El impuesto inlfacionario

Es una vieja idea de la economía, plasmada de distintas formas a lo largo de los años. Utilizado como concepto sirve para evaluar distintos hechos de diferentes períodos históricos.

Por ejemplo, en el Imperio Romano, por necesidades de expansión para obtención de recursos naturales (tierra) la administración necesitaba financiar un ejército fuerte. A los impuestos agobiantes, sumó la acuñación de moneda. Este proceso redundaba en depreciación de la misma, y pérdida del poder de compra. El Estado se financiaba emitiendo moneda, cuyo uso era inflacionario, y en manos de los pobladores, la moneda cada vez valía menos.

Ese ejemplo sencillo sirve para describir cómo funciona en lo ideal un sistema de impuesto inflacionario. Las acciones se dan en diferido. Es decir, con la inflación de hoy, el sistema se está cobrando el gasto público (pagado con emisión) de ayer.

Esta simplificación no sirve de ninguna manera para concluir que eso es lo que pasa hoy en la Argentina. Estamos hablando de cuestiones ideales. Hay algunos elementos que podrían identificarse con esto: por ejemplo, los adelantos transitorios del BCRA, o la conversión en gasto público directamente de la transferencia de utilidades del BCRA al Tesoro, o más sutilmente, la actuación del BCRA, sin ayuda del Tesoro, para mantener el tipo de cambio (comprar dólares con emisión), lo cual hace que el Tesoro, al no cumplir con metas de ahorro para colaborar en esa compra disponga de recursos para gastar en otros asuntos.

Pero así y todo, hay coincidencia casi generalizada en que existen muchos aspectos más a tener en cuenta a la hora de analizar los por qué de la inflación en Argentina.

Ahora, centrándonos directamente en el carácter del impuesto inflacionario, hay que pensar en la otra pata del asunto. Que es el carácter del gasto público financiado por este impuesto. Quiero decir, si el canal conductor de que la emisión monetaria se transforme en inflación es el gasto público, habría que ver en qué se gasta para saber qué tan regresivo es el impuesto inflacionario. El caso de la asignación por hijo es patente. Si la inflación de hoy está pagando el incremento de gasto promovido por el pago de asignaciones, la ecuación es favorable para los beneficiarios de la asignación. Antes cobraban 0, ahora 180, de los cuales la inflación se morfó 40. Hoy cobran, entonces, el equivalente a 140 (140 más que al inicio del proceso).

Vuelvo a decir, la cosa es más compleja e intervienen muchos factores más. Pero, cambiando el ángulo de la visión podemos concluir que la evaluación de los efectos inflacionarios, como de cualquier fenómeno de la economía, es indivisible de la evaluación sobre los efectos distributivos.

No es fácil, pero tampoco imposible, tal vez, insertar a la inflación en un proceso cuyo saldo distributivo sea positivo.

12 comentarios en «El impuesto inlfacionario»

  1. Creo que «Impuesto x emision» seria el termino correcto. Porque la emision es siempre algo parecido a un impuesto, algo con lo que se financia el estado. Pero si eso se transforma en inflacion o no, como decis, es materia de debate (el uso del termino «impuesto inflacionario» intenta omitir ese debate). Y si generase inflacion, queda luego la discusion que mencionas sobre si esta anula el valor positivo que haya tenido el gasto.
    Quienes utilizan el termino «impuesto x emision» en general objetan este impuesto y, como nunca ofrecen otro impuesto -no inflacionario- para reemplazarlo, podria asegurar que lo que objetan es el uso que le da el estado a ese ingreso.

  2. mariano vos no elegis que parte del gasto es inflacionaria y que parte no el conjunto lo hace

    por que si elegis el ingreso para la niñez salis oliendo a rosas, pero si elegis los subsidios a grandes empresas monopolicas o el gasto en infraestructura en callecitas en el municipio de tilcara que solo sirven para que el intendente este contento no es lo mismo y es el mismo gasto.

  3. Fede, son lo mismo y huelen por igual a rosas. Son los gastos aprobados por los ciudadanos a traves de sus representantes. Y cualquier financiacion del estado tiene las dos caras, los beneficios que obtienen los ciudadanos por el gasto, los costos que padecen por afrontarlos. Si eso da positivo o no, es materia opinable y es una de las tantas cosas que se juzgan en una eleccion. Tilcara beneficia a menos que el ingreso x la ninez pero tambien cuesta menos. %Pr

  4. El ingreso a la niñez es una pequeña parte del gasto público y de por sí no puede disparar la inflación.
    Es una perfecta excusa para explicar la inflación «en función de la redistribución del ingreso» lo cual es una soberana pavada.
    Mucho mayor es el gasto en una burocracia improductiva y estéril, los subsidios a las empresas amigas, el «fútbol para todos», la alocada compra y creación de «medios» adictos, la ruinosa administración de Aerolíneas, las empresas estatales fantasma (Lafsa, Enarsa), la financiación de la fuga de capitales, «last but not least» la corrupción (que incluye el gasto clientelar vía punteros).
    Finalmente la maquinita, motor básico de la inflación, es un modo barato de financiarse, con el consabido efecto de impuesto inflacionario. Aunque creativamente se lo denomine «progresivo» porque algo es mejor que nada para los pibes pobres.

    1. David: ni el gasto público ni la emisión monetaria son inflacionarios, sino confluyen en un incremento de la demanda.
      Así, la asignación por hijo influye mucho más en que haya inflación, que el supuesto incremento del gasto para financiar la fuga de capitales. La verdad que no sé a qué te referís con eso, pero suponiendo que el estado le de plata a gente para que compre dólares y los saque del país, eso no sería inflacionario, sino todo lo contrario, absorbería pesos traducibles en demanda.

      Aerolíneas, Laftsa, Enarsa y el Futbol para Todos sumados, no llegan ni a la mitad de las asignaciones. Por ponerte un ejemplo simple. Con toda la furia el Futbol para todos puede insumir en un año 1.000 millones de pesos, las asignaciones por hijo insumen 11.000 millones. Habría que sumar las que ya se pagaban, aparte, a los trabajadores registrados.
      Otro tema: los subsidios. No son a empresas «amigas» solamente. Los productores agropecuarios que reciben subsidios, los medios de comunicación que cobran «obligatoriamente» pauta oficial, muy amigos no son. Las privatizadas tampoco (putean porque no aumentan las tarifas, y a pesar de los subsidios q). Shell, Esso, qué amistad. Y encima los subsidios significan precios más bajos (lo cual aumenta la demanda).

      Ahora, la mención a la asignación por hijo, se debía a la simple ecuación de que empezaron con 0, cobran 180, la inflación les come 40. De 0, pasaron a 180. El impuesto inflacionario, les dio saldo positivo, porque pagan menos de lo que cobran por esa vía.
      Eso, es irrefutable.
      Saludos

  5. El gasto público no es necesariamente inflacionario. Es básicamente ineficiente y consumidor ávido e inútil de recursos.
    En cambio la emisión monetaria, si está por encima del incremento de la producción de bienes y servicios, es inflacionaria. Si no aumenta la oferta de bienes y servicios, no puede haber inflación, a menos que se emita. La prueba está en la evidencia cotidiana.
    La asignación por hijo no llega al 3% del Presupuesto ni al 1% del PBI. Si bien es un valor importante, no es de magnitud inflacionaria.
    Dentro de la fuga de capitales incluyo los pagos de la ilegítima, inmoral y corrupta deuda externa – eterna, ya pagada varias veces, según describe Espeche Gil: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1246862
    La apropiación de las reservas del BCRA para pagar la deuda, deja libre los pesos del Presupuesto destinados a esa misma deuda, por lo que esos fondos sí son inflacionarios.
    Sobre el tema subsidios difícilmente nos pongamos de acuerdo, ya que la maraña de subsidios cruzados se presta para todo tipo de interpretaciones.
    Queda a tu favor, como saldo positivo, que los pibes no tenían nada, ahora tienen algo, con tendencia decreciente por la misma inflación.
    Saludos.

    1. David: el tema de la emisión monetaria es complejo. La existencia de circulante convalida los aumentos de precios. Ahora, no es condición suficiente que se aumente el circulante por encima de la oferta de bienes. Puede haber emisión, y la misma ir a compra de títulos públicos, o dólares que se fugen, y entonces no hay inflación. El aumento de circulante es condición necesaria pero no suficiente.
      La fuga de capitales que incluye pago «de deuda ilegítima» no es inflacionaria. Y en el presupuesto estaba previsto que el Tesoro emitiera deuda por 50.000 millones de pesos. Menos de los que emite para tomar en préstamo las reservas del BCRA. O sea, no hay liberación de recursos.
      Ahora, más allá de eso, el único punto que me concedés es el nudo de la discusión, así que si estamos de acuerdo, no sé para qué discutimos.
      Saludos

  6. Mariano
    Muy buen post. Interesante la mención al ingreso universal, cuya merma por inflación tanto preocupa a quienes nunca lo hubieran implementado.

    David
    ¨(…) el gasto en una burocracia improductiva y estéril, los subsidios a las empresas amigas, el “fútbol para todos”, la alocada compra y creación de “medios” adictos, la ruinosa administración de Aerolíneas, las empresas estatales fantasma (Lafsa, Enarsa), la financiación de la fuga de capitales, “last but not least” la corrupción (que incluye el gasto clientelar vía punteros).¨

    De tu compendio de vaporosos lugares comunes, de esos que pueden inflamar a un público adolescente, me cuesta elegir uno. Me quedo con el ¨gasto clientelar vía punteros¨, aunque la ¨alocada compra y creación de medios adictos¨ merece sin duda una mención.

  7. -Creo que existen diversos mecanismos que originan inflación, el más importante es la inyección de moneda no justificada en el mercado.
    -Eso generalmente ocurre cuando un gobierno no recauda lo suficiente para sus gastos, los que debe financiar con emisión de moneda. No desmenuzo la razón por ser algo muy conocido.
    -Otro de los mecanismos, menos importante, es la carrera entre precios y salarios. Es lo que sucede ahora en Argentina cada día en mayor medida.
    -Lo importante es señalar que la propia inflación incipiente genera más inflación. Se comprende bien el problema viendo que existe una cantidad de moneda óptima con la cual la economía funciona bien.
    -Cuanto más se supera a esa cantidad óptima, mayor la inflación. Si hay menos se dice que la economía está desmonetizada y eso detiene la inflación pero produce recesión. Argentina presenta en este momento una situación digna de analizarse.
    -Acepto que he dicho cosas sin justificar y dejo el análisis para el debate. Se dice que los políticos odian la economía. Veremos si es cierto.
    -Lo que es seguro que la gran mayoría de los economistas dicen que siempre es perjudicial en el corto o largo plazo, a menos que no supere el 10% anual. En este caso es manejable y debe disminuirse.
    -Las claves para no tener inflación son:
    1-Nunca jamás tener déficit del presupuesto.
    2-Emplear muy bien los gastos del Estado. Que sean realmente productivos: Si se destina dinero para la desnutrición infantil DEBE IR A ESA FINALIDAD INTEGRALMENTE.
    3-Las tarifas deben estar siempre al precio internacional para no patear para adelante la inflación.
    4-Ser muy estrictos en los controles cuando se pasa del 6 % anual, pues la inflación GENERA INFLACIÓN.
    5-Los gastos del Estado pueden ser abundantes siempre que sean eficaces, que cumplan con su finalidad muy bien y sin ñoquis.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *