Macri está enojado, y le sobran motivos

Serán, seguro, dos años recesivos sobre tres, cosa que no ocurría desde el crac del 2001-2002, y serán probablemente tres de cuatro al final del mandato. Después de alcanzar un 47-48% sin antecedentes desde 1991, la inflación acumulará 160% en tres saltos y va camino de cerrar el ciclo en 232%. El desempleo ya apunta a los dos dígitos y la pobreza ha vuelto a ubicarse cerca del 30%, si no en el 30%.
Nada descolgado, aún del tipo exprés el panorama intenta explicar por qué Mauricio Macri está descontento, o cada vez más descontento con la gestión económica de su gobierno, según cuentan dirigentes PRO de la primera hora que lo han escuchado protestar. Y así haya quienes insistan en rascar culpas en el mundo exterior, la contundencia de los datos y el tiempo transcurrido desde que empezó la película no dejan lugar a escapatorias: gran parte del problema ancla en los errores propios.

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