No una mujer sino dos al frente de las principales instituciones económicas internacionales, medio siglo gobernadas por hombres. Hillary Clinton podría ser la próxima presidenta del Banco Mundial, siguiendo los pasos que este mismo mes puede dar la ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, para situarse al frente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Aunque la Casa Blanca ha negado las informaciones de que la secretaria de Estado norteamericana aspira a la presidencia del Banco Mundial, cargo que siempre ha ocupado un estadounidense (como el FMI ha sido para un europeo) y que quedará vacante el próximo año, varios medios insisten en que Clinton ya ha tratado con Barack Obama esos planes de futuro.
Clinton ya había revelado que no estaría en la Secretaría de Estado más de cuatro años y que no cuenta con presentarse de nuevo a la presidencia de EE.UU. Como presidenta del Banco Mundial sería responsable de la financiación de proyectos de cooperación y desarrollo a los que asegura prestar cada vez más atención. La negación de esas intenciones tendría que ver con el objetivo de impedir que sea percibida como un “pato cojo” el tiempo que siga como secretaria de Estado. Entre sus posibles sustitutos al frente de la diplomacia estadounidense está John Kerry, senador y ex candidato demócrata a la presidencia.
Por su parte, el FMI cerró este viernes el plazo de candidaturas para el puesto de director gerente, cargo del que en mayo dimitió Dominique Strauss-Kahn. Lagarde compite con el gobernador del banco de México, Agustín Carstens. A pesar de la oposición de los países emergentes a que Europa siga encabezando la institución, en realidad no se han puesto de acuerdo sobre un candidato alternativo. Más que un candidato de los emergentes, Carstens se presentaba como posible pieza de consenso, pero la buena acogida internacional que ha tenido Lagarde puede hacer innecesaria esa opción.
Aunque la Casa Blanca ha negado las informaciones de que la secretaria de Estado norteamericana aspira a la presidencia del Banco Mundial, cargo que siempre ha ocupado un estadounidense (como el FMI ha sido para un europeo) y que quedará vacante el próximo año, varios medios insisten en que Clinton ya ha tratado con Barack Obama esos planes de futuro.
Clinton ya había revelado que no estaría en la Secretaría de Estado más de cuatro años y que no cuenta con presentarse de nuevo a la presidencia de EE.UU. Como presidenta del Banco Mundial sería responsable de la financiación de proyectos de cooperación y desarrollo a los que asegura prestar cada vez más atención. La negación de esas intenciones tendría que ver con el objetivo de impedir que sea percibida como un “pato cojo” el tiempo que siga como secretaria de Estado. Entre sus posibles sustitutos al frente de la diplomacia estadounidense está John Kerry, senador y ex candidato demócrata a la presidencia.
Por su parte, el FMI cerró este viernes el plazo de candidaturas para el puesto de director gerente, cargo del que en mayo dimitió Dominique Strauss-Kahn. Lagarde compite con el gobernador del banco de México, Agustín Carstens. A pesar de la oposición de los países emergentes a que Europa siga encabezando la institución, en realidad no se han puesto de acuerdo sobre un candidato alternativo. Más que un candidato de los emergentes, Carstens se presentaba como posible pieza de consenso, pero la buena acogida internacional que ha tenido Lagarde puede hacer innecesaria esa opción.