Seguro que ni el más pesimista de sus militantes, ni el más optimista de sus detractores, imaginaban el contexto en que se han desarrollado esta primera mitad del gobierno CFK. Suponiendo que, como reza el Gran Relato impuesto, ese contexto sea malo.
Por fin, resulta evidente que se ha profundizado un clima de debate de temas que parecían zanjados o clausurados por lo que dejó el Consenso de Washington. Discusiones, todas estas, que vienen dándose con mucho vigor, de un lado y del otro del mapa dirigencial de la política argentina.