Y dale con el Fondo

Amables blogueros de Quienpaga han honrado nuestros carritos depositando en ellos resmas de papel con sanas críticas a Mariano por su entrada sobre el Fondo Monetario Internacional. No es necesario defender a Mariano, que bien se arregla solo. Pero a uno le dan ganas de meterse en la pelea, como si estuviera disputando una bolsa especialmente prometedora.

 

Los amables colegas cuestionan el pago íntegro de la deuda con el FMI, al que ven como una suerte de capricho de Kirchner y que, irónicamente, bautizan como “pagar para gritar”.

 

Veamos si es posible aclarar algunas cuestiones.

 

1) El préstamo del FMI ascendía a 9.500 millones de dólares, a diciembre de 2005, cuando se tomó la decisión de la cancelación íntegra e inmediata. Ese préstamo debía vencer en tres cuotas, en 2006, 2007 y 2008. Es decir, al día de hoy, de todas maneras se hubiera pagado todo. Con una diferencia apreciable: cada año sumaba intereses, que también debían pagarse en cada vencimiento. Algunos calculan que esos intereses totalizaban 600 millones, otros dicen que 900. Poco importa: a estas alturas hubiéramos pagado de más. Parece que “pagar para gritar” no es tan mal negocio, si permite ahorrarse algunos cientos de millones de dólares.

 

2) Rusia, Brasil y Uruguay también recurrieron al pago íntegro y anticipado al FMI. ¿Lo hicieron para cumplir el capricho de Kirchner? No parece, porque Rusia y Brasil tomaron la decisión antes que la Argentina. Entonces, ¿Uruguay actuó por órdenes del Tirano de Río Gallegos? Tampoco parece, porque ya entonces, estaba en auge el conflicto por Botnia y el gobierno uruguayo estaba furioso con Kirchner. Parece que la idea de cancelar íntegra y anticipadamente los créditos del FMI tuvo un carácter más general y respondió a consideraciones menos vinculadas a un supuesto capricho.

 

3) A partir del pago íntegro, se terminaron las misiones trimestrales que venían a meter las narices en las cuentas del Estado argentino y a romper las guindas con sus exigencias de condiciones, obligando a los funcionarios del Ministerio de Economía a perder tiempo diciéndoles que no cuatro veces al año. Con el agravante de que ya esas misiones no contaban con las bellas piernas de Teresa Ter Minassian, que de por sí hubieran justificado tener más paciencia y, en lugar de gritar, emitir dulces susurros.

 

Los amables blogueros también nos han ilustrado con la novedad de que sería conveniente volver a pedir plata al Fondo, porque éste cambió, “entendió” sus errores pasados y hoy no impone condicionamientos. Sobre esto último, convendría consultar a Letonia, reciente “beneficiaria” de un crédito del FMI y sometida por ello a duros condicionamientos. “Caramba, no me diga usted que el Fondo no ha entendido ni cambiado”. Permítame que se lo diga.

 

Porque el Fondo, mis queridos colegas y amables visitantes, puede cambiar de lenguaje y de modales, pero lo que no puede cambiar es su esencia (lectura recomendada: G.W.F. Hegel, Ciencia de la Lógica, Buenos Aires, Solar-Hachette, 1968, págs. 345ss). El Fondo no es un niño ingenuo que aprende de la experiencia; es un curtido organismo que responde, en primer lugar, a los intereses de sus principales accionistas, en especial los EE.UU., y a los del capital financiero internacional. Los funcionarios del Fondo provienen de los grandes bancos y fondos de inversión y allí es adonde vuelven a trabajar cuando dejan de hacerlo en el FMI. No se les cruza por las cabecitas enfrentarse a los intereses de sus pasados y futuros patrones. Las experiencias del Fondo pasan, los intereses que defiende permanecen.

 

Ahora, es posible que los amables blogueros visitantes digan que no había que pagarle al Fondo ni antes ni cuando se vencían los plazos. Que no habría que haberle pagado nunca, así como a los acreedores privados y que, ahora, a los holdouts hay que señalarles higiénicamente la conveniencia de ir a lavarse su parte posterior. Si eso es lo que quieren decir, en mí encontrarán un oyente receptivo. Para conversar de eso, espero ansiosamente que fijen día, hora y lugar de encuentro.

http://blogcartonero.blogspot.com

16 comentarios en «Y dale con el Fondo»

  1. 1) Todos los paises que hicieron el pago al Fondo lo hicieron por cuestiones politicas discursivas, no economicas. Para tener el argumento de «Fuimos lo que terminamos con el FMI» y boludeses similares. Que politico se perderia la posibilidad de poder gritar a los cuatro vientos algo asi (aun sabiendo que esta medida no genera ningun tipo de beneficio concreto).
    Rusia, Brasil, Uruguay lo hicieron por las mismas razones.

    2) Seguramente hubo un ahorro en cuanto a intereses (ahora, no olvidemos que el pago en realidad no significo una reduccion real de deuda, porque el Estado le dio un bono al BCRA por el monto total y ese bono paga intereses tambien). Pero fue una medida arriesgada en un momento donde el BCRA no tenia las reservas que tiene hoy en dia. Si en el mismo año que el gobierno hizo el pago hubiesemos tenido la salida de capitales que tuvimos el año pasado, hubiesemos estado en problemas. Tenia sentido arriesgarse tontamente?
    Las reservas que tenian Rusia y Brasil en esos momentos en relacion a la deuda que tenian con el FMI era mayores a las argentinas (que cambio por un bono el tercio de la guita del BCRA para pagarle al FMI).

    3) El FMI se mete cuando lo llaman y cuando le piden guita. La independencia del FMI no se logra saldando de un saque la deuda, se logra no necesitando tener que pedirle mas dinero. Kirchner habia logrado esa indepencia antes.

    El pago al FMI no fue ni bueno ni malo, fue una medida politica, para decir «Oh, le pagamos al fondo!», por mas que no implico ni mayor soberania economica ni una reduccion de la deuda publica.

    1. 1. ¿Le parece posible que países tan diversos en tamaño, formas de gobierno e ideología decidan gastar guita de sus reservas NADA MÁS que por boludeces discursivas?
      Usted podrá decir que en Uruguay y en Argentina eso trae alguna (leve) ventaja política, pero no me parece muy factible que eso ocurra en Brasil y en Rusia.
      Es más lógico pensar que lo hicieron para manejar su política económica con mayor grado de libertad.
      2. Me parece que lo que se puso no era un tercio sino algo menos de un cuarto de las reservas (diez mil contra cuarenta y pico mil). Además, no veo que haya habido mucho riesgo porque la evolución esperable por exportaciones, y las correspondientes retenciones, permitían predecir bastante bien lo que ocurrió: la reposición rápida de las divisas.
      3. Es cierto que ya se había logrado la independencia al no pedirles, pero el hecho de mantener una deuda los habilitaba a seguir interfiriendo con sus misiones, por lo que eso incrementó de hecho la soberanía económica.

    2. Si algo reconozco como muy positivo es la primacía de la política por sobre la economía a secas (porque la economía a secas siempre conlleva una determinada política, pero más restrictiva).
      O sea, Esteban, todo bien con sus observaciones, pero coincido con Andrés y entonces, le pregunto: no diría usted que una revisión cada tres meses implica una presión (sí, se le pide al Fondo de motu propio) y una puesta en escena en los medios, y discusiones de encumbrados economistas locales del establishment, que implican luego políticas económicas determinadas? Si esto es así, implica mucho mucho dinero en ahorro del Estado ahorrarse este tipo de discusiones. No más, no menos.
      Lo bueno de la política es que no es una cuestión abstracta. Pero para su análisis se usa una buena cuota de abstracción.
      Las relaciones humanas tienen sus cosas: yo cuando necesito a un plomero llamo alguno de confianza que me recomienda un amigo, y cuando tengo que trabajar privilegio alguna relación, y así sucesivamente. Pero jamás llamaría al plomero del vecino que me tiene bronca a sabiendas, aún si me estuviera inundando. Permítaseme la extrapolación absurda en el cambio de plano discrecional, cuando estos tipejos del FMI «dicen» están haciendo para sus propias relaciones, vínculos e intereses.
      O sea, decir siempre es un hacer.
      Mis saludos

  2. Andrés:
    Lo del pago al FMI es una de esos temas que se critican ‘por derecha’ porque cada día hay que agregar una dosis de crítica al gobierno. Y de repente un día no encuentran otra cosa, buscan algo y encuentran eso.
    Fue una medida oportuna, se hizo bien y no tuvo NINGUNA consecuencia desfavorable. Se criticaba el uso de reservas, pero éstas se repusieron en menos de un año. Además, como usted bien dice, nos ahorramos los intereses y nos libramos de sus interferencias.
    Todo esto muestra que ni hace falta entrar en el cuestionamiento del papel del FMI para ver que la decisión fue conveniente.
    Ese cuestionamiento es necesario, por supuesto, pero siempre recuerdo la frase de Aldo Ferrer: ‘cada país tiene el FMI y los EE. UU. que se merece’.
    Creo que esta medida acercó más al FMI al que -por ahora, y si no cambia- nos merecemos: el FMI ausente.

  3. Andrès, nadie puede dudar de que el FMI no es un jardín de infantes y que el pago fue una buena desiciòn en términos políticos, quizás no tanto en términos económicos. Muchos de los críticos al pago aplaudirían si lo hiciera Cavallo. Pero lo que si creo que fue y es un error de los K es no hacer del país un sujeto de crédito confiable, hoy la Argentina si quiere guita para paliar la crisis, hacer obras de infraestructura etc… tiene muchas dificultades en conseguir la plata.
    saludos

    1. No es tan así en lo que refiere a las obras de infraestructura, quizá si en otros aspectos Agustincho. La cartera con el BIRF (Banco Mundial) se ha mantenido estable o descendió un poco, pero la cartera de préstamos del BID y de la CAF Corporación Andina de Fomento han crecido. Cierto, los intereses que se pagan por dinero de la CAF son mayores que los del Banco Mundial, pero con menos «trabas burocráticas». Con esos fondos se pusieron en marcha obras de importancia a nivel regional y no sólo local, como la ruta 81 en Formosa o el Paso Internacional El Pehuenche, etc.
      Para infraestructura se obtiene financiamiento, el tema es en otros rubros, me parece. y ahí es donde entraba el FMI, y ahora no entra.

      1. Coincido, Ladislao se consigue plata para infraestructura. Pero si queremos hacer muchas obras o grandes obras creo que la cosa se complica.
        saludos

  4. yo no se…pero si alguien me dice q es un buen «negocio» cambiar deuda a un 4% anual promedio…por otra deuuda equivalente del bolivariano a un 14 o 15% anual…le diria…te parece???

    la diferencia con brasil o rusia???…es q esos paises no salieron meses despues a pedir prestamos usurarios para recomponer sus reservas (cosa q nos paso a nosotros con venezuela).

    otro tema es, q pese al pago al contado al FMI,la performance argentina en el mercado crediticio internacional,no cambio para nada (faltaba el pago de los holdouts q quedaron fura de la negociacion de la deuda,y diversos prestamos a otros organismo internacionales como el club de paris…pago q crisis mediante del campo primero y crisis internacional despues…quedo en veremos).

    en los 90′,argentina se la paso pidiendo «wavers» (perdones) al FMI,por q los pedia???…primero por q no cumplia con los pagos acordados…y segundo por q tampoco cumplia con las metas economicas acordadas con el fondo a raiz de no cumplir con los pagos a tiempo precisamente¡¡¡…o sea,mientras vos pagabas a tiempo,al FMI mucha capacidad de presion no le quedaba. (por otro lado,el FMI es un «prestamista de ultima instancia»,ellos te prestan cuando ya nadie te quiere poner un prestamo ni en pesetas sobre la mesa…y encima q te prestan cuando nadie lo quiere hacer,a tasas bajisimas etc…pretendes q no te pongan condiciones???…me parece como demasiado).

    a parte del golpe «simbolico» desde un punto de vista ideologico q significaba pagarle al FMI al contado (se acuerdan de la tapa de clarin «pagamos la deuda»…en esa epoca el grupo NO MENTIA tanto no???),no habra sido mucha coincidencia q justo para ese tiempo empezo «las manos magicas» del gobierno en el INDEC???…mmmmm sin el monitoreo de los funcionariios del fondo esa «estrategia» fue mucho mas facil de implementar me parece…

    no me voy a poner a defender al FMI aca precisamente,pero si de algo estoy seguro,es q los «prestamos» (ya sean del FMI o de un banco) son tan «buenos» o tan «malos» como el destino q le terminas dando a esa guita…(si los utilizas para estabilizar tu economia,invertir en reformas extructurales financieras o de obras publicas necesarias,en educacion,combate a la pobresa etc…o lo utilizas para la chantada de barrer el deficit publico bajo la alfombra,mantener subsidios innecesarios a «amigos» del poder,mantener el clientelismo politico a flote,financiar a los corruptos q estan en las entrañas del estado etc…para esto ultimo,mejor…NO PIDAMOS PRESTAMOS¡¡¡¡).

    habra q volver al FMI???…espero q no,pero si hay q volver,sera mejor q no tengamos en el poder a alguien con ganas de chantarse la guita en el casino….como paso en las ultimas decadas.

    P.D: recuerdo un episodio de CQC,donde clemente cansela,le enrostra a ann kruger (la mina q en ese momento manejaba la deuda argentina con el FMI) una foto de un nene desnutrido del norte argentino…haciendola responsable…yo si hubiese sido ann kruger,le hubiese respondido con una foto de menem diciendole «Y USTEDES VOTARON A ESTE SIMIO 3 VECES CONSECUTIVAS PARA PRESIDENTE,ASI Q VOS Y TODOS LOS ARGENTNOS VAYANSE A C….R¡¡¡¡¡….

    en fin…

    1. Leandro: se ve que la garré no controla a sus empleados como debiera, los sábados de guardia y con tu esposa sola en casa te ponen muy nervioso y molesto.

    2. Lo que digo aquí se dijo muchas veces; se puede repetir una vez más.
      Si bien sé que sos bastante impermeable, esto puede servirle a quien pase por aquí a leer los posts y los comentarios con menos prejuicios.

      Las ventas de bonos a Venezuela fueron casos puntuales, por montos bastante menores que la deuda con el FMI – y muy pequeños en relación con nuestra deuda-, y se hicieron en condiciones de mercado (en las mismas condiciones en que se le hubieran vendido los bonos a otro inversor).
      No soy especialista, pero tengo entendido que la tasa de retorno de los bonos varía con su cotización. No sé si se puede hablar de ella como si fuera fija.

      Pero claro, todo esto no importa, los fans locales del FMI y de los bancos internacionales se van a pasar años repitiendo que ‘Chávez nos prestó al 15%’. Así patean de una a Kirchner y a Chávez, negocio completo.

      Sería interesante ver qué pensaban cuando los que nos prestaban eran del Primer Mundo, y si se preocupaban tanto por las tasas de interés (y sobre todo por el CFT -costo financiero total- que incluía las comisiones de los muchachos).

      Después del pago al FMI, las reservas se recompusieron en el plazo de un año con ingresos genuinos (retenciones). Las ventas de bonos a Venezuela no hubieran alcanzado.

      En los 90 se encaró el endeudamiento creciente y sin límite. No sustentable. Como a partir del 76.
      Deberíamos ver con un poquito más de respeto al gobierno que tuvo que hacerse cargo de la irresponsabilidad de otros, y encaró un proceso opuesto: el de desendeudamiento.

      Y lo que no tenés en cuenta, y está estudiado hasta el cansancio, es que precisamente con las políticas que imponía el FMI era casi imposible cumplir con los pagos, porque creaban recesión. Cosa que pasó en varios países que sufrieron las mismas recetas.
      Por eso, los últimos deudores que quedaban CANCELARON al mismo tiempo que nosotros.

      Te recuerdo además que en los 90 se usó dinero prestado para destinos que para vos son ‘buenos’: estabilizar la economía (mantener el 1:1 artificial) y hacer reformas estructurales (crear las AFJP, y con la guita prestada taponar el gran agujero fiscal resultante). Ya sabemos cómo terminó eso.

      Pero, claro… para vos eso no fue ir con la guita al casino… claro que no.
      Fue todo serio, no fue para clientelismo ni para los amigos ni para la corrupción, ni nada de eso.
      Y el FMI es la Autoridad del Bien que nos condenará si hacemos manejos sucios.

      Uno de los problemas mentales que nos aflige, y que se expresa en comentarios como los tuyos, es la increíble cantidad de argentinos QUE PIENSA COMO LOS ACREEDORES DE LA ARGENTINA.

      Y no precisamente porque haya comprado bonos del Estado: generalmente es gente que tiene todo en divisas y afuera, y lo proclama.

      Cuando no estamos endeudados piensa que tenemos que hacerlo; si después no podemos pagar hace cuestionamientos ‘morales’.

      Una cosa es pararse AQUÍ, y desde AQUÍ encarar el problema de la deuda externa; por ejemplo, ver cómo hacer una oferta de acuerdo con las posibilidades del país.

      Otra cosa es pararse en la sede de los bancos, el FMI y los fondos buitres y ver las cosas DESDE el punto de vista de ellos. Por ejemplo, culpar al país de no satisfacer YA a los buitres para que su especulación sea rentable.

      NO ES estar en contra de un gobierno: ese punto de vista significa estar SIEMPRE en contra de los intereses del país.

      Personalmente -sé que muchos no estarán de acuerdo- pienso que es una cuestión de Estado, y que aunque nos dé bronca y nos propongamos no endeudarnos nunca más, esa deuda se debe pagar.
      No por eso nos ponemos en la piel de los acreedores.

      A veces sospecho que esta mentalidad es una desgracia y una cuestión de fondo, y que es una de las diferencias importantes entre otras clases dirigentes -como la brasileña y aun la chilena- y la nuestra.

      1. Raul C:
        Completamente de acuerdo con Ud. (Aunque el pago a los fondos buitres lo pospondría, para el Tricentenario, digamos).

  5. La deuda externa, que está en los máximos niveles históricos, y no parece preocuparle al gobierno, es impagable. Lo que significa que un nuevo default es solo cuestión de tiempo.
    Mientras nadie diga «el rey está desnudo» seguiremos hablando de los pocos miles que se pagaron al Fondo, y del prestamito del bolivariano. Nunca del grueso de la deuda. Ni mencionar a los holdouts.
    Y de paso aclaro: es impagable por la rigurosidad de las matemáticas, más que por las políticas mejores o peores de nuestros gobernantes, cuyo principal defecto es la ignorancia de aritmética de la escuela secundaria.
    Los países «emergentes» pagan (pagamos) en el mercado de capitales el triple de interés que los «desarrollados». Eso nos exige ser como mínimo tres veces más eficientes y productivos que los países avanzados. Cosa difícil, ¿no?
    Por eso no hablemos de «deuda externa». Hablemos de «deuda eterna»

    1. David:
      Me parece interesante que vea unas precisiones sobre el tema de la deuda externa, por parte de economistas no oficialistas.
      Se va a sorprender.

      (…) ‘Por primera vez en muchos años, el perfil de deuda del Gobierno no parece complicado,
      salvo por el detalle (no menor) de que el país permanece totalmente al margen de los mercados, y
      el ejercicio de stress al que se está sometiendo a la deuda va a poner a prueba la capacidad para
      transitar los próximos años casi exclusivamente con recursos propios, el máximo exponente del
      “vivir con lo nuestro”. Ahora bien, si Argentina logra pasar los próximos dos años cancelando
      todos los vencimientos de la deuda el problema “maldito” de la deuda pública pasará a ser
      historia; y la discusión se trasladará final y merecidamente a la reconstrucción de las
      instituciones del propio Estado (determinante de la tasa de crecimiento potencial), instalando la
      agenda larga del desarrollo económico y social.
      (…) Rearmando los datos surge que, a fines de 2008, la deuda neta de
      activos y de acreencias intra sector público ascendía a 31% del PIB, prácticamente el mismo nivel
      de 1996, pero con un tipo de cambio mucho más cerca del equilibrio, y en 2011, considerando una
      refinanciación plena intra sector público, este número se reduciría a un sorprendente 24% del
      PIB. En este escenario, la próxima administración encontrará una economía desendeudada, sin
      desequilibrios estructurales básicos y un amplio margen para avanzar en la agenda de largo
      plazo. De todos modos, también cabría preguntarse los motivos por los cuales la administración
      actual avanzaría hacia este escenario, cuando el camino del ajuste fiscal para pagar la deuda
      implica en el corto plazo mayores costos sociales y, consecuentemente, menores chances de retener
      el consenso social. Finalmente ¿Será esta la intuición que está llevando en Argentina a una
      proliferación de posibles candidatos presidenciales? ¿Acaso la posibilidad inédita de recibir en
      2011 una papa o un hierro apenas tibios?
      Texto completo en:
      http://www.estudiobein.com.ar/data/upload/Informes/Informe%20N%2038%20pagina%20resumen.pdf

      (…) ‘La existencia de colchones que incluyen el financiamiento intra sector público (en 2009 el 29% de los vencimientos es con agencias del estado y en 2010 este número se eleva a 43%), el financiamiento vía adelantos transitorios del BCRA, el uso de hasta un 30% de los depósitos en el Banco Nación y el excedente de liquidez del ANSES (depósitos en el sistema financiero), nos permite construir escenarios de no default aún sin financiamiento de agencias.
      En este escenario, la salida de capitales no se frena y el ajuste del gasto público requerido no permite estabilizar la macro en el segundo semestre, por lo que el año cerraría con caída del PIB. Ahora bien, si Argentina pasa 2009 y 2010 pagando todo lo que vence sin acceder al mercado, el problema de la deuda que actualmente asciende a 32% del PIB cuando se la netea de todas las acreencias intra sector público pasaría a un segundo plano. Mientras tanto, la recompra de deuda a precios muy bajos continúa acelerando este proceso.’ (…)

      Texto completo en:
      http://www.estudiobein.com.ar/Prensa/detalle.asp?IDNota=105

      Con estos ‘ignorantes de la aritmética’ se ha logrado superar la bancarrota del Estado, casi crónica a partir de la multiplicación de la deuda de 1976-1981.

      1. Nuestra deuda externa nace con el modesto préstamo de la Baring Brothers, que demoró en cancelarse más de 150 años.
        Yo no divido a los economistas en «oficialistas» y «opositores».
        La enorme mayoría de los economistas que devienen en ministros de ídem y/o forman parte de reconocidas fundaciones y consultoras, provienen del sector financiero, cuyos intereses son claros, inmutables y permanentes.
        Mientras «honremos» nuestros compromisos en el corto plazo no hace falta demasiada matemática.
        Por ahora, como es tradicional, bastan «dos buenas cosechas» y nos salvamos. O tal vez baste con mantener «in eternum» un esquema impositivo regresivo.
        Así y todo, las crisis del sector externo son una constante en nuestra historia económica. Más allá de las opiniones de sesudos economistas que tradicionalmente son expertos en equivocarse en el largo (y a veces no tan largo) plazo.
        La economía es una ciencia social y humana, por lo tanto opinable e impredecible.
        La matemática es rigurosa por tratarse de una ciencia exacta. Será simplemente cuestión de esperar.

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