(Columna de Florencia Iannantuoni, contadora pública y experta en finanzas)
Mucho se ha hablado en los últimos meses de la deuda pública argentina, su impacto y su peso en el PIB. Sin embargo, es interesante discutir también qué es lo que está pasando con el resto de la región. Luego de la crisis de la deuda latinoamericana de los ’80, parecería ser que estos países aprendieron la lección y hasta ahora han mantenido ratios de deuda/PIB moderados. Podemos clasificar diez países latinoamericanos en ratios altos, moderados y bajos de deuda sobre PIB. Entre los países con ratios altos encontramos a Brasil con 57%, Uruguay con 44,90% y Colombia con 39,90%. Los que podemos considerar hasta ahora porcentajes moderados son Argentina con 34,10%, Bolivia con 33,80% y Venezuela con 28,30%. Por último, aquellos con ratios bajos son Perú con 20,10%, Ecuador con 19,5%, Chile con 18,90% y, con el menor ratio, Paraguay con solo 12,40%.
Analizando solamente los números en frío, podríamos llegar a inferir que a medida que subimos en el ranking la deuda soberana debería tornarse menos sustentable. Sin embargo, no debemos considerar esto como en términos de verdad absoluta, ya que existen otros factores a considerar al momento de analizar deuda pública que puede que cambien esa primera impresión. Uno de ellos es la proporción de deuda externa sobre el total de deuda pública, ya que cuanto mayor sea ésta, mayor será la necesidad de los países de conseguir divisas para poder hacer frente a los distintos compromisos externos (ver Gráfico).
Como puede observarse, si tomamos como ejemplo a Brasil, que es el país con mayor deuda pública como porcentaje de PIB de los que estamos analizando, podemos ver que su composición de deuda nos muestra una realidad totalmente distinta, ya que la mayor parte de la misma se encuentra concentrada en el sector privado interno. Muy distinto es el caso de Uruguay, cuyo ratio deuda PIB es bastante elevado y se encuentra mayormente endeudado con el sector externo. Esta última situación puede llegar a tornarse como una importante complicación para ese país y aquellos con estructura de deuda similar, si aquellos productos que constituyen sus principales exportaciones disminuyen su valor y generan menos divisas para que éstos puedan pagar los compromisos de deuda corrientes y futuros. La coyuntura se complica aún más para aquellos países que se caracterizan por exportaciones de commodities, cuyo precio ha venido desplomándose en el último tiempo.
Otro factor importante a prestar atención es el peso de los intereses de la deuda sobre el producto bruto. La evolución de los ingresos públicos y de los saldos primarios, las tasas de interés internacionales y el nivel y composición del endeudamiento público han determinado una caída del peso de los intereses de la deuda pública para la mayoría de los países de América Latina.
Si bien algunos países tienen porcentajes de intereses pagados sobre PIB bajos que ni siquiera llegan a un dígito como Paraguay, con 0,30% y Bolivia con 0,80%, otros mantienen proporciones de entre un 1/2%. Tal es el caso de Ecuador con 1%, Perú con 1,10% y Argentina con 1,60%. Sin embargo, la mayoría superan el 2% del PIB, como Uruguay con 2,40%, Colombia con 2,50%, Venezuela con 2,60% y, por último, Brasil con 4,50%, cifra que si bien manejable comienza a tornarse importante.
Así, a pesar de los progresos de los últimos años en varios casos el nivel de intereses de la deuda pública continúa siendo una fuente de vulnerabilidad. Habrá que ver cómo sigue evolucionando la deuda de la región en el corto plazo. Sin embargo, salvo que las perspectivas económicas sean demasiado desfavorables, se puede concluir que los niveles de deuda actuales no parecen ser un problema serio para la región.
(*) La nota fue publicada originalmente en Carta Financiera