05-09-1100:00 El índice de elasticidad empleo-producto era de 1 punto en 2003 y ahora llega a 0,22. En algunos sectores económicos se observan situaciones de pleno empleo
Un cocktail compuesto por la sostenida creación de empleo, un crecimiento económico crónico, que en casi todos los años rondó el 9%, el incremento del salario medido en dólares y una paulatina apreciación del tipo de cambio durante los dos mandatos de gestión kirchnerista configuraron un escenario particular para el próximo gobierno. Hoy, el aumento del producto genera un poco menos de un cuarto del empleo que al principio del modelo, en 2003, mientras los aumentos en la productividad de las empresas dependen más de la realización de inversiones de capital que de la contratación de personal.
La cuenta surge de analizar la evolución de la elasticidad empleo-producto, un coeficiente que permite medir, entre otras cosas, la capacidad de generar trabajo que tiene la economía.
En el epílogo de la crisis económica y el preludio del kirchnerismo, por caso, la cuenta daba 1, mientras que en 2004 llegó al 0,5 y en 2005 a 0,37. Desde 2007 en adelante estuvo por debajo de los 0,20 puntos, y este año, de acuerdo con estimaciones del estudio Bein, será de 0,22 puntos. Ese número se ubica por debajo del promedio histórico a largo plazo, que de acuerdo con Ernesto Kritz, titular de SEL Consultores, especialista en temas laborales, ronda los 0,30 puntos.
Entre los economistas enumeran varias conclusiones a partir de esos números: entre las positivas, que se trata de algo esperable en una economía que tenía una desocupación del 25% en 2002, el pozo más profundo de la crisis, y redujo ese número a un 7,3% en la última medición del Indec, correspondiente al segundo trimestre de 2011, menos de una década después.
La situación actual del empleo también obliga a realizar otra salvedad: si bien se encareció, la oferta de trabajo, por la reducción del desempleo, es cada vez menor. Eso hace que haya situaciones próximas al pleno empleo en algunos segmentos, que genera, según Dal Poggeto, dificultades para cubrir algunos puestos.
Otro dato negativo es que ahora resulta mucho más complejo generar trabajo, y que la creación de empleo es más cara debido al alza de salarios en moneda dura. Si eso se combina con una apreciación del tipo de cambio durante los últimos años, hoy es más factible aumentar la productividad mediante la incorporación de tecnología que a través de nuevos empleos, explicó Marina Dal Poggetto, directora del Estudio Bein & Asociados.
Kritz, por su parte, recordó que la elasticidad empleo/producto era altísima a la salida de la crisis, pero ahora está en niveles similares a la de los primeros años de la década de los 90. Está claro que la economía empezó a crear un menor nivel de empleo desde 2007.
En la situación actual, los especialistas coinciden en que en términos comparativos el capital es cada vez más barato en relación con el trabajo. Para el titular de SEL Consultores, desde 2007 hubo un cambio en los precios relativos del capital y del trabajo. Hasta ese momento habían el empleo había crecido en precio menos que los bienes durables en inversión bruta fija.
Hoy es mucho más factible incorporar maquinaria. En este contexto, conviene facilitar el crédito, aseguró la economista de Bein.
Un cocktail compuesto por la sostenida creación de empleo, un crecimiento económico crónico, que en casi todos los años rondó el 9%, el incremento del salario medido en dólares y una paulatina apreciación del tipo de cambio durante los dos mandatos de gestión kirchnerista configuraron un escenario particular para el próximo gobierno. Hoy, el aumento del producto genera un poco menos de un cuarto del empleo que al principio del modelo, en 2003, mientras los aumentos en la productividad de las empresas dependen más de la realización de inversiones de capital que de la contratación de personal.
La cuenta surge de analizar la evolución de la elasticidad empleo-producto, un coeficiente que permite medir, entre otras cosas, la capacidad de generar trabajo que tiene la economía.
En el epílogo de la crisis económica y el preludio del kirchnerismo, por caso, la cuenta daba 1, mientras que en 2004 llegó al 0,5 y en 2005 a 0,37. Desde 2007 en adelante estuvo por debajo de los 0,20 puntos, y este año, de acuerdo con estimaciones del estudio Bein, será de 0,22 puntos. Ese número se ubica por debajo del promedio histórico a largo plazo, que de acuerdo con Ernesto Kritz, titular de SEL Consultores, especialista en temas laborales, ronda los 0,30 puntos.
Entre los economistas enumeran varias conclusiones a partir de esos números: entre las positivas, que se trata de algo esperable en una economía que tenía una desocupación del 25% en 2002, el pozo más profundo de la crisis, y redujo ese número a un 7,3% en la última medición del Indec, correspondiente al segundo trimestre de 2011, menos de una década después.
La situación actual del empleo también obliga a realizar otra salvedad: si bien se encareció, la oferta de trabajo, por la reducción del desempleo, es cada vez menor. Eso hace que haya situaciones próximas al pleno empleo en algunos segmentos, que genera, según Dal Poggeto, dificultades para cubrir algunos puestos.
Otro dato negativo es que ahora resulta mucho más complejo generar trabajo, y que la creación de empleo es más cara debido al alza de salarios en moneda dura. Si eso se combina con una apreciación del tipo de cambio durante los últimos años, hoy es más factible aumentar la productividad mediante la incorporación de tecnología que a través de nuevos empleos, explicó Marina Dal Poggetto, directora del Estudio Bein & Asociados.
Kritz, por su parte, recordó que la elasticidad empleo/producto era altísima a la salida de la crisis, pero ahora está en niveles similares a la de los primeros años de la década de los 90. Está claro que la economía empezó a crear un menor nivel de empleo desde 2007.
En la situación actual, los especialistas coinciden en que en términos comparativos el capital es cada vez más barato en relación con el trabajo. Para el titular de SEL Consultores, desde 2007 hubo un cambio en los precios relativos del capital y del trabajo. Hasta ese momento habían el empleo había crecido en precio menos que los bienes durables en inversión bruta fija.
Hoy es mucho más factible incorporar maquinaria. En este contexto, conviene facilitar el crédito, aseguró la economista de Bein.