Como es lógico, los dirigentes de cada país -incluso del nuestro- pretenden todos que sus respectivas economías se encuentran preparadas como nunca para enfrentar la crisis eonómico-financiera global y recitan a coro parecidos discursos tendientes a calmar a sus propios mercados.- Pareciera poco realista imaginar que un país periférico como la Argentina resulte inmune a semejante tormenta generalizada.- Nadie sabe en realidad como termina esta historia y vaticinar qué ocurrirá con la Argentina es poco menos que un ejercicio de adivinación.- Con ésta realidad en mente me he propuesto bajar en este post algunas reflexiones sobre el tema, con la especial intención de enriquecerlas con las que puedan aportar quienes me lean.-
1º) Suerte que defaulteamos en el 2002: El aislamiento de los mercados financieros en que quedó la Argentina después del default de enero/2002 nos juega ahora a favor.- Así como la guerra perdida contra Inglaterra en el/82, al cortar nuestro intercambio comercial durante años con ese país, tuvo como efecto benéfico involuntario e indirecto el habernos aislado del problema de la «vaca loca», de manera similar el haber quedado como parias mundiales despues del «default» nos ahorra actualmente el éxodo paniquedado de los especuladores golondrina que sufre el Brasil.- Los efectos en la Argentina de la crisis mundial, no se harán notar entonces tanto por el lado financiero -la Argentina viene creciendo maravillosamente desde hace 6 años pese a su falta de acceso al crédito internacional- sino por el lado del comercio exterior: Seguramente bajarán las exportaciones, tanto en volumen como en precios, y subirá el volumen de las importaciones con precios inferiores de los que ofrece la industria nacional.- Ahora bien, una circunstancia en principio defectuosa de nuestra economía se convierte en virtuosa frente a la crisis.- La importancia relativa de las exportaciones e importaciones respecto del producto bruto interno es mucho menor en la Argentina que en otros países.- Nuestro comercio exterior no representa más de un tercio del total producido, siendo esperable que otras economías, como la chilena, cuyo comercio exterior es proporcinalmente mucho mayor al argentino se vean más afectados por la disminución de sus exportaciones y el aumento de sus importaciones.-
2º) La baja de los precios agropecuarios tiene su costado bueno: Más allá de que nos afecten más o menos que a otros, pareciera existir un consenso general en que las consecuencias y los efectos en la Argentina de la crisis global solamente pueden ser negativos.- No creo que la realidad sea tan sencilla y unidimensional.- Si baja el precio de los productos agropecuarios se perjudica quien produce y vende esos productos, pero se beneficia el que los consume, entre otros los millones de argentinos cuya canasta alimentaria no aumentará y -quien sabe- hasta podría bajar de precio.- Si se importan productos industriales más baratos que los argentinos, pierde el industrial y aumenta el desempleo, pero gana el consumidor porque baja la inflación.- Por ello no hay que confundir a los productores agropecuarios y a los industriales con «la Argentina» y pretender que todo lo que disminuye las ganancias de aquéllos es pérdida para «todo» el país.- En realidad la enormísima mayoría de los argentinos somos trabajadores y consumidores, no dueños de estancias o de fábricas y lo que debe prevalecer es el interés mayoritario y no el minoritario.- Desde este punto de vista creo que veremos en la Argentina, por un lado, una disminución del crecimiento económico, de los superavits gemelos y un incremento del desempleo y, por el otro, un freno importante al aumento interno de los precios, especialmente de los alimentos y de la energía, bajando la inflación.- Corresponderá al Estado administrar la crisis para disminuír lo primero y aumentar lo segundo y ello no se obtendrá si se piensa que el interés de los productores agropecuarios y el de los industriales es el de «la Argentina».-
3º) ¿Cómo quedará afectado el MERCOSUR y el UNASUR? Se abre un interrogante importantísimo en nuestra relación con Brasil en especial y con Sudamérica en general.- En las anteriores crisis que hemos vivido, la tendencia habitual fue que cada país se encerrara en lo suyo y se desentendiera de toda acción común o solidaria.- Cuando en el 98 Brasil devaluó, no consultó ni le interesaron los perjuicios que ello podía ocasionar a la Argentina y a los restantes socios del Mercosur.- La Argentina de Menem trató esa devaluación despectivamente, pretendió dar cátedra a los Brasileños y se despegó del socio, mostrándose al mundo como ejemplo económico y amenazando incluso con dolarizar la Argentina y salir del Mercosur.- Cuando explotó Argentina en el 2002, tampoco consultamos el default ni la devaluación con los socios del Mercosur.- Uruguayos y paraguayos se tuvieron que embormar.- El Brasil de Lula se borró olímpicamente, trató de hacerse el «serio» frente a los organismos internacionales incluso en los peores momentos de la renegociación que el gobierno de Kircner encaraba respecto de la deuda externa.- Llegaron los brasileños incluso a repetir el discurso yanqui respecto de la «economía sustentable» y del necesario acuerdo previo con el FMI.- Por ello me pregunto ¿Enfrentaremos esta vez juntos y solidariamente -obviamente respetando las diferentes dimensiones e intereses de nuestras economías- la presente tormenta económica mundial? ¿Más allá de los discursos de ocasión, lograremos articular políticas negociadas y mutuamente contenvientes? ¿Practicaremos por fin la idea de que juntos somos más? La extraordinara circunstancia de tener gobiernos más o menos progresistas y nac&pop en casi todos los gobiernos sudamericanos (excepto Colombia y Perú) da esperanza y optimismo.- Parece relevante en tal sentido la acción rápida de respaldo al gobierno Boliviano que se logró instrumentar mediante el UNASUR.-Veremos.-
4º) La grave crisis económica desarma el discurso opositor: El cataclismo económico universal ya ha generado consecuencias en el ámbito poítico nacional, alterando significativamente el panorama de desastre que había quedado después de la derrota del 17/7.- Las furibundas críticas que recibió el Gobierno desde el arco opositor derechista (Broda, Carrió, M. Grondona, Morales Sola, etc) y en el mundo bloguero (Mariano T. Abuelo Económico, Ana C, etc..) tenían sustentos económicos ortodoxos y claramente neoliberales.- Recitaban como capítulos de fe que era equivocado intervenir en los mercados y que las retenciones agropecuarias equivalían a robarle al productor haciendo perder a la Argentina la «gran oportunidad» que se le abría en el mundo a partir de una nueva relación de intercambio con precios altísimos de la soja, el maíz y la leche.- Esas ideas lograron apoyo mediático y en amplias franjas de la clase media argentina, opermitiendo organizar un exitoso bloqueo de las rutas argentinas que desabasteció a las ciudades y logró torcer el brazo del Gobierno K con la Res. 125.- Fue un torpedo debajo de la línea de sustentación que puso seriamente en jaque a los K.- Menos de tres meses después, el panorama parece haber cambiado otra vez.- El nuevo y reciente paro agropecuario fue un fiasco siendo desplazado de los medios por el pánico en las principales bolsas del mundo.- De Cleto ya nadie se acuerda.- Ha amainado lo que parecía una incontenible carrera a ver cual gremio conseguía obtener un incremento salarial mayor.- Los gobiernos de EEUU y Europa intervienen en los mercados y hacen lo contrario de lo que siempre predicaron, dejando «offside» a sus acólitos locales.- La «gran oportunidad» agropecuaria para la Argentina resultó ser nada más que una burbuja especulativa originada en que el susto generado por las hipotecas «subprime» desvió las compras de los especuladores al mercado de los commodities, elevando artificalmente los precios por unos meses.- Ello fue reiteradamente explicado por la Presidenta en sus ditintos discursos, pero no hay peor sordo que el que no quiere escuchar.- Ahora la manada se pasó a los Bonos del Tesoro de los EEUU, al U$S y al oro por lo que los precios de la soja y el petróleo vuelven a la normalidad.- Se aprecia claramente que el gravísimo daño que generó el lock-out agropecuario y el desabastecimiento de las ciudades fue totalmente inútil y equivocado: Las retenciones móviles eran una buena idea y la mayoría de los productores estaría hoy mejor si Cleto se hubiese ahorrado su voto «no positivo».- La continuación de las medidas de fuerza de los «5 grandes» de la Mesa de Enlace, ya no es admitida como una comprensible reacción de los incansables trabajadores campesinos frente al despojo de lo suyo, sino como la invariable y sempiterna «oposición por la oposición misma» de quienes pretenden que los K dejen el Gobierno lo antes posible.- Muy parecido a lo que hacen «Los 5 de la Medialuna» en Bolivia contra Evo Morales.- Desde todos los ángulos de la oposición se ha perdido el envión y cunde la desorientación en el discurso.- El Apocalipsis que profetizaba Carrió obtenía eco hace solamente algunos meses.- Hoy mueve a la sonrisa irónica y despectiva hasta a comentaristas tan opositoras como Gloria López Lecube.- Veremos que pasa en el 2009, pero en lo que va del 2008 el tsunami económico del norte podría parecerse bastante al «viento de cola» del que se hablaba hace algunos años para explicar los éxitos del gobierno «K».-
Saludos, Capitán Medibacha
Hay un entrecruce que habria que estudiar entre las acciones del gobierno y la situacion de la Oposicion, independientemente de la crisis.
La hipotesis seria: sin esta crisis ,la situacion de la Oposicion (fastidio de las profecias carroistas, de las mentiras de la Mesa de Enlace, del tono campechano de De Angeli, de la indefinicion de Cleto)¿hubiese sido diferente? ¿o esta crisis no hace mas que desnudarla cruelmente?.
Yo intuyo que hay algo de esto ultimo.
Las condiciones de CFK para dirigir el timon de esta tormenta son a mi entender las adecuadas y creo que la gente lo esta valorando, manifestandolo en cierta indiferencia a las criticas de la Oposicion, que la descoloca aun mas.
De cualquier manera esta entrada esta excelente, no tiene fisuras.Se podria decir que -al menos hasta hoy -es un texto referencial para definir esa suerte de «efectos colaterales».
Habria que estudiar entonces con la misma frialdad las consecuencias del posible impacto, su densidad, su duracion, etc etc, para poder preveer aun mejor las tacticas politicas de cara al 2009/2011.
Saludos.
la baja en los commodities…. demuestra cuan inelástico son los precios internos al consumidor contra los precios internacionales de las materias primas. La soja ya cayó de un 40% desde Julio: vaya y exija idem descuentos en la verdulería, amigo medibacha.
Mauri: Interesante su comentario.- Me trae a la memoria un debate de los inicios de la era K.- Al principio dijeron que era «un veranito».- Cuando el «veranito» empezó a cumplir años, se trataba del «viento de cola».- Los logros indudables de los K, no eran ni por causualidad méritos propios, sino que eran de pura suerte.- Si De la Rua hubiese tenido ese mismo «viento de cola» habría sido reelegido y sería ídolo.- Le erró por un año y medio, etc…- Los mismos objetores de entonces, hoy van a declamar a todos los vientos que, si el panorama mejora en la Argentina, ningún mérito tiene el Gobierno, sino que la «suerte» del cataclismo mundial, ayuda a los K.- Poco serio.-
Ulschmidt: Le hice caso, fui a la verdulería y compré tomates a $ 4,2 el Kg..- Hace un año estaban a $ 14 el kg. en la misma verdulería.- La rebaja del 70% en los precios no salió en ningún diario.-
Saludos, Capitán Medibacha