¿Giro republicano?

Durante veinte años, Néstor y Cristina formaron una sociedad política que logró grandes aciertos desde la presidencia de Néstor en el 2003.

Hoy Néstor no está y es natural que Cristina como líder absoluta, tenga algunas diferencias de impronta. Transcurrido un mes, intentar descubrir las puntas que asoman en ese sentido, puede parecer prematuro. Sin embargo creo que es un ejercicio político interesante, a la vez que un juego atractivo, orejear por dónde vendrán los próximos pasos, aportar al debate sobre los aciertos o errores que se intuyen, intentar entender mejor la política en general, proponiendo definiciones, miradas, pronósticos.

El título del post se inspira en este de Udi, pero también hay interesantes análisis al respecto, aquí, aquí, aquí, e incluso aquí.

Más que imaginar un corrimiento dentro del eje izquierda/derecha, en las primeras señales creo ver cierto desplazamiento hacia el republicanismo, en desmedro de lo que llamaríamos populismo. Trataré de situar la actitud populista con una cita del libro de Horacio Gonzalez “Perón, reflejos de una vid”:

(Perón había dicho que…) “Solo se podía poner “una montura sobre los hechos”. ¿Y no había dicho que ese acto era escaso o podía hacerse solo limitadamente? Los hechos aparecían desnudos, más grandes que la posibilidad de contenerlos. Esto es, serían soberanos e inclementes. Se hallarían fuera de sí.”

Creo que el populismo hace las cosas “como se puede”, buscando montarse sobre los hechos con pocos preconceptos, y a menudo desestimando cierto grado de legalidad. “Pilotear” las situaciones, echando mano a lo que sea necesario y atento a la verdad de cada situación práctica. Esto tiene virtudes y defectos, para mi gusto, priman las virtudes.

La actitud republicana, (hacer las cosas “como se debe”) es más apegada a la ley, es menos flexible, aunque también menos arbitraria (por lo menos en apariencia, personalmente dudo que así sea), ya que se supone, trata a todos con la misma vara.

En mi post anterior sobre Formosa, comparé la  muerte de Roberto López, producida allí, con la de Mariano Ferreyra. Veamos lo que está ocurriendo en ambos casos, tomando en cuenta ciertas diferencias en los sucesos de ambos crímenes.

Una mirada desde la izquierda, pide con energía la cárcel para todos los implicados en el asesinato de Mariano, yendo mucho más arriba que aquello que implique solo a los autores materiales. En eso está la justicia, que no parece encontrar ningún obstáculo por parte del poder político. La mirada republicana, coincide aquí completamente con la izquierda, el cumplimiento de la ley es el camino. ¿Podría uno pensar, que desde un populismo pragmático, se quisiera preservar alguna alianza y no se llegara hasta las últimas consecuencias? No me parece descabellado. Pero justamente, no parece ser lo que está ocurriendo. Tampoco en la causa de “medicamentos truchos”.

El caso de Formosa es distinto desde la visión republicana, aunque no desde la izquierda. Una orden judicial ordena el desalojo de una ruta, en la represión, muere un manifestante. La ley podrá o no concluir en que hubo “excesos” (que fea palabra), pero aún no está probado nada ilegal.

En la visión populista, que aquí coincidiría con la izquierda, hechos como un corte provocado por indígenas que reclaman por sus tierras, no deben ser reprimidos, ya que intentarlo da lugar justamente a intervenir intentando encauzar aquello que es “soberano e inclemente” (en la cita de Gonzalez). Mientras la inflexibilidad republicana está más cerca de cumplir la ley emanada de una orden judicial.

En ambos casos el corrimiento parece ser hacia la actitud republicana, mientras que en el caso Ferreyra, vamos hacia la izquierda y en el caso López (Formosa), hacia la derecha.

La presencia del FMI en una asesoría respecto del Indec, se puede ver como un signo de derecha, si ponemos el acento en “asesoría del FMI”, pero era un reclamo de la izquierda la corrección del Indec, lo que es indudable es que ambas cosas van en un sentido republicano y no populista. Populista es, seguramente, retocar índices para ahorrarle plata al país.

Explorar estos temas tiene algo de atravesar un túnel sin linterna. Desde ya, no pretendo expresar ninguna verdad, trato de entender, avanzo a tientas sin ningún tipo de seguridad.

Por si no quedó claro antes, un giro republicano no es de mis preferencias, aunque me parece algo mucho más benigno que un giro a la derecha.

8 comentarios en «¿Giro republicano?»

  1. Sergio: me parece que única manera de que la visión republicana coincida con la de la izquierda en el caso de mariano Ferreyra es el oportunismo de los primeros, y cierta «desviación» de los segundos.
    El eje está en el rol de las fuerzas de seguridad.
    El republicanismo no puede condolerse sinceramente por la muerte de un militante que está subvirtiendo el orden constitucional y encima forma parte de una organización que tiene como fundamento ideológico la abolición de la democracia capitalista y la instauración en su reemplazo de un sistema socialista de propiedad colectiva.
    El escándalo republicano estaría en la prescindencia policial ante el conflicto, y en que su rol fuera ocupado por una fuerza de choque que depende un elemento corporativo como los sindicatos (corporación de las que no les gustan a los republicanos, ni se quejan de otras corporaciones como las asociaciones empresarias, ni tampoco de los grupos de choque parapoliciales que de ellas pudieran depender).
    Ese es el escándalo republicano en el caso. El resto es oportunismo.

    Y en el caso de la izquierda, bueno, no deja de ser llamativo que el PO base parte de su reclamo en que la policía no los protegió. La policía (símbolo tal vez máximo del poder burgués que ellos combaten con ansias explícitas de hacerlo desaparecer) «debía cuidarlos», para que pudieran completar la etapa de su plan de lucha.

    Es hasta cómico todo esto.
    Y es posible, justamente, porque en el medio hay un populismo, que tiene a cargo los resortes del estado, y que es capaz de cuestionar, subvertir los roles de las instituciones, sin salirse del marco de la institucionalidad del todo, jugando en los márgenes, molestando la organización de la sociedad burguesa y su poder «lógico», pero sin extremar posturas para beneplácito de la izquierda.

    El populismo descoloca, es revulsivo, no sé si de la realidad, sino de las interpretaciones, de las esquematizaciones de la misma.
    Un abrazo.

    1. Comparto completamente, Mariano. Justamente el populismo descoloca y es revulsivo, de las interpretaciones y de las esquematizaciones, porque actúa «poniendo una montura sobre los hechos», tratando de pilotearlos como se pueda, lo cual tiene mucho de aceptar una soberanía de la «realidad», a veces de la costumbre, muchas veces de las mayorías y otras de factores de poder encuabiertos (capitalismo de amigos, «popes» sindicales», etc), por qué no reconocerlo. En ese sentido, con el populismo, cualquier esquematización implica una teoría que tiene que amoldarse a una práctica, y no al revés, como se supone que «debería» ser, teorizar primero y aplicar la teoría prolijamente a la práctica. Y tanto se sale de los moldes el populismo, que cuando uno intenta teorizar sobre eso, a menudo se pierde un poco y no termina de fijar bien los contornos de lo que está diciendo.
      En cuanto a los hechos concretos también me parece muy bueno tu análisis tanto en lo relativo a las contradicciones del republicanismo como de la izquierda. La salvedad que haría es que cualquiera debe convivir con contradicciones y es perfectamente justificable que lo haga, el problema es cuando luego pretenden que el populismo no las tenga. Un abrazo.

    1. Desde ya que no me molesta Mariano, al contrario, te lo agradezco. Disculpá la demora en responder, justo estuve afuera todo el día. Un abrazo.
      Sergio.

  2. Yo siempre trato de ponderar el orden de las eventuales contradicciones. Así, desajustes en variables tales como la seguridad, el orden, la seguridad jurídica, la ecología, etc., no me hacen demasiado ruido porque las considero variables de segundo o tercer orden en la concepción kirchnerista.

    El problema se suscita cuando cuatro BANDERAS del Kirchnerismo se ven salpicadas por decisiones gubernamentales. Y desde ya que son banderas heredadas del primer peronismo la Soberanía Política y la Independencia Econímóca, afectadas por la decisión de dejar entrar por la ventana al FMI. No importa demasiado aducir que se trata «sólo» de una colaboración técnica acotada a la revisión del IPC.

    Las otras dos banderas que resultan salpicadas, en este caso por omisión, son las de los DD.HH y de la Inclusión Social, claramente afectadas por la represión de un actor absolutamente marginal de la alianza que sostiene el Gobierno, como es Insfrán. No así el caso de Ferreyra, en el que los eventuales máximos responsables se encuentran bien lejos de constituirse en aliados.

    Podrá aducirse en lo formal que en el caso del FMI se acota a una apoyatura técnica encaminada a reconstruir la credibilidad del INDEC. La verdad es que a mí me suena a «Me reúno con Hitler pero al sólo efecto de tomar un café, eh?». Son asesinos seriales planetarios ¿Qué es lo que hay que hablar con ellos? En este sentido, propongo a quien acuerde en ésto a que los vayamos a esperar a Ezeiza para subirlos a patadas en el culo en el mismo avión en el que lleguen. A ese punto llega mi desacuerdo con la decisión tomada.

    También en lo formal podrá decirse que en el caso de Formosa «sólo» intervinieron funcionarios provinciales, y es cierto. Sin embargo, es perfectamente posible intervenir los tres poderes de la provincia ante un caso en el que claramente se violan derechos humanos DESDE HACE SIGLOS bajo la cobertura formal del federalismo. A la vista queda la mafia de jueces, fiscales, legisladores y gobernadores que manejan la provincia como una estancia de la que ellos son los patrones. ¿Qué se está esperando para intervenir los tres poderes?

    Reitero, me chupan un huevo las «denuncias» de corruptelas varias, porque ya aprendí a decodificarlas. Pero no me chupan para nada un huevo cuando se salpican LAS BANDERAS centrales del Kirchnerismo. Mucho más cuando resultan absolutamente innecesarias a los fines perseguidos. Ni el FMI va a «prestigiar» nada, ni se perderá gran cosa con enemistarse con un «socio» como Insfrán.

    1. Eduardo, estoy bastante de acuerdo en general, y sin duda en ordenar las posibles contradicciones según lo que uno crea más importante. En ese sentido lo de Formosa a mi me preocupa bastante más que lo del FMI, porque además de medir qué tipo de banderas se ven salpicadas, también es importante qué tan salpicadas quedan. Aunque entiendo la metáfora, el FMI no es Hitler, es la representación de la derecha actual de los mercados mundiales, si es «solo para tomar café», estoy dispuesto a tolerarlo.
      Lo de Formosa me parece mucho más grave, pero igual estoy de acuerdo con vos básicamente, no me gustan ninguna de las dos cosas.

      1. En materia de salpicar banderas, no hay chiquitas. Como decía un amigo, «Un barril de bosta con una cucharada de vino es bosta, y un barril de vino con una cucharada de bosta, también.». No se puede estar a favor y en contra de algo al mismo tiempo. Así que aguardo definiciones al respecto para saber si debo continuar sosteniendo el proyecto o mejor me dedico a otra cosa. Es una encrucijada que debe resolverse a la brevedad en el máximo nivel de conducción.

  3. Gracias Sergio por el linkeo a http://yaesta.blogspot.com
    Cómo seré de nuevo en esto que no me había dado cuenta.
    Me gustó tu post.

    Quería decir que insisto que explicar la realidad de muchas de las cosas que pasan en la Argentina desde el eje izquierda derecha es confuso, como por momentos se desprende de tu post.
    Es posible que la variable populismo explique algo, aunque no coincido que tu mirada reducida del mismo. Claramente me gusta más decir que es un gobierno popular que populista.

    Me parece que una de las variables claves para explicar que las medidas que se toman tiene que ver con su pragmatismo y/ o (neo)desarrollismo (Bresser Pereyra).

Responder a hache Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *