La idea ha sido lanzada principalmente por Macri. Dirigente opositor al que el Gobierno nacional se empeña por darle visibilidad mayor a la del resto. El único con el que discute cara a cara.
Jorge Asís dice que al kirchnerismo le preocupa Duhalde, y sus combativos dirigentes sindicales: Barrionuevo y Venegas. Le temen (dice el pensador de origen medio-oriental) al pacto de éstos con Macri. Una pavada, que no resiste el menor ojeo de diarios. Si le tengo miedo al rotwailler de mi vecina, lo que menos haría sería chusearlo. Hablo, por supuesto, de Macri (que en metáfora canina, sería algo así como un pequinés).
Hay, detrás de la escena visible, movimientos en las sombras.Algunos se enojan cuando se habla de Magnetto. Otros se mofan. Dicen, casi, que es un invento de 678.
La realidad es que Magnetto es quien maneja las funciones políticas, dentro de un poderoso grupo económico que desde siempre ha tenido fuerte participación en política (su negocio es, en definitiva, la política, que es el corazón de las noticias difundidas; ¿existe la posibilidad de pensar un medio de noticias sin sección política?, ¿hay alguna forma de manejar los intereses de una gran empresa siendo políticamente neutral?). Y desde 2008, se fue blanqueando esa operación en política.Resulta que como nunca el grupo en el que Magnetto desempeña funciones políticas ha adoptado un posicionamiento definitivamente opositor al Gobierno Nacional. Sin ambigüedades ni concesiones.
Con una particularidad: no hay dirigentes políticos opositores que cuenten con un capital político de la magnitud del de Magnetto (valga la redundancia (?)). Esta situación lo convierte (a Magnetto) en el mejor posicionado para ordenar, disciplinar, un frente opositor.
Algunos actores son más resistentes. Otros más permeables. Y depende siempre del grado de intereses involucrados. Hay que ver cómo en algunos distritos empresas del grupo Clarín ganan (neutralmente en términos políticos, faltaba más) concesiones de negocios muy importantes (no hablo solamente de la CABA). Y la verdad es que no sé si esos negocios son algo tan jugoso para el Grupo (que puede prescindir de ellos, como de varios que ya perdió en su «guerra» con el Gobierno Nacional). Son interesantes para las dirigencias políticas, que blanquean, de esa forma, guita oficial para campaña.Porque, decíamos, el Grupo en el que Magnetto desempeña funciones políticas es el que cuenta con el capital político mayor, de todo el arco opositor. Y con ello disciplina.
Fijarse nada más como el nombramiento del «díscolo» Alfonsín fue «bombardeado» por la bajada de candidatura de Cobos. Que le pegó fuerte a la UCR. Para bajarle el precio. Debilitarla. Tal vez con la intención de que vayan, sumisos, al pie. Del hipotético frente opositor (ese que les aportaría los votos necesarios para cumplir con lo que más les importa a todos: renovar los cargos).
Guste o no, Magnetto es quien arma y desarma estrategias de la oposición. A través de sus punteros: Cobos y Duhalde. Que siguen la línea que les bajan con el fin de sumir los movimientos de radicales y peronistas opositores a la estrategia de unir a la oposición. Hasta ahora, Macri sería el candidato a presidente en ese hipotético armado.
Sin embargo, persiste la idea de que le convendría ir por la reelección en la CABA.
Hay un candidato, un poco más díscolo para con las propuestas de unidad y de firmas de declaraciones, pero que sería mucho más presentable. Es Binner. Para disciplinarlo están los contratos y el fantasma Reutemann, que le podría hacer perder el territorio.
Hoy parece lejos, pero…
Hablar de «la oposición» en singular a esta altura es un despropósito, ya que no logran articular un mísero proyecto de ley en común. Son «las oposiciones».
El único titiritero que logra ponerlos de acuerdo en algo es Mañeto, que tranforma esa bolsa de gatos en el «Grupo A». Esto se vislumbró claramente en estos días cuando todos corrieron presurosos cual Vestales de la República a firmar el documento elaborado por la Clarinófila diputada Patricia Bullshit cuyo título era «En defensa de la Democracia». Cuando el patrón los llama al orden, todo atisbo de diferenciación se deja de lado. Todo sea por la «República de Clarín».
A partir de ahora, y cada vez con mayor intensidad a medida que se acerque octubre, veremos que de los originalmente 10-12 autodenominados candidateables, comenzará a angostarse el sendero hasta dejar en la vidriera de Clarín a uno solo. Mañeto no puede darse el lujo de permitirse una oposición fragmentada, en el que cada uno vote al que se le canta: Todos los votos de «la opo» deben ir a parar al mismo candidato, porque de lo contrario ninguno de ellos va a alcanzar el hoy por hoy surrealista 30% necesario para habilitar una segunda vuelta.
Lo vimos en las últimas dos semanas: Sanz y Cleto renunciando a lo que nunca fue suyo, Pinolux descubriendo que después de todo, la CABA es lo que más quiere, el Niño Mauricio deshojando los últimos pétalos de la margarita para tratar al menos de conservar el puesto en el que un día de estos tal vez asuma, etc. Cada vez menos en la nacional. Cada chancho a su rancho, dijo Mañeto, o nos pasan el plumero.
Así, uno o dos meses antes de octubre, si aún quedan 3 o 4 en carrera, le cerrará el micrófono al tercero y cuarto para concentrar todos los votos en el segundo, adelantando la segunda vuelta (hoy improbable) a la primera. De este modo, convertiría las elecciones de octubre en un plebiscito «Cristina sí / Cristina no».
No te queda otra, Mañeto. Estás al horno, y lo sabés. Cuatro años más y no habrá cautelar que te salve. Qué pena. Vas a tener que cumplir la ley, como si fueras uno más.Y vos que querías ser el Berlusca argento…
Y bué…
En un reciente reportaje (revista Debate del 2/4) dijo la inefable Patricia Bullshit «No me importa para nada que me digan empleada de Clarín».
A confesión de parte …
hay otros que se parecen a Berlusconi:Naurico y Narvaez…
¿Como es la relacion entre el capo de los titeres y el Cabezon o Padrino,que aun pretende retorno?