Ayer, en este comentario, Néstor Sbariggi sugirió la posibilidad de un rápido aumento a los jubilados con las nuevas posibilidades que ofrecen los fondos de las AFJP. A mi me pareció una buena idea y me recordó a los hospitales de la 125.
Personalmente creo que la estatización de las jubilaciones es una medida excelente, de las mejores que ha tomado este gobierno. Pero creo que es muy importante presentarla bien, ya que los factores de poder que jugarán en contra serán muchos, se acaba de patear un gran hormiguero, como dijo Manolo.
Las opciones respecto de este posible aumento, que había quedado pendiente al menos como posibilidad, después de la aprobación de la movilidad jubilatoria, son varias.
1) Priorizar las dificultades económicas debido a la crisis internacional y considerar que la movilidad jubilatoria es suficiente recompensa para los jubilados. En ese caso, no hay aumento.
2)Tratar de cerrar el proyecto de estatización sin confirmar nada y luego dar la «sorpresa», una vez aprobada la estatización.
3)Tenerlo como elemento de negociación para convencer posibles aliados durante el tratamiento en las cámaras.
4)Agregarlo ya, sería suficiente que fuera de palabra y que se introduzca la modificación ni bien se empieza a tratar el proyecto en diputados.
La primera posibilidad, es atendible por supuesto, sin embargo decidirse por esa, es lo que puede llevar al gobierno, que realiza medidas tan positivas y fuertes como esta, a no tener el enamoramiento suficiente desde algunos sectores. No me caben dudas que la plata extra en el Anses mejorará su capacidad de pago y con esto servirá para una mejor calidad de vida de los jubilados. Pero enamorar suele requerir algo más que simplemente hacer las cosas bien.
La segunda me parece demasiado optimista, sería tratar de obtener doble ganancia política en un tema que aventuro no tan sencillo, creo que si hay disposición para el aumento, debe venir en este paquete.
La tercera es una posibilidad cierta, sin embargo a veces, demorando estas cosas, luego nos chocamos con el discurso «claro, lo hicieron porque no tenían más remedio», que, aunque un tanto absurdo, erosiona una vez más el logro, lo que no sería tan grave, pero en los hechos puede terminar dificultando su concreción. Algo así pasó con los hospitales en la 125.
Por eso estoy por la cuarta posibilidad. Aumento a los jubilados ya. Cuando se sancione la ley, pero incluyendo el aumento en ella y avisándolo ahora. La plata de la estatización es para la caja, sí. Para nuestra caja, para la caja de nuestros jubilados. Yo lo creo así, haya o no, aumento. Pero hay muchas otras posiciones, además de los que piensan como yo, y es bueno convencerlos con actitudes de este tipo. Mostrar en los hechos, las ventajas de tener la plata en nuestra caja, me parece importante. Lo que se pueda haber perdido, respecto de la tercera posibilidad, como margen de maniobra para negociar, no será mucho, ya que quienes pueden votar junto con el gobierno, verán dificultades (más aún) para no hacerlo, si el proyecto incluye un aumento inmediato a los jubilados.
Claro que otros dirán: «es demagogia», bueno, no se pretende convencer a todos, ya sabemos que el gataflorismo es una actitud muy extendida.
Así que por mi parte, estoy por un aumento a los jubilados ya, y explicándolo así, que sale de la plata que acaba de entrar en nuestra caja.
De lo que te olvidás, Sergio, es que esa plata es de los jubilados del futuro.
Ana: En el sistema de reparto no, se pagan las jubilaciones actuales con lo que aportan los otros, por eso es un sistema solidario. Si la caja del Anses mejora sustancialmente, no veo por qué no destinar una pequeña parte de eso a mejorar las jubilaciones actuales, antes de que empiece la movilidad en marzo.
Si les guardamos a los aportantes su dinero hasta que se jubilen ellos, sería una especie de AFJP del estado, que es lo que sugiere Lavagna, aparentemente.
Felicitaciones por tu post de finanzas públicas, se lo que opinás en general del gobierno, así que demuestra mucha honestidad intelectual. Traté de ponértelas ahí, pero no se qué pasó, no se grabo mi comentario. Igual solo decía: ¡Grande Ana!
Sergio, en un sistema de reparto pagás las jubilaciones de hoy con los aportes de los que trabajan hoy, pero haciendo lo que vos tenés planeado ponés en peligro la sostenibilidad del sistema a largo plazo, y por ende la sostenibilidad política, sobre todo cuando no hay ningún plan de financiamiento claro para el futuro y el mercado de trabajo argentino es el que es (los aportes no alcanzan para pagar jubilaciones).
Si los jubilados de dentro de unos años se encuentran con un sistema previsional quebrado como el de antes de la creación de las AFJP, yo ni quiero imaginarme lo que pasaría.
Un poco de responsabilidad, che!
A propósito, un post que escribí hace un tiempo sobre sistemas de jubilación.
Muy bueno y detallado el post. En cuanto a lo de la responsabilidad, que le vas a hacer, como buen populista quiero mejorar los ingresos más bajos hoy mismo, jeje. Igual mi propuesta no choca con lo que decías en aquel post, ya que propuse usarlo específicamente para jubilaciones.
Sergio: sin repetir el «reto» de Ana pidiendo responsabilidad, me parece que tiene razón.
Los aumentos a jubilados en el sistema de reparto deben decidirse en base a la evolución de los flujos de caja.
Y el stock lo podés mantener para cuando justamente los flujos de caja sean negativos (cosa que, aunque cuando las cosas marchan bien, no parece que alguna vez pudieran pasa, pero pasan). Para tapar algún agujero temporario de la ANSES, una especie de «fondo anticíclico».
La verdad, entre nosotros, yo no consideraría ninguna barbaridad el hecho de que se usaran esos fondos para pagar paulatinamente deuda (no todos de golpe), siempre y cuando estos pagos contribuyeran a reducir efectivamente el stock de deuda pública. Primero porque el hecho de que las cuentas públicas estén saneadas es condición sine qua non para que el Estado pueda pagar jubilaciones dignas, y el nivel de deuda que tenemos en la actualidad, a pesar de los esfuerzos hechos eb estos años, es alto todavía respecto de nuestra capacidad de pago. Segundo porque en definitiva: ¿cuál sería la diferencia? Si no se usa esa plata se usará la de los contribuyentes (es decir, más o menos, los mismos dueños de los fondos), y a la larga a los dueños de los fondos se les «devolverá» con los aportes de la población económicamente activa al momento de que se jubilen.
Pero veo muy difícil la cuestión legal para que esto pase por un lado, tampoco se puede confiar en que siempre desde el Ejecutivo se decidirá pagar deuda en el marco de un proyecto de desendeudamiento y es difícil también justificarlo ante el «ciudadano común».
Perdoná q
Decía: perdoná que me haya zarpado con lo largo del comentario.
Abrazo
Mariano: Yo tampoco veo mal que se use para otras cosas, de hecho mi teoría es que toda la plata sirve para todo, ya se que no es tan así, pero un poco sí, cuando la plata que tenés en un «sector», no te alcanza para cubrir lo de ese sector, tarde o temprano terminarás usando plata de otro sector y no me parece mal.
En cuanto a mi propuesta concreta, yo entiendo lo de los números, pero, ¿te acordás cuando hablábamos una vez de los apoyos críticos y los opositores acérrimos? Si uno quiere apoyos más comprometidos («enamorar» como digo en el post), a veces hay que sacrificar un poco la responsabilidad, sobre todo que en este tipo de medidas, como en la 125, es bueno que se vea más o menos rápido que lo que entra, sale por un lugar de clara redistribución. Es una manera de empezar a cambiar el discurso de «la caja», la caja es nuestra caja, yo lo creo así, pero me gustaría que más gente empiece a verlo así. Te soy sincero, apunto más a lo emocional que a lo económico, porque lo emocional, que puede parecer poco importante, puede ser lo que termina logrando un fuerte apoyo público y que la ley salga sin problemas. Y lo digo desde el lugar de quién piensa que este gobierno es muy, muy bueno, yo no soy un apoyo «crítico», pero para mi solo le falta eso para ser bien peronista y tener un apoyo realmente fuerte del pueblo.
No niego que tiene costos, pero casi todo tiene costos, muy pocas cosas son pura ganancia. Por supuesto estoy tomando un tema en particular para expresar lo que me parece que falta en general, por ahí en este tema específico estoy equivocado, trato de pensar en general el por qué de los apoyos tibios, y pesonalmente lo veo por este lado, obviamente porque hay que luchar contra propagandas que pregonan constantemente la antipolítica. Lo que propongo es para luchar contra eso. Un abrazo.
soy jubilada de anses dede l990.me jubilo el granbinomio menen cavallo por considerar que los docentes nacionales ganabamos mucho por la antiguedad(el 120%).los docentes de la pcia.de bs.as.gozan del 82%automatico.los nacionales tenemos que apelar a juicios de larga duracion para lograr tal objetivo.yo cobro el 60%de lo que gana quien hace lo mismo en actividad.sabemos ademas que se jubilo a mucha gente mayor que jamas laburo en los ultimos tiempos.creo que en el medio de la piramide deberiase dar un aumento por lo menos a los que quedamos en el medio.se que es dificil,pero escribo todo esto para poner en evidencia las injusticias que hay dentro del sistema.
De aumentar los impuestos ni hablar ¿no?
Ana: me parece que para aumentos de impuestos no hay mucho margen político por ahora.
Antes de la 125 se hablaba de aumentar la alícuota de Ganancias para lo más alto de la pirámide. Se machacó tanto con la anticonstitucionalidad y confiscatoriedad de cobrar más del 33%, que ya resulta impensable. Scioli quiso cobrar en la Pcia de Bs As un impuesto a las grandes riquezas y se lo volteó la justicia por «doble imposición». Ya se eliminó la excención de Ganancias a los fideicomisos financieros, y el resultado más ostensible fue la contracción en el financiamiento para la compra de electrodomésticos, sin que el Estado haya hecho una importante diferencia en cuanto a recaudación. Se viene viendo una tendencia al enfriamiento de la economía por expectativas. Aumentar impuestos sería un problema en ese aspecto.
Una cuestión que podría rendir frutos jugosos es la paulatina eliminación de subsidios a las empresas privatizadas (tal vez exceptuando al transporte público por ahora). Hay que aprovechar la inevitable revaluación cambiaria para hacer converger algunos precios desacoplados que generan distorsiones muy injustas (como que el gas de red sea más barato que el de garrafa). Avanzar en la segmentación de tarifas por nivel de consumo. La revaluación cambiaria es una mala noticia en general, pero como todo, tiene alguna oportunidad para aprovechar.
Respecto al uso de los fondos administrados por las AFJP (30 mil MM de dólares, actualmente) en el comentario anterior no aclaré algo. Va a ser imposible usarlos para el pago de deuda. Se va a restringir legalmente la posibilidad (aunque no así para el flujo de 15 mil millones de pesos del año que viene). Y me parece bien. Yo toleraría el uso de los fondos como último recurso, y no todos de golpe (conservando siempre un stock para fondo anticíclico), porque manteniéndolos inmóviles se van licuando por otra parte. Pero es un tema muy sensible y no están dadas las condiciones para plantearlo en esos términos.
Otra vez me pasé de largo, y encima me fui de tema.
Saludos
Como dijo Santo Tomas de Aquino,ya hace muchísimos años:No hay problema sin solución.
A los jubilados hay que resolverles el problema para que vivan dignamente.Como se hace? Eso lo tienen que resolver los técnicos del gobierno.Lo principal es la decisión política.Se puede sacar dinero de muchas fuentes,de los aportes patronales,de más impuestos directos sobre las capas de mas ingresos,etc.
Buscarle la vuelta técnica para no aumentarlos es una postura técnocrata de derecha,la justicia social primero,pera un gobierno que quiera ser popular.
La economía es economía politica,a veces los economistas se olvidan de esto que es fundamental.