Con la presencia de gobernadores, intendentes, legisladores y sindicalistas que amalgaman el poder kirchnerista, el PJ cerró filas tras la búsqueda de un nuevo mandato. El debate sobre las listas quedó para más adelante.
Como el mundo en el poema de T. S. Eliot, el Consejo Nacional del Partido Justicialista concluyó no con una explosión, sino con un suspiro: luego de una semana cargada de tensiones e incertidumbre, la plana mayor del peronismo resolvió sus rencillas en una reunión breve y calma, de la que emergió un documento de pleno respaldo a la Presidenta, con apoyo a la búsqueda de un nuevo mandato y la continuidad de este proyecto. Durante la hora y media que duró el mitin no hubo tensiones con los representantes del movimiento obrero organizado, que llegaban de su propia reunión con un comunicado propio apuntando en el mismo sentido (ver aparte) ni afloraron otros conflictos internos: incluso el intendente de Tigre, Sergio Massa, distanciado del anfitrión Daniel Scioli, se quedó después del final de la jornada a compartir la cena con el gobernador bonaerense. Además, como anticipó Página/12, se convocó para el sábado 28 a un plenario del Congreso Nacional del PJ, adonde más de 800 asistentes deberán aprobar la ingeniería electoral de cara a octubre.
El documento que se difundió cerca de las diez de la noche (apenas una hora y media después de comenzado el cónclave) no deja mucho lugar a la imaginación: Hoy este Consejo Nacional del Partido Justicialista respalda con firmeza y convicción a nuestra líder, la Presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, para que con el apoyo de todos continúe profundizando el proyecto con un nuevo mandato popular porque nuestra patria la necesita. Firmada sin enmiendas por todos los presentes, incluyendo una nutrida delegación sindical encabezada por el titular de la CGT, Hugo Moyano, la declaración clausura el conato de conflicto al que amagaron la central obrera y la Casa Rosada durante los últimos días, en el marco de la puja por el reparto de nombres en las listas, que cierran en poco más de un mes.
Ese capítulo está cerrado, le aseguró a este diario uno de los asistentes. Moyano no abrió la boca en toda la reunión, agregó otro. El team sindicalista había llegado en bloque desde la sede de la CGT, donde un rato antes se habían dado cita para discutir una respuesta al discurso que había dado la Presidenta siete días antes, marcándole la cancha a aquellos gremios que toman actitudes corporativas: tanto en Azopardo por la tarde como en la residencia de Scioli, por la noche, el mensaje de alineamiento con el gobierno nacional fue absoluto. Incluso el titular de la Central volvió a explicitar tras el encuentro, por segunda vez en menos de 72 horas, que su candidata a la Presidencia es Cristina Fernández de Kirchner y no hay necesidad de aclararlo.
No fue ese el único conflicto que se saldó en La Plata. La presencia del intendente de Tigre, Sergio Massa, que la semana pasada había anunciado su intención de competir contra Scioli en las internas por la candidatura a gobernador bonaerense, fue interpretada como una capitulación, habida cuenta del poco apoyo que recibió su lance. El hecho de que se quedara a la cena que dio el mandatario una vez concluido el cónclave (empanadas, pasta, lomo o salmón, regado con vino tinto y rematado con un postre de brownie y helado), confirmó las primeras impresiones.
La confección de listas y fórmulas no fue parte del debate. Eso se irá discutiendo en cada distrito y luego habrá la consulta necesaria para que forme parte del proyecto nacional, sostuvo el gobernador chaqueño y vicepresidente del PJ, Jorge Capitanich. El pedido del sindicalismo, que desde el año pasado presiona para obtener varios y buenos lugares en las boletas, será tenido en cuenta, le anticiparon a este diario fuentes de la Casa Rosada, aunque a cambio se pidió un descenso de los niveles de tensión.
La institucionalización del modelo implica racionalidad para el proceso de debate interno para garantizar el cumplimiento de objetivos estratégicos y del bien común, explicó Capitanich, quien de todas formas relativizó las diferencias: Estamos absolutamente de acuerdo y entendemos que nadie mejor que Cristina para expresar la continuidad de este proyecto, sostuvo. También aseguró que el documento de apoyo fue aprobado por unanimidad, consenso y aplauso colectivo.
Por otra parte, el Consejo cumplió con dos pasos técnicos necesarios de cara al inminente proceso electoral: el primero, la convocatoria al Congreso Nacional Justicialista, que sesionará el 28 de mayo desde las once de la mañana en Parque Norte. Allí, sus más de 800 miembros definirán la conformación del Frente para la Victoria y su política de alianzas a nivel nacional. En segundo lugar, se puso en consideración la reforma de la carta orgánica del partido para adaptarlo a la nueva legislación electoral, algo exigido por la reforma política. Se trata de una serie de cambios estrictamente técnicos, sin consideraciones políticas, le aclaró a este diario uno de los responsables.
La mayoría de los 74 miembros del consejo dio el presente: entre los asistentes hubo varios gobernadores (además de Scioli y Capitanich fueron de la partida el salteño Juan Manuel Urtubey, el sanjuanino José Luis Gioja, el formoseño Gildo Insfrán y el entrerriano Sergio Urribarri, además de la electa mandataria de Catamarca Lucía Corpacci); los titulares de las bancadas oficialistas en ambas cámaras, Miguel Pichetto y Agustín Ro-ssi; miembros del gabinete nacional como el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y el secretario Legal y Técnico Carlos Zannini; un puñado de intendentes del conurbano; el legislador Juan Cabandié en representación de la juventud y una nutrida comitiva sindical.
Como el mundo en el poema de T. S. Eliot, el Consejo Nacional del Partido Justicialista concluyó no con una explosión, sino con un suspiro: luego de una semana cargada de tensiones e incertidumbre, la plana mayor del peronismo resolvió sus rencillas en una reunión breve y calma, de la que emergió un documento de pleno respaldo a la Presidenta, con apoyo a la búsqueda de un nuevo mandato y la continuidad de este proyecto. Durante la hora y media que duró el mitin no hubo tensiones con los representantes del movimiento obrero organizado, que llegaban de su propia reunión con un comunicado propio apuntando en el mismo sentido (ver aparte) ni afloraron otros conflictos internos: incluso el intendente de Tigre, Sergio Massa, distanciado del anfitrión Daniel Scioli, se quedó después del final de la jornada a compartir la cena con el gobernador bonaerense. Además, como anticipó Página/12, se convocó para el sábado 28 a un plenario del Congreso Nacional del PJ, adonde más de 800 asistentes deberán aprobar la ingeniería electoral de cara a octubre.
El documento que se difundió cerca de las diez de la noche (apenas una hora y media después de comenzado el cónclave) no deja mucho lugar a la imaginación: Hoy este Consejo Nacional del Partido Justicialista respalda con firmeza y convicción a nuestra líder, la Presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, para que con el apoyo de todos continúe profundizando el proyecto con un nuevo mandato popular porque nuestra patria la necesita. Firmada sin enmiendas por todos los presentes, incluyendo una nutrida delegación sindical encabezada por el titular de la CGT, Hugo Moyano, la declaración clausura el conato de conflicto al que amagaron la central obrera y la Casa Rosada durante los últimos días, en el marco de la puja por el reparto de nombres en las listas, que cierran en poco más de un mes.
Ese capítulo está cerrado, le aseguró a este diario uno de los asistentes. Moyano no abrió la boca en toda la reunión, agregó otro. El team sindicalista había llegado en bloque desde la sede de la CGT, donde un rato antes se habían dado cita para discutir una respuesta al discurso que había dado la Presidenta siete días antes, marcándole la cancha a aquellos gremios que toman actitudes corporativas: tanto en Azopardo por la tarde como en la residencia de Scioli, por la noche, el mensaje de alineamiento con el gobierno nacional fue absoluto. Incluso el titular de la Central volvió a explicitar tras el encuentro, por segunda vez en menos de 72 horas, que su candidata a la Presidencia es Cristina Fernández de Kirchner y no hay necesidad de aclararlo.
No fue ese el único conflicto que se saldó en La Plata. La presencia del intendente de Tigre, Sergio Massa, que la semana pasada había anunciado su intención de competir contra Scioli en las internas por la candidatura a gobernador bonaerense, fue interpretada como una capitulación, habida cuenta del poco apoyo que recibió su lance. El hecho de que se quedara a la cena que dio el mandatario una vez concluido el cónclave (empanadas, pasta, lomo o salmón, regado con vino tinto y rematado con un postre de brownie y helado), confirmó las primeras impresiones.
La confección de listas y fórmulas no fue parte del debate. Eso se irá discutiendo en cada distrito y luego habrá la consulta necesaria para que forme parte del proyecto nacional, sostuvo el gobernador chaqueño y vicepresidente del PJ, Jorge Capitanich. El pedido del sindicalismo, que desde el año pasado presiona para obtener varios y buenos lugares en las boletas, será tenido en cuenta, le anticiparon a este diario fuentes de la Casa Rosada, aunque a cambio se pidió un descenso de los niveles de tensión.
La institucionalización del modelo implica racionalidad para el proceso de debate interno para garantizar el cumplimiento de objetivos estratégicos y del bien común, explicó Capitanich, quien de todas formas relativizó las diferencias: Estamos absolutamente de acuerdo y entendemos que nadie mejor que Cristina para expresar la continuidad de este proyecto, sostuvo. También aseguró que el documento de apoyo fue aprobado por unanimidad, consenso y aplauso colectivo.
Por otra parte, el Consejo cumplió con dos pasos técnicos necesarios de cara al inminente proceso electoral: el primero, la convocatoria al Congreso Nacional Justicialista, que sesionará el 28 de mayo desde las once de la mañana en Parque Norte. Allí, sus más de 800 miembros definirán la conformación del Frente para la Victoria y su política de alianzas a nivel nacional. En segundo lugar, se puso en consideración la reforma de la carta orgánica del partido para adaptarlo a la nueva legislación electoral, algo exigido por la reforma política. Se trata de una serie de cambios estrictamente técnicos, sin consideraciones políticas, le aclaró a este diario uno de los responsables.
La mayoría de los 74 miembros del consejo dio el presente: entre los asistentes hubo varios gobernadores (además de Scioli y Capitanich fueron de la partida el salteño Juan Manuel Urtubey, el sanjuanino José Luis Gioja, el formoseño Gildo Insfrán y el entrerriano Sergio Urribarri, además de la electa mandataria de Catamarca Lucía Corpacci); los titulares de las bancadas oficialistas en ambas cámaras, Miguel Pichetto y Agustín Ro-ssi; miembros del gabinete nacional como el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y el secretario Legal y Técnico Carlos Zannini; un puñado de intendentes del conurbano; el legislador Juan Cabandié en representación de la juventud y una nutrida comitiva sindical.