Solamente en la B Meropolitana, 8 de los 21 clubes que participan en la divisional están inhibidos: Nueva Chicago, Almagro (ambos con deudas abultadas por $600 mil pesos cada uno), Social Español, Temperley -los más comprometidos- Deportivo Morón, San Telmo, Central Córdoba y Flandria. En total, deben más de $2 millones de los 40 millones que adeudan todos los clubes del fútbol argentino, incluidos los de Primera y B Nacional. Atlanta y Estudiantes de Caseros levantaron el viernes sus inhibiciones. Los otros tienen deudas y los únicos que están al día son Defensores de Belgrano, Armenio y Tristán Suárez.
La realidad de la B Nacional no es muy diferente, en tanto que la C y la D, a pesar de ser una categoría semi-amateur la primera, y amateur la segunda, también tienen clubes en esa situación.
El único principio de solución, hoy por hoy, está en manos del gobierno. No existe un Plan-B. El salvavidas sería el viejo y querido(?) PRODE, aunque todavía no esta muy claro como se puede llegar a implementar (según dicen, Grondona tenía todo arreglado con Massa, pero con la asunción de Aníbal Fernández, todo volvió a foja cero).
En este blog, venimos insistiendo desde hace rato con la necesidad de intervención del Estado en estas cuestiones, debido a que los clubes del ascenso contienen, de una u otra forma, a miles de jóvenes del conurbano. Están desde los que juegan al fútbol, hasta los que «aguantan», y que tienen en sus colores preferidos a una de las pocas cosas lindas que les de la vida.
Por otra parte, y no está de más señalarlo, la suspensión del campeonato le arruina la existencia a un montón de gente que vive de esto y que no tiene la culpa de que los dirigentes se morfen la guita: trabajadores de UTEDyC, choripaneros, vendedores ambulantes, periodistas, etc.
Este tipo de decisiones como la suspensión, no solo perjudica a los clubes que cumplen, sino que premia a «la otra» dirigencia, la de los clubes que son un desastre institucional, que dicho sea de paso, debe ser de lo peorcito que uno puede llegar a encontrar por ahí, y hasta que no se tomen medidas para tratar de renovar a estos personajes, las cosas no van a mejorar.