Un economista belga, gran conocedor de Argentina, me pide mi opinión sobre el conflicto, que a él le parece que va más allá de una búsqueda de poder por parte del secretario general de la CGT. Ahí voy.
El conflicto se desencadena a partir de la muerte de Néstor. Muchos leen que esto tiene que producir un reacomodamiento del poder, y obran en consecuencia. En el caso de Moyano y de algunas de sus espadas, esto se traduce por reclamos o pedidos de mayor espacio a través de los medios, al punto de evocar la idea de un vicepresidente sindicalista. Esto no le causa mucha gracia a Cristina, a la que es muy mala idea querer marcarle la cancha. La cantás truco, te manda el valecuatro directo. En las listas de legisladores se privilegió entonces al «hipercristinismo», si eso existe. Luego todo siguió escalando. Pero en el conflicto hay por por supuesto varios elementos. A ver.
- Estilos: Cristina no es Néstor. Con Kirchner Moyano compartía códigos (el de la negociación múltiple constante) que no tiene con Cristina, que es mucho más vertical y no perdona la insubordinación, un estilo que a mí me parece inseparable de ser una mujer que manda en un mundo de hombres. Pero esto Moyano lo sabía, e igual jugó a ir subiendo la apuesta, y esto me lleva al punto siguiente:
- Cierto machismo de parte del líder de la CGT. A Moyano le quedó claro que la muerte de Néstor abría otra época, pero jugó a poner él las reglas. No le dio el mismo respeto que le tenía a Kirchner al intentar de marcar la cancha a través de los medios (de prepo) en vez de arreglar en privado. Pensó que la podría apretar. Si la cosa hubiera sido al revés (muere Cristina siendo Néstor presidente) no creo que hubiera hecho lo mismo.
- El combate contra el síndrome del pato rengo. Cristina iba a tener que hacer frente a un período sin reelección, y para evitar un progresivo vacío de poder eligió rodearse de leales a ella, dejando de lado socios más antiguos del proyecto que compartía con su marido.
- Líneas internas: el cristinismo no es el kirchnerismo. Ya desde antes de la muerte de Néstor podía verse que los que preferían una reelección de Cristina a un nuevo período de Kirchner venían menos del peronismo que los seguidores del ex-presidente.
Vale comentar.
Todos válidos, pero me parece que el fundamental es otro. Algunos reacomodamientos en la gestión económica (llamémoslos con un eufemismo: ajuste) van derecho contra la base del poder de Moyano: Reducción y eliminación de diversas vías de subsidios indirectos a empresas que emplean camioneros (y permiten a estas pagar sueldos altos), negativa a actualizar topes en salarios familiares y ganancias, pedidos de moderación en los reclamos de paritarias. A esto se suma la retención ad eternum de los fondos del APE (en el contexto de una investigación judicial y, supondremos, los resultados de jugosas auditorías internas) y los siempre circulantes proyectos en danza relativos a la reorganización del sistema de salud, notoriamente irracional (de acuerdo a un estudio del CIPPEC, que no descubrió la pólvora, un porcentaje nada despreciable de los usuarios del sistema pública aportan a obras sociales, la prestación entonces se paga -al menos- dos veces).
Me inclino más a poner el peso en cuestiones de este tipo, es decir estructurales (la desigualdad flagrante al interior de los trabajadores, financiada parcialmente por el estado, que el ajuste tiende a llevarse puesta, nivelando para abajo), ligadas al manejo de recursos (obras sociales, otros planes cedidos al Hugo vía nombramiento de ferchos en la secretaría) que en las que vos mencionás (ideológicas, «culturales», y personales, excepto la tercera). Lo que no significa que estas tengan peso.
Que estas NO tengan peso, digo.
Está bien lo que agregás, más allá del costado interpretativo (presente en mi post también, por supuesto.
Una breve interpretacion psicoanalitico-sindical en http://peligrosamenteinutiles.blogspot.com.ar/2012/03/moyano-y-el-dilema-de-clint-eastwood.html
Todo bien, Matías, pero, aparte de la autopublicidad, la netiqueta indica que comentes el post, además de dejar tu link. Poné acá los argumentos que das en tu post.
La estrategia de Moyano es posterior a que desde el gobierno dejen de darle lugar sobre decisiones que antes le constultaban, y por sobre todo, a quitarle espacios de poder (secretaria de Tte, APE). Creo, al igual que Guido, que si te olvidas de la gestión economica, perdes gran parte de la noción del problema. No creo que Moyano haya asumido todas las cosas que vos interpretas, porque no come vidrio y sabe que la fuente de su poder es distinta a la de Crisitina.
Moyano como aliado sindical -siempre imprescindible- resultaba util por dos maneras: por su poder de fuego y su imagen despegada del neoliberalismo. Y siempre Moyano acerco sus demandas a las necesidades del gobierno (funcionando como paritaria de referencia para los otros gremios ¿O te pensas que el techo salarial es de este año?)
Evidentemente, esa gimnasia se desgastó. Puede haber un efecto Nestor de disciplinamiento mayor, si queres, y que su ausencia pueda haber impactado, pero mas alla de las cuestiones personales, esa interacción les servía a ambos.
Volviendo a la pregunta,¿Cuando se jodió el juego? Desde l gobierno están intentando hacer un ajuste, reacomodamiento, sintonia fina, llamalo como quieras, porque todo modelo los necesita. Ahora, hay una novedad. En lugar de hacerlo vía devaluación, la manera mas rapida, mas usual y en perjucio de los trabajadores, eligen hacerlo de otra forma. Esa otra forma, llamala heterodoxa, exige un acuerdo o un equilibro muy fragil en torno a la rentabilidad de las empresas y las demandas salariales de los sindicatos, ambos generadores de expectativas inflacionarias. Moyano no lo aceptó, considera que minaría su poder (o si hablamos de convicciones, va contra lo que cree que debe ser). A partir de esto, necesitas un nuevo aliado sindical, mas proclive a este tipo de arreglos (o porque pensas que aparecen los gordos ahora).
El problema, y aca viene el argumento del post, es que creo que Moyano no esta muy convencido de su estrategia, y po eso da mantazos de ahogado. Por otra parte, el error del gobierno es haber cortado las relaciones muy rapido., Y ojo que tambien actuo con firmeza (por cada declaración altiva de Moyano, hay un puesto que el gobierno le quita dentro de la estrucutura del Estado, pasa que es menos visible). Y creo que el corte no es definitivo, porque ninguno ha encontrado un reemplazo decente del otro. Y nadie quiere quedar huerfano, maestro. La pregunta que queda por constestar, y que va a tener mucho que ver con la resolución del conflicto entre ambos (esperemos a las elecciones de la CGT – yo las estoy esperando con un salamin y una cerveza) es saber quien es mas poderoso en terminos estructurales: el gobienro, o los sindicatos de Transporte, la estrella de la última década.
A veces, creo que en los analisis de los blogueros cercanos al K, el enamoramiento de la epica los corre del eje, que es casi siempre, a veces mas, a veces menos, el mismo. Un abrazo y gracias por la publicidad…
Me gustó. Es complementario al post.
la pregunta que yo me hago es ¿qué ganó moyano con su ruptura con el gobierno?
¿va a tener más poder ahora o mañana que durante tantos años de relación virtuosa?
al gobierno obvio que lo complica esta situación, pero a él, mamita. no termino de entender.
El que se enoja pierde, suele decirse.
Gana la CGT, y un lugar preponderante en la futura coalición Sciolista. Podría ser, no? Arranco demasiado temprano, me parece…
comparto en parte, mati. pero en la parte que comprende el principio: al principio con scioli va a tener un lugar destacado -sobre todo en vísperas de elecciones presidenciales para captar voto peronista, algo parecido a los primeros años del kirchnerismo, ponele. ¿pero cómo va a hacer luego, cuando ya el sistema sciolista anule todo afecto con la clase trabajadora que quedará a merced de la casta empresarial eclesiastica conserva que en el fondo es scioli?
creo que moyano estaba en su techo. ¿o cree que puede ser lula si se asocia con scioli u otro derechoso? lo veo verde…
muchos saludos!
Desde los tiempos de José Espejo, que curiosamente tambien era camionero, ningún Secretario General de la CGT ha podido resistir la tentación de creer que estaba llamado a funciones mas importantes.
Estas ideas suelen ser compartidas asimismo por Comandantes en Jefe y por algunos Grandes Empresarios. No las considero buenas ideas.
Che, tampoco comparemos a Moyano con un milico golpista…
De acuerdo, sólo quise compararlo con Espejo y otros SG de la CGT.
Muy bueno el comentario de Matias.