En la última reunión del PJ bonaerense, en febrero, el tema ardía. La discusión iba en escalada y parecía que iba enfrentar al peronismo bonaerense con el ala más progresista de la Casa Rosada. Por aquella época, el Gobierno alentaba una lista colectora en la provincia de Buenos Aires, que llevaría a Martín Sabbatella como candidato a gobernador apoyando la candidatura presidencial del oficialismo. Ayer, en la reunión del PJ nacional en La Plata nadie le dio importancia a ese fantasma que amenaza con quitarle votos a Daniel Scioli y a los intendentes: la operación fue desalentada por la Casa Rosada .
Los intendentes bonaerenses habían sido los primeros en advertir que resistirían el plan oficial de postular a Sabbatella a gobernador –uno de sus enemigos históricos– en paralelo a la candidatura de Scioli. Sus quejas, parece, fueron escuchadas. En las últimas semanas, Cristina Kirchner bajó el nivel de conflictividad con Scioli.
La Casa Rosada ahora arropa al gobernador no solo con gestos, sino con hechos concretos: en los últimos días, el mandatario consiguió dos adhesiones de peso para su reelección. Una fue de parte del poderoso Movimiento Evita, una organización social K con enorme influencia territorial en Buenos Aires, que si bien participa del armado insititucional en la Provincia, había mostrado algunas disidencias con políticas del gobernador. Y el otro apoyo es simbólicamente más destacable : la agrupación La Cámpora, fundada por Máximo Kirchner, declaró en un acto en el Teatro Argentino de La Plata, que trabajará para la candidatura del bonaerense. En ese evento estuvo presente una columna de representación de la Juventud Sindical, de Facundo Moyano, hijo del secretario general de la CGT.
De a poco, la postulación de Sabbatella a través de una colectora se queda sin adeptos de peso dentro de la estructura oficial y, si bien no fue desactivada, su presente indica que peleará los comicios enfrentado casi en soledad a la gobernación, intendencias y mayoría de las organizaciones del PJ.
Tanto en el entorno de Scioli como en la Casa Rosada se admite que el “proyecto Sabbatella” perdió el iniciático impulso oficial, una acción que tal vez se base en el puro pragmatismo : las últimas encuestas gubernamentales indican que Sabbatella alcanzaría el 5 por ciento de intención de voto, algo lejano al 12 por ciento que se había medido en un principio.
Más allá de su evolución, la candidatura de Sabbatella es más fuerte en los distritos cercanos a Morón, donde hizo su carrera el líder del partido Nuevo Encuentro. Es en Tres de Febrero, Hurlingham, Moreno e Ituzaingó donde se dará la pelea más cruda entre el “sabbatellismo” y el kirchnerismo ortodoxo.
En otros distritos, en cambio, Sabbatella ya explora acuerdos con los indentendes del PJ. Aunque se presentará en esas localidades, sus operadores buscan cerrar algo así como un pacto de no agresión con los jefes comunales: esas negociaciones se iniciaron en Almirante Brown, Esteban Echverría, Lanús y Ensenada, por ejemplo.
Los intendentes bonaerenses habían sido los primeros en advertir que resistirían el plan oficial de postular a Sabbatella a gobernador –uno de sus enemigos históricos– en paralelo a la candidatura de Scioli. Sus quejas, parece, fueron escuchadas. En las últimas semanas, Cristina Kirchner bajó el nivel de conflictividad con Scioli.
La Casa Rosada ahora arropa al gobernador no solo con gestos, sino con hechos concretos: en los últimos días, el mandatario consiguió dos adhesiones de peso para su reelección. Una fue de parte del poderoso Movimiento Evita, una organización social K con enorme influencia territorial en Buenos Aires, que si bien participa del armado insititucional en la Provincia, había mostrado algunas disidencias con políticas del gobernador. Y el otro apoyo es simbólicamente más destacable : la agrupación La Cámpora, fundada por Máximo Kirchner, declaró en un acto en el Teatro Argentino de La Plata, que trabajará para la candidatura del bonaerense. En ese evento estuvo presente una columna de representación de la Juventud Sindical, de Facundo Moyano, hijo del secretario general de la CGT.
De a poco, la postulación de Sabbatella a través de una colectora se queda sin adeptos de peso dentro de la estructura oficial y, si bien no fue desactivada, su presente indica que peleará los comicios enfrentado casi en soledad a la gobernación, intendencias y mayoría de las organizaciones del PJ.
Tanto en el entorno de Scioli como en la Casa Rosada se admite que el “proyecto Sabbatella” perdió el iniciático impulso oficial, una acción que tal vez se base en el puro pragmatismo : las últimas encuestas gubernamentales indican que Sabbatella alcanzaría el 5 por ciento de intención de voto, algo lejano al 12 por ciento que se había medido en un principio.
Más allá de su evolución, la candidatura de Sabbatella es más fuerte en los distritos cercanos a Morón, donde hizo su carrera el líder del partido Nuevo Encuentro. Es en Tres de Febrero, Hurlingham, Moreno e Ituzaingó donde se dará la pelea más cruda entre el “sabbatellismo” y el kirchnerismo ortodoxo.
En otros distritos, en cambio, Sabbatella ya explora acuerdos con los indentendes del PJ. Aunque se presentará en esas localidades, sus operadores buscan cerrar algo así como un pacto de no agresión con los jefes comunales: esas negociaciones se iniciaron en Almirante Brown, Esteban Echverría, Lanús y Ensenada, por ejemplo.
Lastima.Todo parece responder a la busqueda de sumar votos en el centro politico:el freno a los sindicalistas,el»olvido»a la participacion en las ganancias,el mutismo en relaciones exteriores,etc.