Hace poco pude asistir al acto convocado por La Cámpora y agrupaciones juveniles de Córdoba (JP Descamisados, La Jauretche, JP Kapiango, JP Evita, Frente Grande, la Juventud Sindical, H.I.J.O.S., Kolina, C.A .N.P.O., Kapiango, la Juventud Peronista para la Victoria, la Gloriosa JP, la Mesa Nacional por la Igualdad, Peronismo Militante, la Juventud Peronista Militante, La Columna y Juventud Encuentro). El acto estuvo lleno de alegría, muchas banderas y una sensación de alegría de participar, de estar ahí y de ser parte de este proyecto que encabeza Cristina. Saliendo de ahí se me ocurrió pensar. ¿Porque tanta bandera distinta? ¿Porque se nos hace necesario crear tantos espacios para apoyar un mismo modelo de país?. Tratare de elaborar un modelo de respuesta, que, como todo modelo, es perfectible:
En primer lugar este gobierno incluyo a los Jóvenes como motor del desarrollo. Basta ver la cantidad de proyectos que desde el Ministerio de Desarrollo Social están destinados a los jóvenes, desde el Programa Conectar Igualdad que distribuye netbooks a los estudiantes secundarios, Florecerán Mil Flores (se pintaron mil escuelas de todo el país), el fomento del cooperativismo, Programa Jóvenes Padre Mujica , el Consejo Federal de Juventud, Mutuales del Bicentenario (promueve la creación de mutuales de jóvenes con fines sociales y comunitarios) entre muchos otros.
Por otro lado la muerte de Néstor visibilizó todo este fervor militante que se estaba gestando desde el 2003, y que en los años de las presidencias de Néstor y Cristina fue creciendo de la mano de las políticas de Derechos Humanos, inclusión social y desarrollo económico del país. Éramos muchos los que en los ´90 no encontrábamos donde militar nuestras ideas, y caímos en el descrédito de la política como herramienta fundamental de transformación de un país. Y muchos inclusive nos fuimos del país en esa época, buscando el “primer mundo” y las “garantías” que éste nos podía dar en cuanto a desarrollo personal y económico. En el 2001, el que se vayan todos, el florecimiento de las asambleas barriales y el trabajo comunitario lo vi como un principio de cambio. Claro que a las estructuras partidarias les costo entrar en ese camino, sucesión de presidentes, default, crisis y mas crisis hasta que llego el Kirchnerismo a cambiar la bocha. Ahí se empezaron a generar tantos movimientos, fue como una puerta que se abrió a la juventud para entrar en la política. Y si somos muchos tendremos muchos modos de ver y encarar la tarea. En principio esos modos se plasmaron en muchas agrupaciones que trabajan de manera diferente, algunas mas cercanas al Justicialismo histórico, otras mas relacionadas a una nueva izquierda progresista, o a sectores independientes que trabajaron mucho en el ámbito social desde afuera de las estructuras partidarias y hoy se suman a la construcción. El objetivo es la unificación de todos bajo una misma bandera, mientras tanto convivimos y le sumamos color, alegría y acción a la construcción.
Esta claro que tenemos un espacio importante en este proyecto de país, muchos de los nuevos diputados y funcionarios que vienen de estos movimientos y no superan los 40 años así lo demuestran. Somos la juventud y nuestra tarea es motorizar, ponerle nuevas pilas a la política y generar participación para que podamos seguir produciendo el cambio que se necesita para una Argentina inclusiva y en continuo crecimiento. Porque como decía Néstor “Cuando la Juventud se pone en marcha, el cambio es inevitable”.