¿Libertad de ideas?-

Que la derecha argentina vive del doble discurso no es una novedad para nadie. Alguna vez, el máximo de sus referentes lo expresaría, a modo de sincericidio: “Si decía lo que tenía pensado hacer, nadie me iba a votar”. ¡Oh!, ¡plataformas testimoniales!

 

En el escenario actual, la potencia máxima de la derecha radica en la continua construcción de falsos sentidos, siendo que cuenta para ello con la inestimable colaboración de as corporaciones mediáticas. Deforman, recortan, ocultan, mal interpretan. Desde la creación de la figura “campo”, y la presentación de sus reivindicaciones sectoriales como intereses generales, han sonado: “la plata de los jubilados”, las “pérdidas” que da Aerolíneas Argentinas, la “ley mordaza contra los periodistas independientes”, y contando. Pero en estas últimas semanas han ido hasta límites ya ostensiblemente forzados.

 

Resulta que se ha colado en medio de la campaña la soberana y legítima decisión del presidente venezolano Hugo Chávez de estatizar empresas del polo siderúrgico cuya propiedad era del Grupo Techint. Entre reclamar la ruptura de relaciones con Venezuela / pedir su no aceptación en el Mercosur / reclamar reacciones mas contundentes contra la decisión de Chávez como las que, supuestamente, habrían tenido en situaciones análogas Lula o Bachelet; anduvieron las reclamaciones de las patronales del establishment -con el beneplácito, por supuesto, de cámaras y micrófonos cómplices- para que el gobierno nacional dejase en claro su apoyo al “capital nacional”. Las comillas, en el caso, van a una nueva figura inventada, esta del carácter burgués nacional de Techint, lo cual Eduardo Aliverti se encargaría de derribar con su acostumbrada brillantez analítica, superior a la de este comentarista, y adonde vale remitirse para mayor abundamiento.

 

Todo este berrinche sería esperable teniendo en cuenta que se trata de la reacción de una, por llamarla de algún modo, clase que se abroquela en defensa de uno de ellos que ha visto lesionados sus propios intereses, aún cuando si resulta inaceptable aceptar exigencias tales para con un gobierno democrático. Bien que Lula, ese que cuando les viene en gana tanto recomiendan imitar, afianza, como los K, su relación con el bolivariano y aboga por su incorporación al Mercosur. Digresión: de esto o de la visita de Bill Clinton no escribe Joaquin, el siempre tan preocupado por la mirada del afuera.

 

Lo que resulta verdaderamente patético es la utilización que del hecho quieren orquestar los opositores, potenciado por el hecho de haberlo transformado en ítem de la agenda electoral, pues resulta que ahora urge vencer al kirchnerismo el 28J en razón de “impedir que ocurra en Argentina, lo que ocurre en Venezuela. Impedir la Chavización”. Habría que aclarar a determinados filibusteros que no existe algo posible de ser denominado como Chavismo, sino que lo que si existe es lo que se suele denominar Socialismo, que vale (o debería valer) legítimamente como programa de gobierno cuando ha sido, en el caso de Venezuela abrumadoramente, votado en las urnas. No es válido, pareciera, para una oposición que niega el ingreso de su existencia al ámbito de discusión electoral. He allí el doble discurso. Porque termina siendo que, frente un gobierno al que alegremente denominan el régimen, porque que no aceptaría posiciones alternativas a la propia, son ellos los que en realidad niegan la posibilidad de concebir un programa alternativo de gobierno. Es decir, se reclama la apertura al debate de ideas, presuntamente inexistente hoy, pero partiendo de la base de excluir la filosofía que adopta Hugo Chávez. Pasando por alto, por si todo fuese poco, que el instituto jurídico cuestionado, la expropiación, tiene acogida en las legislaciones internas de países con las más diversas filosofías, Argentina entre ellos. No corresponde, por ende, inmiscuirse en soberanías ajenas más que para, como hizo y hará ahora el gobierno, velar por una justa indemnización compensatoria, lo cual Chávez jamás ha retaceado ni desconocido. La nueva falacia no tiene caracteres distintos a la comúnmente para intentar denostar al gobierno, pero esta vez las autoridades no se han dejado enmarañar tanto, declarando que se velaría por la justa compensación cual lo acostumbrado y evitando enredarse en algo tan estúpido como tener que desmentir su potencial viraje al estatismo. Bien dicen que a los locos hay que dejarlos hablando solos.   

 

En el supuesto que fuese intención del Kirchnerismo avanzar al nivel de Chávez en cuanto a estatizaciones, que no lo es, pues la práctica ha demostrado que lo aquí vigente es un modelo que articula lo público con lo privado; que ha terminado en estatizar en casos puntuales, o bien rayanos al caos –Correos-, de recuperación de servicios esenciales yo estratégicos –AYSA, Aerolíneas- o por imperio constitucional y sana lógica administrativa –AFJP-: ¿Cuál sería el problema en que el gobierno K avanzara en un programa socialista?, ¿Por qué habría que impedir, véase que palabra, otra ideología?

 

Que curioso que ninguno de todos estos, que deambulan haciendo de horrorizados por cuanto medio se les abre, haya querido obstruir nunca el rumbo neoliberal que colapsa hoy en el mundo entero. Y cuanto más extraño que no haya, entre los defensores de la llamada mesa del diálogo, alguien que les diga “oiga no, mire, si queremos abrir el debate de ideas, no podemos negar ninguna de las ideologías existentes, pues caeríamos en un contrasentido”. ¿No habrá que pensar que, por no tratarse en realidad de medios de comunicación sino de partes voceras de emporios empresariales mayores a los estrictamente comunicacional, albergan intereses similares a los del establishment ofendido en Venezuela, y sus opiniones infectadas de parcialidad, verdad?

 

Alguien dijo alguna vez, que medios de comunicación y oposición no eran la misma cosa, pero que, a veces, se parecían bastante. No era tan equivocado el diagnóstico, visto el estado de situación.

 

Pablo Daniel Papini.-  

Acerca de Pablo D

Abogado laboralista. Apasionado por la historia y la economía, en especial, desde luego, la de la República Argentina.

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35 comentarios en «¿Libertad de ideas?-»

  1. Entendiste todo mal. Lo que la oposición dice es que hay que evitar que políticas del estilo del chavismo sean aplicadas cada vez con mayor intensidad en la Argentina. Eso, algo que se puede interpretar como una estrategia electoral de algunos partidos políticos. Toman a ese país caribeño para diferenciarse y así contribuyen a formar un perfil ideológico más claro. Nadie dijo que no se podía discutir con el chavismo. Una cosa es discutir y otra aceptar que se imponga alegremente, esto más allá de lo que vayan a hacer los Kirchner en la Argentina durante los próximos años. Es una cuestión meramente lógica.

    Una pregunta, ¿tenés idea qué hace Aldo Ferrer en el directorio de Siderar?

    Es un poco más compleja la situación. Tratemos de no meter todo lo que pasa en el esquema de un comic de Marvel.

    1. Pero claro que entiendo bien. Me agarro de tu frase y vuelvo a preguntar, ¿por que se quiere «evitar que políticas del estilo del chavismo sean aplicadas cada vez con mayor intensidad en la Argentina»? ¿Cómo se afirma tan livianamente el objetivo de evitar un modelo diferente? Digo, me parece grave la sintaxis de la frase, aún siendo una mera cuestión semántica. Por lo general me preocupa bastante el uso del lenguaje porque no creo demasiado en los mensajes inocentes.

      Aldo Ferrer está con todo derecho en Siderar, dado que hay capitales argentinos en la empresa y, por ende, es válido que el gobierno designe allí representantes de sus intereses. No creo que sea criticable. En todo caso, podrían los privados comprar la parte que corresponda al estado y se sacan de encima la molestia.

      1. Pablo D: Te respondo fácil, se quieren evitar ese tipo de políticas porque hay gente que no las considera las más adecuadas para el país en el que viven. Punto. Después podemos buscarle explicaciones que van desde los intereses de clase hasta las psicologías personales de los que se proclaman en contra del chavismo. Lo que no se puede pretender es un consenso unánime a favor de un mismo estilo de gobierno.
        Lo que yo te decía antes es que para mucha gente Chávez es un mamarracho autoritario que está despilfarrando las regalías del petróleo sobre las que está sentado hace más de una década. Entonces, «pegar» su figura a políticos locales les sirve para quitarles votos a esos rivales suyos.
        Después te dejaba picando que Ferrer está en Siderar para defender los intereses de los jubilados argentinos, intereses contra los que las recientes estatizaciones en Venezuela atentaron.
        Es muy difícil tener un discurso a favor de la industria nacional pero en el plano político seguir con el discurso de «las multinacionales a las que Cavallo les salvó la deuda….» Estas son las empresas argentinas que hay. Y en este caso parte de su capital era de los jubilados.

        Hay un problema retórico en el fondo. Es el problema que aparece cuando se hace política en niveles de decisión superior a los de un centro de estudiantes. Es el paso que tiene que dar el progresismo argentino si quiere ser gobierno alguna vez.

      2. Diguito te contesto una parte rápido que rajo para la facu después leo bien el resto y profundizo. Yo no quiero consenso unánime respecto de las ideas de Chávez. Quiero consenso unánime, si, en torno a aceptar y permitirle que se exprese.

      3. Si, en Siderar había capitales previsionales. Se cobrará la indemnización correspondiente y punto. No hay mas que decir. La alianza estratégica pasa mucho mas arriba que eso.
        Me parece horrible que te sea natural pegar a alguien en base a armar discurso, si discurso pudiera llamarse a eso. En lugar de ello, que armen un programa distinto aparte de salir a diferenciarse.

      4. Homer: Aldo Ferrer fue ministro de Levingston en lo que se suponía sería el último tramo de la Revolución Argentina, previo entregar el gobierno a una nueva democracia, para lo cual se incorporarían civiles al gabinete, el entre ellos. Por ello, así le fue a Levingston además de que el programa económico de Ferrer era desarrollista, condición inaceptable en la dictadura.

      5. ¿Qué alianza estratégica? Si las alianzas no se ven en lo concreto, no existen. Este caso demuestra que en la alianza estratégica del cono sur hay más de folklore que de otra cosa.
        Estatizar las AFJP está perfecto, pero después no defender esos capitales es un mamarracho. Se privilegia lo simbólico por sobre lo material. Todo sea por seguir motivando las consciencias luchadoras.
        Que no te sorprenda si ahora la industria se le pone en contra al gobierno (que fue su aliada durante todos estos años) así como le pasó con el campo.

  2. No creo que sea tan compleja la situación. Venezuela ha sido precursora en cierto sentido en la transformación del escenario político en América Latina en los últimos 10 años. Y yo creo, que si los dejan, varios gobiernos de la región, incluyendo el nuestro, seguirán un camino similar. El capitalismo ya fracasó una y otra vez, y siempre la liga la gente común, en especial de los países más pobres. La derecha sabe que si se opta por políticas más socialistas, ellos pierden. Y por eso atacan con los tapones de punta.
    Por supuesto que en conjunción a los medios buscan sumar adeptos para sus cometidos con su campaña anti-chavista. Es parte de esta contraofensiva. Lo que tenemos que tener todos en claro, todos los que entramos a este blog, todos los laburantes, es que a la derecha sólo le importa la derecha. Para nosotros, migajas. Que no nos vendan buzones.
    No es un cómic de Marvel porque faltan héroes y sobran villanos. Pero tampoco es el teorema de Riemann.

    1. Con el segundo párrafo coincido desde una prespectiva progresista. Es el diagnóstico que hacemos todo.

      No tanto, quizá, con el primero. Es cierto, el caso Venezuela ha sido importante para generar un marco de discusiones que necesariamente debían darse. Y, sobre todo, ha servido, como punto extremo, para generar alternativas mas moderadas de procesos de rumbos mayormente independientes, en lo que Lula y Kirchner son la variante. No creo, sinceramente, que ninguno de ambos opte por copiar al modelo Chávez. Pero si, que estarán mas cerca de el cuando de discutir el rol del estado se trate, eso seguro.

      1. Quizás Lula o los K no sean los que copien el modelo. Sí sus sucesores, si seguimos por este camino. Igualmente, si bien consideré a Chávez un pionero, nosotros ya vivimos procesos similares hace más 60 años. Quizás no había un marco regional tan homogéneo en esos tiempos como lo hay ahora. No lo sé, tengo q agarrar los brolis. Pero si ese es el caso, puede ser que ahora sí se logre el cambio, sin ninguna Revolución Fusiladora que se interponga en el medio.

  3. -Pablo.
    Cito :»¿Cuál sería el problema en que el gobierno K avanzara en un programa socialista?, ¿Por qué habría que impedir, véase que palabra, otra ideología?»
    Absolutamente ninguno, es más me martillaría un testículo con sumo placer como auto-castigo por estos 6 años de desconfianza manifiesta que sostengo hacia el gobierno.

    PD: Un consejo discursivo, no arranques citando al «maximo referente de la derecha», no sea que algunos recordemos que fue el máximo referente de los políticos que hoy ostentan el poder y sus más cercanos competidores.

      1. Era afiliado al mismo partido, pero bastante poco creyente de la ideología del mismo. Por caso, Carrio fue siempre considerada de izquierda y de hace bastante tiempo es alto cuadro de la centroderecha.

  4. Así arrancás:
    «Que la derecha argentina vive del doble discurso no es una novedad para nadie»

    si me permitís cambiaría que la mayoría «política» argentina vive del dobre discurso, sin importar su posición ideológica, son muy pocos los que no se contradicen entre discurso y hechos, esto no incluye a nuestro gobierno.

    Eltano343: Una ingenuidad doble lo tuyo, primero por pretender que tu creencia cambie el postulado de El Gus, segundo porque muchos nos acordamos no solo del papel, sino también de la palabras de Nestor K, que definía a Menem como el mejor presidente.

    1. Sí, lo definió así en un discurso a mediados de los 90. Creo que las cosas han cambiado un poco desde esa época.

      Por favor, no nos agarremos de nimiedades para establecer verdades.

      1. ¿Nimiedades?:
        Perdón, la misma matemática electoral, los mismos articuladores políticos, los mismos referentes de la CGT (excepto Moyano), el 80 % de los intendentes del conourbano, la mayoría de los gobernadores Justicialistas (o sus herederos políticos), que hoy son la base de apoyo del «Modelo», son los que sostuvieron a Menem durante 10 años (los más audaces, empezaron a abrirse en el 98).
        Negar que los 10 años de Menemato no hubiesen existido sin el apoyo de los «peronistas autenticos», que hoy acompañan al gobierno, es un insulto a la inteligencia de cualquiera con un poco de memoria y que siga medianamente la política.
        En tal caso, busca una excusa, no hacer como que no pasó.
        PD: Y no ve vengan con la sanata (creativa ciertamente), que no le hicieron la contra por que era atentar contra la democracia y ser destituyente.

      2. No mezclemos las cosas. Cuando utilicé el término «nimiedades» me refería a una frase sacada de un discurso para establecer cierta referencia entre el modelo menemista y el kirchnerista, que en poco se parecen.

        Panqueques hay en todos lados, sino mirá a la Carrió. Pero fijate que los máximos exponentes del menemismo hoy están del lado de enfrente.

      3. Menem habrá ganado las elecciones en nombre del peronismo y muchos peronistas lo habrán apoyado, pero no eran peronistas auténticos (como también lo apoyaron varios antiperonistas). Como seguro tampoco hoy en las filas del kirchnerismo peronistas auténticos. Hay que saber decantar e identificar. No todo es lo mismo.

    2. Sopa: es cierto, quien gobierna se contradice. El tema es no reincidir tanto ni tomar las ineludibles claudicaciones como ejemplos de pragmasis. El discurso de Néstor a que hace referencia data de 1991, y no lo define como mejor presidente sino como «hubo pocos que se hayan ocupado tanto de la Patagonia Sur y de Santa Cruz en particular». Pero para 1991, hasta Eduardo Buzzi reconocía apoyarlo, el tema es que «Menem giró a la derecha sin poner luz de giro». Ya para 1996, Kirchner era opositor interno, le marchó en Plaza de Mayo por el tema de los hielos continentales, Cristina ejercía oposición desde el Parlamento («yo no soy la recluta Fernández») y fue separada del bloque y para la reelección de 1999, Néstor fue contra un candidato menemista. No creo que haya más que explicar. Es caso cerrado al menos en lo que a mi participación respecta.

  5. No hay nada de malo con el debate.
    Eso si, que lo diga de frente y antes de las elecciones.
    Que se plante y diga: «El Frente para la Victoria va a abrazar el socialismo del siglo 21 y vamos a estatizar todas las empresas privadas que se nos de la gana».
    Lo que me parece que no sirve, si esas son sus intenciones, es este juego en el que lo acusan de ir hacia el modelo chavista y el lo niega para no perder votos.
    Que la oposición en campaña electoral lo quiera pegar con Chavez es una táctica más, como la de kirchner de pretender ligar la oposición con el 2001.

    1. El gobierno habla de la redistribución de las riquezas como una de sus metas principales. Con eso basta para que quede claro hacia dónde se quiere ir. El cómo hacerlo, por ejemplo estatizaciones, es un medio.

      No creo que el gobierno oculte sus intenciones, lo que pasa es que algunos no les gusta esas intenciones. ¿Por qué no dicen que no les va la redistrución de las riquezas, que está bien así como está, que quieren todo para ellos?

      1. eltano: Clarito como el agua. Porque para redistribuir a alguien se la van a sacar. Distribuir, a secas, ya les provoca comezón. Si le agregás el prefijo «re-«, ya se ponen como locassss…!

      2. Estatizar no es sacarle a alguein algo a cambio de nada.
        Según la Constitución hace falta una ley por estatización, e indemnizar por el valor de la empresa. Y K, al revés de Chavez no tiene plata.
        Redistribuir es vía impuestos, pero hasta ahora ninca amagó meterse con el capital concentrado.
        Para mi lo único que le interesa es tener directores adentro para negociar otras cosas, incluyendo negocios.

      3. Redistribuir también es pasar de una empresa privada a una del estado y que inmediatamente tu sueldo aumente. Léase los miles de empleados que pasaron de las AFJP a la Anses, que los gorilardos decían que iban a quedar todos en la calle.

    2. La oposición es el 2001. No la liga Kirchner, la ligan los hechos. ¿O el 2001 no es el modelo que explotó de la mano de Rata-Bobo-Caballo? Yo pensé que era en manos del radicalismo que había explotado el modelo. De estos ineptos para administrar un kiosco que ahora pretenden gestionar la nación. ¿O no eran ellos?

      Peor aún, ni siquiera ocultan que quieren regresar a éso: Crecer vía endeudamiento, FMI y demás. No lo ocultan. Lo dicen. O sea, ellos mismos se ligan. A menos de que carezcamos de memoria sobre adonde conduce ese camino.

      Y lo de Chávez, bueno, habrá que esperar a ver como se re-configura el tema mediático con la Ley de Medios, para que tengamos una agenda de los tipos de a pie, en vez de ser invadidos y ametrallados por la agenda patronal. Chávez debe de ser el tipo que más democracia generó, con 16 de 17 elecciones, plebiscitos y referendums ganados. A mí no me asusta. A Techint y las patronales sí. Por algo será.

      1. A mi tampoco me asusta Chavez, ni Evo, Ni Correa, si los Kirchner.
        Estan ligados a la oligarquía política, o mejor dicho son parte, hacen capitalismo de amigos y socialismo de amigo.

      2. Que lo haga explícito entonces, no vergonzante, así todo el mundo sabe a que atenerse. Pero en cambio la rata manda a Randazzo a desmentir todo, que estatizaron porque no había más remedio, etc.
        Si después de las elecciones cambian de idea, estan defraudando el voto. Hoy el que apoya el modelo de chaves tiene otros candidatos para votar.

    3. Mariano T.:

      1) Reitero, el kirchnerismo no va a abrazar el socialismo del siglo 21, no lo ha hecho, no ha dado indicios de querer hacerlo. Pero se acepta la existencia de tal cosa y ese es el objetivo del post.

      2) Redistribuir no es solo mover impuestos. Eso es reduccionismo. Tampoco se si estatizar es redistribuir, pero en el plano Chávez significa vital estratégicamente.

      3) Lo que Randazzo salió a decir no es que no quedaba orta. Dijo que era la desición de un gobierno soberano. Es así, y no corresponde que diga ni una coma más al respecto. No compete a ningún político argentino merituar desiciones soberanas de otro gobierno democrático, menos en el caso de que Techint es una empresa parte de un holding que toma desiciones en Luxemburgo con solo 13 % de trabajadores argentinos.

      Sopa: no se si lo dice en serio o como chicana, pero es mentira que los gobiernos mencionados sean lo que usted dice.

      Eduardo Real: es cierto todo, sobre todo lo del democratismo de Chávez. Aún lo recuerdo aceptando aquella derrota por un punto y pico. Acá Carrió fue mas que doblada en votos por la Presidenta y denunciaba fraude y, para peor, cientos de imbéciles le creen sobre algo de lo que no aporta pruebas. Impresentable.
      Lo de 2001 es así. No es como quieren leer los medios, que si pierde, se apreta un botón y se retrocede como en una máquina del tiempo. Significa volver a la lógica de gobierno imperante en aquellos tiempos.

      1. Perdón, no lo redacte claro
        «Estan ligados a la oligarquía política, o mejor dicho son parte, hacen capitalismo de amigos y socialismo de amigo.»
        Es solo para los Kirchner y lo que los diferencia claramente de Evo, Correa, Lula y Chavez

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