A través del Quique, llegamos a este cuadrito magnífico
Muchachos denle una alegría al pueblo de la Capital
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si ojo con la tapa de clarin de hoy eh, periodismo serio.
se ve que hay algun negocito que no quiren estropear con nestor y no joden, va no hacen periodismo.
Al final, los únicos que quieren casarse son los homosexuales. Con las cifras a la vista, yo diría que hay una manera infalible de impedir el casamiento de homosexuales: permitirlo. Van a ver que entonces se les pasan las ganas de casarse.
Saludos
Lo que hay que remarcar en esa tablita es la caída trágica de casamientos durante el PROCESO. Si ven los números en auge en el 74 de casi 30.000 casamientos, contra los casi 15.000 del 80. O sea, que el Proceso tan «occidental y cristiano» barrió con ese valor occidental y cristiano que es la familia.
Y no es un detalle, sino la muestra de que su destrucción social llegó incluso al del vínculo 1-1. Así como desarmó TODO tipo de asociación colectiva para el trabajo, para el estudio, para la política, socavó los grupos de amistad y las relaciones conyugales. Fue el desembarco del individualismo puro, mientras la Iglesia daba cátedra de moral en la televisión de como ellos representaban los valores familiares, la mesa tana del domingo con todos comiendo tallarines (y demás cuentitos costumbristas de lo que decían defender en la época). Para en realidad defender un estilo de vida tipo tío rico: el «self-made man», el emprendedor liberal que hace fortunas con la tablita de Martínez de Hoz, la 1050, Miami y el deme dos, y que vive la «fiesta» procesista tal como vivirá luego la fiesta menemista -cosa que los que aprovecharon la fiesta de los `90 quieren olvidar. Ese espíritu de joda, mientras se caga al resto, no lo trajo Menem sino lo recuperó del Proceso.
La table de matrimonios muestra a la vez otro dato: el casamiento es un COMPROMISO. Los que se casan se están jugando y compremetiendo a algo «superior» a ellos (como individuos) de por vida. Y precisamente el Proceso se dedicó a descomprometer a la sociedad, y de matar a todos los ejemplos de compromiso con una causa superior política. Más claro echarle agua. Si a todos los que se comprometen y se juegan los boletean impunemente y todos miran para otro lado, es de esperar que ese «ejemplo» haga escuela y nadie se comprometa en otros ámbitos.
Ahí tienen la verdad de grupos como «Patria, familia y propiedad». Que terminaron idealizando al individuo aislado (pero chupacirio, con mucha platita y liberal). La enfermedad de los pocos matrimonios es común a toda sociedad capitalista, fíjense en EEUU y Europa nomás. El Proceso «nos puso al día» y dejamos de ser un país «comunitario y atrasado».
Bueno el comentario Fran especialemente la última parte.
Ahora que justifica el pico de Alfonsín, yo me case en ese pico. Está bién que como consecuencia del proceso haya habido un rebote pero porque un pico y la caída posterior. La hipótesis tuya sería aplicable para el mendemismo tb. Allí el proceso de individuación no es inducido como en el proceso sino que es voluntario. Puede ser una explicación
La unión casual, o la unión de pareja, casada o no, entran (o deberían entrar) en un compromiso en el momento que nace un chico de ambos. Creo que HAY que resaltarlo y repetirlo mucho más, porque no hay substituto más eficiente para la crianza que los propios padres. Infinidad de problemas se derivan de los chicos no queridos o mal criados. Creo que tendríamos una sociedad mucho mejor si inculcamos ese compromiso y responsabilidad en nuestra juventud. Ese problema es uno muy importante en la acción del Estado.
En el 88 hubo hiperinflación de casarios.
En record histórico -¿cuándo no?- es en el 50: aunque no estaba Garabarino, entonces era más fácil comprarse una heladera, una plancha y el juego de mesas y sillas. Y además había muchas casitas donde hacer asado con parquet.
Agrego: el «pico» alfonsinista enorme que se da con la ley del divorcio es el BLANQUEO de la nueva situación antropológica-social. Ahora ya estamos entrados al «nuevo hombre» (que no es el del che o el del evangelio y Mujica), el individuo que no se compromete demasiado en nada. Al punto tal que entonces cuando desde el Estado le ofrecen un nuevo «casamiento sin compromiso, si no le gusta ¡se divorcia!», se da esa escalada tremenda en los números. Durante los primeros años del divorcio, todos se casan creyendo que pueden hacer del casamiento una relación «light». A escala psicológica pasa eso, y se dan las familias «disfuncionales», y los que se casan y divorcian cuatro veces, teniendo un hijo con cada pareja. Pero, … pero si bien el casamiento ahora deja de ser para toda la vida y es sin compromiso afectivo, apenas la sociedad cae en la cuenta del tremendo gasto ECONÓMICO que es el divorcio (y que los divorcios al final hacen pobres a los que se casan y ricos a los abogados), ahí vemos una caída abrupta. nuevamente.
Ahora que ya no hay casamiento con compromiso, tampoco va a haber «casamiento con compromiso económico». Y les aseguro que si alguna vez sale una ley que permitiese casarse con contrato prematrimonial (donde se aclara cómo será la división de bienes en un divorcio, ya desde el vamos), ahí el casamiento «volvería a estar de moda».
Es más muchos podrían proponer eso con la creencia de que así se ayudaría a hacer nuevas familias comprometidas… cuando la verdad es que vamos irremediablemente a lo contrario. Ya la gente no se compromete afectivamente y tampoco económicamente. «Lo mío es mío, y mi platita es mi platita». Y el ideal es un mundo con leyes que garantizen eso (EEUU y sus contratos nupciales es el ejemplo de tal civilización).
Como por ahora no se puede tener tal contrato, se hacen las uniones de hecho, concubinatos y demás relaciones a medias. Que en el fondo lo que aseguran a tales parejas es que se ahorran guita en abogados, y se separan al toque. O sea, no se juntan para convivir lo más unidos posibles, si no que buscan el modo de juntarse pudiendo separarse lo más rapidamente que se pueda sin «quilombos», y que pase el que sigue.
Claro el pico alfonsinista se debe a que muchas uniónes de hecho y con quilombos de matrimonios anteirores se formalizaron luego del divorcio.
En realidad muchos se divorcian para volverse a casar
La verdad que me sorprende que estoy solo en resaltar que el matrimonio solo existe cuando nace el primer hijo en común, lo que debería obligar muy fuertemente a la buena crianza. El resto, con ley o sin ley, con papeles o sin papeles, homo o étero, son cartón pintado.
Fran: te falto decir que ser soltero es de gorila y que tambien la gente se casa menos porque hay mas putos. Y que el puterismo creció, fundamentalmente, en los 90.
Patria, Familia y Propiedad no es liberal. Es justamente lo contrario.
Se de varios cuyo matrimonio debería comenzar cuando tienen al primer gato siames o al primer perro en común.
jaja, grande Américo. Gran verdad, el factor «hijos». Ahora al representar una molestia económica (colegio, obra social, etc) y antropológicas (ya no se puede veranear en «pareja», sexo a cualquier hora, le crece la panza a la mina y le dan estrías), son reemplazados por el perro o el gato.
Y sí, César hay que sumarle el «destape» gay. O sea, antes los Valores «cristianos» OBLIGABAN al casamiento de la gente bien… y aunque fueses puto. Y así salían esas familias de tipos de 40 con dos hijos y chongo ocultado por la mujer (para que no comente nadie). Ahora se blanqueó la situación, y se rajó a la mujer y que comenten total no importa.
Y Patria, Familia y Propiedad ES LIBERAL, te guste o no. Y no lo contrario -o qué, son comunistas? mirá vos. Andá a decírselo a Varela Cid a ver qué opina. La respuesta fácil de los liberales es decir «son fachos» y lavarse las manos. Pero la prédica del grupo tiene a la propiedad privada como cuasi divina, apoya y defiende el liberalismo y lo alaba como el mejor modo posible (si es un «liberalismo cristiano» claro) y su visión del poder no está lejos de la del Opus Dei (otra secta católica ultraliberal…. que claro, los liberales «teóricos» también tildan de «nazi»).
Estos liberales «idealistas» parecen los del P.O. y sus puristas para los cuales ningún gobierno fue «realmente» marxista.
A lo que agrego, porque saltás con cola de paja César? Me suena que muy «familiero» y «popular» no sos. Es más, sin haber nadie tocado lo de los gays, saltás un poco resentido. Espero q no tomes a mal este tema que habla de «familia y matrimonio» (como si fuera que alabar a la familia es ya por definición un ataque a las pobres minorías perseguidas). Es más lo que se ve claro con el informe es que la Familia es una entidad colectiva atacada y en vías de desaparición («pasar de moda» dice el artículo).
Y agrego algo que no tiene la nota, pero sí trae el Clarín impreso: el dato de que antes con el divorcio en la era Alfonsín se estaba en 1 divorcio cada 8 casamientos que se hacía. O sea, que de los 25-28 mil matrimonios, 3 mil se «rescindían».
Hoy sobre 12 mil matrimonios (peor que nunca), hay 1 divorcio cada 1,78 casamientos…. o sea que sólo estaríamos hablando de que se mantendrán poco más de 5.000 familias unidas «oficialmente».
5.000 familias nuevas … menos gente que la que te va a alentar un partidito de primera B; menos de un 0,1 punto de rating…
Fran: tenes una leve confusión con término liberalismo. Hay un liberalismo económico que es el que todos conocemos, Martinez de Hoz, FIEL, Menem, Consenso de Washington, Chicago Boys, etc. Pero para el mundo anglosajon, por ejemplo, liberalismo quiere decir otra cosa, que básicamente se podría definir como respeto a las libertades civiles, igualdad, respeto a las minorías, libertad de expresión, de culto, y por supuesto -propiedad privada-. En Estados Unidos, ser liberal es ser progresista, pero en, por ejemplo, America Latina, ser liberal es ser pro mercado. Obviamente estan vinculados, pero me pareció importante resaltar algunas diferencias.
TFP es de derecha, pero es antiliberal en la acepción anglosajona del término, ya que rechaza muchos de los principios políticos de la democracia liberal: laicisismo, igualdad, libertades civiles, etc. Y, por supuesto, es anticomunista. En términos económicos como lo entendemos los latinoamericanos, sí, son liberales, la UCA y Fridman caminan de la mano…
Lo de los putos, fue una provocación, desde ya. Te veo un poco nostálgico de la familia reunida en la mesa, de la nena con las muñecas y el pibe jugando a la pelota en la vereda, los ravioles de la vieja, etc… son cambios en la sociedades, no hay que asustarse ni indignarse tanto…
César, liberalismo como sinónimo de «progresista» corre solamente para la política norteamericana (y sólo cierto progresismo cuando se lo opone a «conservador» que también es liberal pero más de «derechita»). En Europa, sólo alguien un poco trasnochado y que sigue con el discurso de que un liberal es «progre» porque cree en el «progreso» y se opone a la viles monarquías gobernantes!
Discurso que iba bien en el siglo XIX, cuando el liberal era lo nuevo, el progreso frente al «oscurantismo medieval», y el Estado tradicional. Pero realmente ya desde el siglo XX, en Europa liberal es sinónimo de statu quo y de conservador.
Precisamente los dos movimientos que se presentaron como «revolucionarios» en el siglo XX fueron el comunismo y el fascismo. Ambos intentando romper con el liberalismo dominante y con sus «libertades civiles», todas las cuales fueron objetadas por ambas visiones revolucionarias como ser panaceas e ilusiones para explotar al Pueblo (mientras se les garantiza esas libertades sólo a una minoría de aprovechados, que vienen a ser los liberales).
Como los liberales ganaron la guerra (primero a los fascismos y luego al comunismo), se pudieron presentar como los mejores.
Y siempre son lo mismo pero el marketing los muestra «renovados»: por eso se llama a los liberales CLÁSICOS como «neo-conservadores». A pesar de que repiten ellos mismos a los liberales racionalistas del siglo XIX, su mercado mundial para una nación imperialista anglosajona, su colonialismo cultural, su fe en la ciencia, su fundamentalismo protestante.
Por eso, un liberal que defiende «las libertades individuales» es tildado de «progre», a pesar de que lo que defiende es principalmente el individualismo, quiere Estado cero, cree en el mercado salvador (pero le pide que por favor, no sea tan injusto!) y en la igualdad de oportunidades (porque si sos pobre pero tenés educación ya estás en igualdad con el hijo de un empresario millonario) y repiten el ideal del «self-made man», del cadete que se hace gerente como sumum de la gloria.
Así como en los países NO liberales tenemos como ideal el del Líder, el caudillo, el héroe que sale a guiar, defender, ayudar al pueblo. En el ideal de un MOVIMIENTO de hombres (y no de la carrera personal de un sólo «rico y famoso»).
El Liberalismo es una tendencia ideológico-política, que nace desde Locke, el utilitarismo, los economistas como A. Smith, Ricardo, los pastores moralistas puritanos y calvinistas. Luego se sumarán los positivistas, un Russell, un Popper. Todos alabando el avance del imperalismo anglosajón y su «sociedad libre, su sociedad abierta» en contra de las sociedades cerradas (las europeas tradicionales, las «tiranías» o los pueblos atrasados). El liberalismo y su ideal de «civilización», que venía a hacer progresar a los nativos salvajes a las patadas, y para beneficio de los mercaderes «civilizadores».
Sarmiento y Alberdie son el ideal puesto en Argentina. Seguramente vos César los llamarías «conservadores», pero precisamente eso es el liberalismo puro (y sin «conciencia social» como diría una Carrio que quería un «liberalismo con conciencia»). He aquí el liberalismo, e incluso los progres liberales -a causa de su «mala conciencia» y su culpa de clase, les dicen «fachos».
Y no me indigna la caída en los matrimonios César. Tenés que saber leer entre líneas. Me indigna que la caída notoria del índice de compromiso conyugal sólo viene a demostrar que la MASACRE que hizo el PROCESO llegó a niveles NUNCA PRESENTIDOS.
El Proceso llegó a las mentes de las familias, de cada tipo suelto, cambió la mentalidad argentina de raíz literalmente. Con el Proceso se murió el peronismo (como militancia MASIVA popular, de millones que la vivían en carne y hueso), se acabó el ideal de Pueblo mismo (y por eso, incluso en este foro que es Kirchnerista y peronista, saltan liberales quejándose de que «dónde está el Pueblo? señalalo, … no existe el Pueblo, sólo suma de individuos»), se mató la conciencia colectiva y solidaria de la clase media que iba a ayudar al otro (y no con 10$ por Caritas, sino metiendo las patas en una villa, y hasta dando la vida por una causa).
Ese cambio, fue una MATANZA planificada tal como hace Israel hoy en Gaza, y con el mismo objetivo: imponer el terror en la población hasta hacerlos quebrarse y elegir vivir como les dicten de arriba los medios.
El Proceso y el Menemismo metieron la cola también, y hasta en las familias. No sólo las destruyeron rajando trabajadores, cerrando trenes y fábricas, matando militantes, ideólogos, sindicalistas y curas y padres de familia. Sino haciendo que formar un sindicato, un partido político o una familia fuera malo, un riesgo (físico, moral o económico) para el tipo de abajo.
No me asustan los cambios, ni que hayan una sociedad de putos (que no la hay tampoco). Me molesta ver que el cambio fue planificado -y que el sentido de quebrarnos como Pueblo a todo nivel vivo, dio sus perversos frutos. Y hoy pueden vanagloriarse desde una nota de tapa del Clarín.
Un político del XIX te hubiera dicho que «gobernar es poblar», y en esto vamos para atrás…
Interesante lo de Fran. No sé si comparto todo lo que dice, pero me reconozco en muchas partes de su discurso. Quizás por eso, si alguna vez me creí un militante «progresista», cada vez me gusta más definirme como «populista», con todas las letras y sin vergüenza. Socialismo nacional, como quiere el General. Con ravioles en la mesa del domingo. Y el asado ¡minga va a estar a ochenta pesos!
Américo:
Es lamentable pero tenés razón.
Fran, podemos seguir discutiendo las acepciones de liberalismo y perdernos en debates infinitos, lo mismo que con Estado, Nación, Democracia, etc. No digo que no valga la pena, sino que nos llevaría décadas.
De todos modos, la cuestión del proceso, creo, es un hecho decisivo -ahi estamos de acuerdo- a la hora de modelar una sociedad. Sin embargo, me parece que el discurso y la praxis del proceso lo que hizo, entre otras cosas, fue obligar -terror mediante- a la reclusión de las personas en sus ámbitos mas íntimos y tradicionales, fuera de cualquier vínculo con el otro en términos de constitución de lo público, lo compartido, lo social. Y en eso encaja la idea católica de la familia constituida como «Dios manda». Por eso me parece que el proceso y su disciplinamiento militar-religioso ratificó el modelo de familia «tradicional» y proyectó ese modelo a toda la sociedad. El enemigo marxista, para ellos, tambien era un amenaza para nuestra familia argentina, porque influenciaba a los hijos, porque les llenaba la cabeza y era un factor disgregador de la familia -nucleo- y luego de la Nacion. POr el contrario, si creo que los 90 disgregaron definitivamente el núcleo familiar, al disgregar a sus componentes a traves de la ruptura de los lazos que los unía entorno a factores determinantes como el cambio en el mundo del trabajo.