1. Destacó el papel facilitador de Uruguay, con quien Argentina subscribió hace 3 años un convenio de asistencia recíproca. “El Royal Bank of Canada (RBC) tenía una sede en Montevideo. ¿Para qué la iba a tener si no era para operar en Argentina?”, ejemplificó. En otro tramo dio a entender que algunas comisiones pasan por el vecino país. Recién hace dos años, la aduana ajustó los controles sobre los dólares que entran y salen por los países.
Como adelantó LPO, el ex operador de JP Morgan fue elegido por el kirchnerismo para explicar el procedimiento por el cual entidades financieras abren cuentas en el exterior bajo la modalidad de “banca privada”, que consiste en un trato personalizado con los grandes clientes.
Pero también nombró bancos extranjeros y argentinos con atención al público como el Macro, Mariba, Patagonia, Comafi y Citibank. “Si llamas a un banco privado te van a decir que no hay banca privada, pero se opera en el mismo edificio”, señaló.
Apuntó así a las autoridades del HSBC que visitaron hace un mes la bicameral y desconocieron cómo hicieron los 4040 argentinos para abrir una cuenta en la sede suiza del HSBC, mecánica que motivó en la creación de la bicameral.
Entre los bancos abocados a fugar divisas mencionó además del JP Morgan a Goldman Sachs, la Unión de Bancos Suizos (UBS), Morgan Stanley y Credit Suisse, entre otros.
Aunque destacó el trabajo de la UIF y la AFIP para allanar casas de cambio, dejó claro que nada cambió de manera sustancial durante el gobierno de Cristina Kirchner. “La semana pasada me crucé un banquero del Credit Suisse en Recoleta. Por lo que entiendo que todo sigue igual”, sugirió.
Con la “soberbia de banquero” que él mismo se adjudicó, no tuvo reparos en admitir que participó de estas operatorias y contribuyó a un mecanismo de evasión fiscal que recién ahora el Gobierno se decidió a denunciar.
Arbizu relató la estafa que cometió y lo obligó a fugarse de Estados Unidos y denunciarse en el país. Como relataron los medios paraguayos, consistió en tomar dinero de la cuenta del ex dueño de Musimundo Natalio Garber, para girársela a los hermanos paraguayos Acevedo Quevedo, acusados por narcotráfico.
“La iba a devolver cuando cobre el bono, pero el apoderado de la firma argentina lo denunció y tuve que ir a JP Morgan. Rápidamente supe que clima no era bueno y volví al país. Consulté a un abogado de la familia y me remendó ir a la justicia”, simplificó.
El diputado radical Ricardo Buryaile intentó sacudirlo. “A ver si nos entendemos. Este hombre se auto incriminó porque el convenio de extradición con Estados Unidos impide concederla si hay una causa en el país. Si no parece que estamos hablando con Jesús”, se indignó.
Inmutable, Arbizu asintió con la cabeza su descripción y poco después recordó que el propio JP Morgan frenó su causa para que no se descubra su participación en la evasión de dinero. «El contador de Al Capone también se denunció y Al Capone fue preso», lo defendió Roberto Feletti, presidente de la bicameral.
Buryaile había defendido a Alfonso Prat Gay, mencionado por el ex banquero como apoderado de las cuentas de Amalia Lacroze de Fortabat, con la misión de fugar dinero del país.
“Le puedo dar el nombre de diez banqueros de UBS que se reunieron con Prat Gay para esa tarea”, lo desafió.
Como era de esperar, el kirchnerismo le importaba apuntarle a la causa que Arbizu abrió contra el Grupo Clarín por lavado dinero. “Habría que preguntarle al juez Sergio Torres y al fiscal Guillermo Marijuan. Son tan soberbios que piensan que no tengo capacidad de daño”, se victimizó.
El senador santacruceño Pablo González propuso convocar a Torres y Marijuán a explicar porqué la causa no avanza.
Modus operandi
Arbizu puntualizó cada paso que se da para fugar dinero del país y con eso evadir impuestos. Explicó que los intermediarios son las casas de cambio, a quienes acuden los banqueros con el dinero.
Ante una consulta de LPO dijo que rara vez el dinero es trasladado como bien físico y se prefieren mecanismos para que aparezca en las cuentas.
“Si el monto a depositar coincide con una suma que se tenga en el exterior se deposita directamente. Lo que se llama cobrar de las dos puntas”, puntualizó.
Otro método es vender empresas por montos mucho muy superiores a los reales, como suele ocurrir con las operaciones inmobiliarias.
Destacó el papel facilitador de Uruguay, con quien Argentina subscribió hace 3 años un convenio de asistencia recíproca. “El Royal Bank of Canada (RBC) tenía una sede en Montevideo. ¿Para qué la iba a tener si no era para operar en Argentina?”, ejemplificó.
En otro tramo dio a entender que algunas comisiones pasan por el vecino país. Recién hace dos años, la aduana ajustó los controles sobre los dólares que entran y salen por los dos países.
Consultado por LPO, Arbizu no dejó bien parado a Echegaray, por haberse amparado en la falta de un convenio con Estados Unidos para conocer las supuestas cuentas de Cristóbal López y Lázaro Báez en la UBS, investigadas por la justicia de Nevada a pedido de los fondos buitres.
“No son necesarios los convenios de asistencia recíprocas. Alcanza con que ambos países integren el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI)”, respondió.
Dijo además que la mayor parte del dinero fugado está en Estados Unidos y sólo una parte está en Suiza, donde los banqueros suelen ofrecer inversiones en fondos buitres.
En su presentación sí tuvo algunas definiciones que ensalzaron al Gobierno, como cuando dijo que en sus 20 años de banquero sólo una vez trató con un político. “Era un intendente que murió. Y el dinero estaba declarado», afirmó.
El único político que quedó tocado fue Mario Das Neves, diputado nacional del Frente Renovador. Arbizu contó que el petrolero Mario Bulgheroni, dueño de Pan American Energy, cobró un juicio por 1300 millones de dólares en Kazakhstan e intentó depositarlo en el país.
«Pero luego repatrió 1000 millones, porque el resto debía destinarlo a pagar favores», sostuvo y agregó intrigante «pregúntenle al JP Morgan cual fue la operatoria”, le respondió a al senador Mario Cimadevilla, oriundo de Chubut, quien le había preguntado concretamente si sabía de una coima a Das Neves para prorrogar la concesión del Cerro Dragón.