Pedraza y alrededores, Eduardo Aliverti, Página/12.
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Acerca de Patricio
Patricio es profesor universitario de sociología. Trabaja sobre desigualdad y movimientos sociales. Se crió en un conventillo de la calle Olavarría, pero toda su vida ha sido hincha de River.
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apliques de oro?
che me pone contento que la burocracia weberiana encuentre tiempo entre salvar al pais del progresismo y mantener la red de contencion para los pobres en el conurbano, para hacerse millonarios.
realmente me alegro, lastima que los que los defienden intelectualmente no tengan un mango
Que tarde se enteraron algunos de que por el accionar de la mafia de los medicamentos también pueden existir muertos, esos «periodistas» tan denostados hace tiempo que lo habían advertido, no en los periódicos de la pauta oficial, por supuesto.
Que tarde se enteraron algunos también de cual era la base de la apoyatura electoral del «modelo».-
Que algunos empresarios son también malos, por supuesto que así lo es, y ya le llegará el turno de la justicia penal, por lo cual han decidido poner las barbas en remojo, y parece que un par de ellos, vinculados a las obras públicas, han puesto en buen recaudo unos 100 millones de dólares.
¿No es acaso un poco tarde para empezar a limpiar los establos de Augías?
Hay que decir claramente que Mariano Ferreyra no es un muerto, no es cualquier muerto, ni es un asesinado dicho en términos de crónica policial. Sino que se trata de un crimen político.
Detrás de todos esos párrafos dedicados al PO (una de cal y otra de arena) no hay más que una mera justificación de una realidad que no se supo apreciar pero que está ahí. O bien que no se quiso ver o que se quiere ocultar con argumentos tales como la de generalizar la defensa de los sindicatos porque son atacados por los «medios», concluyendo por sostener un modelo sindical cuestionado y cuestionable.
Por lo tanto corresponde preguntarse quien está «afuera» de la realidad, si luego Aliverti reconoce la lucha de los trabajadores del Subte (y está bien que así sea, porque no queda otra).
A todo esto, también falta la acción de un gobierno, que ante el incuplimiento de la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo por parte de la Unión Ferroviaria, hubiese avanzando en la reestatización de los ferrocarriles.