*Por Inti Nahuel Pérez Aznar.-
El lujo es vulgaridad, dice ese gran poeta urbano que se llama Carlos Solari y le dicen el Indio.
Ayer le di un gusto a Sofi y alquilé la película de Sex & the city. Debo confesar que vi la serie un par de veces con ella y me pareció entretenida. Cuatro mujeres de la alta sociedad neoyorquina cuyo mayor interes es la diversión. O algo así.
Fui de mirar algunas series de la tele yanqui, Seinfield, Los Simpons y Friends en distintos momentos. Me gustaba que muestren algunas caras incómodas del espejo al que todos querían parecerse, la sociedad de alto consumo norteamericana.
Pero volviendo a «Sex & the city», me quede sorprendido de la frivolidad de lo que muestran. ¿La gran cantidad de gente que la vio anhelara eso?. Lujo absoluto, limousines, ropa de las grandes marcas, restaurants top.
Algunas películas te dejan pensando días y otras te generan un vacío.
Hoy a la mañana cuando abrí los diarios y vi como seguía cayéndose el sistema financiero a pedazos, lo asocié con ese mundo de ficción. El CEO, jefe, del Banco Lemahn Brothers no tuvo verguenza de llevarse como sueldo 350 millones de dolares en un par de años luego de haber quebrado la entidad. Y así tantos otros.
Al mismo tiempo otros loros vernáculos siguen repitiendo su triste monologo neoliberal que se cae a pedazos. Se quedaron sin religión muchachos! Los Avila, los Cavallo, López Murphy y demás Chicago Boys van a tener que buscar otra iglesia donde ir los domingos. Y el padre Morales Sola seguro los acompañará.
Debería ser un buen momento para ver estas películas con derroche de suntuosidad sin ningún tipo de sosten y hacer una autocrítica de cuales fueron los espejos de nuestra sociedad en los últimos años.
¿La sociedad de consumo eventualmente termina consumiéndose a sí misma?
Me pregunto…
Son una lista larga los mitos de los que nos hemos librado. Una sociedad definida por sus consumos y no por sus producciones, una economía basada en el «conocimiento» y no en la creación de valor. Finalmente, los principales poderes reales admiten que importa, y mucho, qué valores económicos, morales, políticos y culturales produce una sociedad.
Mis saludos.
«El dinero se comerá al dinero» William Burroughs
Saludos
se trata de una sociedad consumista en la q la individualidad es clave, cada uno hace por si lo q jamas haria por el otro. Y el lujo no es infinito, en realidad el lujo lo lleva uno.
Es incoherente pretender tener un auto de valor, una casa de valor, ropa de marca mientras miles de criaturas mueren de habre.
Media pila gente! nos vamos al vacio todos asi.