El complejo tema de la carne

Desde sectores especializados se vuelve a alertar sobre la tirantez que se presenta en la cadena de valor de la carne vacuna. Se reduce la oferta de hacienda en pie, o se mantiene estancada, sube el peso promedio de faena, y la menor oferta hace que suban los precios. En la otra punta, con precios más altos en góndola, se contrae la demanda (hoy estimada en 57 kilos por habitante por año, contra los 70 de 2009). En algún lugar del medio, los frigoríficos ven achicarse su mercado potencial y sus márgenes.

Visto así, el consumidor argentino estaría pagando las consecuencias de malas políticas. ¿Es realmente así?
En realidad, las disputas sobre cómo organizar la cadena productiva de la carne vacuna están enmarcadas por la existencia de dos criterios originales.
El primero es el que las políticas del gobierno intentaron (con éxito dispar) durante 7 años: integrar una cadena para abastecimiento prioritario de un mercado interno sobre-exigente. Con precios demasiado bajos en relación a los internacionales, y con consumo interno extraordinario, la idea era que no faltara carne barata en la mesa de los argentinos. Después de 7 años en esta situación, a principios de este año se dieron los primeros ajustes que provocaron que la demanda interna convergiera a niveles más parecidos a los de otros países (por aumento de precios en góndola).

El otro criterio era el que promovía la integración de la cadena de valor a la demanda del mercado internacional. Para ello, los precios en el mercado interno hubiesen sido desde hace bastante tiempo más altos, la demanda interna hubiese estado durante varios años incluso más deprimida que en la actualidad, y toda la cadena de valor se hubiera organizado para abastecer la demanda de los sectores más ricos de la población mundial, que son los que están en condiciones de demandar un producto como la carne vacuna, cuyos costos de producción son elevados, cuyos costos de oportunidad son elevadísimos, y que deben reflejar en su precio final esas condiciones, lo cual los vuelve masivamente prohibitivos.

Entonces, podemos decir efectivamente que los resultados de las políticas oficiales después de 7 años parecen llegar a un inexorable momento de fracaso. Digamos, un momento de ajuste en el mercado y en la cadena, con desplazamiento de algunos jugadores (sin eufemismo: cierre de frigoríficos, problemas para establecimientos de engorde a corral por aumento de costos). Fin del «sobre-consumo» a precios «artificialmente» bajos.
Pero los condicionantes a los que se enfrenta en la actualidad la demanda interna no son demasiado distintos a los que se hubiera enfrentado si se implantaba el otro criterio en disputa. Digamos, organizar la cadena para abastecer la demanda externa exigía, hace 7 años, los mismos ajustes sobre la demanda interna que se dan hoy. Una oferta más robusta no hubiese redundado en mejores condiciones para el consumidor interno, en tanto la cadena se hubiera organizado en pos de la prioridad de satisfacer la demanda externa, convergiendo en precios prohibitivos para el consumidor local.

Una addenda final: el fantasma de la importación de carne me parece una exageración. La carne «importada» no llegaría a las góndolas a menor precio que la nacional, y en todo caso sólo podría darse este fenómeno a partir de que la industria local pudiera recomponer su relación con mercados internacionales, sin que la demanda interna de carne cayera paralelamente.

En definitiva, es necesario distinguir claramente entre los dos criterios, para no cargar en la misma cuenta los efectos sobre la demanda y los efectos sobre la oferta.

37 comentarios en «El complejo tema de la carne»

  1. con todo respeto creo que esta mal lo que decis
    la politicia que deberia haber seguido el gobierno desde mi punto de vista es totoalmente opuesta a la que se siguio
    deberia haber insentivado el sector a que produzca mas y exporte todo lo que pueda tanto carne como cueros y otros productos derivados. las curtiembres no laburan por que no consiguen cueros para trabajar
    la gente tiene que entender lo uqe es mejor para todos no lo que es electoalmente mas rentable
    campañas que incentiven el consumo de legumbres no vi ni una. aparte bajarian los gastos de slaud por enfermedades coronarias
    es una politica ridicula la de este gobierno

  2. Bueno, magia no se puede hacer. Expandir a 20 millones de hectáreas la soja algún costo iba a tener. A menos que alguien dude de la fuerza expulsora de la soja sobre las vacas. En el 2008 se la quiso frenar subiendo las retenciones, y los que ahora putean por el precio de la carne se opusieron. Les decían en la jeta que querían cobrarle $80 el lomo, y chochos los bartolos, derecho al matadero, se llenaban de escarapelas. De entonces a la fecha, otras cuatro millones de hectáreas pasaron de la vaca a la soja. Los chanchos chinos, de parabienes.

    Darwinismo social, que le dicen. El estúpido va al muere. Espero que ahora no se quejen. Lo lograron.

  3. Y agrego otra cosa: No sólo cayó el consumo 13 kgs. en un año. También se perdió en lo cualitativo. Pasamos del bife angosto al bife ancho, y de la paleta al ronga. Menos kilos, y encima de bosta. A ponerse la escarapela, muchachos.

    1. Esto es precisamente lo que advirtieron los traidores de siempre.
      La política agricola de este gobierno es un fracaso y la expansión de la soja tiene menos que ver con el precio internacional de este grano que con la política de tierra arrasada que el gobierno aplicó a la carne, a la leche, al trigo, etc.
      No, no importamos carne. Solo comemos mucho menos en cantidad y calidad porque no podemos pagar la alternativa. Es que el mercado – y la fisica – existen.
      Ahora lo que me sorprende es tu análisis Mariano. Decis que otra política del gobierno habría tenido el mismo resultado. Y eso es falso porque aún si admitimos que la carne hubiera sido igual de cara (algo no comprobable), lo cierto es que la cantidad de cabezas de ganado no hubiera caido, no se hubieran perdido tantos empleos y tendríamos las divisas de la exportación de carne.
      Felicitaciones a todos. Y vos, Eduardo, seguí culpando a los agrogarcas golpistas exportadores.

      1. Francisco: primero, los argentinos seguimos comiendo mucha carne vacuna en relación a otros países del mundo. Salvo a Uruguay (donde se consumen unos entre 5 y 10 kilos menos que acá), a los demás países del mundo le sacamos inmensa diferencia en ese rubro. El consumo en argentina bajó este año bastante, pero sigue alto.

        Independientemente de eso, no hay que olvidar que el negocio cambió en estos años. Las tierras productivas ya no se usan para pasturas, sino para producción agrícloa, y la ganadería es cada vez menos extensiva y cada vez más intensiva (con engorde a corral). Esto es así en el mundo (o en los países del mundo aptos para la producción agropecuaria en escala).

        Las opciones hace unos años eran: desacoplar precios internos de los internacionales para priorizar el consumo interno a precios bajos (cosa por la que se optó y funcionó con cierto éxito durante 5 o 6 años), o seguir la sugerencia de las señales de precios internacionales (para mejorar la performance exportadora). O sea, más precio en el mercado interno, para que se consuma menos y que se recomponga una oferta en condiciones de ganar mercados de exportación.

        Fenómeno esto último. A los exportadores les hubiera convenido muchísimo. Pero es un problema sectorial. No es algo fundamental para el conjunto de los argentinos. Por suerte a los argentinos no nos hacen falta las divisas de la carne. En realidad, el exceso de divisas que ingresan hoy nos genera algunos problemas. Llorar por los dólares que no entraron es un reflejo de otras épocas. Hoy nos sobran dólares. Extrañamente para lo que es la historia argentina, no nos faltan.
        Saludos

      2. «la expansión de la soja tiene menos que ver con el precio internacional de este grano que con la política de tierra arrasada que el gobierno aplicó a la carne, a la leche, al trigo, etc.»

        Demostrá lo que decís, alguna vez. ¿Así que los millones en subsidios a los feed-lots, trigueros, molineros y tambos fueron para arrasarlos?

        ¿No te da un poco de vergüenza seguir dando esta imagen lamentable del que, carente de argumentos, repite como un loro lo que escucha, sin poder sostenerlo con un puto dato?

      3. Millones en subsidios a los feed lots. Imagino que no serán los mismos subsidios que se dice cobró Echegaray en un feed lot a nombre de su mujer. Sería impensable que el mismísimo jefe de la Afip haga esas maniobras elementales. Es como si el día de mañana le encontraran una bolsa llena de dólares al ministro de economía. Impensable.

      4. Mariano: No parece una política sensata generar un desequilibrio, y cuando hay que pagar las consecuencias decir «fue bueno mientras duró».
        Lo que aprendimos es que con exportación regulada el excedente exportable se evapora, tendiendo al final a complicar el mercado interno.
        Con una política sensata se podría haber atendido los dos a la vez, y hoy tendríamos mayor consumo y a mejores precios.
        Y te cuento que en el primer semestre los yoruguas tuvieron mayor consumo que nosotros. Creo que se demsotró que la política de ellos era mejor. Y ni te cuento si le preguntás a los 10.000 trabajadores de la carne que estan suspendidos, despedidos o con garantía horaria.

      5. Los subsidios en el marco de una política diseñada por brutos, no surten ningun efecto, es tirar la plata.
        Todos los que mencionaste son subsidios al consumo, para abratar precio. Pero se olvidaron por ejemplo del que posee las vacas y genera los terneros, y el sistema explot´´o por ahí.
        Lo bueno y delicioso de la situación es el efecto didáctico, que va a figurar en los libros de economía.

  4. Todo lo malo que ocurra durante un gobierno es culpa de ese gobierno, aún cuando el gobierno haya intentado (o empezado a intentar) impedir y haya fracasado por no poder vencer a la oposición. Ése parece ser el eslógan de esta campaña. Si sale el famoso 82% los fondos previsionales van a disminuir a cero, y va a ser culpa del gobierno.

    El especialista que yo conozco en este tema se llama Daniel Rearte, que ya en noviembre de 2007 advertía que se había disminuido la superficie ganadera en 11 millones de hectáreas. De las mejores hectáreas. Afirmaba que «El productor argentino ha sido muy eficiente en poder mantener el mismo número de cabezas con 11 millones de hectáreas menos. La ganadería no se ha estancado, los números dicen que no nos quedamos sin vacas.» Advertía también que la situación se había vuelto inestable.

    Pues bien, gracias a los precios ridículamente altos de la soja se perdieron desde entonces otros 4 millones de hectáreas. El fracaso de la 125 no sólo fue el fracaso de un impuesto, sino del intento de guiar las opciones productivas de los productores hacia otras producciones. A fines de ese mismo año comenzó una sequía muy grave, que continuó hasta fines del 2009.

    En una reunión en el INTA Balcarce en abril de este año, Rearte explicó lo ocurrido en estos últimos 3 años, en que se perdieron 7 millones de cabezas, el 15% del stock. Rearte afirmó que la situación anterior era completamente inestable, cualquier crisis haría estragos, y que eso fue lo que pasó. Se ha afirmado que se vendieron vientres productivos (vaquillones y vacas jóvenes) al por mayor, pero Rearte maneja datos de faena de animales desde hace décadas, y ha demostrado que eso no fue así: no hubo liquidación de vientres, la caída del stock se explica casi en un 100% por mortandad de adultos y pérdidas de preñeces. De hecho, Rearte dice que la pérdida de 7 millones no se va a poder revertir por completo: se podrán recuperar unas 4 millones de cabezas, y se llegará a un nuevo equilibrio en torno a los 55 millones, no los 58 anteriores.

    Con la supresión de los subsidios a los feedlots, medida que había exigido la mesa de enlace, la producción de carne se va trasladando nuevamente a la producción con pasto, desalojando a los feedlots que habían aguantado las reducciones de superficie. Con pasto, los engordes son más lentos, con lo cual justamente este año, la relación entre la venta de animales gordos respecto a la existencia es más baja que nunca. Eso explica que, no habiendo bajado tanto el stock (animales vivos) haya bajado tanto la faena (animales al matadero). Y eso es lo que refleja en el aumento desaforado del precio de venta. Por otro lado, han desaparecido muchos frigoríficos, más por concentración en pocas manos que por errores del gobierno. Y como hay menos frigoríficos, las reacciones de los precios son más espectaculares (por ejemplo, una suba del 70% en un par de meses, seguida de un estancamiento permanente durante otros seis meses).

    Un último factor, que parece que está prohibido mencionar: las exportaciones han continuado, pese a que tantas veces se ha anunciado su cierre y tan pocas veces se ha informado las limitaciones de este cierre o sus reaperturas. Sé lo que digo: he vendido más de siete jaulas a exportación (con certificado a Comunidad Europea) en los últimos 45 días. Y en los meses anteriores, varias jaulas más a Israel y a Marruecos. Y esa demanda exterior arrastra precios al mercado interno.

    Claro que cuando Rearte dijo eso le saltaron todos los ruralistas a la yugular, porque contradecía lo que ellos estaban seguros de que era la verdad. En esa misma reunión, llegaron a reclamarle al director del INTA porque había invitado al ministro Domínguez, y ellos no lo querían. El pobre tipo les tuvo que explicar que el INTA depende del ministerio del que Domínguez es el titular, que si no le querían ver la cara a Domínguez los que estaban de más eran ellos. Lo publicó La Nación; no en esos términos, claro.

    No digo que la política agropecuaria sea maravillosa. Digo que la caída del stock y el aumento de los precios no son culpa solamente ni principalmente del gobierno. Y estoy de acuerdo con Mariano: si se hubiera hecho lo que pedía la SRA, habríamos tenido estos precios no ahora, sino desde el 2002 hasta ahora. Los ganaderos (que pasamos los mejores años de nuestras vidas) habríamos sido los únicos beneficiados, seríamos nosotros los que endríamos las divisas de la exportación de carne, mientras los consumidores locales hubieran tenido que pagar el doble o el triple por lo que consumieron, y hubieran consumido menos. También estoy de acuerdo en que no vamos a exportar carne, eso no va a ocurrir.

    Lo de tierra arrasada corre por tu cuenta, Francisco. Yo la única tierra arrasada que conozco es la que dejó la sequía.

    Marcelo, que como todos saben (menos Mariano T que está seguro que no) soy productor ganadero.

  5. La desestabilización del sistema empezó con el cierre de exportaciones de 2006. En esa cagaron a todos los invernadores del oeste que tenían los novillos de exportación listos y los tuvieron que vender a precio casi de vaca. Los tipos aprendieron, dejaron de comprar terneros, y en los dos años siguientes, como tenían buena calidad de campo transformaron sus alfalfas en chacra. Triunfo pírrico de los K.
    En ese momento estaba la fiebre de la mudanza de rodeos al norte, y con mucha inversión. La plata de la soja se transformaba en inversiones en NOA y NEA. Eso se cortó de cuajo en 2006. No más inversión, solo huída de las vacas.
    Cómo se solucionó el eslabón que faltaba, que eran los engordadores? Con los feed lots subsidiados.
    Y se olvidaron de los criadores. Que vendían el ternero a 500$, y encima con los cierres de exportación la vaca de descarte a 400$. Cómo va a invertir en reservas con esos precios?
    Cómo que no hubo liquidación? Yo estuve en la conferencia de Rearte también, y el nunca dijo que los 10 millones que faltan se murieron. De donde salió la oferta record de carne de segundo semestre de 2008 y todo 2009, con más de 50% de hembras?
    La sequía solo adelantó para 2010 lo que habríamos visto en 2012.
    Hubo una torpeza y una soberbia increíbles. Hasta hace unos meses Moreno seguía pensando que había 70 millones de cabezas y que se las estaban escondiendo.
    Hoy con 20% menos hacienda que en 2006, no hay política de precios posible.
    Se podría haber elegido un mejor camino en 2006, cuando sobraba carne, que era exportar los cortes y la hacienda de calidad, y con eso subsidiar los cortes populares. Como hicieron los uruguayos, que este año por primera vez en la historia van a tener un consumo per capita mayor que el argentino (y hace 3 años que nos superaron en exportaciones) y ellos también tuvieron sequía.
    Cual es la situación actual? Con un 30% menos de oferta, lo mejor(que es mucho menos) va a los barrios bacanes que mantienen el consumo. Y a los que no les alcanza la plata comen un 60% menos. No hay posibilidad, por dos años al menos, de poder ofrecer precios preferenciales en cortes populares porque no hay exportación.

    1. Oia, y entonces ¿qué es lo que estoy vendiendo con TRI para Unión Europea? ¿Van a vender todo eso en Aldo Bonzi?

      Una anécdota de hace dos años: en la cola para sacar una guía, cuatro ganaderos, uno de ellos conocido peronista, puaj: yo. Empecé hablando del tiempo, con lo que gané más de dos minutos, pero enseguida se pusieron a despotricar porque estaban cerradas las exportacioneso. Cuando me atendieron, puse encima del mostrador tres certificados (TRI) de Unión Europea; se quedaron mirándome como estúpidos. Una semana más tarde me volví a encontrar a uno de ellos, sacando una guía para Unión Europea.

      No creas todo lo que oís, Mariano. Menos todavía de los compradores. Uno de ellos me compraba tres veces por semana: todas esas veces me decía que la plaza «se desplomó», que había caído varios centavos. Si yo sumaba todos los desplomes, le tenía que regalar los novillos.

      De chico conocí un mozo que traía el pedido para toda mi familia él solo: nueve platos. Un capo, el tipo, traía platos de milanesas apoyados hasta en el hombro. Claro, el día que se le cayó uno se le cayeron ocho. Mantuvimos el mismo número de cabezas con 7 millones de hectáreas menos, pero era mucho más inestable, cualquier cosa lo iba a hacer caer. Y vino la sequía. No estoy de acuerdo con vos: si todo seguía bien, el desastre podia venir en el 2015 o en el 2019. Lo que es seguro es que en algún momento el castillo iba a caerse, porque era de naipes.

      1. El rodeo se iba achicando cada año, de a 1,5 millones de cabezas. Lo que pasa es que en 2009 fue 3 en 1, por eso se adelantó 2 años.
        Y el invernador promedio no tiene tus contactos, seguramente, por eso se dedicó a temas más fáciles.

      2. En tu análisis te olvidás que en 4 años el feed lot llegó a representar el 50% de la faena. Esas son unos cuantos millones de ha de invernada. El drama estuvo en la zona de cría, y de ahí no salieron tantas ha para chacra.

      1. No hace mucho vos, o algún otro «blogger K» se reía de las predicciones del traidor taimado de Mariano T.
        Ahora, simplemente te dedicas a echar culpas porque el problema ya no lo podes negar.

      2. ¿Negar? ¿Que la soja expulsa vacas? Sería imposible. Es más: Durante la 125 lo decíamos claramente nosotros. Y lo confirmaba el Gauchito Gil: «El que quiere lomo, que lo pague 80$».

        Ahora los tacheros y kiosqueros que andaban con escarapela, mejor que se vayan transformando en chancho chino, así tienen un alimento apto para su paladar. Vos también, claro.

  6. Consulta a el gaucho: ¿La carne con hueso se puede exportar? Tengo entendido que, por cuestiones sanitarias, no se exporta.

    En tal situación, al estar exclusivamente dirigida al mercado interno, existe una enorme distorsión en el precio. Si me decís que el lomo o el bife de chorizo está caro por una cuestión de figurar como commoditie, lo entiendo. Ahora, ¿el asado? ¿Las achuras? ¿El mondongo a veinte mangos el kilo? Alguien se está haciendo el vivo acá.

    La política ganadera es un fracaso. Se ve en los precios. El kilo más barato de carne, al menos donde lo pude comprobar hoy (en una feria comunitaria del interior de la provincia de Buenos Aires), era el rosbeef, a $17,9.

    El problema no es la extensión de la frontera sojera. El modelo de la pastura y el campo abierto era insostenible en términos de competitividad general: el feedlot era (y es) inevitable.

    Todavía no entiendo por qué no se implementó la solución uruguaya: fijar precios máximos para los cortes más populares del país (que en Uruguay son los mismos que acá: asado, vacío, etcétera) y desregular los cortes exclusivos (lomo, bife de chorizo), es decir, destinarlos a exportación. Así, se paga barato el corte cotidiano y caro el corte exclusivo. Si el lomo está caro, ¿es importante para la población que no sea rica? No. El tipo del barrio no quiere lomo barato. Quiere asado barato, milanesas baratas.

    1. No, la carne con hueso no se puede exportar a la Unión Europea. No es lo mismo para los «terceros países», y sospecho que sí se exporta carne con hueso; nunca lo pregunté específicamente, pero creo que los que me compran carne para Israel y Marruecos exportan la media res entera.

      No estoy de acuerdo sobre la distorsión de precios, los precios de los cortes caros arrastran a los baratos y viceversa, tanto para arriba, como a veces para abajo. La sustitución de un corte por otro nunca es completa, pero como hay toda una escala de cortes, la acumulación de sustituciones parciales hace el efecto de una sustitución absoluta: nada cambia lomo por cogote, pero los que dejan de consumir lomo pasan a pulpas, éstos a aguja, los que no llegan a pagar aguja pasan a hueso.

      De todos modos, siempre da la impresión que alguien se pasa de vivo en el mercado de la carne. En un proceso comercial muy complejo, con demasiados jugadores en el medio, y cuesta mucho encontrar quién se queda con el negocio. Siempre fue así. Además hay arrastres de precios, como el del cuero, que llevan a aumentar el precio de la carne por encima del costo teórico. O bajarlo.

      La política ganadera no es un fracaso: los ganaderos ganamos durante los últimos 7 años tres o cuatro veces más que en los 15 años anteriores. Y la gente pudo consumir durante esos años la carne bastante más barata que si no se hubiera hecho eso que se hizo. Bien para las dos partes. Para los consumidores se terminó la joda, pero aún así estamos algo más baratos que en Uruguay; me consta.

      La solución uruguaya es ligeramente distinta a la nuestra: allá comen carne de oveja o de borrego, porque la de vaca es prohibitiva. Acá no tenemos tantas ovejas. Sí es curioso que nadie se haya dado cuenta que cuando se subvencionaba la producción de novillo y vaquillona no se subencionaba la de vaca, la que da los cortes populares. Así que nadie encerraba vacas, que se vendían en su mayor parte como conserva.

      El proble,a es que el modelo de la pastura y el campo abierto era insostenible en términos de competitividad general, justamente por la competencia de la soja. Si no fuera por la soja no habría ese problema, porque para producir con resultados positivos maíz y trigo, por ejemplo, se necesitan campos muy buenos. La soja no exige tanto, con un campo mediocre ya obtenés resultados buenos, mejores que con la vaca; a este precio, o al del año pasado.

      ¿El tipo del barrio no quiere lomo barato? Si se lo ponés lo suficientemente barato, te aseguro que va a comprar lomo. La solución de aumentar el spread (sí, es un término cambiario, pero me sirve) entre los cortes caros y los baratos tiene un problema moral: resulta que como país somos los más eficientes en producir carne. Así que eso es un beneficio para los otros países, que van a consumir lomo argentino comparativamente barato, mientras nosotros nos tenemos que conformar con la carne de baja calidad. Convertimos una ventaja comparativa en una desventaja.

      Por otro lado, hay que dejar de pensar solamente en la unión europea. Si vamos a exportar, puede ser mucho más negocio como país venderle carne (que producimos a menor costo) a países del tercer mundo, que llevan animales menos pasados de grasa (producir grasa es carísimo) y llevan la res entera. Los judíos buscan el pecho del novillo, para que te des una idea. Dejemos de pensar en el mercado de carne de la década del 20, podemos venderles mierda a los demás y comer mejor nosotros.

      1. si, es terrible, con la politica «neoliberal» uruguaya la carne alla sale 5 pesos mas.

        no hay ninguna razon para subsidiar el lomo.

      2. Qué confusión! Con un plan así, tenés que prohibr la agricultura para tener algo de carne.
        Para empezar los uruguayos este año van a comer más carne vacuna que nosotros(por lo menos es lo que dicen las estadísticas del primers emestre), primer punto falso.
        Después pretendés la ridiculez del lomo barato. Salvo que le saques 10 lomos a cada novillo, eso es imposible. El lomo seguirá siendo para la buerguesía, y encarecerlo solo perjudica a ella.
        Y eso de que nunca se ha ganado tanta plata con la carne es notoriamente falso. Al criador lo reventaron. Primero le prohibieron el negocio del ternero bolita al poner el peso mínimo de faena. Después al joder al invernador lo dejaron en mano de los feedlots que le pagó 500 mangos el ternero durante 3 años(hoy vale 1200-1400). y después con los cierres de exportación intermitentes le destruyeron el valor de la vaca de descarte, que vendió entre 400 y 600 pesos durante 3 años (hoy vale entre 1200 y 2000).
        Como dije antes, la política de carnes de este gobierno va a ser un case study en los manuales de economía, de como una mala política trae malos resultados.
        Con brutos como Moreno no se puede esperar otra cosa.

      3. De primera mano (viajo a Uruguay todos los meses por trabajo) te puedo decir que que los uruguayos comen más carne que nosotros y que los precios, hoy, son sensiblemente menores a los que tenemos nosotros.

        Uruguay tuvo que implementar reglas claras de mercado para no perder carne ante la extensión de dos fronteras productivas: la sojera y la forestal. No tuvo problemas y se adaptó a la nueva situación con una cintura envidiable (siendo un «paisito» como dicen ellos todo el tiempo, es aún más notorio).

        En cuanto al lomo barato, es una cuestión cultural: de la gente que labura conmigo, ninguno le entra al lomo. Todos, sin excepción, prefieren un bruto asado o unas buenas milanesas. Repito: no me importa si el lomo te lo cobran en dólares: yo quiero que vuelva la posibilidad de tener asado los domingos. Y por el lomo que despotrique doña Rosa desde barrio parque.

        En cuanto al productor ganadero, te lo discuto desde mi zona (sur prov. Bs. As.); no conozco demasiado la realidad de las otras: hay campos ganaderos que no sirven para soja. Con esto quiero decir que tampoco promuevas un mito de la soja: no crece en cualquier lado ni se puede cosechar en cualquier lado.

      4. Qué mal escribo, o qué mal querés entender, Mariano! Para empezar, no sé a qué plan te referís. Y no quiero prohibir la agricultura, sólo no echarle la culpa al gobierno de algo que se debe a la agriculturización actual. Sí, en cambio, me gustaría que pudiéramos producir y exportar algo más que soja.

        Yo no quiero el lomo barato, sólo no quiero aumentar la diferencia de valores entre la carne de primera y la de tercera categoría.

        Qué curioso, lo del criador reventado. Los que yo conozco han cambiado la camioneta al menos una vez entre el 2002 y el 2010. Salvo los que alquilaron el campo a un sojero, que la cambiaron entre dos y tres veces. Que se hayan perdido el negocio del siglo no significa que hayan perdido guita. Yo también hacía ternero bolita, me complicaron una parte valiosa del negocio, pero sigo ganando más que nunca.

        Joy, debo estar atrasado con el precio de la carne en Uruguay, puede que tengas razón. Uruguay se adapta a la nueva situación. Nosotros también, con otros parámetros. Lo de ellos es un éxito, lo nuestro un fracaso. Me parece que lo ideológico te modifica el análisis.

        ¿Será una cuestión cultural? Mientras no pude, muchas cosas que comían los ricos me parecían porquerías; desde hace un tiempo les tomé el gusto. Y sobre milanesas, no es lo mismo milanesas de pulpa que de nalga o de peceto. Lo cultural no quita que cuando se puede se coma mejor.

        No sé dónde estarás vos, yo estoy en la cuenca del Salado y conozco muchos campos que no sirven para soja. Y muchos otros teóricamente tampoco, pero que en vez de dar 80 kilos de carne ahora dan mil de soja (infelizmente, parece que la mayor parte del mío está en la primera categoría). Pero la cantidad de campos que se han pasado a soja es enorme, y no consigo una puta hectárea de alguna calidad por ningún lado. Lo único que puedo intentar, y con muy pocos propietarios, es alquilar para hacer maíz y con eso dar de comer a mis novillos y vacas vacías. Funciona, con otro esquema de costos.

        Mis puesteros tenían vacas en campo alquilado. Ya no. El problema no es de precio del ternero, sino de que no hay campo: todo lo que quedaba libre se pasó a soja.

        Marcelo

      5. Quizás la memoria ya no me funcione como antes, pero ¿no fue Néstor el que dijo que no quería la patria ganadera? Se propusieron destruir la ganadería y lo consiguieron, ahora tengan la grandeza de aceptarloy no le echen la culpa a una pobre plantita con un par de genes alterados.

      6. No lo recuerdo, pero lo más probable es que se haya referido a algo que yo tampoco quiero: le preponderancia de los intereses de los ganaderos (nosotros) sobre el resto de la sociedad (ustedes). Lo de «combatiendo al capital», un poco más específico.

        Tené vos, por favor, la grandeza de aceptar que, con 11 millones de hectáreas menos (las mejores) es imposible pretender producir la misma cantidad de carne.

        Y yo no le echo la culpa, explico por qué es que ocurre. Como dije más arriba, el avance de la agricultura sobre la ganadería me complica un poco la vida a mí, pero es lo meor para el país. En lo que no estoy de acuerdo es en que tenga que ser de soja, un cultivo que se exporta en su casi totalidad, en buena parte tal como sale de la chacra, y que genera muchos menos puestos de trabajo que casi cualquier otro.

        Marcelo

      7. Seguramente te movés en un medio muy bacán. Con los valores del año 2008 y 2009 (500$ un ternero) y 70% de marcación, hacían falta 500 vacas para tener un peón y vivir (sin cambiar la chata). En las manifestaciones de ruta de 2008 reconocías a los criadores por la vetustez de las chatas.
        En cuanto al lomo, si hay poca diferencia y no esta barato, es poque los demás estan caros. La única manera de que la carne valga, es que todo este caro como ahora, o el modelo que propongo de mucha diferencia entre cortes.
        Al ganadero le declararon una guerra en 2006 y se la ganaron, ahora a aguantar las consecuencias.

      8. Y lo de las 11 millones de ha(en una década) fue reemplazado parcialmente por el feed lot, tambien por la habilitación de nuevas tierras en el norte, y hasta cierto punto por aumento suplementación. El segundo y tercere camino habrían compensado perfectamente si el cambio se daba en un contexto pacífico y no de guerra.

      9. el gaucho: me podés especificar los números para los años 2005 al 2007, digo para tener más claro eso de que ganaron muchísimo.

    2. No había preponderancia de los ganaderos. Néstor dijo lod e la patria ganadera en el 2005 o en el 2006. En esa época cualquier persona que saliera a la ruta y viera dos kilómetros de campo se podía dar cuenta que la mejor tierra era de agricultura y la peor de ganadería. Dos más dos es cuatro, no hubo nadie en la historia de Argentina, y quizás en la historia del mundo, que hiciera tanto por la soja como Néstor Kirchner y sus colegas. Y es lógico porque el estado argentino es el mayor sojero del país. 35% de retenciones más todos los demás impuestos que se cobran del yuyo. Las cuentas son claras, ni el pool de siembra más grande compite contra eso. Dos más dos es cuatro. Viva la soja.

  7. Marcelo: Más vale. Si alguien explotaba una mina de plata, cuando descubre que al lado tiene una mina de oro, tira al carajo la primera en un segundo. Y si uno quiere que vuelva a explotar la mina de plata, hay que subvencionarlo. Éste es el mismo caso: Pudiendo hacer soja ¿A quién se le ocurre hacer otra cosa?

    Es un caso DE LIBRO de la «Enfermedad Holandesa».

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