Diario de la gripe III (Town Call Malice!)

Better stop dreaming of the quiet life –
Cos its the one well never know
And quit running for that runaway bus –
Cos those rosey days are few
And – stop apologising for the things youve never done,
Cos time is short and life is cruel –
But its up to us to change
This town called malice.
Rows and rows of disused milk floats
Stand dying in the dairy yard
And a hundred lonely housewives clutch empty milk
Bottles to their hearts
Hanging out their old love letters on the line to dry
Its enough to make you stop believing when tears come
Fast and furious
In a town called malice

The Jam

Fueron bravos los ´80. La figura delgada y elegante de Federico Moura resistió hasta el final pero igual se fue. Todos estos años más tarde la escena musical no nos dio una figura como la de Federico. Homosexual, puto, gay, marica. Ninguna de esas palabras tocaron nunca la determinación de Moura por construir la primer gran banda de pop argentina. Moura tuvo el poder de trascender su sexualidad para llegar directo al mensaje: la música. Hasta el día de hoy amas de casa y jóvenes misóginos cantan temas acerca de las teteras subterráneas o el semen derramado, pensando que tan solo es una canción. Federico ríe y triunfa en el cielo con diamantes.

Coger con forro no es coger pero no conozco otra manera. Pero el amor para mi es ese, coger con forro. Y si no hay amor que no haya nada. Después de la pandemia del sida, nunca controlada para siempre fomentada, el coger se convirtió en el ámbito privado en donde lo naturalizado es la interrupción breve para ponerse el forro. Si es tan breve, no entiendo porque hasta el día de hoy hay hombres que se niegan a usarlo y mujeres que temen pedirlo. Si un hombre quiere «sentir más» bien podría ponerse en contacto con sus emociones o también prender una hornalla y quemarse un dedo. Si una mujer necesita más amor, antes que nada el primer objeto de deseo es ella misma. El bombazo hormonal de la pastilla del día después es solo un recurso ante la urgencia, no una regla. No es un anticonceptivo es, reducido en una pequeña pildorita, la toma casi mensual de anticonceptivos regulares. No solo cambia el ciclo menstrual, altera también el estado de ánimo y la vida cotidiana. La vida cotidiana que hoy esta alterada y desbarrancada por cada sector de la capital federal temeroso de contagiarse un virus que una vez ingresado dentro del cuerpo, tratado y curado; nos provee de inmunidad hacía el mismo. Una semana de reposo, leer, mirar películas, no pensar en trabajar o estudiar. navegar en internet, hablar por teléfono. Consentirse. La gripe abre un mundo de posibilidades hacía el disfrute y el aprendizaje de la cura del propio cuerpo. También fomenta la convivencia forzada con los hijos y el desgaste. Y en ese sentido, es esa dirección de la convivencia forzada, apuesto a que los cines, los teatros y los shoppings vacíos duraran una semana, a los sumo diez días, después de eso hasta el último pelotero o caballito a cuerda será poblado.

Pero yo quiero hablar del hiv o de algo aún peor: SIDA. Primero, segundo y tercero y hasta el día de hoy sigue siendo una cosa de putos, de trolas, de travestis o de drogadictos. Si tenés sida es porque cogiste, te drogaste o hiciste ambas cosas. Al mismo tiempo!  Lo que casi nadie señala es que muchas veces el que se mando la fiesta del fin del mundo fue un padre de familia que ningún problema tuvo después en contagiar a su pobre esposa que no solo le dio hijos, sino que le dio su juventud, su obra y su vida. Y por un polvo mensual esa mujer estóica vivirá toda la vida con hiv, condenada al retroviral, vistando Huésped, ocultandoselo a sus amigas y probablemente también a sus hijos. Y sin ningún tipo de compensación a cambio. Porque contagiarse de hiv no es como sobrevivir al cancer o a la leucemia, no hay flores y notas en revistas de moda con titulos heroicos, «Como le gane al cancer», no hay nada. Hay silencio, condena social, despidos injustificados, ghetto. Hay verguenza, da verguenza ser portador de hiv. Esta mal, como si fuera una cuestión divina que se zanja contra el bien, tener hiv.  Es curiosa la gente a veces en el colectivo los miro, a todos, y pienso ¿Nunca se preguntaron si cogieron con un portador o una portadora? ¿Nunca se preguntaron si besaron a un sidoso? ¿Nadie se pregunta si comparte su vida cotidiana, la vajilla del trabajo, el agua de la pileta, los libros de la facultad con un portador de hiv? Y en caso de no  hacerlo ¿no se lo preguntan por qué el hiv como enfermedad fue naturalizada y en consecuencia se tomaron las medidas preventivas necesarias o por qué hacerlo causa el mismo terror que esperar el hiv negativo o postivo mientras mentalmente como en una película porno que no queres ver reproducís tu vida real y omitís, con un parpadeo, el momento en donde el reactivo puede dar: si?

Pero la vida tampoco es algo tan terrible y no todo en el amor es el infierno.  También esta el factor humano, el factor me gustas un montón, el factor yo te quiero para siempre. Y esta el accidente y esta el apuro y esta el un minuto y vamos de vuelta. Esta todo ese factor de la patria liberada en el campo de concentración en el que pretenden convertir ahora la intimidad. La intimidad como patología. Y mi unica afrenta contra el estado de las cosas, que son las cosas de El Estado, es que soy feliz y vivo enamorada. Me equivoqué algunas veces y me asuste otras tantas. Y fui a buscar el hiv al hospital italiano una, dos, tres veces. No porque sea una putilla rentada de las relaciones amorosas. Más bien porque mis relaciones amorosas se definen a través del amor y un gran acto de amor es tener la valentía de por una vez en la vida, pido recibir la gracia de prolongar el tiempo para siempre, anteponer el cuidado del otro por sobre al cobardía propia. Yo te quiero tanto, vos sos tanto para mi que la felicidad es que el reactivo y el mensaje sea: somos hiv negativo.

Pero la banda negativa ahora es la gripe y el grito ensorecedor dice: no lo toques.

En el medio miles de cosas. Un vuelo clandestino trajo vía directo Ciudad Juarez óptimos ejemplares del amor: un masculino, los hombres son definitivamente otra cosa, decidio que era válido romperle la cabeza a su mujer, contra una canilla, previo a golpearla, insultarla y anunciarle un final que compartimos todos: la muerte. Así que vía Ciudad Juarez y preso de una «locura súbita» y cometiendo un crimen pero «pasional», un masculino decidió que ninguna gripe de mierda iba a llevarse la vida de su, su su su su, mujer. Así que le reventó la cabeza contra una canilla mientras el gobierno de la ciudad hace todo lo posible para cancelar la línea mujer. En el medio seis personas se mueren en un accidente de tránsito y matan a 140 chinos en un solo día y a un chico de 18 años le atraviesan la cabeza de un tiro en #Honduras.  El género no contento con el logro de las primeras líneas de este último párrafo arremetió matando a tiros a una mujer porque no quería ….. amar más. Como todas las mujeres son una mierda, la hija de dicha fallecida también recibió unos buenos balazos y ahora tal cual el país y la ciudad y la mente de sus ciudadanos esta en estado: crítico.

Por otra parte quiero finalizar diciendo que yo si quiero que vuelvan con todo, PERO CON TODO, los 90.

Y tengo mis razones.

Now playing: Michael Jackson – Iwant you back via FoxyTunes

Acerca de Helena

Me llamo Helena, nací en el oeste y vivo en el barrio de Boedo. Estudie cine en el IDAC y fotografía en la escuela popular de La Boca. Me dedico a la música organizando fechas para el circuito de bandas indie, desde mi banda Los Galgos, desde distroiart rec y desde medios digitales como velvet rockmine o germen terror (chile). Crio una fauna de 2 gatos y una perra. Vivo enamorada.

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