Las ideas de una señora gorda

En los dorados tiempos del primer peronismo, se instaló popularmente una manera de llamar a ese prototipo cruzado entre la clase media alta y la oligarquía. No a todo ese estrato social, sino a un subgrupo en particular: las damas de la beneficencia, esas que, como le hará decir Quino unos años más tarde a su propio estereotipo de estas señoras (Susanita Chirusi), se juntaban en un té canasta, con masas, sandwiches y otras delicias para juntar dinero para comprar polenta, fideos y todas esas porquerías que comen los pobres. Eran «las Señoras Gordas», la más completa representación del desprecio de clase. Ah, y no hace falta que sean gordas. Aunque las hay, claro.

 

Hoy día, continúan representando toda esa bosta retardataria, antipopular, derechista y antidemocrática. Ese «sentido común» aluvional, mediopelero, mezquino y miope que muestran pornográficamente, tanto la colonia artística de cabotaje, como su prima incestuosa, la colonia periodística: seguridad, orden, pena de muerte, viva el campo y, eso sí, hablar de la preocupación por la pobreza, que siempre mide. Como Susanita. La de Quino y la otra.

 

No le echemos todo encima a esta pobre estúpida que cree que el paraíso es Miami y su preocupación principal pasa por hacerse fotoshopear para ser distinta a lo que es en la realidad. Ella es apenas un emergente de una manera de pensar, de sentir, de ser que campea en ese fragmento social de las grandes ciudades de la Argentina y que tiene en Buenos Aires su variante más endémica y grave. Como se sinceró un periodista de espectáculos que trabaja en radio Del Plata, ese medio kirchnerista, Guillermo Blanc: «ella dijo un poco lo que todos pensamos pero no nos animamos a decir».

 

Eso es un emergente.

 

Así como Susana saca a la superficie el cadáver podrido de la ideología clasemediera argentina en materia de «seguridad», que nunca se ha privado de pedir sangre, muerte y represión, otro emergente de este mismo sector, Elisa Carrió, descubre sin asco el pensamiento sociopolítico de esta clase resumido en:

 

-Eliminación de retenciones a la soja

 

-Déficit del Estado

 

-Endeudamiento con el FMI

 

-Ajuste

 

-Flexibilización laboral mediante la baja de los «costos patronales», lo que significa precarización del trabajador.

 

En una palabra: menemismo.

 

La señora Carrió, como Susana, está diciendo claramente «terminemos con los derechos humanos». Susana lo pide para que se mate sin piedad.

 

Carrió también.

 

Cualquiera que no haya nacido ayer sabe de los costos horribles que dejó el menemismo como ideología y praxis socioeconómica. Sabe el desastre social, las generaciones perdidas por la marginalidad y el abandono. Sabe del país arrasado, fundido, entregado, saqueado.

 

Nadie puede decir que desconoce los efectos de estas políticas como las que aplicaron Videla y Menem y hoy pide a gritos en Expoagro la señora Carrió. Puede ser que se esté de acuerdo con estas políticas, porque al fin y al cabo, si uno defiende los intereses de ciertos sectores, más vale que adhiere a ellas.

 

PERO NO PUEDE HACERSE EL DISTRAIDO. Acá hay que hablar claro. Esta y no otra es la propuesta de país de la Alianza 2.0 de Carrió-Morales-Giustiniani, esto es a lo que van Cobos, Macri, Solá y De Narváez. A lo que marcha a paso redoblado el ex senador Duhalde y su esposa, ávida de volver a hacer beneficencia manzaneril entre el pobrerío que crea la política a la que ellos adhieren.

 

Dice José Pablo Feinmann en su «Peronismo, filosofía política de una obstinación argentina», Capítulo 68:

 

«La derecha no es inteligente. todo su discurso se reduce a decir que la desigualdad es justa. Que la igualdad es comunismo o subversión. Que debe haber pocos ricos muy ricos que gobiernen. Y muchos, cada vez más pobres, que sean gobernados, que se sometan al poder. Eso es todo. No tienen más ideología. El resto es represión, poder mediático y poder militar, (…). No hay que reflexionar mucho para defender estos valores. No hay que pensar demasiado. por eso son torpes ideológicamente. Y también por eso recurren tan habitualmente a la violencia.»

 

He aquí la autopsia del discurso de las señoras gordas de la farándula, el periodismo y la política. Esto es lo que nos ofrecen, lo que nos quieren imponer. Esto es lo que exige Carrió, allá en Expoagro, rodeada por los millones transados por los que claman una pobreza que no tienen.

 

Es tarea nuestra y de nadie más, impedir que este aborto de la historia (el neoliberalismo) vuelva a levantar la cabeza para darnos, como pueblo y sociedad, el toque final. El tiro de gracia del verdugo.

 

MP

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Escritor y diseñador gráfico.

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8 comentarios en «Las ideas de una señora gorda»

  1. Más allá de coincidir con lo expresado, no fué en «los dorados tiempos del primer peronismo» que el término «señora gorda» se entronizó en el habla popular, sino que fué inventado por Landrú en los plúmbeos tiempos de la Libertadora.

    1. Schussheim:
      no es por contradecirlo, pero me ronda la memoria una referencia anterior al ’55 a «las señoras gordas de la Parroquia del Socorro»,¿no le suena?

  2. Que susana diga una gansada , es de esperar; que la diga la Carrió…. también., pero ésta última pretende gobernarnos, hacer ejecutar las leyes, cagarse en lso derechos y abolirlos. Es una gorda peligrosa, no juega a la canasta ni ve dinosaurios vivos, más bién los intenta reinstalar.

    Ahora digo: es necesario volver sobre el tema? darle tanto hilo? Estemos atentos , si, pero que el EL EJE DEL DISCURSO NO LO PROPONGAN ELLOS. Por mi barrio, hay muchos laburantes suspendidos, gente que o no cobra sus sueldos, no cortan rutas ni tienen una mesa de enlace, y nadie habla de ellos…

    1. Es cierto lo que decís, Paola. Pero también es cierto que estas cosas hay que rebatirlas, porque, justamente por obra y gracia de los medios, forman opinión. Y es muy peligroso. Saludos.

  3. Político Aficionado: la verdad que en esos tiempos pretéritos yo no frecuentaba a las señoras gordas del Socorro, sino más bien a las señoritas pulposas de Macabi.

    1. Para terciar en esta discusión, digo que lo que Schusshein dice de Landrú es cierto. Aún así, tengo entendido que proviene de años anteriores, como señala PA. Y he conocido alguna niña pulposa de Macabi, pero años después, con toda seguridad.

  4. El problemón que se viene acá es de una dimensión desconocida todavía. Si llegamos a quedar en manos de una señora o de otros señores, que expresen las cuatro o cinco ideas que menciona Pol Af, estaremos complicados. Porque el mundo, aparte, va para otro lado en momentos que se impone el regreso de las intervenciones estatales y nosotros parece imponerse una olita neo conserva que me hace temblar las patitas. Digo, es grave esto Y mas grave es los que sostenían otras ideas totalmente diferentes hace un tiempo – Carrió – y hoy por la coyuntura las travisten. Si tan pocas convicciones tiene, mamita la que nos espera, porque es capaz de vender la cola al mejor postor según sople el viento. Me parece que no es eso a lo que aspiro, aparte ¿cual proyecto de estado dicen que tendrán si las ideas las van moviendo con el clima y justamente los proyectos de estado requieren de 4 o 5 cuestiones inamovibles con visión de futuro? Digo, al menos Macri es basura y se nota, como lo era Neustadt en el periodismo. Pero esta versión soft porn de la Alianza, dios mio. Tengo miedo, mucho miedo.

    1. Pablo, no es para temer. Es para discutir. Se trata de un modelo perimido e injusto de país. No puedo pensar siquiera que la mayoría del pueblo argentino se haya quedado amnésico. Lo que pasa con Carrió es que tiene que extremar cada vez más su discurso para seguir existiendo. Insisto, aún al relato mediático, que vehiculiza a Carrió, basta oponerle la realidad y la memoria. Saludos.

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