¿Con quién confrontar?

Obtener un resultado adverso en una elección impone, antes que nada, un ejercicio de pensamiento. Entre las muchas causas que han concurrido para plasmar el resultado del domingo 11 de agosto en las PASO., me interesa centrarme brevemente y hacer sólo dos observaciones alrededor de la así llamada “lógica de la confrontación”, lógica que se ha erigido como una de esas causas y de la que el Frente para la Victoria sería responsable y promotor.
1) Sergio Massa es el que más ha cosechado los frutos de una semilla sembrada hace unos años: este gobierno crispa, divide, pelea, destruye la armonía en la que vivíamos los argentinos, ha creado una grieta, etc. “La gente dijo basta a la confrontación” –repitió, presentándose así como la síntesis pacífica en la que los conflictos, por fin, se resuelven. No conviene subestimar este planteo. Los conflictos –imprescindibles, impulsores- tienen no obstante costos, dañan, cansan. Que alguien se presente con la bandera de la paz, con un mensaje esperanzador de cara al futuro, prometiendo un tiempo en el que la convivencia será armoniosa, y que de ese modo haya logrado ganar la provincia de Buenos Aires y se proyecte al 2015, es un hecho que no puede minimizarse. “Es el candidato creado por las corporaciones”. Correcto. Siempre lo intentan, no siempre lo logran imponer. De modo que, en vez de desacreditar y vituperar a Massa, convendría quizá dirigirse cordialmente a ese tercio del electorado oscilante y no muy politizado ni definido ideológicamente –que optó en 2011 por Cristina Fernández y que hoy no lo hizo (de modo que razonablemente puede ejercer en el futuro su opción por el FPV.)- y explicarle por qué las confrontaciones políticas son absolutamente necesarias y por qué la promesa de la perfecta armonía social es falsa. Dirigir el discurso a esos sujetos que no son militantes, pero tampoco miran con antipatía irreconciliable el proyecto nacional, y aclarar que en toda sociedad existen actores económicos que no sólo velan por su propio provecho en absoluto desinterés por el sostenimiento del orden comunitario, sino que son depredadores. Son básicamente asociales, concentran la riqueza en pocas manos, defienden sus posiciones con todos los medios a su alcance –no siempre lícitos (recordemos que propiciaron a lo largo de nuestra historia golpes militares cuando se sintieron amenazados). Si el logro de sus propósitos apareja la miseria de las grandes mayorías -en las que sin duda ese tercio del electorado se encuentra-, no retroceden. Lo experimentamos en nuestro país desde 1976; lo sufrimos dramáticamente en 2001; lo vemos actualmente en Europa. Es enojoso, es enormemente costoso emprender un conflicto con esos poderes en pos de distribuir la riqueza, pero lo que es imposible –si es que no se integra sus filas- es vivir en concordia con ellos, avenirse a sus demandas en pos de una promesa de gobernabilidad y de bienestar general. Lamentablemente o no, la única posición posible con ellos es enfrentarlos con la mayor firmeza y decisión de las que un gobierno que represente las fuerzas populares sea capaz, a los efectos de disciplinarlos, de controlar dentro de ciertos límites su voracidad consustancial. Existen ejemplos en nuestra historia reciente que indican que otra opción que no sea la firme confrontación con ellos fracasa, es imposible. Debemos recordar la experiencia alfonsinista –preñada de buenas intenciones-, que muchas veces intentó evitar sin éxito la confrontación con las grandes corporaciones. No podemos olvidar que haber concedido las demandas militares no produjo sino más asonadas y más retrocesos en la política de derechos humanos. No podemos borrar de la memoria la cándida decepción del ministro Juan Carlos Pugliese ante los representantes del sector financiero intentando evitar una corrida cambiaria en medio de la hiperinflación de 1989 (“les hablé con el corazón, me contestaron con el bolsillo”). Ni olvidar la súplica de Raúl Alfonsín a Héctor Magnetto para que le permitiera concluir su mandato (“Ustedes ya son un obstáculo” –lo empujó el CEO de Clarín-). Tampoco debemos perder de vista que una alianza fraternal con ellos –como las que realizaron Menem o de la Rúa- no evita sino que potencia la conflictividad social: la extendida pobreza y la represión a las protestas sociales arrojaron una intolerable cantidad de muertos. Muertos, no gente que se ha sentido ofendida o intimidada o temerosa. Decenas de personas asesinadas por razones políticas, lo que demuestra que la grieta se ha manifestado antes de ayer y no es creación del kirchnerismo. Con estos sectores de poder, entonces, no puede hacerse otra cosa razonable ni prudente que confrontar con toda la fuerza que se pueda acumular. Negar el antagonismo con ellos es una dolorosa equivocación; imaginar un día en el que esos intereses y los de las grandes mayorías confluyan en armonía, una peligrosa ingenuidad o una ilusión ofertada de manera perversa.

2) Sentado esto digamos que la definición de esos verdaderos adversarios irreconciliables debe ser limitada, restringida. Sería un error que tras el resultado electoral, las fuerzas que apoyan o componen el gobierno nacional –con tantos genuinos y necesarios frentes de confrontación abiertos- mirara con enojo a esa porción del electorado que ahora optó por una alternativa, imputándoles ingratitud u olvido de la tremenda crisis que el FPV. supo capear o los catalogue de meros objetos de la manipulación mediática del grupo Clarín. No confrontar con ese sector que hoy no dio el voto al oficialismo –sin por eso reconocerse rabiosamente antikirchnerista-, es una tarea que obliga a diferenciarlos claramente de los verdaderos adversarios y a interpretar el clima político que pudo inclinar esta decisión en las primarias. En este sentido, tal vez debamos reconocer que en la pugna cultural, los fuertes adversarios del FPV. –gracias a la trama de medios que conforman su estructura de poder- lograron un avieso triunfo, al instalar en algunos sectores de las capas medias –pero no sólo en ellas- la idea que el gobierno nacional es irracionalmente beligerante y que toda acción del Poder Ejecutivo es una incomprensible batalla sangrienta. Han enrarecido así el clima del debate de ideas sobre la cosa pública, reduciendo al oficialismo a un núcleo pendenciero y vaciando la discusión de las razones que animan sus iniciativas políticas. Ese es el lugar en el que se lo espera al gobierno nacional: el kirchnerismo debe presentarse como un movimiento político intolerante, patológicamente peleador, autoritario. Jorge Lanata lo expresó claramente la otra noche al comentar el torpe episodio del muchacho que, como fiscal de mesa, le negó la mano a Mauricio Macri. “Parece que lo hizo para nosotros” –confesó al abrir su programa. Efectivamente, se esperan estos ademanes del gobierno nacional o de quienes expresan su apoyo. Dárselos es una preciosa mercancía que sabrán hacerla valer. Así lo hicieron con el visceral asco de Fito Paez, con los agrios comentarios a la clase media que quiere comprar dólares, con la carta de Cristina Fernández al popularísimo Ricardo Darín, etc. Tengo la impresión que ningunear a quien cosechó el 35 % del favor del electorado bonaerense calificándolo de suplente, tendrá el mismo destino. Si podemos considerar aceptable la conjetura que, en medio del turbio, del envenenado clima político que los poderes concentrados lograron imponer, una porción del electorado se haya resuelto por un candidato que se identificó con el pacífico slogan de la “no confrontación”, debería pensarse entonces en el tipo de intervenciones públicas que resultarían más eficaces para lograr hoy la persuasión, sin que esto implique lógicamente resignar las estrategias mayores ni adoptar una retórica falaz ni arriar las banderas.

28 comentarios en «¿Con quién confrontar?»

  1. Buen texto. Marca algunos puntos que sí deben ser analizados, profundizados y como dice el autor, sacar conclusiones al respecto y cambiar. El marketing político, entre otras, trabaja con el miedo de la gente. Y como dice gchichelo la mayoría (nosotros también) prefiere la no confrontación. Y por distintos medios y causas ha logrado identificar al gobierno=confrontación, cuando en realidad la confrontación la promueven en la vereda de enfrente que son partidarios de la Paz, sí, de la Pax Romana, es decir, la mezcla de la paz del cementerio con el sometimiento absoluto.
    Y a ninguno se nos escapa que los mensajes más agresivos, más violentos, abiertamente antidemocráticos, vienen justamente de quienes se presentan como campeones de la tolerancia y de un trato respetuoso. Es su mérito haber logrado instalarse así. Hay que ver cómo revertirlo. Y me temo que si bien es necesario dejar claro que el conflicto es inevitable, pues jamás cederán nada de sus privilegios y de su poder, con eso no alcanza

    1. Fernando, tenes razon, para revertir ese error de apreciacion del +70% que no voto al gobierno, tendrian que enviar a politicos dialoguistas como Kunke, Diana Conti y Anibal Fernandez a comunicar los beneficios del modelo. Quizas tengan mas suerte.

      1. Con tres no alcanza para nada, se necesitarían mas de esos y de otros
        Por otro lado, no sé a quien recomendar que envíen a Masa para revertir el 86% de gente que no lo votó, o para el Frente de Binner y cía para revertir el 91% que no lo votó, o para el 94% que no lo votó al radicalismo (datos de votos totales a candidatos a diputados)
        Y sinceramente creo que sí, que faltó que se comuniquen mejor los beneficios del modelo así como los perjuicios que traería a buena parte de la sociedad los modelos de +A ¿Más Sociedad Anónima?, o el modelo de la nueva Alianza o de tantos modelos que hemos sufrido en Argentina.

  2. Fernando:

    Si aparecen Anibal, Conti, Kunkel, El Cuervo y Amado entre otros, haciendo campaña y explicanado las bondades del modelo, estimo sacarian menos votso, sino, no entiendo x que los escondieron/

    1. Disculpá que no te respondí antes. Es probable que sí, que saquen igual o menos votos, pero no porque son ellos, sino porque la cuestión no pasa meramente por explicar las bondades del modelo. Porque no alcanza con mostrar todo lo bueno que se hizo, pues eso ya fue para la mayoría de la gente y lo dan como dato de la realidad -tampoco consideran que pueden perderlo, dicho sea de paso, como sí puede ocurrir si triunfan ciertas políticas.
      Para mi una de las claves está en plantear con claridad cómo se enfrentarán los problemas que aún están sin resolver y al respecto me remito al articulo Las PASO: qué debilidades y errores; e ir para adelante, no para atrás. http://artepolitica.com/comunidad/las-paso-que-debilidades-y-errores-e-ir-para-adelante-no-para-atras/

      1. – No entendió nada, o se hace el que no entiende.
        A ver…
        – He dicho varias veces que Massa encarna el programa de las corporaciones, como explicó de manera transparente, y sin dejar lugar a dudas, en la reunión empresaria.
        – En este momento, dentro de las expresiones opositoras, es el ELEGIDO por el conglomerado corporativo como la ‘gran esperanza blanca’ para 2015. El ‘elegido para hacer la tarea’ (como decía M. Grondona de López Rega en 1975). La tarea de la ‘restauración’ de la Argentina ‘normal’ que teníamos ‘antes de 2003 y después de 1975’.
        – Unos tipos hicieron una encuesta y la gente contestó eso. ¿Me va a decir que es mentira?
        – Mi interpretación, precisamente, es que Massa es el elegido porque -hasta ahora- la mayoría de la gente *no conoce* lo que dijo ante los empresarios.
        Es decir, la táctica es ‘que no parezca demasiado opositor’, porque en 2011 hubo un 54% de votos por el ‘modelo’ actual. Algunos prefieren olvidarse, pero los que bancan a Massa se acuerdan muy bien. Para 2015 necesitan la masa de votos K. fluctuantes (la diferencia entre el 54% y el núcleo duro del 30%).
        – Mi comentario numérico se conecta con la tesis del autor del post.

      2. El programa de las corporaciones, el programa de las corporaciones…parece el fantasma de la B.

        Cristina también se encamó – y se encama – con un montón de corporaciones.

        Basta de vender buzones, basta de mentirle a la población con ése tema.

      3. Bueno, podemos cambiar el nombre.
        El programa neoliberal, el programa del Consenso de Washington, el programa de la economía exportadora primarizada y no industrializada, el programa de la (casi) anulación del Estado, el programa de la exclusión social, el programa del darwinismo social… nombres hay un montón.
        Un programa que se basa en dos medidas inmediatas: megadevaluación y nuevo endeudamiento.
        Y nos quieren hacer creer que ‘porque la soja es más cara que antes’ esto no desemboca en un 2001.

      4. No soy optimista con respecto a Massa. Al mismo tiempo, me da la sensación de que, en lo nuclear, está bastante más cerca del kirchnerismo de lo que la militancia cree. Quizás termine cumpliendo el mandato del neoperonismo: será lo que deba ser en pos del poder.

      5. El programa de las corporaciones…

        Lo que hace el relato y el anti relato..

        Estamos en un sistema capitalista y se propicia una industrialización, bajo este aspecto hay varias cuestiones:
        1) Que la industrialización la tenemos que garpar todos
        2) En consecuencia no podes ir por la propiedad de los medios
        3) A la vez necesitás favorecer la acumulación
        4) Entonces, ¿qué actor o sector es el que menos tendrá que garpar o el más favorecido?

        Industrializar en nuestro país implica cambiar la estructura productiva con lo cual necesariamente vas a perjudicar a algunos en detrimento de otros, de ahí las tensiones de siempre y cada vez que se intentó algo similar y de allá a los lejos en el ’30 en la primer ISI inclusive

        Como no estamos en una dictadura, tenés que tranzar que es muy distinto a encamarse, por lo menos hasta ahora si se hubiese encamado se hubiese aplicado la devalueta que «acomoda los precios relativos» funcionales a las «elites» que es precisamente el programa de las corporaciones.

        Acá podés encontrar en todo caso la «épica del relato» si se lo puede llamar de esa manera

      6. Claro, cosas importantes como seguir repitiendo que el 75% odia esto y quiere que se vayan ya. Como si la encuesta no existiera.

      7. Tampoco me importa la gilada de amuchar la oposición en un porcentaje.

        Seguí con la sordina, disparando a la oscuridad. Cuando se te acaben los balines y tengas ganas de escuchar, hablamos. Que te garúe finito…

      8. No sé con quiénes me identificás en tu imaginación.

        La verdad, medio delirante. ¡Cuánta necesidad de clasificar tenés!

        Un robotito…

      9. Y dale con la encuesta. A ver, no puede ser que haya gente que reconozca logros durante la década pasada y que a la vez considere que la Sra. está desgastada? Ahí hay una explicación de Massa. No es taaaan difícil…

        Hay mucha gente que quiere un cambio light.

      10. Bueno, por algo la encuesta, por más que la haya hecho Mora y Araujo, que es respetado y opositor, no ha aparecido por La Nación ni por Clarín…
        Si piensan que la Sra. está desgastada, se va a saber con otra encuesta que lo pregunte.
        Eso sí, si para la campaña de 2015 queda gente que vote a Massa para Presidente creyendo que es un cambio light, van a sufrir un golpazo descomunal, porque el cambio no va a ser light sino de altas calorías (muchos se van a calentar).

      11. Bueno, pero no hay que hacer una lectura muy perspicaz para darse cuenta que en estas PASO -y una votación es mucho más confiable que una encuesta- la gente le puso coto a la Sra.: ya no se puede ni amagar con la re-re.
        Yo te digo lo que me parece que mucha gente cree a nivel discurso. Lo que decís de Massa es posible; habría que transmitírselo a muchos kirchneristas que hoy evalúan pegar un salta hacia Tigre, si ya no lo hicieron…

  3. LA CONFRONTACION ES INEVITABLE.Creo que,para desbaratar la imagen creada por la corporacion mediatica sobre un gobierno cerrado,autista,que no dialoga,no escucha,no ve la realidad,es conveniente y hasta necesario realizar encuentros y debates con los distintos sectores de la actividad nacional,sobre todo economica.Lo ideal es que sean publicos,que la iniciativa y coordinacion sean oficiales,y no los locutores de los programas de TV que tiene la mision de dejar mal parado al gobierno,y que te envenenan sobre todo los domingos a la noche,caundo venis cansado de tu domingo y estas con la bronca de pensar en el lunes.Los representantes del proyecto K que lo defiendan tendran que tragarse muchos sapos pero hay que mostrar mucho lo que se piensa y sostiene a esta altura.Eso si:habra que ver si la gente escucha.

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