No esperen que sea objetivo ni mesurado. No podría de ningún modo, aunque juro que voy a intentarlo, hasta donde pueda, pero sé que no puedo, así en caliente, recién llegado, después de una mañana y algo más que una mañana tan intensa como esta y donde pasó lo que pasó en esta. Pero no me da el tiempo para pensarlo y elaborarlo, ni quiero que me dé el tiempo para pensarlo y elaborarlo: necesito escribirlo ya. Ni son estas las mejores condiciones, dado que, con los compañeros uno no pudo menos que, después de lo ocurrido, irse a almorzar con una buena cantidad de botellas de López tinto y tratar de intercambiar alguna impresión, en buena parte sobre lo que pasó (esto es, sobre lo que nos tocó vivir durante esta mañana, que no tengo ningún prurito en considerar, hasta cierto punto, modestamente, «histórica») y más aun sobre todas las inquietantes cuestiones que «se abren» a partir de los resultados del 28 de junio. Pero, dado que no son estas buenas condiciones para ser objetivo ni para presentar de una manera aceptable las cosas, empiezo entonces por explicar que las condiciones son estas, y acto seguido a contar que Carta Abierta hizo su primera asamblea post elecciones legislativas del 28 de junio, es decir post derrota (aunque el término «derrota» fue uno de los conceptos en discusión), que, por cuestiones sanitarias que no me voy a detener a explicar porque me daría vergüenza, esa asamblea no se hizo esta vez en la Biblioteca Nacional sino en Parque Lezama, al aire libre, donde los virus resisten mucho menos, y que esa asamblea, que ya sabíamos que iba a congregar a muchas personas, congregó a muchas más de lo previsto (en el momento máximo, calculamos 500), y que de pronto, en medio de la asamblea, se nos apareció Néstor Kirchner.
Esto no es joda, permítanme que lo diga en estos términos. Yo, al menos, no lo sabía, y estoy en el grupo de coordinación de Carta Abierta. En otras palabras: nadie de Carta Abierta se lo solicitó especialmente: él se enteró, porque sí tiene cómo enterarse, y decidió venir. Me parece que tiene una fuerte significación que Kirchner haya elegido una asamblea de Carta Abierta para hacer su primera aparición pública posterior al pronuciamiento de las urnas del 28J, salvo que consideremos «aparición pública» la conferencia de prensa grabada para Telam en que anuncio su renuncia a la presidencia del PJ. Digo: la asamblea de Carta Abierta la organizó Carta Abierta, no la organizó el gobierno ni ningún partido ni ningún dirigente aliado ni nadie, y Kirchner no ignora (porque debe haber leído los documentos de Carta Abierta o se los deben haber contado) que en C.A. nunca vimos con buenos ojos los intentos de hacer algún tipo de alianza con gente como Reutemann, que sólo con resignación aceptamos que se hiciera cargo de la presidencia del PJ y que todo el tiempo estuvimos proclamando no sólo la necesidad de afianzar los cambios e ir por más, sino de construir un movimiento político-social que todavía no existe, sin el cual no es posible hacer algo para parar la ofensiva de la restauración conservadora, triunfadora, al menor parcialmente y por ahora, en estas elecciones. El hecho es que NK no eligió para mostrarse y hablar una instancia del Estado ni partidaria, sino Carta Abierta, un espacio plural y crítico, que le reclama «ir por más» y que no se siente cómodo con las estructuras, las dirigencias y los estilos del PJ, aunque no por eso dictamine que haya a priori que descartarlos como quien reza un dogma. Eligió ese lugar, y al llegar fue, previsiblemente, vitoreado hasta el cansancio, besado y abrazado una y mil veces, y tuvo que escuchar infinidad de veces el «olé, olé, olé, Néstooor, Néstooor», pero también tuvo que escuchar, antes de hablar, un saludo de Horacio González que no sólo explicó los motivos por los cuales para Carta Abierta era una alegría y un compromiso contar con su presencia, además de hablar de unas cuantas cosas más, sino también vinculó la derrota (él no usó la palabra «derrota»: eligió muy deliberada y explícitamente otra palabra que mi inconsciente por algún motivo se obstina en borrar) al hecho de que en la campaña electoral se hablara de «lo que se hizo» pero se obviara por completo el componente utópico de la política. Dicho de otra manera: faltaba un «qué queremos hacer».
Néstor, por su parte, no dijo mucho. Lo importante fue su presencia. Fue simbólico. Pero, entre lo que dijo (anoto lo que rescato de la memoria, no anoté nada) están: un saludo de Cristina; la valoración del hecho de que estuviéramos allí a menos de una semana; la importancia de que Cristina estuviera viajando a Honduras («dicen que no es importante: nosotros sabemos que es importante, porque lo que está pasando en Honduras lo vivimos en la Argentina»); un montón de palos a Reutemann; la ratificación de que ni él ni ella van a renunciar a los principios, se gane o se pierda; el anuncio de que «se pone a caminar el país» para armar algo (no sabemos qué) o para ver cómo están las cosas.
Me queda afuera todo lo mucho y muy interesante que dijeron Mary Sánchez, Eduardo Jozami, Carlos Girotti, Ricardo Forster, Guillermo Wierzsba, entre otros. Ahora no puedo, no me da el cuero. Tal vez pueda en otro momento.
me faltaba algo: antes de que llegara Kirchner, cuando nadie (incluyendo quien esto escribe) sospechaba que vendría, desde el principio mismo, la sensación que en ningún momento decayó, fortísima y consistente, y eso que éramos muchos, fue «pase lo que pase, acá nadie se rinde».
Hara lo que le falto hacer con la gente?sincerarse,promover la movilizacion de proyectos,la transversalidad?siendo diputado,es decir representante del pueblo,mantendra una comunicacion con las bases que le permitan llevar al Congreso iniciativas profundizadoras del bienestar de la mayoria y asi destacarse,desenmascarar a la oposicion y volver a ser lider y aun presidenciable?…
«Traspié» será esa palabra Balvanera?.
También a Nestor le faltó caerse de sopetón a los plenarios de las agrupaciones perucas del conurbano (y de tantos otros distritos o al menos a las chocolatadas del dia del niño) y hasta el momento no lo hizo, eso aunque sea una vez al mes es un aliciente importante y derriba el sentido común impuesto a los militantes barriales del supuesto prurito kirchnerista hacia ellos. Al menos hoy hay un cúmulo de militantes que jugaron 100% leales y fueron los «realizadores» de la mayoría de los votos que Nestor le arrancó a la derecha en los distritos, ellos necesitan señales y no sospechas.
El piso/techo (pejota) jugó leal, espera las señales concretas de cariño que hoy le dió a C.A.
Lo de hoy, es un buen comienzo. Bien por Nestor y bien por Carta Abierta.
Desde la ètica, la iniciativa de Nestor K es inèdita en un dirigente polìtico.
Se acercò a un espacio que no le brinda ningùn soporte relevante de poder para emerger de los resultados negativos recibidos en las elecciones del 28-J más la agigantada y previsible reacciòn de la corporaciòn mediàtica que se prepara a erosionar la gestiòn del gobierno hasta terminar con èl o limitandolo en sus polìticas pùblicas, acorralàndolo con la construcciòn de un consenso opositor sistemàtico y permanente.
Desde la polìtica es casi como decir que si tenemos que arrancar de 0, lo haremos desde ahí.
Heroico, principista, comprometido, desprejuiciado, lleno de todas esas cosas que hoy se estàn cotizando màl en plaza.
Si se analiza en serio, dejando de lado las emociones, podrìan desvirtuarse los mejores efectos que generò esta sorpresa históricamente inolvidable.
Una aclaraciòn:
Se me fue la mano con lo de arrancar de «0», pero lo que quiero acentuar es que con todo lo valioso que representa Carta Abierta, como sitio de repechaje tiene las limitaciones propias de un entorno de intelectuales, profesionales y universitarios.
Amigos, NK redobla la apuesta;hay que ver si todos estamos dispuestos; de eso se trata, redoblar la apuesta ¡
Todo el tiempo se trató de eso, redoblar la apuesta siempre lleva a perder.
Sopa: ¿no serás un seudónimo de Morales Solá?
No sé si tanto como redoblar, pero en esa dirección va la cosa. O para ese lado o para el abismo. La famosa ingobernabilidad, contra lo que se cree, no viene si hay firmeza: viene si se cede. Lo ocurrido con Alfonsín da alguna idea de la cuestión.
Estoy de acuerdo con esto que escribe Verbitsky hoy: «Las crónicas y declaraciones políticas de estos días plantean un escenario en el que el gobierno debería elegir entre la confrontación o el consenso y se le recomiendan el diálogo y la moderación. Esas son formas alambicadas de exigir la firma presidencial al pie de todas las condiciones que le pongan por delante».
Lo de morales sola lo dejo pasar, la verdad no entiendo la necesidad.
Lo otro es una realidad, doblar la apuesta siempre lleva a perder, el jugador que gana sabe cuando redoblar, cuando mantener y cuando retirarse, yo ya no pretendo eso de Kirchner, la pilcha de estratega le viene quedando chica.
la pilcha de estratega le queda grande, esa la idea
Totalmente de acuerdo Sopa. Siempre hay que subir la apuesta. El consenso es mala palabra, sinónimo de entrega. Qué tolerantes que son!!! No es que necesites defensa, pero fijate vos: tratás de hacer un mínimo comentario crítico y ya sos Morales Sola. Dios Mío.
También estuve allí, y en algunos otros espacios esta semana. Mi percepción y la de muchos es que HAY que redoblar la apuesta. Que otro camino es posible?. La presencia de esos 500 compañeros, las decenas de reuniones menores en distintos ámbitos son una demostración de que esa voluntad existe. Sin que ello signifique obviar las autocríticas necesarias. Tal vez (conjeturaría) este baño de realidad del domingo nos ayude a derribar obstáculos en la búsqueda de articulaciones y consensos entre quienes tiramos para el mismo lado. Ojalá. Es mi deseo.
He ido a las asambleas de Carta Abierta unas 6 ó 7 veces. Conozco a muy pocos. Creo que no me conoce nadie. Me las ingenio, porque hay que ingeniárselas para saber dónde y cuándo se reúne la asamblea, si uno no está en el círculo.
Las conexiones con los medios hace que lo que pasa en dichas reuniones trascienda, llegue a la prensa. En general a Página. Hoy lo levantaron todos los diarios.
Este introito es para decir que la aparición me resulta una señal positiva. No es una unidad básica de un puntero que estuvo con Menem, Duhalde, y Kirchner como quien sigue al de turno. Es un movimiento social, entrópico, elitista, pero movimiento al fin, que lo contiene al compañero Néstor. Que no lo soporta, como soporte de base que hoy está porque ganó y mañana no está porque perdió. Que lo acompaña, lo tolera, lo critica, pero lo acompaña.
Porque en definitiva sigue el rumbo que lo diferencia de la derecha sectaria, destituyente, publicitaria, golpista, egoísta, aunque en varias cosas no se diferencie. Pero en el concepto, sí. En el juicio a los genocidas, en que estemos discutiendo paritarias cuando la crisis paranoide nos quiere azotar, en querer manejar el tipo de cambio regulando una suba administrada cuando todos quieren una mega devaluación, en un montón de señales a las que todavía les falta conexión.
Y tal vez sea la conexión entre todo lo que contiene Néstor Kirchner, tal vez sea eso lo que tiene como gran tarea. El aglutirnar a los distintos que queremos como fin lo mismo. A los peronistas de base, a las organizaciones y movimientos sociales, a los intelectuales, al progresismo duro y por que no al ladri progresismo, a los clase media como yo que no nos metemos dentro de una cáscara y consumimos votos cuota, barrio cerrado, miedo burgués.
Elegir una semana después, un lugar de acompañamiento crítico, es empezar a caminar el camino de profundizar lo que hay que profundizar, y no llegar al final del mandato de manera tibia y a cualquier precio.
monte castro: las asambleas son, habitualmente, cada dos semanas, sábados a la mañana. La próxima seguramente dentro de dos semanas pero no se sabe dónde porque la Biblioteca Nacional está cerrada y seguramente se hará en algún lugar abierto. Suelen anunciarse con tiempo (no siempre) en la página de Carta Abierta (http://www.cartaabierta.org.ar/), y también por correo electrónico. Hay un mailing. Para entrar en él, se puede escribir a una de estas direcciones (no me acuerdo si las dos siguen válidas):
cartaabierta500@gmail.com
cartaabierta750@gmail.com
Omix: la palabra es «infortunio». No es que la haya recordado: la anotó el cronista de Página 12. Para mí es derrota. Lo que pasa es que «derrota» se puede entender de muchas maneras. Si «estoy derrotado» significa «bajé los brazos, no sigo, acá me quedo», bueno, es lógico que no se quiera hablar de derrota. Pero hubo una derrota de Cancha Rayada antes de Chacabuco y Maipú.
luisk: es probable que tenga esas limitaciones, no digo que no: después de D’Elía, Moreno y los propios Kirchner, Carta Abierta es el nombre que más tendieron y tienden a desprestigiar los medios y los charlatanes de los medios («intelectuales a sueldo», «se dejan llevar de la nariz», etc), por un lado, y a nivel de impacto en el corazón popular no mucho, y es muy comprensible. Tal vez le juegue en contra a Néstor si buscaba capitalizarlo. Ojo, dije «tal vez»: realmente no lo sé. Lo que sí es que me pareció muy significativo por todas las razones que aquí varios, incluso usted, anotaron. No empezar a construir de cero pero sí empezar a construir desde otro lugar. Es interesante. Veremos cómo sigue, y cómo seguimos.
Al margen: los canallas despreciables de Crítica ponen que Néstor habló «ante un minúsculo grupo»: ¡¡500 personas autoconvocadas en una plaza un sábado de invierno a la mañana son un minúsculo grupo!!! Y los muy hijos de perra ponen una foto con Kirchner hablando ante las cinco o seis personas que estaban detrás de él. Pero adelante había gradas repletas. No digo que es increíble porque conociendo a Crítica es totalmente creíble.
mi profesor de historia, sanmartiniano él, decia que debiamos referinos a Cancha Rayada como «el reves de Cancha Rayada».
en vez de derrotado, me siento enrevesado entonces.