Cuando todavía se descontaba la reelección de Macri, en marzo, el presidente del bloque de diputados del PRO, Nicolás Massot, dijo: “Cambiemos se puede quedar seis o diez años, pero después va a venir el Partido Justicialista reciclado”. Massot es discípulo de Emilio Monzó, el más prominente representante del ala política del PRO, claramente enfrentada a la que tiene a Jaime Duran Barba como mentor, quien está en las antípodas: “El peronismo es el pasado, la oposición que le gane en futuras elecciones a Macri surgirá de un nuevo partido y no del peronismo”.
El reciclado del peronismo es el tema más importante de la política argentina actual, la falta de confianza de los inversores en la economía de Macri obedece también a la falta de certeza sobre que pueda generarse en Argentina una oposición racional al Gobierno y que todos, inversores y ciudadanos, no queden prisioneros de Macri o Cristina Kirchner.
La economía precisa que el peronismo se renueve y Cristina Kirchner deje de ser alternativa de gobierno
Aunque le sea más cómodo competir con Cristina Kirchner en un ballottage, un peronismo reciclado sería aún mejor para Macri y su economía que una buena cosecha, porque aportaría confianza en que se mantendrán determinadas políticas de Estado. Pero ¿cómo se lo reclica? ¿Cuál es el modelo de ese futuro peronismo? ¿Cómo salir de la patética imagen de la gerontocracia de Barrionuevo o Gioja al frente del partido? ¿De qué forma modernizar al PJ?
Uno de los caminos posibles ya lo recorrió Inglaterra, que tiene el más antiguo partido de los trabajadores: el laborismo, y que después de gozar de muchos triunfos pasó por un período de acumulación de derrotas hasta que, a fines de los 90, se modernizó bajo la consigna de Nuevo Laborismo y ganó tres elecciones consecutivas para jefe de Estado con el mayor porcentaje de votos de la historia de Inglaterra.
El reciclado del peronismo es el tema más importante de la política argentina actual, la falta de confianza de los inversores en la economía de Macri obedece también a la falta de certeza sobre que pueda generarse en Argentina una oposición racional al Gobierno y que todos, inversores y ciudadanos, no queden prisioneros de Macri o Cristina Kirchner.
La economía precisa que el peronismo se renueve y Cristina Kirchner deje de ser alternativa de gobierno
Aunque le sea más cómodo competir con Cristina Kirchner en un ballottage, un peronismo reciclado sería aún mejor para Macri y su economía que una buena cosecha, porque aportaría confianza en que se mantendrán determinadas políticas de Estado. Pero ¿cómo se lo reclica? ¿Cuál es el modelo de ese futuro peronismo? ¿Cómo salir de la patética imagen de la gerontocracia de Barrionuevo o Gioja al frente del partido? ¿De qué forma modernizar al PJ?
Uno de los caminos posibles ya lo recorrió Inglaterra, que tiene el más antiguo partido de los trabajadores: el laborismo, y que después de gozar de muchos triunfos pasó por un período de acumulación de derrotas hasta que, a fines de los 90, se modernizó bajo la consigna de Nuevo Laborismo y ganó tres elecciones consecutivas para jefe de Estado con el mayor porcentaje de votos de la historia de Inglaterra.