Cavallo: «Sería bueno para el Gobierno convocar a Lavagna y Duhalde», María Elena Polack, La Nación.
Artepolítica es un blog colectivo. Los que lo hacemos estamos interesados en la política, la economía, el periodismo y toda aquella disciplina que opere, constituya y modifique la esfera pública. Deseamos que sea un espacio de intercambio y debate crítico para pensar nuestra Argentina y nuestro mundo. Estás invitad@, <a href="http://artepolitica.com/wp-login.php?action=register">participá</a>.
Cavallo: «Sería bueno para el Gobierno convocar a Lavagna y Duhalde», María Elena Polack, La Nación.
El regreso de los muertos vivo, por Dios. ¿Cómo pueden darle tribuna a este tipo?
Es muy útil, para saber qué «no hay que hacer».
Mingo charlatán de feria. Que siga blogueando, que lo hace muy bien, y se deje de dar consejos.
(¿lo leyeron en su blog?)
Ni mamado…
Como me gustaría fumar porro para leer los artículos del mingo.
De paso, la propuesta del Mingo es una chicana de él, porque piensa que Duhalde, Lavagna y Kirchner son lo mismo, que son los padres del modelo que se va a hundir.
No es que piense que Duhalde y Lavagna son buenos (Duhalde es el culpable de la devaluación, asesino de la convertivilidad)
Después propone una interna entre Carrió, Binner y Cobos para el radicalismo, y una interna peronista con Reutemann, Scioli y Macri. Eso es lo que quiere Mingo, no a Duhalde en el gobierno.
By the way, si Cavallo está viviendo cierta resurrección mediática, sólo puede ser posible por el problema inflacionario que vivimos. Con una inflación de menos del 10% esto no pasaría.
Igual da miedo la desmemoria interesada de algunos. Que Broda y Melconián sean econos «respetables», bue vaya y pase, que el canal de Hadad y sus lacras derechosas entreviste a SOlanet, bue también. Peo ¡el Mingo!
Na,´dejá. Sólo falte que vuelva a hablar de aquello de «yo le prometo un trabajo a cada hombre» (risas, risas) que decía en la camapañ del `99.
Con todo, se agradece su suicidio político del 2001, sólo quedo su hijito bobo, Richie López M, que ya ha perdido todo crédito. De no ser por ese suicidio, los comentarios de lectores de La Nación (es muy gracioso, lo cagan a puteadas) serían más respetuosos