Estimados amigos; algo para recordar. Todos debían suponer que los llamados «hombres de campo»(los verdaderos son los que en alpargatas y muertos de frío están trabajando, mal pagados, mientras ellos paran) iban a llevar mucha gente. Son mucho más de cien mil, con sólo 60 mil multiplicados por 5 o 6 de sus familiares llevados en sus camionetas y camiones propios, sumando algunos peones o quinteros en realidad podían haber tenido más de 350 mil personas, sin mucho esfuerzo.
Sumando a los militares de la dictadura y sus familias, sumada la derecha y centro derecha de Rosario, los estudiantes hijos de «chacareros» que son mayoría en ciudades como Rosario y Santa Fe. Estas cosas también hay que decirlas, porque pareciera que «metieron mucha gente», pero hay que decir quienes estaban.
También cuando vemos las fotografías de los festejos de la Revolución Libertadora parece que «el pueblo se había volcado a las calles». Pero el que juntaba tres millones de personas del pueblo, era Perón.
El pueblo era mayoritariamente peronista cuando tiraron a Perón. Y por supuesto que con las familias de los militares, los ricos, la sociedad agraria, la clase media visceralmente antiperonista y los sectores de izquierda que equivocaron el camino y las alianzas parecían multitudes.
Si examinamos bien las fotos, ni la mitad de lo que juntaba el mínimo acto de Perón – A eso había que agregar que cuando viene un golpe militar como aquel del 55 tan propagandizado por los medios, están también los que siempre se acercan a los ganadores, «por las dudas». La demostración de lo que fue el peronismo la vimos en aquel triste día de Ezeiza, cuando tantos años después regresaba Perón.
Fue la primera vez – y la última-que se vio nuevamente tanto pueblo en la calle, pero verdaderamente pueblo, que llegaron caminando desde lugares muy lejanos, como aquel 17 de octubre. Uno puede no ser peronista, pero no ver la realidad como fue, es imposible si se tiene la mínima honestidad.
Los «chacareros» no necesitan como los trabajadores que todos los días toman trenes, colectivos, etc. para llegar a sus trabajos, ningún tipo de transporte extra cuando quieren ir a una manifestación. Lo tienen todo listo. Así que también hay que buscar alguna forma seria de decir todo esto, porque la campaña mediática en Argentina es brutal.
A lo que se añade lo que es el campo de «entretenimientos», que son en todos los casos degradantes, desculturizadores, aplastantes para una sociedad que nunca se ha podido levantar del todo, que es necesario buscar mensajes e informaciones muy precisas y que además logren hacer reflexionar a quienes están siendo educados para la humillación y la dominación.
Tengo muchos años y todo ellos han sido de pelea. Hace por los menos 15 años estoy alertando sobre un tema que manejo porque estudio desde hace más de 50 años las relaciones de Estados Unidos con nosotros y colecciono sus planes.
Esto que nos está sucediendo se llama Guerra de Baja Intensidad y hoy los medios sí han logrado el gran avance en la sociedad. También porque hay una confusión brutal y porque alguna izquierda ayuda infinitamente a esa confusión.
Porque desde nuestro campo no supimos hacer entender que hay infinidad de conflictos no genuinos, forzados y lamentablemente para eso Estados Unidos dice contar con sectores de izquierda haber infiltrado movimientos estudiantiles en todos nuestros países, algunos movimientos sociales, políticos, culturales y otros.
Lo que pasa aquí pasa en Bolivia en Venezuela-incluso le quisieron crear a Chávez una «guerrilla» de izquierda supuestamente-. Cuando yo trataba de explicar todo esto me decían que éramos los eternos conspiradores. Salvando las enormes distancias esto, se lo decían a Walsh cuando denunciaba los planes de Estados Unidos. Queridos compañeros esta es una carta amiga.
Nunca necesitamos tanto unirnos y trabajar sobre estos temas.
Un abrazo
Stella Calloni
Me gustaría seguir en el tema. Me dejó con ganas. Eva