Me di un espacio para desarrollar lo que creo y, ya que me putearon, ahora sabrán por qué.” El aviso es del periodista y escritor Martín Caparrós, y el espacio del que habla cristalizó en Argentinismos , su nuevo libro. Son 400 páginas de cruda reflexión política que, espera su autor, permitan discutir algunas cosas más allá del intercambio de eslóganes. Y de puteadas.
Para esa discusión, Caparrós ha puesto en marcha un sitio de Internet (argentinismos.com) una especie de trinchera desde la cual debatir.
Argentinismos se ordena a partir de veintiún conceptos, palabras que atraviesan los últimos 10 años de la historia vernácula.
Democracia , setentismo , modelo , relato , crispación , militancia son algunos de estos términos, a través de los cuales el autor arma su propio discurso sobre la realidad argentina. Habla de fuerzas en pugna que quieren más o menos lo mismo, de discusiones que, la mayoría de las veces, gastan mucha pólvora en tristes chimangos y de una democracia que es la muestra de nuestra pereza. ¿Será así? Caparrós duda, pero lo ha escrito y está decidido a sostenerlo.
¿Tendrán que pasar las elecciones para que mejore el debate? Hay debate. Tal vez no en el modo que más nos guste, pero comparado con el grado de silencio que había en la Argentina hace diez años, ahora se discute.
En el libro mostrás dudas y tomás decisiones para no ser neutral, exponiéndote mucho. ¿Es la idea? Pongo en discusión cosas que se tiende a no discutir. La democracia, por ejemplo. Cómo hacer para que sea más útil, en vez de considerarla un tótem irrenunciable. No quiero ser neutral, pero tomar partido no significa dejar las dudas de lado. Este es un trabajo lleno de dudas, que me permiten pensar mejor. Contra la creencia, que es la forma fácil de no cuestionar, y que explica de algún modo por qué mucha gente se ha volcado al kirchnerismo.
Gente a la que decís envidiar, porque te gustaría creer como ellos. ¿De verdad sentís eso? Envidio la creencia religiosa y también la política. Porque te tranquiliza, te da la sensación de que formás parte de algo. Siempre busco esa posibilidad, pero no la encuentro en proyectos como el kirchnerismo.
Ni siquiera si pensaras que el kirchnerismo es lo menos peor…
Critico ese posibilismo épico . Lo “menos peor” es posibilismo puro. Si sos posibilista, no le pongas épica: la épica es lo contrario del posibilismo. Que el kirchnerismo haya logrado por momentos fusionar esos dos términos es un dato de del debilitamiento de nuestro espíritu crítico.
También te interpela el que gente a la que vos respetas se haya encolumnado detrás de este proyecto…
No hubiera escrito este libro si gente a la que yo respeto no se hubiera alineado con el kirchnerismo. Lo hice con el prejuicio de que ahí había algo que valía la pena, aunque después de 400 páginas no puedo pensar lo mismo.
¿Conclusión? La situación de la sociedad argentina actual es muy parecida a la del 95, uno de los momentos más derechistas de la historia argentina. Por supuesto, comparado con 2001-2002 estamos mucho mejor. Pero hay un discurso como si estuviéramos viviendo la toma del Palacio de Invierno.
¿No hay una batalla real detrás de ninguna de estas peleas? El menemismo se dedicó a destruir el Estado y el kirchnerismo, a reconstruirlo. No voy a entrar en el juicio de por qué lo hizo. Donde no hay diferencia es en la estructura social y económica. En 2003, cuando Kirchner estaba en campaña, le pregunté cómo haría para redistribuir la riqueza. Y la respuesta apuntaba a los impuestos. Pero pasaron 8 años y no hicieron nada, siguen manteniendo los impuestos regresivos…
Para esa discusión, Caparrós ha puesto en marcha un sitio de Internet (argentinismos.com) una especie de trinchera desde la cual debatir.
Argentinismos se ordena a partir de veintiún conceptos, palabras que atraviesan los últimos 10 años de la historia vernácula.
Democracia , setentismo , modelo , relato , crispación , militancia son algunos de estos términos, a través de los cuales el autor arma su propio discurso sobre la realidad argentina. Habla de fuerzas en pugna que quieren más o menos lo mismo, de discusiones que, la mayoría de las veces, gastan mucha pólvora en tristes chimangos y de una democracia que es la muestra de nuestra pereza. ¿Será así? Caparrós duda, pero lo ha escrito y está decidido a sostenerlo.
¿Tendrán que pasar las elecciones para que mejore el debate? Hay debate. Tal vez no en el modo que más nos guste, pero comparado con el grado de silencio que había en la Argentina hace diez años, ahora se discute.
En el libro mostrás dudas y tomás decisiones para no ser neutral, exponiéndote mucho. ¿Es la idea? Pongo en discusión cosas que se tiende a no discutir. La democracia, por ejemplo. Cómo hacer para que sea más útil, en vez de considerarla un tótem irrenunciable. No quiero ser neutral, pero tomar partido no significa dejar las dudas de lado. Este es un trabajo lleno de dudas, que me permiten pensar mejor. Contra la creencia, que es la forma fácil de no cuestionar, y que explica de algún modo por qué mucha gente se ha volcado al kirchnerismo.
Gente a la que decís envidiar, porque te gustaría creer como ellos. ¿De verdad sentís eso? Envidio la creencia religiosa y también la política. Porque te tranquiliza, te da la sensación de que formás parte de algo. Siempre busco esa posibilidad, pero no la encuentro en proyectos como el kirchnerismo.
Ni siquiera si pensaras que el kirchnerismo es lo menos peor…
Critico ese posibilismo épico . Lo “menos peor” es posibilismo puro. Si sos posibilista, no le pongas épica: la épica es lo contrario del posibilismo. Que el kirchnerismo haya logrado por momentos fusionar esos dos términos es un dato de del debilitamiento de nuestro espíritu crítico.
También te interpela el que gente a la que vos respetas se haya encolumnado detrás de este proyecto…
No hubiera escrito este libro si gente a la que yo respeto no se hubiera alineado con el kirchnerismo. Lo hice con el prejuicio de que ahí había algo que valía la pena, aunque después de 400 páginas no puedo pensar lo mismo.
¿Conclusión? La situación de la sociedad argentina actual es muy parecida a la del 95, uno de los momentos más derechistas de la historia argentina. Por supuesto, comparado con 2001-2002 estamos mucho mejor. Pero hay un discurso como si estuviéramos viviendo la toma del Palacio de Invierno.
¿No hay una batalla real detrás de ninguna de estas peleas? El menemismo se dedicó a destruir el Estado y el kirchnerismo, a reconstruirlo. No voy a entrar en el juicio de por qué lo hizo. Donde no hay diferencia es en la estructura social y económica. En 2003, cuando Kirchner estaba en campaña, le pregunté cómo haría para redistribuir la riqueza. Y la respuesta apuntaba a los impuestos. Pero pasaron 8 años y no hicieron nada, siguen manteniendo los impuestos regresivos…
a que se le podria poner epica?
que no seria posibilismo? la revolucion cubana hoy en Argentina?
nabo
pienso y no se que gobierno no seria posibilista
uno perfecto?
Uno en el que él sea el presidente.
Es anarquista, lo dice siempre. Toda forma de gobierno es un posibilismo. Hay que leerlo desde ahí, sin calentarse.
Es llamativo cómo tantos de estos ‘transgresores anarquistas’ entraron en la aspiradora de Clarín y La Nación.
Siempre contra el Estado.
Contra las empresas tanto o más grandes/poderosas que algunos Estados, nunca.
(Y no sé si hablan mucho contra el Estado macrista de la CABA…).
Quizá con mucho esfuerzo alguno de ellos logre no convertirse en un anarcocapitalista al estilo de Ayn Rand.
no me caliento es un boludo nomas.
claro la revolucion cubana no podia ser, porque el estado es opresor.
entre al sitio y lei lo que enuncia de la POLITICA.dice verdades criticas sore nuestros politicos,pero el resultado es incorporarse al grupo que denosta a la politica,lo cual me parece que por un lado te deja en el vacio favorable a los dictadores(que ya conocimos)y por otro renuncia a la gestion humana capaz de engendrar lideres nuevos mejores,lo que conduce a la comodidad macrita:desideologizada.
caparrós dice «tomar partido no significa dejar las dudas de lado. Este es un trabajo lleno de dudas, que me permiten pensar mejor». e inmediatamente agrega «la creencia es la forma fácil de no cuestionar, y que explica de algún modo por qué mucha gente se ha volcado al kirchnerismo».
¿¿¿¿¿¿¿¿¿por qué piensa que los kirchneristas no podemos tomar partido aún «llenos de dudas y con el objetivo de pensar mejor» en lugar de acusarnos de fanáticos irreflexivos????????
lo que pasa,Tapones,es que la creencia es un estado en el que no se duda porque uno se atiene a la costumbre y a criterios colectivos mas emocionales que intelectuales,en cambio la duda es»la suspension del juicio por temor a equivocarse»,decision que surge por equilibrio de argumentos opuestos que se presentan a la inteligencia…y que en politica sirve muy poco.El mismo Descartes,aquel que dijo»si dudo pienso y si pienso existo»,tuvo en moral y en politica una actitud mas bien conservadora.