás también tienen el objetivo de proteger a algunas personas que se desgastaron mucho en los últimos tiempos. Sacarlos de la exposición pública y el ataque continuo de algunos medios de información. En fin, creo que Moreno regresará dentro de uno o dos años.»
      Vamos Esther, no exagere tanto el elogio, que uno puede pensar que no es humana, que nada más que la voz de una computadora de la agencia Telam.
      Le recomiendo que lea los informes anuales del CELS sobre el INDEC.

      1. Busqué el «elogio exagerado» y no lo pude encontrar. El que parece una máquina (de decir sandeces) es Ud.

      2. Si uno busca un poco, es evidente que también es imposible encontrar algún comentario de ustedes que acepte la posibilidad de disentir.
        Por otro lado ignoraba que Esther era menor de edad.

    2. Hola, Daio

      Decís que:
      «Vamos Esther, no exagere tanto el elogio, que uno puede pensar que no es humana, que nada más que la voz de una computadora de la agencia Telam».

      No comprendo cómo tus dichos implican disentir con los míos, ni cómo podría yo aceptar, argumentativamente, tu posibilidad de disentir.

      Saludos.
      Esther

      1. Esther:
        Con lo de disentir, me refería al comentario de PA., que no duda en descalificar («sandeces»)al que critica.
        Retornando a tu comentario, me pareció que encerrabas a Moreno dentro de una aureola de santidad, reservándolo para su futuro retorno. A mí me parece que el personaje no es tan santo, aunque no debo dejar de reconocer que la ejecución de las políticas que le ordenare la presidenta, le permitieron al gobierno seguir adelante en su proyecto de conseguir más poder, y seguir haciendo buenos negocios, durante largos años, aunque con bastante daño para la sociedad, daños que ahora don Milton intentará reparar, para lograr regresar al paraíso perdido.
        Nada más.
        Saludos.

  4. Esther:tu lectua es la correcta,pero me costo encontrarla porque la entrada se refirio enseguida a los cambios ministeriales,y ahi me vino la desconfianza.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *