«Diálogos, acuerdos, consensos»

(Esto lo escribí como respuesta a un mini debate que se generó en mi blog, acerca de mi opinión sobre el escenario post electoral en la interna de las fuerzas opositoras que publiqúe ayer en duplex)

(…)

«Eso del diálogo. Que cosa. A ver, habiendo hecho renacer las paritarias, creado el consejo del salario mínimo, digo, los desafío a encontrar lugares donde se negocie más que allí. Ok, es cierto, con figuras opositoras, poco y nada. Pero, pregunta: ¿había espacios opositores institucionalizados previo a esta elección de medio término? (y, diría, aún después de ella). Ni siquiera el kirchnerismo ha sido algo concreto en términos partidarios. Entonces creo que lo que el kirchnerismo ha hecho en sus años de esplendor, fue trabar negociaciones con los sectores de poder institucionalizados realmente existentes, e ignorar lo que no eran sino personalismos mediáticos. Hoy los resultados mandan otra cosa, de acuerdo. He allí el cambio de actitud, que existe y eso es innegable.

 

Pero seamos buenos: la 125 salió rebotada y el «tema de las AFJP», salió con más de 160 votos. ¿Cuantos más harían falta? ¿Sería realmente sano que salga con mayor cantidad de adhesiones? Entonces, no verseen tanto con eso del autoritarismo.

 

Yo no sé si K perdió contra los medios. Seguramente eso es una simplificación. De lo que si estoy seguro, es que los medios operaron de hacedores de agenda opositora. Lo mas normal en campaña (y aún tras ella) era una tapa-catástrofe de Clarín o LN y atrás de furgón de cola los figurines opositores repitiendo como loritos. Esto no supone, en absoluto, desconocer los errores monumentales de construcción y conducción estrategia del matrimonio. Nada de eso. Defectos como los que menciona «anónimo» de la ausencia de cuadros. Fue dicho pero hasta el hartazgo: que la fórmula haya tenido que ser Néstor – Scioli, implica no haber abierto el juego lo necesario.

 

¿Y si miramos un poquito la paja en el ojo ajeno? Por caso, recuerdo dos ejemplos. Uno es el de Carrió en el hito que marcó cuando salió a oponerse al proyecto de estatización de las AFJP cuando el mismo ni siquiera había sido depositado en mesa de entrada del congreso. Y el segundo, la reacción del «campo», cuando por comienzos de Marzo se rumoreó -apenas un rumor- un supuesto proyecto de creación de un ente estatal de comercialización para competir versus las cerealeras, que finalmente no se dio. La reacción de las patronales fue tan vociferante que llamó a la vergüenza ajena. Diciendo que si se daba se bajaban de los diálogos que por aquellos días llevaban a cabo con Giorgi, Randazzo y Cheppi, y otras barbaridades similares. Entonces, no se ve allí mucha predisposición al debate: ¿como condenar una idea de la que no se tienen referencias ciertas?

La verdad es que, en todo caso, si estamos «enfermos de falta de debate», es algo que les pasa a todos, y no sólo a unos.» (…)

Acerca de Pablo D

Abogado laboralista. Apasionado por la historia y la economía, en especial, desde luego, la de la República Argentina.

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