Crítica de la imparcialidad

Yo Voté a Cristina. No lo hice con reservas, la voté convencido. Hoy la volvería a votar, con las mismas ganas. La apoyo desde un peronismo de izquierda, o desde una corriente nacional y popular, como más les guste llamarlo. Ya saben desde que lugar político les hablo. Saben a qué atenerse, pueden situar mis palabras en ese marco y tener una idea más clara de qué quiero decirles.

Casi ningún periodista o comentarista empieza diciendo estas cosas. Es más, si alguno las dijera en televisión, sería casi un escándalo. Cuando nos hablan periodistas políticos muy conócidos y con mucha historia detrás, si bien no lo dicen, estos encuadres, están implícitos. Horacio Verbitzky o Mariano Grondona. Con un mínimo de cultura política, sabemos desde dónde nos hablan. Pero hay otros de los que sabemos menos. ¿Desde dónde nos hablan Julio Blanck o Van der Kooy? ¿Y Nelson Castro? ¿Con qué proyecto político se identífica más? ¿con ninguno? ¿Por qué? ¿La política no le interesa? ¿Solo sabe criticar? ¿No hay nadie tan intachable como él? ¿A quién votó? Seguramente tiene sus preferencias y estas se traducen en lo que nos dice, entonces, ¿no sería mejor que sepamos cuáles son?

Pero avancemos hacia periodistas menos metidos en política, ¿qué me dirían al respecto Santo Biasatti o María Laura Santillán? (es obvio que miro mucho canal 13 y TN, deben ser tendencias masoquistas reprimidas). Al presentar las noticias nos hacen gestos, ponen tonos de voz, acentúan algunas palabras, sugieren reproches. ¿Por qué no podemos saber desde dónde lo hacen? Ellos invisibilizan su lugar político. Nos hablan desde «afuera», desde la imparcialidad. O sea que nos hablan desde la misma parcialidad que cualquiera, solo que cubierta con un manto de hipocresía.

Vayamos ahora a los noteros. La invisibilidad de ellos ya es mayor, puesto que efectivamente quedan detrás de camara y los escuchamos preguntar mientras vemos la cara del reporteado. Ellos podrían preguntar cosas como: «¿entonces el gobierno les está arruinando la vida?» y nostros deberíamos suponer que lo hacen desde la imparcialidad. Pero si a uno de ellos se le ocurriera decir, antes de preguntar; «Yo voté a Carrió, el proyecto de la CC es el que más me convence», es probable que fuera despedido, cuando a mi me parecería un preludio razonable a cierto tipo de preguntas.

Esta preferencia por la indeterminación, tiene otro problema. Favorece las posiciones críticas sobre cualquier gestión, puesto que si se elogia a alguien, se queda encuadrado en ese espacio, mientras que si se critica, el encuadre es menos preciso.

Dejemos a los periodistas y vamos diréctamente a los políticos. Evidentemente, la indeterminación aquí debe menguar, sin embargo, no tanto como podríamos esperar. Macri se ha convertido (sin duda gracias a sus asesores de imagen) en un prestidigitador que trata de tomar el menor partido posible sobre cualquier tema. Su inauguración del período legislativo es una proeza de ambigüedad, allí, 3 meses después de electo, presentó un video mostrando el estado lamentable de la ciudad. Todos los políticos hablan de «la herencia recibida», pero no llegan al punto de tratar de ser Jefe de Gobierno y oposición al mismo tiempo.

¿Y qué decir del nuevo héroe de grandes y chicos? Sí, Cleto, a quién todos, los que lo odiamos y los que lo aman, consideramos oposición, sin embargo si se le pregunta, él dice que es parte del gobierno. Antes de su voto, solo le faltó decirnos que él no era un político, ya que explicó su decisión apelando a «los dictados del corazón de un hombre de familia».

En el reciente conflicto, «el campo» adoptó decididamente esta evanescencia política, Buzzi se abrazaba con Miguens y citaba a Jauretche, De Angeli tomaba la imagen de un revolucionario y pedía el lomo a 80$, etc. Sin embargo el Kirchnerismo sigue otra lógica, y muy probablemente a esto se le llame, sus «problemas de comunicación». Durante estos 4 meses el gobierno marcó como nunca su identidad peronista, recordó en varias ocasiones el año 55 y trató de ser identificado lo más claramente posible con la redistribución y la justicia social (no valoro aquí si esto es o no sincero, para mi tema es suficiente con que quiera MOSTRARSE en ese lugar), subió a sus palcos a DElia y a las madres, personas que están en las antípodas de la indeterminación. Mientras al «campo» se le concedía y nos decía que no se le concedía nada, el gobierno concedía y….también trataba de mostrar que no concedía, para marcar su autoridad (en este punto se nota la contradicción de estilos con la mayor nitidez). Se recostaba sobre sus flancos más jacobinos, los pañuelos de las madres decían: ¡Ni un paso atrás! Los asesores de imagen se agarraban la cabeza.

Pero, ¿esto es tan así? ¿qué pasa en el largo plazo? Porque las conductas espectrales también tienen sus riesgos, están demasiado próximas a la desaparición y el olvido, a ser tomados poco en serio. Los políticos-nopolíticos, Nito Artaza, Blumberg, desaparecieron tan rápido como habían aparecido. Por eso, terminado el conflicto, en la arena otra vez parece estar solo el gobierno, que se ha granjeado mucho odio, qué duda cabe, pero que no avisora claramente un adversario. El vicepresidente la tendrá difícil en cuanto trate de corporizarse y adquirir una identidad política que pueda recibir votos. Si Macri intentara aliarse con Duhalde, esto le daría ante muchos de sus votantes, una súbita y desagradable visibilidad. ¿Carrió? Hace tiempo que trata de hacerse invisible (la cruz cada vez más chica me parece una clara metáfora de esto), sin lograrlo del todo. Ese es su karma, pero también es lo que le posibilitó salir segunda, según mi criterio. A los imparciales, a los invisibles, la presidencia se les hará muy cuesta arriba.

21 comentarios en «Crítica de la imparcialidad»

  1. Sergio, me gustaría preguntar cual sería tu mundo feliz… creo que todo pasa por un excesivo amor por los Kirchner y nada de lo que sucede alrededor tiene valor para tu pensamiento.
    Pero quiero referirme solo a un punto en el que no coincido para nada: los periodistas y el periodismo.
    Creo que el valor de la información es elemental en un sistema que se dice democrático. No me interesa para nada que piensa JMorales Solá en el living de su casa. Cuanto mas ocultas permanezcan sus simpatías, mas libertad tendré como lectora de hacer mi propio análisis. Dirás que es pura inocencia, pero en la medida en que un periodista no me influya con su ideología, tendré posibilidades de construír una opinión propia y libre, entendiendo libertad por un bien limitado siempre, por supuesto.
    Es por eso que leo todo y persisto en indagar otras miradas. Todas las construcciones intelectuales enriquecen. Eso de que «yo leo nada mas que página 12», no es un ejemplo a imitar para mi.
    El equilibrio perfecto se logra analizando a unos y otros, filtrando por supuesto las ideas del emisor que son imposibles de reprimir.
    Por otro lado ¿es imperioso tener una idea política determinada para vivir en una sociedad como la nuestra en la que las borocotizaciones y los cambios de rumbo de los políticos de turno no respetan la palabra empeñada con nosotros los ciudadanos? Siempre que he comenzado a creer, han tenido la habilidad de girar un poco para acá, otro poco para allá, encontrándome de pronto con individuos que desconocía porque mis ideas seguían siendo las mismas.

  2. Caroll: Me parece interesante tu comentario porque va al punto de lo que quiero decir, vamos a ver, vos decís: «Cuanto mas ocultas permanezcan sus simpatías, mas libertad tendré como lectora de hacer mi propio análisis. Dirás que es pura inocencia, pero en la medida en que un periodista no me influya con su ideología, tendré posibilidades de construír una opinión propia y libre»
    Lo que yo creo es que justamente te va a influir más con su ideología, si vos no sabés cual es, porque él de todos modos tiene su ideología y la trasmite en sus comentarios. Si te aclara su ideología, vos tendrás una idea de hacia dónde puede estar sesgado su análisis. El nunca va a poder hablar desde «ninguna ideología», eso no existe, las únicas opciones son que vos sepas desde cuál te habla o no. A mi tampoco me importa lo que hace en el living, no quiero saber de qué equipo es hincha. Su ideología no es parte de su intimidad, porque es un comentarista político.
    Comparto con vos la variedad de información, más allá de mis preferencias trato de leer medios diferentes(como lo digo en el post, está claro que veo medios que no piensan como yo).
    Todos nos ubicamos en algún lugar respecto de la política, vos por ejemplo, expresás «el descreimiento en los políticos», que es una posición política, sin dudas, casualmente una de las que más trasmiten los medios hoy en día. No digo que estés influenciada, pero por lo menos coincidís con muchos de ellos.

  3. Sergio no importa la ideología que tenga cada periodista. Todos son mercenarios. Deberían decir. Este medio pertenece al grupo tal. Los capitales son de tal tal y tal, y tiene intereses aca y aca.

  4. b-k: Completamente de acuerdo en que debería ser explicito a qué grupo pertenece cada medio y qué intereses tienen esos grupos. Pero para mi no es SOLO cuestión de plata, también tienen ideología y deberían exponerla. En la elección a Jefe de Gobierno de 2007, Verbitsky dijo que votaba a Filmus-Ginés y aclaró que el pensaba que decir el voto para un periodista debería ser la norma, no la excepción, yo estoy totalmente de acuerdo.

  5. No me parece un ejemplo la actitud del periodista que hace exhibición de ideología porque tiene, sin proponérselo tal vez, un lugar en el escenario de esta sociedad mediatizada. Es mas que una persona común como yo que se expresa a travez de un blog. Su opinión construye un personaje que la gente compra. Termina dictando cátedra e imponiendo su criterio ante los mas vulnerables. Y si encima dice: yo voto por «éste», es posible que muchos terminen votando a «éste» por simple simpatía. Ni siquiera será escuchado su pensamiento, termina importando su persona. Eso, en una sociedad ávida de personalismos fuertes, que dictan caminos por imposición, no sirve.

  6. Obviamente desde su pretendida neutralidad tienen mejor llegada, especialmente con los incautos. Hasta los medios desde donde predican la van de imparciales o apolíticos, con versos como «al servicio de la verdad» y otros.

    Pero no hace falta ser demasiado despierto para verle las patas a la sota, salvo, por supuesto cuando no se quiere ver, o se finje no ver.

  7. Sòlo por pereza mental o vulgar mala leche se puede creer en la «imparcialidad» de tanto figurón mediático y la idea de que uno se forma su «propio» criterio a partir de la sumatoria de sandeces que escucha es sencillamente delirante.
    Suponer «neutros» ideológicamente a tipos como grondona o morales solá que eran los letristas en los discursos y los explicadores y bajadores de línea en los medios de cuanta dictadura asolò este país es algo que debiera dar algún pudor antes de largarlo como «pensamiento».
    A uno pueden gustarle los K, poco, mucho o nada pero ninguna de esas variantes implica que esos delincuentes sean «imparciales» o por lo menos, dignos de ser tomados como creíbles.
    Los monos se vestirán con sedas democráticas pero monos son y de ésa no se escapan.
    Saludos.

  8. Ram, se puede hablar sin descalificar, porque no es ni mala leche ni pereza mental la que me anima a opinar diferente. No creo que el periodismo tenga que pertenecer para opinar. De ahí a ser neutros hay un ancho espacio. El límite es decir yo voto por éste: le pertenezco señor. Ahí perdió, para mi, su condición de periodista y se transformó en un varietal de político argentino típico.
    Y por favor, bajate de tu soberbia porque muchas de las sandeces que han escrito unos cuantos se están cumpliendo. No me refiero a campañas mediáticas sino a números que no cierran. ¿O qué pensás del INDEC y de la economía? ¿ no creés que hace tiempo que muchos vienen advirtiendo sobre cuestiones ironizadas hasta el hartazgo por quienes se niegan a mirar la triste, gris, aburrida realidad? Hasta la misma presidenta lo ha entendido…

  9. Acuerdo plenamente y te agregaría un rubro: los economistas. ¿Qué hace un economista, de que trabaja, a qué intereses responde, de qué empresas es dueño, gerente, abogado?. Sería bueno que en los programas periodísticos blanquearan esta situación.

  10. Juan: Muy buen aporte. Un economista puede decir en los medios que el atraso en las tárifas de los servicios es inadmisible, y tal vez no nos estamos enterando que es asesor de la empresa Edenor…

  11. Idea: hay que hacer Registros de ocupaciones. Se podría crear una nueva Subsecretaría de gobierno con funcionarios ad hoc expertos en husmeos y rastreos de datos, ej: mano de obra desocupada, funcionarios que van quedando fuera del sistema por ineptos o corruptos (¿por qué no?), etc. Todos los ciudadanos a registrar quiéranlo o no deberían estar inscriptos en corrientes políticas aceptadas por el sistema (gorilas-out), ejerciendo profesiones dentro de límites estrictos. Como innovadora variable se podrá considerar el ejercicio de la no opinión o desopinión por parte de los «obreros de los medios contreras». O sea: se permitiría que hablen pero en contra de sus propias ideas, en su defecto podrían hablar de plantas y jardines…
    En fin, hay mil variables creativas para encauzar las opiniones y observar de cerca a la sociedad.

  12. Carroll
    Lo de la pereza mental o la mala leche no es para descalificarla a usted personalmente, en todo caso sí es para descalificar un modo de ver y asumir las cosas.
    Para empezar usted tiene una pobrísima y primitiva idea de lo que es adherir a determinada línea política, si prefiero a fulano o a zutano puedo votarlos lo que NO significa que «les pertenezca» – usted tiene una idea incorrecta y realmente descalificadora del voto, el votante no es «cautivo» ni está obligado a «pertenecer» a ningún partido. Es voluntario el asunto.
    Y no me llame «soberbio» por las sandeces cumplidas, a mí grondona y morales solá (entre muchos) me parecen seres detestables pero no los subestimo, sé que algunas sandeces se les van a cumplir (por ejemplo, un día Moreno dejará de ser funcionario) – el problema, por si usted no lo percibió, corre por cuenta de quienes les creen esas sandeces; las que se cumplen y las que no (¿se acuerda del dólar a 20 mangos y los que lo profetizaban en sus programas?) y también cuando se creen las que son mentiras absolutas (como cuando estos tipos bajaban línea a pedido de dictaduras y cómplices económicos y el Indec «no existía»)
    Goebbels, que además de ser una basura humana era un poco más hábil que estos sujetos, decía: «Hay que repetir 10, 100, 100 mil veces una mentira hasta que terminen creyendo que es verdad» …después se resumió en el popular «Miente, miente, que algo queda». Bueno, estos «formadores de opinión» que solemos padecer practican la misma religión y sea por amnesia precoz, pereza mental o, ya sabe, mala leche – no son pocos entre nosotros los que repiten como loros, no las palabritas, sino los esquemas de pensamiento de estos buenos nenitos y, por ejemplo, ahí tiene a tanto/a clasemediero/a tilingo/a haciendo bulla con la cacerola para pagar precios más caros y después echarle el fardo a Moreno – ¿usted lo vió a Moreno remarcando? ….sospecho que no, pero a la hora de repartir culpas repite el versito del Indec y del «dibujo» de los índices. ¿Quiere que le diga lo que pienso? Moreno es un inútil y lo del Indec es imperdonable porque es la excusa perfecta para generar inflación. La excusa, nunca la causa.
    Y mire, a mí me parece toda una ironía que se quejen de la inflación las mismas empresas que remarcan y aumentan márgenes de utilidad (los supermercados, por ejemplo), pero lo más probable es que miremos distintos canales, no? a usted eso le resbala, es el Indec y chau…
    Si la presidente se da cuenta o no de algo, a mí no me consta – sí me consta que fue votada hasta el 2011 y que yo sepa, falta un tiempo. Si eso le molesta a los comunicadores «imparciales» de los que hablamos, que revienten de una úlcera y ganamos con un aire más limpio.
    Saludos.

  13. Descalificar mi modo de ver las cosas es no aceptar diferencias de opiniones. Entonces estamos en problemas. Aunque es ya una tendencia arraigada en determinadas ideas y lugares: no considerar la pluralidad.
    Denostar al periodismo que dice lo que no queremos escuchar, instalar adjetivos a todos los que se «oponen», sacarlo a Goebbels del cajón y ponerlo a decir la misma frase gastada y empeñarse en una realidad que no existe: Moreno es inimputable, todo eso, me habla de un sentimiento de superioridad instalada. Y las culpas de los desastres las tendrán el imperio y la sinarquía internacional, ayudada por la oligarquía ganadera de la Avenida Quintana.
    Además, los que se quejan de la inflación no son las empresas que siempre de una u otra forma se salvan, son las personas comunes que tienen que pagar mas por las pilchas, el calzado, el transporte, el alquiler, etc ¿vivís en Avda Quintana por un casual???

  14. No entiendo cual es el problema. El 99% de la gente que lee, escucha o mira a los comentaristas politicos, o sabe de que lado vienen, o se da cuenta a los dos minutos de escucharlos. Es posible que a la gente que no lee, escucha o mira comentarios politicos regularmente le lleve mas tiempo darse cuenta, pero si no son audiencia estable no van a ser convencidos o engañados por que escuchen a alguien una vez, y los haga votar contra sus intereses. Que un periodista tenga que decir a quien vota es como si la gente tuviera que declarar si son gay o straight cuando se presentan. No se necesita mucho tiempo para darse cuenta.

  15. Caroll: Exagerar también puede ser una forma de descalificar. No propuse hacer ningún registro (si no me equivoco, Ram tampoco lo propone). Simplemente digo que sería mejor conocer mucho más sobre el lugar desde el que opinan en los medios, me gustaría que hubiera mayor demanda de la gente en torno a ese tema. Por si queda alguna duda: NO PROPONGO QUE SEA OBLIGATORIO.
    Guillermo Lagos: En muchos casos es obvio, en el post menciono los ejemplos de Grondona y Verbitsky. Pero yo también hablo de los que bajan línea sin ser periodistas políticos y hasta de los noteros cuando preguntan. Y en otros casos, como el de Nelson Castro, se pone en una actitud de fiscal en la que solo se puede estar si uno habla como si fuera un extraterrestre. Yo no podría decir a quién votó (¿López Murphy?), porque parece haber votado al candidato perfecto que nadie conoce.

  16. Me parece muy bueno el post. Acá no se trata de cazar brujas como algún comentarista pareciera obstinadamente creer, sino de blanquear el lugar desde donde hablan los que nos cuentan la realidad. No existe tal cosa como un ser humano sin ideología y es simple sentido común darse cuenta que si un periodista trabaja para una corporación que aboga por un modelo de país X, sus opiniones estarán impregnadas por sus creencias y pertenencias.

    El periodismo actual se disfraza de «neutro» sólo en las formas, no así en el contenido. Y hay muchas personas que confunden esa pretendida neutralidad y la trasladan al contenido. Por eso me parece que una persona que está formando a la opinión pública debería tener la obligación moral de dar cuentas de cuál es el lugar desde el cual opina/informa.

    Saludos

  17. Estoy de acuerdo en que es imposible evitar el pensamiento propio o la subjetividad. Pero el esfuerzo en tratar de ser objetivos debe ser un ejercicio recomendado para los que manejan los medios. Si no caeríamos en los excesos que se viven en Venezuela donde la idea del gobierno es la que se permite programas de propaganda como «La Hojilla». Recomiendo que busque en You Tube, encontrarán a Mario Silva, periodista(¿?), con un estilo agresivo denostando a todo aquel que se oponga al chavismo.

  18. Mire, Caroll, yo no le pediría que sea «objetiva», una condición imposible para cualquiera, pero sí me permito pedirle que lea mejor, especialmente lo que está escrito y no lo que le parece a usted que está escrito.
    En mi caso, al definir a Moreno como «inútil» no puede usted traducirlo a «inimputable» y si así traduce estamos listos, es más que evidente que usamos idiomas distintos, mejor no perder el tiempo.
    Adiós.

  19. Sergio, ha escrito un muy buen texto, lo felicito.

    También es grato ver que usted defiende su kirchnerismo de frente y no como tanto progre vergonzoso de decir que Cristina le cae bien

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