Cuando escuché el discurso de Biolcatti no podía dejar de pensar que detrás de toda esa pirotecnia verbal no había más que nostalgia por lo que podría haber sido y no fue. Habían perdido una oportunidad histórica de hacerse con el poder y ahora solo les quedaba el pataleo, el grito histérico del que no puede entender lo que le está pasando.
Lo mismo me pasó con la reunión de Magnetto y los mutantes del peronismo disidente. ¿Qué sentido tiene publicitar esa reunión? ¿A quién quieren asustar? Cuando Macri ganó la ciudad muchos pensamos que se venía un gobierno ejercido por sus dueños, sin mediciones. ¿Qué piensa hacer el CEO de Clarín? ¿Presentarse a elecciones? Yo digo que no pasa nada, que lo de Magnetto, la AEA, la UIA es puro humo, pirotecnia. O mejor dicho, un intento de desesperado de corrernos con la vaina.
Ni hablar de Macri, que si sigue así, en cualquier momento le aparece algún escándalo de polleras para terminar de darle la última estocada a una experiencia que ha sabido combinar con particular éxito inutilidad y mala fortuna.
Por lo tanto ¿Por dónde tiene que pasar el debate político hoy? Obvio que no hay que bajar la guardia, que parte de nuestro relato está en darle nombre, apellido, consistencia a nuestro antagonista de clase. Pero que bien nos vendría abandonar un poco el refinamiento teórico y volver a esa gran pregunta que organizó a muchos movimientos que se propusieron cambiar la sociedad en la que les tocaba vivir. La hermosa y todavía potente vieja pregunta de Lenin: ¿Qué hacer?
Obviamente, porque nada nos condiciona, porque el kirchnerismo podrá ser muchas cosas menos ortodoxo, porque lo que buscamos no es una doctrina que nos resuelva los problemas, sino que anhelamos nuevos objetivos que nos permitan avanzar en la profundización de un proyecto que nos entusiasma e interpela (y fastidia, ¿cuántas veces?). Quiero decir, tranquilamente podemos reformularla, en un profundo y estimulante ¿Cómo seguimos?
¿Cómo sigue esto? ¿Por dónde? ¿Y cómo lo hacemos?
O sea ¿no tenemos un problema de agenda de acá a futuro? Yo no seré muy mayor pero del menemismo a esta parte gran parte de lo que fue la agenda progresista ha sido asumida, cumplida o incluso negociada. No quiero decir que no existan deudas con esta agenda, con este listado de reivindicaciones (con por ejemplo la legalización del aborto) pero ¿no estamos mucho mejor de lo que nos hubiésemos imaginado nunca? ¿No es la ley de matrimonio igualitario UN AVANCE DE PUTA MADRE?
Entonces, una agenda, una serie de reivindicaciones que ataque los núcleos duros de los problemas (la pobreza estructural, el trabajo en negro, la legalización del aborto, la recuperación de la industria nacional, etc.) pero también de las cosas que hoy no nos imaginamos.
Una agenda, pero también una fuerza política capaz de construirla. Pero este ya es otro tema, para otro post, más largo y más complicado.
Cómo «Y si vamos ganado?» ¿Te cabe alguna duda de que lo estamos haciendo? Mirá para afuera. Es una lágrima. No consiguen dar un paso sin caerse al piso. No dan pie con bola. Les crecen los enanos. Claro que hay que marcar la agenda a futuro. Yo propongo 5:
1. Devolverle [YA] las tierras usurpadas a los indios por los sojeros y/o Thompkins y/o Beneton que sólo conocen la tierra arrasada, con la complicidad de un puñadito de jueces, abogados e inmobiliarias.
2. IAPI [ANTES QUE YA]
3. Eliminar el sistema de peajes y volver a la antigüa Vialidad Nacional, con impuesto sobre los combustibles.
4. Créditos para la vivienda para quien ya tiene una pero necesita una más grande, o que tiene ahorrado la mitad pero le falta la otra mitad, previo a tomar medidas que bajen el precio de las viviendas.
5. Eliminar del presupuesto los $2.500 millones anuales que le garpamos a los dinosaurios eclesiásticos.
6. Etc.
Mmm..tampoco el exceso inocente de entusiasmo…te parece que no hay cosas importantes que resolver?
No hay más gente viviendo en la calle? El sistema de salud es universal, gratuito y de buen nivel? Las escuelas? Todo bien?
Me parece que hay muchas cosas, muy importantes, muchos AVANCES DE PUTA MADRE para hacer aún.
Me gustó la nota. Necesitamos defender el modelo y sumarle más honestidad y más ética. Porque la corrupción tiene dos grandes problemas, uno son los recursos que se pierden (por robo) y el otro los que se asignan mal. Es decir, un secretario acomodado no suele ser el mejor tecnicamente. Creo que nosotros, los sub 30 que sabemos que este modelo es mejor que el de los 90s, tenemos que dar hacer que el Estado vuelva a estar formado por buenos profesionales sin caer en el cuento chino de los «técnicos», sino por personas con formación idónea y convicciones sobre la sociedad a construir. Sé que es un proyecto a largo plazo, pero me gustaría comenzar a ponerlo en la agenda
Hola
Por ahí no me hice entender correctamente porque por ahí escribí muy rápido el post. En lo que estoy pensando es en lo siguiente: si la disputa con la oposición (partidos políticos + grupos empresarios) pareciera saldarse para el lado del oficialismo, no deberíamos empezar a discutir para qué lado tiene que ir este proyecto? Por qué lado se profundiza? Cómo se resuelven los pendientes que dice Renzo(y que también digo en mi artículo)?
Es más, escribiendo esto pienso, no ha sido profundizando «por izquierda» el modelo kirchnerista que el gobierno a ha logrado recomponer su caudal político? Adminsitración y 50 cuotas en garbarino, decía un tal Cesar en otra nota que subí en Artepolítica, han favorecido una recuperación que un año atrás parecía muy difícil. Por qué no sumarle a esto iniciativas que permitan ampliar los derechos sociales, resolver los problemas de pobreza pendientes, etc., etc.
Tengo la sensación que la agenda del debate tiene que pasar más por acá que por lo que haga o deje de hacer Magnetto, Biolcatti, etc.
Es más, si tenemos suerte capaz que nos salvamos de Barone y todo.